Durmiendo con mi amiga Rosario
por
Seneca
género
exhibicionismo
Mi amiga Rosario me había invitado a pasar el fin de semana en su apartamento de la playa. Eran las diez de la mañana cuando me llamó desde su habitación.
- Pablo, ven, quiero que me des tu opinión.
Fui a su cuarto y estaba desnuda con dos tangas en las manos. Tenía unas tetas pequeñas pero altivas y el coño depilado. Inmediatamente tuve una erección.
- Qué tanga te gusta más? El blanco o el negro?
- El blanco.
- Vale me lo pongo y vamos a la playa. Se puso una camiseta y una minifalda y fuimos a la playa.
Llegamos y fuimos a bañarnos. Ya en el agua me abrazó por detrás pegando sus tetas a mi pecho. Me empalmé y ella lo notó.
- Bajate el bañador
y ella se quito el tanga abrazandome y pegandose a mi cuerpo
- Pablo, ven, quiero que me des tu opinión.
Fui a su cuarto y estaba desnuda con dos tangas en las manos. Tenía unas tetas pequeñas pero altivas y el coño depilado. Inmediatamente tuve una erección.
- Qué tanga te gusta más? El blanco o el negro?
- El blanco.
- Vale me lo pongo y vamos a la playa. Se puso una camiseta y una minifalda y fuimos a la playa.
Llegamos y fuimos a bañarnos. Ya en el agua me abrazó por detrás pegando sus tetas a mi pecho. Me empalmé y ella lo notó.
- Bajate el bañador
y ella se quito el tanga abrazandome y pegandose a mi cuerpo
1
1
votos
votos
evaluación
2.7
2.7
Continuar leyendo cuentos del mismo autor
historia previa
Durmiendo en casa de Rosariosiguiente historia
Tete, perdona
Comentarios de los lectores sobre la historia erótica