Terraza
por
baires
género
voyeur
Le pregunté si el edificio tenía azotea. El sin dudar me contestó: “Averigüémoslo juntos...
Efectivamente, el edificio tenía una gran azotea con una piscina de ensueño y no había nadie....Lo besé con mucha dulzura y pasión, le dije que quería pasara de todo en ese lugar. Que ojalá alguien casualmente nos oyera y pudiese ver...eso me hacía arder no solo mi vagina, me latía toda la entrepierna y mi ano palpitaba dichoso dilatándose y contrayéndose…sentía como pequeños chorros se derramaban lentamente bajando desde lo más profundo...imaginar que por alguna ventana de esos edificios circundantes, alguna o algún vecino se recalentaría al vernos y se masturbara a destajo
Nos ubicamos en una esquina de la terraza sentados uno al lado del otro y le pedí que me dejara chupársela mientras él me frotaba la concha que ya estaba extremadamente jugosa y resbalosa....le bajé el jeans sin soltar siquiera el cinturón de un furioso tirón y como una loca me agache hasta arrodillarme entre sus muslos abiertos rozándole la pija con mi nariz, se la comencé a languetear derramándole saliva a borbotones a todo lo largo y ancho. Un par de segundos mas tarde ya me la engullía. Su miembro duro y lubricado dentro de mi boca, luchaba con toda su tiesa musculatura los embates de mi lengua que desde mi garganta se lo exprimía, se quejaba fuerte de placer y me gemía como si pidiese compasión al sentir que iba camino a tragármela entera. Hacerlo desaparecer completo en mi boca, llevando su glande una y otra vez hasta zonas de mi garganta cada vez mas profundas, empujándome con fuerza contra su sexo, apretando sus glúteos por detrás.
Me jaló fuerte por la cabeza, lo solté, dejándole respirar su pija, esta me agradeció arrojándome un generoso chorro tibio de líquido blanquecino en la comisura de mis labios....Mientras él me subía el vestido,Sentí sus manos deslizarse por mi vientre, descender y abrirme, el calor en mis piernas me ardía, subía y bajaba sin pausa metía sus manos recorriendo mi culo y pliegues de mi vagina absolutamente abierta , entregada al viento de la brisa que me erizaba el clítoris de esa incipiente noche.
Con mis gritos le aullaba como un ruego desesperado: ¡¡¡ Métemelo entero mi amor !!! ¡¡¡….Entiérralo con ganas guagua….!!! . Y como podía me aferraba con mis dedos haciéndome una paja exquisitaaaaaa...!!!
Mi orgasmo fué un Uuuuuhhhhhhh…..!!!! Largo y escandalosamente ruidoso….se me nubló la vista y sentí me desmayaría…. Mientras me desvanecía creí escuchar a lo lejos gritos y aplausos como si estuviera en un partido de futbol. Unos segundos más tarde estimo sin certeza, recuperé la conciencia.Me llevaba casi desnuda mientras trotaba conmigo a cuestas , agarrada con fuerza de hombre, yacía doblada con mi estómago haciendo de punto de inflexión sobre su hombro. Casi sin respiración jadeando y sin detenerse. Al advertir que volví a la vida…soltó una hermosa carcajada mientras con la otra mano me pego un mediano palmazo en los glúteos gritándome empapado de felicidad: “ ¡ Soldados que arrancan, sirven para otra guerra guagua…! “
Efectivamente, el edificio tenía una gran azotea con una piscina de ensueño y no había nadie....Lo besé con mucha dulzura y pasión, le dije que quería pasara de todo en ese lugar. Que ojalá alguien casualmente nos oyera y pudiese ver...eso me hacía arder no solo mi vagina, me latía toda la entrepierna y mi ano palpitaba dichoso dilatándose y contrayéndose…sentía como pequeños chorros se derramaban lentamente bajando desde lo más profundo...imaginar que por alguna ventana de esos edificios circundantes, alguna o algún vecino se recalentaría al vernos y se masturbara a destajo
Nos ubicamos en una esquina de la terraza sentados uno al lado del otro y le pedí que me dejara chupársela mientras él me frotaba la concha que ya estaba extremadamente jugosa y resbalosa....le bajé el jeans sin soltar siquiera el cinturón de un furioso tirón y como una loca me agache hasta arrodillarme entre sus muslos abiertos rozándole la pija con mi nariz, se la comencé a languetear derramándole saliva a borbotones a todo lo largo y ancho. Un par de segundos mas tarde ya me la engullía. Su miembro duro y lubricado dentro de mi boca, luchaba con toda su tiesa musculatura los embates de mi lengua que desde mi garganta se lo exprimía, se quejaba fuerte de placer y me gemía como si pidiese compasión al sentir que iba camino a tragármela entera. Hacerlo desaparecer completo en mi boca, llevando su glande una y otra vez hasta zonas de mi garganta cada vez mas profundas, empujándome con fuerza contra su sexo, apretando sus glúteos por detrás.
Me jaló fuerte por la cabeza, lo solté, dejándole respirar su pija, esta me agradeció arrojándome un generoso chorro tibio de líquido blanquecino en la comisura de mis labios....Mientras él me subía el vestido,Sentí sus manos deslizarse por mi vientre, descender y abrirme, el calor en mis piernas me ardía, subía y bajaba sin pausa metía sus manos recorriendo mi culo y pliegues de mi vagina absolutamente abierta , entregada al viento de la brisa que me erizaba el clítoris de esa incipiente noche.
Con mis gritos le aullaba como un ruego desesperado: ¡¡¡ Métemelo entero mi amor !!! ¡¡¡….Entiérralo con ganas guagua….!!! . Y como podía me aferraba con mis dedos haciéndome una paja exquisitaaaaaa...!!!
Mi orgasmo fué un Uuuuuhhhhhhh…..!!!! Largo y escandalosamente ruidoso….se me nubló la vista y sentí me desmayaría…. Mientras me desvanecía creí escuchar a lo lejos gritos y aplausos como si estuviera en un partido de futbol. Unos segundos más tarde estimo sin certeza, recuperé la conciencia.Me llevaba casi desnuda mientras trotaba conmigo a cuestas , agarrada con fuerza de hombre, yacía doblada con mi estómago haciendo de punto de inflexión sobre su hombro. Casi sin respiración jadeando y sin detenerse. Al advertir que volví a la vida…soltó una hermosa carcajada mientras con la otra mano me pego un mediano palmazo en los glúteos gritándome empapado de felicidad: “ ¡ Soldados que arrancan, sirven para otra guerra guagua…! “
0
votos
votos
evaluación
0
0
Comentarios de los lectores sobre la historia erótica