Las tetas blancas, enornes y naturales de mi prima
por
Yuliana
género
voyeur
Tengo 27 años y soy mega aficionado a los bustos, el perfecto para mi es el de mi prima Pita, el cual ya irán conociendo aquí. Ella tiene 29 años, tez blanca, l.60 de estatura, más bien llenita sin llegar a gorda, pelo negro al hombro y de carácter alegre y comprensivo.
El caso es que la familia se reúne cada diciembre para colocar el árbol navideño previo a las posadas, yo premeditadamente me propuse ayudarle a mi prima a colocar las figuras de porcelana, eran muchas y había que agacharse mucho en esa labor. Para esto ella llevaba una blusa tejida rosa, bastante amplía del cuello y al fondo un sostén negro que se rebelaba a cubrir bien sus nenas celestiales.
La cuestión es que en cada agachada yo tenía una vista amplía, con mucha luz, y a unos 30cm de sus pechos, los cuales paso a describir ahora si: de tamaño grandísimo (sería copa 40), blanquísimas lechosas, pezón rosado de unos 6cm de diámetro y con la punta del mismo como de goma de lápiz y un centímetro de largo sin excitar.
Entre tanta inclinada una nena se había salido ya de su sostén y la vista fuera de su blusa era fantástica, ella parecía estar de acuerdo en que yo presenciara aquello o no se daba cuenta, esto imposible pensé, pues llevaba 2 horas aquel espectáculo y yo no disimulaba para nada, creo que hasta algunas primas lo notaron. A estas alturas mis testículos me dolían a más no poder.
En un momento dado, me dijo que si no la acompañaba al tercer piso, pues hasta allá estaban las últimas luces y nadie quería subir a buscarlas. Subimos y ya estando ahí me dijo: "siempre te han enloquecido mis pechos ¿o no?"; me sonroje pero a la vez le conteste que como lo había notado, a lo que me contesto: "toda la vida no me has visto a la cara, ahora mismo tienes 2 horas viéndolas, además tu erección es muy notoria".
Pita me dijo entonces, que ya no éramos unos niños y había mucha confianza, que si yo le mostraba mi erección ella me mostraría sus senos; eso si nada de penetrarla, pues era virgen y se casaría en un mes. Y pasamos de las palabras a los hechos, saco su blusa y luego su negro sostén (como contrastaba con sus blanquísimos pechos), ahí estaban sus nenas 15 años soñadas, no miento casi desmayo de mi impresión.
Al sacar yo mi miembro duro que hasta dolía, ella lo atrajo hacía sus senos y lo coloco en medio de ellos, masturbándome con su subir y bajar, yo no les quitaba las manos de encima tampoco, a estas alturas la punta de sus pezones era impresionante, jamás verán algo así.
En medio minuto eyacule salvajemente los 15 años deseándola, 2 meses sin sexo y 2 horas observándola, fueron 20 largos y enormes chorros de semen sobre sus nenas, cuello, boca, cara y pelo; luego de esto me la limpio con su boca diciendo: "favor completo ¿o no primo?".
Ella siguió luego con lo del árbol navideño, como si nada, yo pasmadísimo. Nunca más se comento cosa alguna, ni volvimos hacer nada. Ella se caso y lleva la vida normal de señora como debe de ser, más yo siempre llevare ese recuerdo de cómo los sueños a veces se hacen realidad y con uno cumplido puedes vivir feliz el resto de tu vida ¿o no?
El caso es que la familia se reúne cada diciembre para colocar el árbol navideño previo a las posadas, yo premeditadamente me propuse ayudarle a mi prima a colocar las figuras de porcelana, eran muchas y había que agacharse mucho en esa labor. Para esto ella llevaba una blusa tejida rosa, bastante amplía del cuello y al fondo un sostén negro que se rebelaba a cubrir bien sus nenas celestiales.
La cuestión es que en cada agachada yo tenía una vista amplía, con mucha luz, y a unos 30cm de sus pechos, los cuales paso a describir ahora si: de tamaño grandísimo (sería copa 40), blanquísimas lechosas, pezón rosado de unos 6cm de diámetro y con la punta del mismo como de goma de lápiz y un centímetro de largo sin excitar.
Entre tanta inclinada una nena se había salido ya de su sostén y la vista fuera de su blusa era fantástica, ella parecía estar de acuerdo en que yo presenciara aquello o no se daba cuenta, esto imposible pensé, pues llevaba 2 horas aquel espectáculo y yo no disimulaba para nada, creo que hasta algunas primas lo notaron. A estas alturas mis testículos me dolían a más no poder.
En un momento dado, me dijo que si no la acompañaba al tercer piso, pues hasta allá estaban las últimas luces y nadie quería subir a buscarlas. Subimos y ya estando ahí me dijo: "siempre te han enloquecido mis pechos ¿o no?"; me sonroje pero a la vez le conteste que como lo había notado, a lo que me contesto: "toda la vida no me has visto a la cara, ahora mismo tienes 2 horas viéndolas, además tu erección es muy notoria".
Pita me dijo entonces, que ya no éramos unos niños y había mucha confianza, que si yo le mostraba mi erección ella me mostraría sus senos; eso si nada de penetrarla, pues era virgen y se casaría en un mes. Y pasamos de las palabras a los hechos, saco su blusa y luego su negro sostén (como contrastaba con sus blanquísimos pechos), ahí estaban sus nenas 15 años soñadas, no miento casi desmayo de mi impresión.
Al sacar yo mi miembro duro que hasta dolía, ella lo atrajo hacía sus senos y lo coloco en medio de ellos, masturbándome con su subir y bajar, yo no les quitaba las manos de encima tampoco, a estas alturas la punta de sus pezones era impresionante, jamás verán algo así.
En medio minuto eyacule salvajemente los 15 años deseándola, 2 meses sin sexo y 2 horas observándola, fueron 20 largos y enormes chorros de semen sobre sus nenas, cuello, boca, cara y pelo; luego de esto me la limpio con su boca diciendo: "favor completo ¿o no primo?".
Ella siguió luego con lo del árbol navideño, como si nada, yo pasmadísimo. Nunca más se comento cosa alguna, ni volvimos hacer nada. Ella se caso y lleva la vida normal de señora como debe de ser, más yo siempre llevare ese recuerdo de cómo los sueños a veces se hacen realidad y con uno cumplido puedes vivir feliz el resto de tu vida ¿o no?
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