El Deseo de su Boca

por
género
gay

Empezó siendo un simple interés, se convirtió en atracción y después en un deseo irrefrenable, el deseo de sentir un pene en su boca.
El era un joven, adolescente. Había tenido sexo con mujeres, pero no le parecía gran cosa. Miraba películas porno y cada vez mas le gustaba ver mujeres con dos o mas hombres, se imaginaba en el lugar de la mujer, arrodillada, sometida y teniendo que chupar los mojados penes de los hombres que sostenían su cabello y movían su cabeza de un lado para el otro solo para llenar su boca con ese liquido dulce como si fuera un licor salvaje.
Cuando se bañaba se metía los dedos en el culo, mientras se masturbaba, y se metía lo que encontrara... Pero necesitaba mas. Lo que mas necesitaba era un gran pene entrando y saliendo de su boca, sentirlo por primera vez.
Una noche se dio valor con algunos tragos y partió rumbo al único lugar que conocía que podría experimentar eso tanto deseado. Fue a un cine porno, pago la entrada donde tuvo un poco de vergüenza porque el vendedor era un chico de su edad y no parecía gustarle mucho su trabajo. Bajo unas escaleras y cruzo un pasillo donde había una pequeña barra y unos hombres maduros tomando unos tragos, cuando paso se dio vuelta y vio como lo miraban y como lo miraba uno en particular. Estaba nervioso y excitado a la vez, no sabia si corría algún peligro o no, se metió en la primera de las tres salas que había. Estuvo muy poco rato hasta que apareció ese hombre con el que cruzo esa particular mirada. El hombre, un poco gordito, de unos cincuenta años se sentó en la primera fila, solo dos butacas los separaban. El joven sabia que no era ninguna casualidad y pensando que ya había llegado hasta ahí se animo y se le sentó al lado al hombre. Intercambiaron unas palabras, tal vez... "como estas?" ... "te gusta la película?" y no mas. El hombre se desabrocho el pantalón y saco su pene fláccido, y empezó a tocarlo despacio, esto al chico lo excito aun mas, ver ese pene suave e imaginarlo agrandarse de a poco en su boca. Entonces sin decir nada empezó a tocarle el pene al hombre que le agarro la mano y la guió haciendo que acaricie su pelvis y sus testículos. Entonces por fin de la boca del muchacho, del joven excitado y a punto de cumplir su deseo, salio el pedido. Su boca, dijo las palabras: "Quiero chupártela".
El hombre sonrió, no dijo nada, y poso su mano sobre la nuca del muchacho y bajo su cabeza hasta su pene erecto, mojado y caliente. Sintió el joven como penetraba sus labios, la cabeza del pene, redonda y grande, ancha, no muy larga pero estaba deliciosa. Sintió la suavidad de ese maravilloso miembro y empezó a tragarlo todo, a lamer sus testículos, a pasar la punta de la lengua por la cabeza del pene, a dejarse guiar por la mano del hombre al cual le estaba haciendo sexo oral. La mano del hombre que empujaba su cabeza, lentamente, pero hasta el fondo para que toda su verga entrara en esa boca. Varios minutos estuvo chupando ese pene y disfrutando de sentirse usado, ser una fuente de placer, de dar placer. Quería tragarse toda la leche y que le llenara la garganta, por eso pregunto al hombre si deseaba acabar. Pero el hombre contesto que no. Quedaron en encontrarse en el mismo cine, un próximo miércoles... Pero el joven no fue.
Supongo que ese Miércoles siempre estará por venir.
escrito el
2016-03-01
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