Abogado para divorciarse me culea y me convence para seguir casada

En una época cuando tenia 35 años tuve una mala temporada en mi matrimonio y pensaba en divorciarme, así que fui donde un abogado que era amigo de la familia, recomendado por uno de mis hermanos.

En ese tiempo con mi esposo no estábamos bien y tampoco teníamos sexo desde hace varios meses, yo me complacía con unos amigos de él pero no me sentía cómoda con la situación porque peleábamos mucho, claro que él no sabía que yo culeaba con algunos de sus amigos.

Cuando llegué a la oficina del abogado, me acompañaba mi hijo menor. El abogado me escuchaba y trataba de consolarme abrazándome, ya que él me conocía desde hace mucho tiempo.

Estuvimos hablando mucho tiempo y él me abrazaba por la espalda mientras yo estaba sentada en la silla del escritorio junto a mi hijo. De pronto sentí como sus abrazos buscaban mis tetas, yo me quedé quieta y el abogado le dijo a mi hijo que vaya a esperar en la sala de espera de afuera de la oficina, yo no dije nada y mi hijo salió para esperarme, mi hijo tenía 16 años y había prestado mucha atención a lo que él abogado me había dicho y era que básicamente no apresure las cosas y cosas así.

Cuando salió mi hijo de la oficina, el abogado comenzó a besarme el cuello, yo no había tenido esos besos hace mucho tiempo, ya que mi esposo no me había. Ulises y con los amigos de él, el sexo no es con mucho cariño.

Yo me comencé a excitar y dejé que me comenzara a desnudar, me puse de pie para que no se complique al quitarme la ropa, él se desnudó completamente, yo estaba mojada y lista para culiar así que me puse en cuatro en el piso y él me comenzó a culiar por la vagina, la verga entró fácil aunque en ese tiempo yo tenía la vagina un poco más apretada.

Me culió apurado y yo le dije que no me termine adentro porque no quería que me chorree semen cuando estoy con pantalón porque se nota, me siguió culiando, su verga era bien rica, cuando me dijo que ya iba a terminar, me di la vuelta y le llenó la boca de semen, no me tragué porque no me gusta, sino que se lo mamé empapando su verga con su semen y la chupé los huevos. Se limpió la verga en mis tetas, nos vestimos y acordamos culiar bien seguido.

Al final le dije al abogado que me convenció y valió la pena porque después de un tiempo las cosas estuvieron bien con mi esposo.

Yo seguí acudiendo a la oficina del abogado pero sin mi hijo, su secretaria estaba brava cuando yo llegaba porque sabía que llegaba para culiar y cómo iba sola, me demoraba bastante, especialmente porque él había comprado un sofá grande para culiar.

Yo iba siempre vestida con ropa fácil de sacar y bien escotada.