Amor y amistad

Faltaban unas semana para celebrar la boda con mi ahora esposa. Planeamos una reunión modesta con familiares y amigos más cercanos. Ella escogió a dos de sus mejores amigas como damas de honor y yo elegí a Enrique (Kike) como mi padrino.

Kike había sido mi mejor amigo desde la infancia, compartimos nuestros grandes momentos juntos y por eso decidí que él debía acompañarme en este momento tan especial.

Una noche mi esposa Cristi me confesó que Kike le resultaba atractivo y que en varias ocasiones llegó a fantasear con él. No sentí celos, pero una extraña emoción empezó a vibrar dentro de mi.

Una noche quedé de salir por unos tragos con Kike. Cuando lo vi no pude culpar a mi esposa. Kike era atractivo y atlético, desde hacía un par de años seguía un férreo régimen de dieta y ejercicio, su apariencia siempre era impecable y sabía sacarle partido a cada uno de sus atributos.

Durante la noche no podía evitar imaginar a Kike con mi futura esposa. Con los tragos empecé a desinhibirme y la imaginación voló con mayor facilidad. En un par de ocasiones mi amigo me preguntó si me encontraba bien y en una de esas respondí que no podía dejar de pensar en Cristi y Kike agregó diciendo “te entiendo, tienes una verdadera mamacita de novia” y se levantó para ir al sanitario.

Me quedé pasmado y excitado, no pude evitar y bajo la mesa mantenía una tremenda erección. Mi mente se saturaba con toda clase de pensamientos donde mi amigo y mi mujer cogían frente a mi. Pedí la cuenta antes de que Kike regresara del baño. Tomé mi celular y le envié un mensaje a Cristi avisándole que iría a casa con compañía. Cuando mi amigo regresó me levanté y sin darle más explicaciones le pedí que me acompañara.

De camino compramos unas cervezas que Kike bebió. Estaba un poco alcoholizado y yo me mantenía sobrio. Llegamos a casa y Cristi abrió la puerta y recibió alegremente a mi acompañante,

Mi esposa es una mujer esbelta, delgada pero con curvas marcadas, a pesar de que no tiene unos senos grandes sus tetas están muy bien formadas y son suaves como la seda. Es bastante guapa. Sus 30 años de edad le han dado un toque único de sex appeal. Kike es un par de años mayor que ella y menor que yo, es más alto que ambos. Cabello negro con unas canas asomándose y la barba crecida. Tiene un cuerpo atlético y musculoso.

Cristi llevaba un vestido corto y ajustado, tacones y el cabello suelto. Kike usaba una playera tipo polo, pantalón de vestir y zapato.

Seguían abrazados y felicitándose mutuamente. Me acerqué lentamente y coloque mi mano en la espalda de Kike para evitar que se alejara y con la otra sujete el rostro de mi novia y lo acerqué a mi para darle un beso apasionado.

Después de un una breve charla y un par de cervezas decidí sincerarme y les comenté que el motivo de la reunión surgió por la confesión de mi futura esposa quien había admitido tener fantasías con mi amigo. Ella rio nerviosamente y el se sonrojo. Agregué que Kike pensaba que ella era una mamacita y mirándolos a los ojos le dije “tú eres el amor de mi vida y tú mi gran amigo, no hay nada que no compartiría con ustedes. Así que ustedes deciden.”

Se miraron en silencio durante unos largos segundos. “Quieres que le haga el amor a tu futura esposa” preguntó mi amigo. Mi sangre hirvió inmediatamente y asentí. Kike volteó y le preguntó a Cristi si ella estaba de acuerdo. Se pusieron de pie y empezaron a besarse.

Parados frente a mi, Cristi y Kike se besaban con pasión, ella metió su mano bajo la playera de él. Mi amigo abrazó a mi mujer y la presionó contra su cuerpo, metió su mano bajo el vestido y ella gimió con suavidad.

Nos dirigimos a nuestra recamara. Reanudaron su sesión de besos. Kike besaba el cuello de Cristi mientras ella frotaba su verga sobre el pantalón. Rápidamente la ropa empezó a volar. Mi mujer le quitó la playera a mi amigo dejando su torso al desnudo. Tenía un abdomen y pectorales marcados, depilado completamente. Él continuó y se quitó los zapatos y el pantalón y quedó en un ajustado bóxer azul. Kike hizo lo mismo y desnudo a mi mujer. De un jalón le arrancó el vestido y los dos quedamos mudos e impresionados al verla usar lencería de encaje blanco. Ella se veía exquisita.

Kike tomó a mi mujer en vilo y la levantó sin dejar de besarla. La recostó sobre la cama y empezó a comerse su pucha con suavidad pero cuando Cristi se excito y se agitó él aumentó el ritmo. Mi mujer no dejaba de gemir, lo hacía como nunca lo había hecho. Yo los observaba evitando masturbarme pues en aquel momento sentía que estaba a punto de reventar de excitación.

Mi mujer se levantó y empujó a Kike quien cayó de espaldas sobre la cama. Ella tomo los sus boxers y se los quitó. Dejo libre la verga de Kike. Medía aproximadamente unos 20 cms era visiblemente más grande que la mía. El prepucio cubría parte de su glande. Cristi empezó a lamerla desde los testículos hasta el glande, besaba sus ingles y terminaba por succionar el miembro completo. Kike gemía, sentado en la orilla de la cama y con mi mujer arrodillada comiéndole la verga.

Se detuvieron y él la tomó entre sus brazos; ella se dejó guiar y se montó sobre Kike. Mi amigo introducía uno su dedo medio en la vagina de mi mujer, ella acariciaba sus pectorales. Mi esposa empezó a gemir con gran intensidad y sin decir nada dejo escapar un gran chorro de su vagina acompañado de un gemido que inundo la habitación.
Kike tomo de la nuca a mi mujer y la empezó a besar con suavidad. Ella respondió sus besos y deslizó su cuerpo hasta dejar su vagina palpitante sobre el miembro rígido de mi amigo. Él la tomo por la cadera y empezó a moverla sobre su cintura. Su respiración era agitada.

En un instante pude ver el miembro de mi amigo totalmente erecto. Mi mujer se movió sutilmente y dejó que sus labios vaginales acariciaran el glande de Kike.

Kike se movió y colocó su verga en la entrada de la vagina de mi mujer. Ella se sentó un poco sobre su verga y él la empujó otro poco. Segundos después mi amigo metía completamente su verga en la pucha de mi futura esposa.

Kike dobló sus piernas, tomó a mi mujer por la cintura y empezó a penetrarla rápido y profundo. Cristi gemía con cada orgasmo que empapaba el abdomen de su amante.

Kike se detuvo y cambió de posición. Ahora mi mujer estaba sobre la cama. Abrió sus piernas y sostuvo su verga dura y húmeda y la introdujo lentamente. Me puse de pié para tener una mejor visión. Podía ver con claridad como la verga de mi amigo se introducía hasta el fondo, como mi amada pujaba con cada embestida y como sacaba mi amigo su larga verga para volverla a meter en la vagina mojada de mi mujer.

Mi amigo se acomodo sobre Cristi en posición del misionero, pasó su brazo y sujetó la nuca de mi mujer. Ella empezó a besarlo y acariciaba su espalda. Kike tomó con una de sus manos la cintura de mi futura esposa y empezó a embestirla con mayor profundidad pero sin dejar de besarla.

Con cada embestida la respiración de él se agitaba y mi mujer suavemente le susurraba palabras al oído. Cada vez estaban más excitados. “me voy a venir” dijo mi amigo con voz suave y yo le respondí que lo hiciera.

Kike siguió penetrando a mi mujer unos minutos más, su cuerpo empezó a temblar y dejó escapar una serie de gemidos que concordaban con cada embestida que le daba a Cristi y ella gritaba su último orgasmo.

Quedaron unos momentos quietos y abrazados. Kike se incorporó y saco su miembro aun erecto de la vagina de mi amada. Tenía rastros de semen a lo largo y en la base de su verga. De la vagina de mi futura esposa escurrieron varias gotas de semen blanco y espeso.

Kike dejo caer su cuerpo y se recostó al lado de mi mujer, me jaló hacía él para abrazarme y darme un beso en la mejilla.

“Eres el único hombre al que amo” me dijo con sinceridad.

Ya tengo más de un año de casado con Cristi, somos muy felices juntos…

Y Kike?... pues nos acompañó a nuestro viaje de bodas. Desde ese día no hemos dejado de frecuentarlo y cada que quieren y pueden mi esposa y él hacen el amor. Mi amigo deja su semen dentro de mi mujer como la primera vez y yo llego a batirlo después.