La segunda vez con mi cuñado

por
género
gay

Un par de meses después de mi primera relación con mi cuñado, me llamó por teléfono para invitarme a cenar. Mi hermana no estaba en Buenos Aires por un par de días por un congreso. Cenamos tranquilos, hablando de cualquier cosa y nos fuimos al living a tomar el café. Cuando estaba por irme me dijo:
- Con respecto a lo de la otra vez,... estaba caliente y...
- ¿Y qué? La pasaste bien y yo la pasé bien, te diste un gusto y listo. No te hagas tanto drama.
- Si, tenés razón.
- Lo mejor es no darle vueltas al asunto.
- Es que no sé como se dio todo.
- Simple, estabas caliente y yo también. Te saqué la leche y vos te quedaste tranquilo.
- Es que me gustó mucho.
- Mejor.
- ¿A vos te gustó?
- Mucho, tenés una pija hermosa.
Bajó los ojos como con vergüenza y no dijo nada más, pero noté que se estaba excitando. Me di cuenta a donde quería llegar. Pensé que tenía tres opciones: irme, seguirle el juego a ver hasta donde llegábamos o encararlo directamente. La primera la descarté, no quería perderme esa pija. Nos quedamos en silencio un rato y le pedí otro café. Cuando lo trajo. Me di cuenta que quería decirme algo pero no se animaba o no sabía como decirlo y yo sabía lo que me quería decir, quería que se la chupara. Le pregunté si tenía leche y me dijo que si y fue a buscarla. Me reí para mí mismo pensando: "Te perdiste la oportunidad, no importa, te voy a dar al menos una más." Me la trajo en una jarrita muy linda.
- Linda lecherita.
- Si, la compramos hace poco.
- Bueno, dame la leche, no me muestres la lecherita y nada más -. Me reí con un poco de malicia.
Tomamos el café uno sentado frente al otro. Le dije de poner algún video de música en la tele y me recosté sobre el para agarrar el control remoto rozando con el codo en su pija como sin querer. Prendí la tele y me reí y le pedí que apagara la luz para ver un poco mejor. Iluminados solo por la luz de la pantalla vimos un par de videos y decidí terminar con el jueguito.
- Me voy
- ¿Ya te vas? pensé que ibas a quedarte un rato más, es temprano.
- Si querés me quedo, pero no tengo ganas de ver más videos, proponeme algo más interesante.
- ¿Esto te interesa? - Me preguntó y se llevó la mano a la pija.
- Si -. Le dije.
Le bajé los pantalones y empecé a chupársela. Se le puso dura enseguida. Me encantaba pasarle la lengua por la cabeza y bajar por el tronco hasta los huevos. Cuando vi que estaba por acabar le dije que no acabara y que se sacara toda la ropa porque me gustaba verle el cuerpo. Yo hice lo mismo. Hizo un comentario sobre el tamaño de mi pija que estaba durísima.
- ¿Querés chuparla?
- La verdad, no me animo.
- Bueno, no hay drama, no hagas nada que no quieras hacer. Dejame hacer a mí.
Volví a sentarse y yo le empecé a chupar las tetillas mientras le acariciaba la pija que seguía dura. Le dije que estaba muy callado, que se dejara llevar. Fui bajando hasta la pija otra vez y se la volví a chupar. Se soltó un poco.
- Si, chupámela toda, me encanta como te la comés y a vos te gusta comerla, seguí seguí que quiero darte la leche.
- La leche todavía no- le dije -, acá el que manda soy yo.
- Pero no dejes de comertela puto.
Seguí comiéndosela y me tiéndome un dedo en el culo, quería que me cogiera. Dejé de chupársela y me senté en el piso. Le miraba la verga dura.
- Que linda verga tenés, me encanta, pero quiero más, quiero que me cojas como te cogés a mi hermana.
Me levanté y me arrodillé sobre el sillón con el culo expuesto para él.
- Dale, metémela.
Dudó un poco, se paró y se arrodilló detrás de mí. Fue acomodándose y acercando su pija al agujero de mi culo. La agarré con la mano y la fui llevando al lugar correcto.
- Empujá, macho, haceme el orto.
Empezó a metérmela despacito. Yo sentía como entraba y como mi ano se iba dilatando. Mi pija ya goteaba gotas de placer.Fui cogiéndome cada vez con más fuerza.
- Si puto, te hago el orto, tomá, tomá pija, hijo de puta.
- Seguí, seguí, dame pija así papá, me encanta sentirla toda adentro.
Le agarré una mano y la llevé hasta mi pija, hice que me pajeara mientras me cojía. Acabé como un loco, con un grito de placer.
- Voy a acabar, te voy a llenar el culo de leche.
- Siii, llename el orto de leche, damela toda toda.
Acabo con un grito desesperado, jadeando a más no poder. Cuando la sacó me iba a hablar pero me adelanté.
- Ya sé: "No me vas a creer pero nunca le hice el orto a un tipo", te creo.
- Ja ja ja ja, era eso nomás.
- Espero que no sea la última vez - le dije.
escrito el
2016-04-07
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