Incesto con la Suegra

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incesto

La suegra es una mujer muy autoritaria y conservadora, pero al final es sometida por su yerno.



Me encontró casado con Lucia con la que tengo una hija, aún menor de edad. Me llamó Lito y tengo 38 años de edad, mientras que mi esposa solo tiene 23, con la que mantengo una buena vida sexual. La relaciones con la familia de mi esposa han sido siempre buenas, especialmente con su única hermana y con su padre, no así con mi suegra: “Petra”. Esta procedía de una familia bien acomodada y de carácter y tradición muy conservadora, de alta alcurnia.

Petra es todo un carácter, autoritaria como ninguna, y nunca quiere dar su brazo a torcer, siempre quiere salirse con la suya. Mi suegro es una “especie de corderito” a su lago, es muy buena persona, trabajador, pero dominado completamente por su mujer.

Debido a mi carácter totalmente independiente, y mi falta de cesión ante las pretensiones de mi suegra, hacia que tuviéramos continuas discusiones, y por ello, mi mujer evitaba acudir a casa de mis suegros conmigo, aunque en ciertas celebraciones familiares coincidíamos. Mi suegra nunca quiso que Lucia se casara conmigo, ya que pretendía que se casara con un terrateniente del pueblo donde ella vive. Pero a su pesar, logramos casamos, y además a temprana edad.

Para no enfadar a mi esposa y no hacerla sufrir, a veces soportaba y evitaba cualquier discusión con la madre de mi esposa. Pero, la realidad es que la misma era insoportable. No entendía como su esposo podía soportarla tanto tiempo. Aunque habían tenido dos hijas.

Sin embargo, pese al carácter infernal que tenía, no podía dejar de reconocer que conservaba una figura perfecta, bien modelada, con un cuerpo más bien delgado, y además con esa belleza innata pese, a haber alcanzado los 48 años de edad.

Había tenido a sus dos hijas a muy temprana edad. Mi suegro por el contrario era algo mayor que ella, y pasaba de los 60. En varias ocasiones, cuando discutía con ella, observaba aquel cuerpo de mujer, con unos pechos más o menos grandes, pero bastante firmes, y aquel trasero perfecto, con unas nalgas casi redondas donde bajaban unas piernas bien modeladas, y sin una sola vena. La verdad es que pese a animadversión con la misma, no podía por menos que reconocer que cuando la veía me producía una excitación que no podía evitar. Y ello, pese a ser mi suegra.

Petra vestía muy conservadoramente y apenas se le podía ver sus piernas, salvo en raras ocasiones, pero aún así, con su vestimenta tradicional, no podía ocultar la pujanza de sus pechos y su trasero. Era algo que no podía evitar: estaba a la vista. Muchas veces pensé: ¡qué buena está la cabrona! Y cuando se enfadaba conmigo, me decía para mis adentros: ¡esta puta lo que necesita es que le peguen una buena follada como Dios manda. Que le demuestren quien es el que manda”.

Durante una reunión familiar, como siempre, logró buscarme las cosquillas haciéndome perder la paciencia, y terminamos discutiendo. Ello ocurrió en una fiesta en una casa rural. Después de haber discutido con el consiguiente enfado de mi mujer, salí fuera y me fui a la parte trasera de la casa para llamar a un amigo. En eso aparece ella, y veo que se acerca hasta donde estaba ya que tenía aparcado su coche allí. Observo que intenta buscar algo que tenía dentro del coche. Para ello, alongó su cuerpo dentro del maletero para extraer algo, con lo que se le subió un poco el traje que llevaba, el cual tenía una abertura por un lado. Me fije claramente y pude contemplar sus desnudas pantorrillas. La miré de arriba abajo, y me percaté de lo buena hembra que estaba aquella hembra.

Ella de reojo, giro la cabeza y observó como la miraba verificando como se ruborizó. No obstante, con sus manos intentó bajarse el vestido. Tras cerrar el maletero del coche vino hasta donde me encontraba y mirando de forma desafiante me espeta: -no te da vergüenza mirar así a tu suegra.

-y ¿como la he mirado suegra?- le dije haciéndome el sorprendido.

-No te hagas el desentendido, que te he visto claramente mirando mis piernas.

-La verdad. Me hubiera gustado que se le hubiera subido algo más el vestido. Al menos podría haber apreciado mejor ese trasero.

-que… ¿y que tiene mi trasero?-me contesta intrigada y algo enojada.

-¿Quiere que le diga lo que pienso de su trasero? ¿De verdad quiere que se lo diga?

-que estas insinuando….¿que ves de malo en mi trasero?.

- Malo no. La verdad es que lo tiene bastante bien. Ya sabe perfecto para una buena….y me quede sonriendo, sin terminar la frase. Evidentemente ella no era tonta, y lo comprendió al instante. Mirándome airada, me contesta:

-que estás pretendiendo decirme… “que estoy buena para un buen polvo”. Seguro que es eso lo que quería decir. ¡Qué cabrón eres! No me respetas…ni siquiera que soy la madre de tu hija.

La mire a la cara, verificando antes que, no hubiera moros en la costa, y le dije: - pues si suegrita. ¡Ese trasero lo que necesitando es un buen cipote!. Y sabe….”Una buena polla que le atraviese todo ese tremendo culo”. Eso es lo que necesita… Vale… ¡ya sabe lo que pienso!. ¡esta contenta!

Ella levanta la mano e intenta pegarme un tortazo, pero más ágil que ella, le sujeto la mano, y ante su cara de sorpresa, la hago doblarse un poco y acercando mi boca a la suya, le “espeto un beso en los labios de la misma”. Ella inicialmente se quedó quieta sin saber cómo reaccionar, pero al final terminó soltándose y diciéndome malhumorada: -¡¡Estás loco!!. Que pretendes…¿Cómo te has atrevido a besarme?. Semejante sinvergüenza…..¡¡ya verás cuando se entere la familia!!… verán lo sinvergüenza que eres. Me dijo despavorida.

-vaya y chuleese suegrita. ¿Qué les va a decir?: que vino hasta donde estaba solo buscando una buena polla. Porque ¿no va a negar que vino para eso?.

Fuera de mi me contesta: -que…¡eres un desgraciado!. Yo ya tengo a mi marido para que me eche un polvo. Que te has creído.. ¡Que soy una puta!

Yo sin apenas inmutarme le contesto: -Su marido es un buen hombre, pero seguro que “no tiene lo que hay que tener pasa satisfacer a una yegua como Vd”.

Era obvio que ella no daba crédito a lo que estaba oyendo. Resultaba manifiesto, que estaba descentrada, mi reacción la había descontrolado. Pero, en lugar de marcharse, se acerca hasta donde estaba y me dice retadoramente: -ah sí. ¿Qué quieres decirme?. ¿Que tu si tienes una buena polla para satisfacerme?. ¿Es eso lo que quieres decirme? Pedazo de cabrón...

Pero curiosamente, mientras lo decía miró hacia la bragueta de mi pantalón, y note su enrojecimiento, al comprobar cómo mi pene se había envarado y mostraba una erección notable haciendo que el bulto del pantalón fuera muy evidente. Situación que yo tampoco intente evitar. La realidad es que la naturaleza, siempre sabia, me había dotado de una verga bastante larga y con un respetable grosor. Por ello, al empalmarme, el bulto fue tan notorio y saltaba a la vista.

Dándome cuenta que se había percatado de mi erección, le digo: -no se preocupe suegra, se que está sorprendida observando el bulto de mi tranca. Quizás…algún día de estos la podrá comprobar en vivo.

Fuera de si, pero tremendamente excitada, me contesta:-que…pero que dices desgraciado… ¿Qué te has fumado hoy?... estas porreado o que…

-nada de porros suegrita. Pero un día de estos, estoy dispuesto a demostrarle lo que es un verdadero macho. Le voy demostrar cómo se folla a una yegua necesitada de polla como Vd.

Ella se quedó perpleja, y sin responderme, muy acalorada, carraspeando, sin poder gesticular palabra se marcho, no sin antes haber dirigido de nuevo su mirada hacia el bulto de mi pantalón.

Cuando entré en el salón, pensé que se iba armar una gorda. Pensé, seguro que hasta mi esposa se divorcia de mí. Pero era evidente, que mi suegra quedó confundida. Quizás nadie le había hablado de esa forma. Y, ello me dio a comprender que, no dijo nada de lo ocurrido. Pero ello no evito la mirada de odio que me dirigió en cuanto nuestras miradas se encontraron.

Pasaron los días, y mi suegro había caído enfermo, y sabía por mi esposa que se encontraba en la cama sin poder levantarse, siendo atendido por su mujer. Mi esposa lo visitaba con frecuencia. Al preguntarle por su padre me dijo, que debía irlo a ver.

Le conteste: -Con tu padre no tengo nada. Es muy buena persona. Pero sabes que no soporto a tu madre. Y ella tampoco a mí.

-ya. pero al menos deberías intentar verlo.

No obstante le dije: -vale te prometo que hare un esfuerzo y el jueves que tengo que pasar por el pueblo, intentaré visitarlo.

Así fue como ese día, una vez acabe el trabajo, se me ocurrió que debía visitar a mi suegro. Cuando llegue toque en la puerta de su casa y comprobé que nadie me respondía. Ellos tienen un chalet en las afueras del pueblo, a unos 9 km. Tras insistir, observo que me abre la puerta Petra, mi suegra. Note la cara de sorpresa de la misma.

-¿qué haces aquí?- me dijo, reponiéndose.

-he venido a visitarlos. Acaso no puedo venir a verlos. ¿Me va a impedir la entrada?

-No, claro que no.

Pase hacia dentro y llegue hasta la habitación de mi suegro, y estuvimos hablando durante bastante tiempo. Tanto, que pronto se hizo de noche, y además, el tiempo cambio radicalmente en cuestión de minutos, y comenzó a llover intensamente. Tanto, que los relámpagos hicieron su aparición. Mi suegro le dijo a su esposa, que no podía marcharme tan tarde y en la forma que estaba el tiempo.

Note como Petra enrojeció, y aunque se opuso un poco, ante la insistencia de mi suegro accedió, pero, con esa decisión la note bastante nerviosa. Ella me preparó una habitación, y tras ducharme salí a la sala. Ella le dio de cenar a su marido, y mi suegro se dejó dormir, y, con la pastilla que le suministro, quedo dormido profundamente, ya que era un somnífero que utilizaba para poder dormir.

Ya en la sala, Petra me miró y me dijo: -creo que será mejor que cenemos.

Yo la seguí hasta la cocina. Ella también se había cambiado, y ahora llevaba puesta una bata de noche, que tampoco era muy baja, no al menos como en otras veces me tenía acostumbrada. Esta vez le llegaba por encima de las rodillas. Note que en algunas ocasiones se abría un poco y podía entrever sus hermosos pechos, lo que me llevo a tener una erección. Mientras ella preparaba los platos en la cocina, yo sentado en la mesa la miraba, y al sentirse contemplada me dice:

- ¿Y a ti que te pasa?. ¡¡No te cortas ni un pelo!!. Estas en mi casa… al menos debías comportarte ¿no crees?

-que le he dicho suegra. Solo la observo. Le pone nerviosa que la observe.

-que.. a, y porque ..

Ella siguió y le dije:

Petra, no debe ponerse así conmigo. Me gusta verla. No ha cambiado nada, y la verdad es que hay que reconocer que casa día está mejor. Parece que los años no pasan por vd.

Que… ya, ¡tú lo que eres es un adulón!. Además soy la madre de tu esposa, no debes decirme esas cosas.

Pero no puedo evitarlo. ¡sigue estando muy buena! Y ese trasero… la verdad suegra, vuelve loco a cualquier hombre, y a mí por supuesto.

Que… me contesta mirándome, e intentando que no le mirara su trasero. ¿cómo te atreves? Pero ¿qué te pasa últimamente?.

No obstante nos sentamos a cenar, y al terminar, verificamos que afuera llovía torrencialmente, aunque no hacía frío, más bien mucha humedad y calor. Tras lavarme la boca salí del baño y me encontré a mi suegra en el sofá viendo la televisión. Me senté en un sillón casi enfrente de ella.

Me di cuenta que ella en algunos momentos miró mi pantalón corto que llevaba, y creo que se dio cuenta del bulto de mi pantalón, donde mi pene emergía notablemente. Al verse sorprendida y, que había pillado su mirada, se incorpora con la intención de marcharse.

Yo me quedé mirando su trasero, y ella nerviosa, se fue de nuevo hacia la cocina. Esta, estaba bastante alejada del dormitorio de su esposo, por lo que cualquier conversación era difícil que se escuchara, y además, aquel estaba sumido en una sueño profundo.

Me arme de valor y fui tras de ella hasta la cocina. Y, tras colocarme detrás de ella, en el momento en que estaba apoyada en el poyo de la cocina bebiendo agua. Puse mis manos sobre sus hombros, y la acaricie como si tratara de calmarla. Noté que “se estremeció al sentir mis manos”.

Inmediatamente ella se intenta soltar y me dice:- ¿que haces…? ¿que pretendes?.

Sin poder contenerme, le dije:-sabes lo que quiero. Y creo que tu también lo deseas suegrita.

-que… ¡estás loco. Sal de la cocina de inmediato… estás chalado!.

Lejos de inmutarme, la sujete más fuerte y la coloque contra el poyo de la cocina, logrando levantar la bata hasta por encima del trasero. Por primera vez comprobé el precioso trasero de aquella hembra, solo cubierto por las bragas que llevaba.

-que haces cabron… suéltame…oh Dios pero que haces….

-vamos suegrita. Relájese… joder que buena esta.

Y mientras la sujetaba con la mano izquierda manteniendo su cuerpo contra el poyo de la cocina, con la otra logré bajarle las bragas hasta las mismas rodillas. Ella quedo totalmente sorprendida por mi acción.

-oh que haces… serás cabron… oh me vas a desnudar.. oooo

Mi suegra, quedo como paralizada. Apenas pudo hablar al ver que sus bragas estaban en sus rodillas, mostrándome con ello todo su precioso trasero. Me di cuenta de que mantenía perfectamente un trasero redondo, y unas nalgas sin ninguna vena o varices. Aquella visión me terminó de empalmar.

Con un poco de movimiento, sus bragas cayeron al suelo. Metí entonces mi mano por entre sus muslos, y alcance por primera vez la panocha de mi suegrita. Tenía una buena mata de vello que cubría su vagina. No obstante, presioné para que abriera las piernas, y pude alcanzar los labios de su vagina pasando mis dedos entre ellos. ¡Joder….Qué mojada esta la putita!. Que sorpresa.

-Oh no me toque ahí, pero que haces…. Cabron noooo .. pero que haces…ooo

-Vamos suegra, se que lo estás deseando. Te revuelves, pero tienes todo el coño encharcado. “Eres una buena putita”. ¡¡Joder que mojada estas…!!..¡vaya sorpresa!

-pero que dices…. Joder no me toques… ooooooo

Había clavado dos dedos de mi mano derecha dentro de su vagina, y comencé a perforarla con ellos, como si mantuviera un bombeo. Mi mano quedó totalmente humedecida por sus flujos.

-quítame los dedos de ahí cabron oooo . Te voy a denunciar… ooooo noooo

-cállese y disfrute. Esta noche va a recibir lo que se merece. “Va a tener la polla de un buen macho en su coño”, y si puedo también en su culo.

-déjame…. Oooo

Mis fricciones en su coño, al ser penetrada por mis dedos, hicieron que la misma ante mi sorpresa, pronto alcanzara un orgasmo. ¡No me lo esperaba!. Joder mi suegra, pese a su carácter tradicional y conservador, se había corrido nada más meterle unos dedos.

-oh cabron ooooo Dioosss oooooo oooo

-¡Sí que estas caliente suegrita!. Putita te has corrido solo con mis dedos. ¡Cómo será cuando te meta la tranca!.

Sin más aspavientos, con una calentura de mil demonios, me bajé mis pantalones, los cuales cayeron al suelo de la cocina igualmente, y al momento me baje mi slip, dejando al aire mi mandarria con una erección de caballo ante el morbo de aquella situación. Joder la situación me había puesto tan excitado, que creo que la tenía más gruesa y grande que nunca.

Y sin pensarlo mucho, viendo que mi suegra estaba como relajada tras el orgasmo, y sus piernas permanecían entre-abiertas, acerque mi nabo metiéndolo entre ellas, y al momento alcance la raja de su coño. Sin esperar reacción, de un golpe de riñones “le logre introducir casi más de dos tercios de mi tranca en su coño”: ooooo noooooo que daño ooooo saquelaaaaaaaaaaaaaaa oooo

-así suegrita. Ya la tiene dentro… ufff putita…. que caliente tienes ese coño. Se ve que estabas bien deseosa… eh suegrita…. Necesitabas mi polla ¿verdad?

-oo sáquela…. Esta loco…. Y… ¡¡además sin protección!!…..oooo

Me di cuenta de que mi suegra todavía estaba en época fértil, por lo que podía resultar embarazada. La verdad es que debía haberme puesto un condón, pero la situación era tremendamente excitante y ahora tampoco tenía ningún condón.

Sin miramientos, terminé de clavarle mis 22 cm de polla en todo su coño. Ella arqueo su espalda al sentirse totalmente atravesada por mi tranca, quedando apoyada en el poyo de la cocina, mientras desde atrás mi polla estaba completamente pegada a sus nalgas. ¡Tenía a mi suegra completamente atravesada por mi polla!.

-oooooo cabron oooooooo nooooo

Ella, llegado ese momento, al sentir toda mi vara dentro de su vagina, quedo como entregada. Hacía amagos de soltarse, aunque sin mucha convicción. Yo la sujete bien fuerte con ambas manos, al tiempo que comencé a bombearla sin piedad: dentro fuera, dentro fuera…. Mi cipote entraba completamente hasta el fondo en su vagina una y otra vez. No pensé que follar a mi suegra me diera tanto placer. Pero aquella era una hembra singular, y el momento era propicio para recrearse en él. Mientras la follaba miraba su perfecto trasero, y notaba como mi tranca salía casi totalmente para envainársela hasta el mismo fondo. ¿Era espectacular!

-oooo debes sacarla… ooo cabrón…. Oooooo me ha llegado hasta el fondo..ooo.. nooo ooo

-si suegrita. La tiene toda dentro… veo que le gusta.

No paso mucho tiempo, cuando verificó que mi suegra llega al orgasmo nuevamente. Me percate de ello al sentir como las paredes de su vagina se contrajeron apretando al máximo mi tranca, como si quisiera estrangularla. Y al momento su cuerpo cedió. Casi se cae el suelo como desmayada, por lo que la tuve que sujetar. Mire alrededor, observé que la mesa de la cocina tenía una altura optima, por lo que la lleve hasta la misma, y la eche sobre ella boca arriba sobre la mesa.

-ohh más no. Que haces… pero que vas hacerme…

Por primera vez vi la cara de excitación de mi suegra frente a frente. Observe también por primera vez “su coño”, eso si, con mucho vello, y tras obligarla abrir sus piernas, contemple ampliamente “su chocho con los labios inflamados y el hueco abierto por las fricciones de mi tranca”. Mi excitación aumento.

Sin miramientos, acerque mi tranca y se la volví a clavar, pero ahora de frente, y mirándola a la cara. De nuevo mi pene llegó hasta el mismo útero. Ohhhh cabron oooo nooooo otra vez nooooo… oooo

Abrí su bata, y quedó solo con un sostén, donde observe quer se alojaban un par de preciosos pechos. Tire del mismo hacia abajo con fuerza quedando sus pechos, al aire, fuera del sostén, haciendo que los mismos parecieran aún más grandes.

-oh me vas a desnudar ooooo.. o joder oooo

-joder suegrita. Vaya pechos… uhhhh y sin poder contenerme, puse mi boca en ellos, sin dejar de perforar su coño.

-oooo noooooo

Me la estuve follando durante varios minutos. Notaba la cara de perra en celo que ponía mi suegra, mientras la atravesaba totalmente, una y otra vez, y mamaba su preciosos pechos.

-¿sabes lo que estás haciendo verdad?. Te voy a denunciar….se lo diré a todo el mundo…ooooo … más no ooooo

-Lo que vd diga suegra. Pero ¡¡hoy me la voy a follar bien follada!!. Le decía sin parar de perforar su coñito.

-eres un cabron.. ooooo por favor ….

-vamos putita. Te quejas mucho, pero en el fondo está disfrutando suegra. Necesitaba la polla de un macho como la de tu yerno. ¿Acaso vas a negarlo? …vamos cabrona…. así ábrete ese coño que te lo voy a terminar de perforar… uf putita que buena.

Se percató de que estaba a punto de correrme, y me dijo:

-Debes salirte. Tienes que correrte fuera….no estoy protegida.

-acaso no quiere mi leche suegra. Pues, ¡¡yo creo que necesita que le rieguen bien ese coñito!!. Sin dejar de bombearla. Notaba que me quedaba poco para mi eyaculación. Pese a conocer que estaba aún fértil, morbosamente le dije: Ha visto mis testículos suegra…. ¡los tengo repletos! Llevo días sin follar con su hija por problemas de la regla. Por eso los tengo a reventar…

-estás loco….”ni se te ocurra”. ¡Me podrías dejar embarazada.!. me contesta ella verdaderamente preocupada. Lo note en sus ojos.

-Ya sé que todavía es fértil. A lo mejor le damos un hermanito a mi esposa. ¿Se lo imagina?

Me mira a la cara, lanzándome una mirada de felina, pero en el fondo con cara de retadora, como acostumbra siempre conmigo, y enfurecida, y me dice: -….ni se te ocurra. Además “creo que estoy en mis días fértiles”. No la eches dentro… ni se te ooooo nooooo cabron… lo vas hacer oooo nooo

Mientras hablaba, y al conocerla en sus días fértiles, mi semen comenzó a manar sin poder evitarlo, notando como salía disparado con suma potencia dentro del coñito de mi suegra. Ante ello, sin poder contenerme, “clave mi daga lo más que pude dentro de ella”, y puso todo el peso de mi cuerpo sobre mi suegra, para que mi daga le entrara más profundamente, y sin remordimiento: “comencé a vaciarme dentro de ella”

-oh te estás corriendo ……ooooo me vas a embarazar ooooo noooo ooo me llenas oo noooo

Pero, para mi sorpresa, ella al sentir mi leche regándola por dentro, entro en éxtasis y comenzó a convulsionarse, comprobando como le llegada un nuevo orgasmo. Nos corrimos al mismo tiempo. ¡Fue algo fenomenal!. Hasta la fecha nunca había alcanzado el orgasmo al unisonó con mi esposa.

Me quede unos momentos con mi cuerpo apoyado sobre el de mi suegra, con toda mi daga clavada hasta la empuñadura dentro de su conejo. Ella me mira a la cara, notaba como sudaba y se encontraba como relajada.

Cuando termine, procedía a retirar mi daga de su coño, verificando la enorme abertura que había dejado en su chochete, sus labios enrojecidos y la hilera de semen que salía de ella, y discurría hasta su culo.

Me mira a la cara, y me dice:- al final lo has hecho. Eres un desgraciado. Y encima te has corrido dentro. Y ahora ¡¡que…!! ¿y si quedo embarazada?...¿cómo se lo digo a mi esposo?.

Ella mientras, se bajó de la mesa, y sin esperarlo me soltó una tremenda bofetada que sonó en toda la cocina y en el resto de la casa, saliendo aprisa hasta el baño, dejando atrás sus bragas.

Yo no me puse los pantalones, sino que así medio desnudo de medio abajo, me fui al baño donde ella había entrado. Como este permanecía abierto, y al entrar volvía a cerrar la puerta solo con el pasador. Ella la verme me dice:- pero que haces aquí…¿vuelves otra vez?.

-necesito también lavarme un poco suegrita. No tengo otro baño. No pretenderá que vaya al baño de su dormitorio.

Ella mientras se estaba lavando en el bidet, y yo me limpie un poco en el mismo lavabo. Y tras secarme la esperé. Curiosamente, mi pene, pese haberme corrido hacia poco, mantenía nuevamente una semierección, y al ver su trasero desnudo, mientras se secaba, me terminé nuevamente de empalmar. Note la cara de sorpresa de ella, y me dice:

-pero…. Otra vez… ¿no pretenderás de nuevo….?

-esto no ha acabado suegrita. La noche es larga. Creo que me falta otro agujero. Le dije con todo el morro.

-queeee no pretenderás metérmela por detrás… ¡pero tú de que vas!

Ella mira mi daga totalmente empalmada, y note como se excitó. Lo percibí en su cara. Creo que había disfrutado del polvo que le había echado, y ahora seguía necesitada.

-Me he prometido que “ese culito” también será mío. He visto que aún lo tiene virgen. Pero será por poco tiempo. ¡De esta noche no pasará!.

Ella intentó salir del baño, pero retiré la llave, y ella me miró diciendo: - que haces. Abre la puerta. Voy a gritar..

-grite si quiere. No creo que lo haga. No querrá que lo sepa todo el mundo. O ¡quiere que todos se enteren de lo putita que es!.

-No me llames puta, desgraciado.

-Ya, pero esta noche será mi putita personal. Vamos suegra ponte mirando hacia el espejo en el lavabo, “para que este macho te monte”. ¡Quiero encularte como te mereces!.

-queee estas chiflado…ni lo sueñes. Tendrás que violarme. Me dijo retadoramente.

-Si quiere que lo hagamos a la fuerza, ya sabe que me excita aún más. Vamos putita sabes que voy a montarte de todas formas.

La coloque a la fuerza contra el lavabo, le terminé de quitar la bata, quedando solo con el sostén, pero le saque las tetas fuera para que me diera más morbo. Le separé las piernas dándole unas nalgadas.. –oh pero que haces no me pegues oooo

-a las putitas que no hacen lo que se les dice. Se les castiga.

Ella se abrió un poco, y tomando un poco de gel lo puse en mis dedos y luego lo acerque al ano de la suegra. Ella gimió al ver como mi dedo untado por el gel entro sin dificultad dentro de su culito. – ooo noooo cabrón nooo

-ya ve suegrita. Le entra con mucha facilidad.

Pronto dos de mis dedos estaban dentro de su culo, ensanchándolo a placer. Era obvio que aún permanecía virgen por ahí, pero su esfínter se dilataba que era una delicia. Pronto tres dedos le entraban dentro del mismo.

-ohh saca tus dedos de ahí oooo me abres ooooo nooo

-claro putita. Los sacaré, pero voy a meter otra cosa que te va a encantar. Y sin miramientos, nuevamente excitado al contemplar aquel anito virgen, acerque mi tranca y tras untarme con un poco de gel mi glande, ante mi asombro, compruebo que su esfínter se tragó casi medio un cuarto de pene de una sentada. Era estrecho, pero creo que el gel hizo su trabajo.

-oooo nooo cabroooo por ahí noooooo

-joder putita que culito tienes. Qué bien te entra joder…

-oh joder… me vas a reventar… de esta de mato.. ooooo cabron

Me puse tan caliente, que poco a poco fue entrando dentro de ella, notando como se iba abriendo su ano, y mi tranca se alojada por fin complemente dentro de si trasero. Note como mis pelotas golpeaban sus nalgas, signo evidente de que se la había terminado de encajar totalmente. Tenía a mi suegra totalmente atravesada por mi polla, abriendo su ano al máximo.

-sácala cabrón… te voy a matar oooo me duele ooooo

Y sin más, comencé a entrar y salir de ella, perforando sin piedad aquel hermoso trasero. Note la cara de excitación de mi suegra en el espejo, al contemplar como su yerno se la estaba cogiendo desde atrás, perforando sin piedad su trasero una y otra vez. Yo la miraba también, mientras la clavaba con mayor intensidad.

-joder suegrita. Que montada le estoy dando. Es una buena putita. Necesita que la montaran de esta forma ¿verdad?

Aquellas miradas de desaprobación, y mi constante perforación, al tiempo que con mis dedos hurgaba su conejito, llevo a mi suegra a tener un nuevo orgasmo, logrando que alcanzara una corrida sin precedentes. Mientras se corría, apretaba con fuerza las paredes de su ano atrapando mi polla dentro, llevándome al climax.

-ohhhh siooooooooo ooo dios oooooo me vas…a romper toda…

No pudiendo más, me comencé a deslechar dentro de su culo. Mi semen volvió a salir a borbotones. Cuando termine de salir de ella, observe el tremendo boquete que tenía su culo, y como manaba del mismo mi semen. Ella se revolvió de nuevo, e intentó golpearme de nuevo. Pero esta vez, la sujete, y ante su asombro la bese en la boca.

No sé qué paso, pero note como ella entreabrió sus labios y me recibió, manteniendo ese beso durante más de un minuto.

Cuando termina, se suelta y me dice: - al final los has conseguido. Me has humillado. Es lo que pretendías ¿verdad?.

-No suegra. Lo que pretendía “es follármela”. Me he cascado muchas pajas pensando en cómo iba a poseerla. Y por fin ha sido mía. Le conteste morbosamente, sin soltarla.

-pero ¿y mi hija? ¿Es que ya no la quieres?. Me pregunta

-claro que la quiero suegra. Pero, “es que vd me vuelve loco”. No sabe las ganas que tenía de cogerla.

- Eres un pervertido. Un sádico. Y ahora que. Lo has conseguido. ¿Y si me has dejado preñada?.¿Qué voy hacer? Me contesto ella con cierto enfado, pero algo agotada por el ejercicio sexual practicado.

-Muy fácil suegra. Tan pronto se recupere el suegro, le echa un polvo. El nunca se enterará de nada.

Ella me mira, y me contesta, recobrando aquella cara de autoritaria que siempre había conocido: Que fácil lo ves. Pero esto no quedará así. ¡y lo sabes!. De esta de vas acordar.

Le mire a la cara y le dije:-y ¿qué va hacer suegra?. ¿Se lo va a contar a mi esposa?. ¿O a su esposo?. ¿me va a denunciar?. Acaso va a decirme que no disfrutó. He visto la cara de gusto que le ha dado cuando me la he follado por el culo. Creo que lo ha estado deseando toda la vida. En el fondo necesitaba ser “montada de esta forma”.

Ella sale del baño enfadada, mientras termino de lavarme y asearme un poco. Cuando termino salgo fuera, aún sin slip ni pantalones, ya que los había dejado en la cocina. Al llegar a la cocina me los puse y me fui al dormitorio a dormir. Serían casi las siete de la mañana cuando me levanté. Tras asearme un poco baje hasta la cocina, y observé que mi suegra se había levantado.

Al verla, observe que llevaba una falda no muy baja, más corta de lo que acostumbrada llevar y una blusa. Recordé como me la había follado la noche anterior y acercándome hasta ella le dije:

-Buenos días suegrita. ¿Qué tal la noche? Mientras la tomaba por la cintura, y le besaba en el cuello.

Ella se revolvió y con cierto enfado me espetó: -¡pero! Es que aún vas a continuar. No tienes bastante.

Le di una palmada en el trasero, y le dije:- uhm suegrita, me la follaría nuevamente sobe esta mesa. Pero antes necesito recuperar fuerzas. Veo que está preparando un desayuno suculento.

Ella me mira, y, termina por calmarse, y me pone el desayuno. Tras desayunar, observe el móvil y tenía un mensaje de mi esposa, preguntándome cómo había pasado la noche. La llamé y me preguntó que tal me había portado con su madre. Le conteste en alta voz, al ver que ella se acercaba: -ya sabes. Tan autoritaria y mandona como siempre, pero “creo que a partir de ahora, ambos nos comportaremos mejor”. En el fondo es una gran mujer.

Ella me mira, y tras acercarse al poyo de la cocina, me dice: -así que soy muy mandona y autoritaria.

-Y lo es suegrita. Pero en el fondo, esa es una de las cualidades que más me atrae de Vd. Al margen del tremendo cuerpazo que tiene.

Me iba a marchar, ya que debía coger el vehículo y regresar a casa, aunque al trabajo era un poco complicado que llegara a tiempo. Fui a despedir el suegro, pero verifique que tras desayunar se había vuelto a dormir. Me despedí de la suegra diciéndole: -que, ¿no vas a darle un beso de despedida a tu yerno?.

-vamos lárgate ya. Si no fueras el marido de mi hija, te denunciaría ahora mismo. Sal antes de que me arrepienta.

Me dirigí al coche, que había dejado dentro del garaje de ellos. Cuando me disponía a arrancar el mismo, sin aún haber abierto la puerta del garaje, observé que viene y se acerca hasta el coche. Traía en la mano algo. Tras bajarme, me dijo: -se me olvidaba, ¿puedes llevarle esto a mi hija?. Es un bolso con algunas cosas dentro.

-por supuesto Petra. Note algo en su mirada. Era como la mirada de “una perra en celo”. Pensé para mí: -esta mujer creo que tiene más ganas de guerra. Está pidiendo a gritos que me la vuelva a follar. Podía equivocarme, pero ¡aquella miradaaaaa!.

Y tras dejar el bolso dentro del coche, me acerque hasta donde estaba, la mire de arriba abajo. Ella se puso algo excitada, y me dice: - que vas hacer, ..….. Que pretendes. Ni se te ….ooo cabrón. Otra vez no.

-venga suegrita. Está deseando que le meta otra follada. Creo que me la voy a montar otra vez. Le decía mientras la forzaba suavemente a apoyarse sobre el capot del coche, al tiempo que sin miramiento le subía la falda hasta la cintura, y sin más, mirando con excitación las bragas rojas que llevaba puestas, se las baje completamente sacándola por sus piernas, obligarla a quedarse sin ellas.

-pero que haces. No otra vez noo oo

Sin contestarle, me bajé los pantalones hasta las rodillas junto con mi slip, y ella, al ver mi cipote, el cual estaba nuevamente en plena acción, me dice:

-oh cabron como estas otra vez… no pretenderás

La acerque hasta su coño, y mirándola a la cara se la envaine hasta la base.

-oh cabron… oooo… te voy a…

-vamos suegrita disfruta. Has venido porque querías que te follara nuevamente. No lo niegues.

-no es cierto…estas..

-lo que tu digas. Pero ¡¡sigues bien caliente!!. No puedes negarlo.

Y sin decirle nada me suelta: -me he tomado la temperatura. “”Creo que estoy ovulando””.

Aquella confesión me enardeció más, y le pregunté: ¿Seguro que estas ovulando?…Ella me contesta con su cabeza afirmativamente.

- Uhmm estas deseosa de que te deje bien Preñadita. ¡lo vas a conseguir!... ¡te lo prometo!

-Estás loco no puedes volver a correrte dentro. Me contesto.

Pero, saberla ovulando. Saber que podía preñar a mi propia suegra. Era algo que jamás un hombre pudiera ni siquiera imaginar. Tome la decisión de que nuevamente me iba a correr dentro. Quería preñarla. De eso no tenía la menor duda. Por ello le conteste: Sabes que te voy de dejar nuevamente mi semilla dentro para que quedes bien Preñadita. ¡eh suegra!. Verdad que quiere mi lechita. Has venido a por ella.

-ohhh oooooo, ni se te ocurra. Pero era evidente que estaba bien caliente, porque a los pocos minutos de estarla penetrando se corrió a gusto. Tras acabar, observe la presencia de una silla en el garaje. Atraje la misma y me senté en ella, y le dije: -vamos suegrita. ¡Es hora de que cabalgue esta macho!. Vamos monte a su potro.

Ella me mira con cara de lasciva, y lejos de evitarlo, se coloco a horcajadas sobre mi, abriendo sus piernas, y fue avanzando hacia mi cuerpo hasta que su coño quedó a la altura misma de mi cipote. Y sin más, ella misma se deja caer clavándosela hasta los mismos huevos.

-oh cabrón que grande la tienes…como me abres. ooo siiii joder como me abress ss.

Y sin más empezó a cabalgar mi pene. Notaba como sus tetas estaban en punta, por lo que le abrí la blusa y le deje fuera para que revotaran ante mi vista. Observe como las mismas rebotaban y se movían de un lado al otro lo más rico. Estire mi mano para alcanzarlas pero no cabían en mis manos... sus tetas hermosas botando firmes y duras con una piel suave... ambos gemíamos muy fuerte. Mi pene la llenaba completamente, ella se la sacaba casi todita y bajaba metiéndosela fuertemente gritando como una puta. Jamás ninguna hembra me había hecho aquello.

-joder suegra. Qué bien lo hace. “Es una autentica amazona”. Vamos siga montando a su yerno. Sáquele toda la leche. Vamos suegrita.

El chapoteo que se escuchaba con cardíaco ritmo, aumentaba la sensación de placer; nuestros cuerpos se tensaban y las piernas temblaban. La fuerza con la que apretaba sus nalgas hizo que el tronco de mi suegra se incorporara y la tuve que ayudar con una mano en la espalda.

Al momento las piernas de mi suegra me abrazan y estaba a punto de producirse la inevitable descarga. Una corriente eléctrica recorría ambos cuerpos mientras ella se abría al máximo para que mi misil le entrada hasta el mismo útero. ¡Mi suegra estaba completamente empalada!. No se cuantos orgasmos tuvo ella, casi seguidos, pero no pude llevar la cuenta. Aquella hembra tenía la polla que necesitaba y lo estaba disfrutando al máximo.

Me iba a correr, y la volví a echar sobre el capot del coche, boca arriba y se la clave nuevamente hasta la empuñadura y

le dije:

-te voy a “volver a llenar suegrita”. Oh si…vas a recibir mi leche calentita. Verdad que lo deseas. Vamos dime que deseas mi leche..

Oh cabrón… lo vas hacer de nuevo…….. hoooo siiiiiii, correte dentro de una puta vez. Vamos cabron…no te contengas lléname… préñame…siiii ooooo

Y sin más, me corrí dentro de ella nuevamente, mientras nuestros cuerpos se tensaban para que mi corrida fuera mucho más profunda. Tras acabar, gimiendo fuerte, me apoye sobre ella con mi daga aún dentro, y la bese en la boca nuevamente. Mientras ella me correspondió, sin ningún aspaviento.

Permanecimos en esa postura unos cinco minutos con todo mi pene aún dentro de ella. Luego salí de ella. Me mira a la cara y me dice:-¡estoy seguro que de esta he quedado nuevamente embarazada!. Me has llenado como nunca.

-Suegra. “Le juro que ha sido el mejor polvo que he echado”. Ni su hija podrá superarlo.

Ella entonces, hizo algo distinto, acercó sus labios y me besó nuevamente en la boca. Pero esta vez tiernamente.

Luego tuvimos que asearnos de nuevo, y marche para mi casa.

Paso casi mes y medio, y cuando pensaba que no había ocurrido nada, un buen día al llegar a casa, mi esposa me dice:- ¿a que no sabes quién está embarazada?. No te lo vas ni a imaginar.

-pues ni idea. Le dije algo intrigado, aunque nervioso.

-¡mi madre!

-¡tu madre!. Vaya sorpresa.

Pasaron los meses, y mi suegra ya aparecía con una barriga de seis meses de embarazo. Pero la muy cabrona, hasta embarazada me excitaba.

Un día, en que ella había venido por casa, ya que las cosas andaban mejor entre nosotros ante la vista de todos, cuando se encontraba en la cocina, y mi mujer había salido, me acerque por detrás, y le dije:

-Joder suegra. ¡Pero qué buena esta!

Ella me mira, me sonríe, y me dice:-te gusta así panzona.

-no sabe cuánto suegrita. “Me la follaría ahora mismo”.

Ella me miro, y me dice:- en tu casa. ¡Éstas chiflado!.

En ese momento suena el wasap y mi esposa me dice que se tiene que quedar por unas dos horas más en la peluquería, y que no saliera de casa, hasta que ella llegara por si le ocurría algo a su madre.

Al escucharlo mi suegra, se le iluminaron los ojos. Y le dije:

-ya lo ve. Su hija me pide que cuide de Vd.

Sin pensarlo la lleve hasta el dormitorio, la desnude completamente, contemplando aquel cuerpo, con su ya reluciente panza, pero totalmente excitante. Pero eso será objeto de otro relato.
escrito el
2020-01-20
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