Fui a la cita con el ginecólogo y terminé culpando
por
Mariana S
género
hetero
Notas
Domingo a lunes
Acudí al ginecólogo para que me realice la revisión anual, cuando llegué la secretaria del consultorio me dijo que el doctor no había podido llegar pero que me iba a atender otro doctor.
No me hice problema e ingresé al consolatorio. El médico era más joven de lo normal para ser ginecólogo, me senté en su escritorio al frente de él y él me leyó la ficha médica que estaba en el computador para actualizar la información.
Cuando terminó de revisar la ficha médica me preguntó si tenía alguna pregunta o alguna novedad antes de iniciar con la revisión, le dije que si y que sería muy directa, le dije que yo soy muy activa sexualmente y que tengo sexo todos mis días por lo menos una vez y que a pesar de mi edad, me lubrico con facilidad y que tengo buenos orgasmos pero que a veces cuando tengo sexo, a la cuarta vez o más que tengo relaciones el mismo día ya sea con mi esposo o con otros hombres, me cuesta lubricarme.
El doctor cuando me escuchó de ir esto, me quedó viendo desconcertado y me dijo que es normal que después de tener sexo varias veces exista algún problema de lubricación y que podía utilizar geles artificiales que faciliten el ingreso del pene a la vagina. Me pidió que me quite toda la ropa para comenzar la revision.
Primero me revisó de pie y le notaba un poco nervioso, coemnzó revisándome las tetas y me dijo que le avise si en algún lugar siento más sensibilidad, continuó con el tacto y yo me comencé a excitar y tenía los pezones bien parados, él se dio cuenta y me preguntó si la erección de mis pezones era constante y yo le respondí que mis senos son muy sensibles y que siempre me excito cuando me los tocan y que ya era medio día y que no había tenido sexo en la mañana porque siempre que voy a acudir a la revisión del ginecólogo, no tengo relaciones previamente. Me dijo que el tener sexo antes de una revisión ginecológica no influía en el criterio del médico al momento de realizar la revisión y que para los médicos es mejor que los pacientes acudan en condiciones normales.
Continuó tocándome las tetas y comenzó a apretarme los pezones y me preguntó si tenía dolor y le dije que no, comenzó a apretarme más fuerte y me dijo que le avise si siento molestia y le dije que no, comenzó a pasar su dedo al rededor de las aureolas, yo sentía como mi vagina se humedecía. Luego de termina con la revisión de mis tetas me preguntó si yo siempre utilizo sujetador, le respondí que no siempre, me dijo que debería tratar de utilizarlo seguir manteniendo firmes mis senos ya que son muy grandes y que a pesar de eso y de la edad, todavía mantienen una bonita forma y que senos rellenos y pesados normalmente sé cuál han más pero que los míos todavía son muy bonitos y que debo cuidarlos para mantenerlos así, también me dijo que mis senos son muy sensibles y que esa también es otra razón para utilizar sujetador. Sus palabras solamente hicieron que me excite más, porque el doctor era joven y le gustaban mis tetas.
Luego me pidió que me coloque en la silla ginecológica con las piernas abiertas. Yo me puse ahí con las piernas abiertas y el doctor se puso guantes para comenzar a examinarme, cuando separó mis labios vaginales con sus manos, me dijo “Mariana usted está bien lubricada” yo le respondí, “que vergüenza doctor, pero no le voy a mentir que estoy bien excitada con la revisión que me hizo a las tetas, quiero decir, a los senos”.
Al doctor le dió un poco de vergüenza mi comentario pero era verdad y continué diciéndole “hasta esta hora no he tenido sexo y estoy con muchas ganas, por eso estoy lubricada. El doctor me dijo que iba a comenzar con la exploración y metió el aparato, de vez en cuando se me salía un gemido pero él seguía como si nada y así continuó durante un rato.
Luego me dijo que me iba a pedir algo que es normal pero no tan inusual, me dijo que él iba a salir un momento del consultorio y que quería que yo me masturbe hasta provocarme una orgasmo porque quería observar el estado de la vagina luego del orgasmo, me también me dijo que utilice un consolador que me lo iba a dejar junto a mi para revisar al interior de la vagina luego del orgasmo y que cuando termine, solamente debía presionar un botón que estaba junto a la camilla y que él ingresaría ya que al apretar el botón, se enciende una luz en la recepción del consultorio.
Entonces el doctor salió y yo me comencé a masturbar con el consolador que me había dejado, yo estaba tan excitada que no tardé mucho en tener el orgasmo y aplasté el botón. El doctor ingresó y me dijo “qué orgasmo tan rápido Mariana, en realidad estaba bien excitada” y se rió. Dijo voy a proceder a revisar, mi vagina estaba caliente y tenía ganas de que el doctor me meta la verga, pero a él se le veía muy serio.
Me dijo que mi vagina es muy amplia al momento de un orgasmo y que eso era bueno y que mi clitoris no se relaja con facilidad y que eso también era muy bueno pero que mi vagina estaba a una temperatura superior y que yo debía hacer cosas muy pequeñas y que mejorarían mis relaciones sexuales.
La primera cosa que debía hacer era rasurarme la vagina porque mi pelo vaginal era muy abundante y lo segundo que debía hacer era tratar de alternar entre el sexo vaginal y el sexo oral para evitar inflamaciones e irritaciones tanto al interior de la vagina como en los labios vaginales.
Yo le dije al doctor que no me había rasurado la vagina y que me daría un poco de nervios lastimarme y que con respecto a alternar sexo vaginal con el oral, no tenía problema porque también tengo sexo anal. Cuando le dije eso al doctor me dijo que eso ayuda bastante, y me dijo que él me podía ayudar con lo de los pelos vaginales y que la posición en la que me
Encontraba con las piernas abiertas e. La silla ginecológica es la posición ideal, me preguntó si estaba de acuerdo y le dije que si.
Me dijo que aprovecharía que es la última consulta de la mañana y que podía demorarse conmigo, abrió la puerta del consultorio y me dijo a la secretaria que ya podía irse y que regrese en la tarde para las consultas de la tarde. Cerró la puerta y tomó unas tijeras y comenzó a cortarme los pelos de la vagina, yo me comencé a mojar y me salían unos pequeños gemidos. Cortó todo lo que pudo con la tijera y luego sacó una afeitadora, le dije “usted tiene todo en este consultorio” y me respondió que a veces debe hacer este tipo de procedimientos.
Yo no aguantaba más la excitación porque siempre tengo sexo en la mañana y para entonces ya era la una de la tarde y por cada paso de la rasuradora y como el doctor sostenía mis labios vaginales fue inevitable tener un orgasmo. Mis gemidos no se hicieron esperar, el doctor dio un paso para atrás y pude ver que tenía la verga parada, me dijo que debía terminar de rasurarme, siguió rasurándome y cuando terminó dijo que ahora era el turno de probar si funcionaría. Se desnudó y dejó a mi vista su verga, era hermosa y grande, estaba tan parada que parecía que las venas de la verga explotarían, su verga tenía una curva hacia arriba y le dije que si me quería meter la verga, debería dejarme que la rasure. Sacó otra rasuradora, me levanté de la silla y me agaché para rasurarle, le rasuré hasta los huevos, cuando terminé le comencé a mamar, era muy diferente la mamada porque la curva de la verga era muy pronunciada, yo me masturbaba mientras le mamaba y le chupaba los huevos y me puse en cuatro en el piso y me metió la verga muy despacio, tuve una orgasmo enseguida y yo gemía de lo rico que sentía, era una sensación diferente, esa curva de la verga era nuevo. Cuando el doctor sintió mi orgasmo, me dijo que le mame la verga, yo se la mamaba y le chupaba los huevos. la vitalidad del doctor que era bien joven se sentía en lo dura de la erección que parecía que la verga iba a explotar.
Luego me dijo que nuevamente me ponga en cuatro, sacó un lubricante y me comenzó a meter los dedos en el ano hasta que el culo esté bien dilatado y me metió la verga muy despacio pero no se demoró en acelerar la culiada que me estaba dando y tuve otro orgasmo pero no sacó su verga de mi culo y me seguía culpando bien rico y tuve otro orgasmo. Puso su ropa y mi ropa en el piso, me acostó de lado y él se puso atrás mío, abrió mis piernas sujetando una al aire y me metió la verga, yo estaba con las piernas bien abiertas y sentía una sensación bien rica con mi vagina rasurada, me comencé a masturbar mientras me culeaba. Tuve un orgasmo tan intenso que sentí como me salían los flujos con tanta fuerza que mojé la ropa en la que estábamos acostados.
El doctor me dijo que me acueste boca arriba para terminarme en la boca y en las tetas. Sus corros de semen fueron tan abundantes que me terminó en la boca, en la cara y en las tetas.
Yo tuve mi dosis de sexo que estaba pendiente en el día. El doctor me dio papel para que me limpie el semen, me pidió que no me vista y que me ponga de pie, me dijo “quiero admirar tu cuerpo, tienes unas tetas hermosas, con tu piel blanca, las aureolas rosadas, los pezones parados, gruesos y duros, no puedo dejar de admirarlas y tener ganas de chuparlas. A pesar del peso de tus tetas no son tal colgadas y de solo verlas se me vuelve a parar la verga. Tu culo ancho en cuatro es increíble y tu vagina rasurada deja ver esos labios gruesos que solo te pido que me dejes culiarte otra vez”
Me decía todo esto con la verga bien parada, yo me acerqué y se la mamé, me dijo que me ponga en la silla ginecológica con las piernas abiertas, me puso nuevamente el gel lubricador y me culió, lo hacía con tanta fuerza que mis tetas se sacudían, la forma de su verga se sentía más en esa pose y yo gritaba cada vez que gemía pidiéndole que me llene la vagina de semen, pero se demoró bastante en terminar, yo tuve dos orgasmos más y luego él me llenó de semen la vagina, cada chorro de semen yo lo sentía como golpe interno. Yo me jalaba tan duro los pezones que cuando los solté estaban bien inflamados.
Finalmente nos besamos y mientras nos vestíamos le dije que me encantó culiar con él y que el haberme rasurado la vagina me hizo disfrutar mucho más, le pedí el número celular y le dije que él sería mi nuevo ginecólogo y que quiero culpar con él más seguido. Me respondió que le encantaría culiar más seguido conmigo. Nos besamos bien largo y fue inevitable no volver a excitarnos y me dijo “Mariana solo date la vuelta y ponte en cuatro, quiero meterte la verga por el culo, rápidamente me di la vuelta me bajé el pantalón hasta las rodillas, sentí como me puse el lubricante en el ano y me metió la verga bien despacio. Yo tenía puesta la blusa sin sujetador y sentía como se me sacudían las tetas. Yo no tuve otro orgasmo pero él me terminó adentro del culo. Nos vestimos, nos besamos y nos fuimos.
Camino a casa yo seguía bien excitada pero ese es otro relato.
Domingo a lunes
Acudí al ginecólogo para que me realice la revisión anual, cuando llegué la secretaria del consultorio me dijo que el doctor no había podido llegar pero que me iba a atender otro doctor.
No me hice problema e ingresé al consolatorio. El médico era más joven de lo normal para ser ginecólogo, me senté en su escritorio al frente de él y él me leyó la ficha médica que estaba en el computador para actualizar la información.
Cuando terminó de revisar la ficha médica me preguntó si tenía alguna pregunta o alguna novedad antes de iniciar con la revisión, le dije que si y que sería muy directa, le dije que yo soy muy activa sexualmente y que tengo sexo todos mis días por lo menos una vez y que a pesar de mi edad, me lubrico con facilidad y que tengo buenos orgasmos pero que a veces cuando tengo sexo, a la cuarta vez o más que tengo relaciones el mismo día ya sea con mi esposo o con otros hombres, me cuesta lubricarme.
El doctor cuando me escuchó de ir esto, me quedó viendo desconcertado y me dijo que es normal que después de tener sexo varias veces exista algún problema de lubricación y que podía utilizar geles artificiales que faciliten el ingreso del pene a la vagina. Me pidió que me quite toda la ropa para comenzar la revision.
Primero me revisó de pie y le notaba un poco nervioso, coemnzó revisándome las tetas y me dijo que le avise si en algún lugar siento más sensibilidad, continuó con el tacto y yo me comencé a excitar y tenía los pezones bien parados, él se dio cuenta y me preguntó si la erección de mis pezones era constante y yo le respondí que mis senos son muy sensibles y que siempre me excito cuando me los tocan y que ya era medio día y que no había tenido sexo en la mañana porque siempre que voy a acudir a la revisión del ginecólogo, no tengo relaciones previamente. Me dijo que el tener sexo antes de una revisión ginecológica no influía en el criterio del médico al momento de realizar la revisión y que para los médicos es mejor que los pacientes acudan en condiciones normales.
Continuó tocándome las tetas y comenzó a apretarme los pezones y me preguntó si tenía dolor y le dije que no, comenzó a apretarme más fuerte y me dijo que le avise si siento molestia y le dije que no, comenzó a pasar su dedo al rededor de las aureolas, yo sentía como mi vagina se humedecía. Luego de termina con la revisión de mis tetas me preguntó si yo siempre utilizo sujetador, le respondí que no siempre, me dijo que debería tratar de utilizarlo seguir manteniendo firmes mis senos ya que son muy grandes y que a pesar de eso y de la edad, todavía mantienen una bonita forma y que senos rellenos y pesados normalmente sé cuál han más pero que los míos todavía son muy bonitos y que debo cuidarlos para mantenerlos así, también me dijo que mis senos son muy sensibles y que esa también es otra razón para utilizar sujetador. Sus palabras solamente hicieron que me excite más, porque el doctor era joven y le gustaban mis tetas.
Luego me pidió que me coloque en la silla ginecológica con las piernas abiertas. Yo me puse ahí con las piernas abiertas y el doctor se puso guantes para comenzar a examinarme, cuando separó mis labios vaginales con sus manos, me dijo “Mariana usted está bien lubricada” yo le respondí, “que vergüenza doctor, pero no le voy a mentir que estoy bien excitada con la revisión que me hizo a las tetas, quiero decir, a los senos”.
Al doctor le dió un poco de vergüenza mi comentario pero era verdad y continué diciéndole “hasta esta hora no he tenido sexo y estoy con muchas ganas, por eso estoy lubricada. El doctor me dijo que iba a comenzar con la exploración y metió el aparato, de vez en cuando se me salía un gemido pero él seguía como si nada y así continuó durante un rato.
Luego me dijo que me iba a pedir algo que es normal pero no tan inusual, me dijo que él iba a salir un momento del consultorio y que quería que yo me masturbe hasta provocarme una orgasmo porque quería observar el estado de la vagina luego del orgasmo, me también me dijo que utilice un consolador que me lo iba a dejar junto a mi para revisar al interior de la vagina luego del orgasmo y que cuando termine, solamente debía presionar un botón que estaba junto a la camilla y que él ingresaría ya que al apretar el botón, se enciende una luz en la recepción del consultorio.
Entonces el doctor salió y yo me comencé a masturbar con el consolador que me había dejado, yo estaba tan excitada que no tardé mucho en tener el orgasmo y aplasté el botón. El doctor ingresó y me dijo “qué orgasmo tan rápido Mariana, en realidad estaba bien excitada” y se rió. Dijo voy a proceder a revisar, mi vagina estaba caliente y tenía ganas de que el doctor me meta la verga, pero a él se le veía muy serio.
Me dijo que mi vagina es muy amplia al momento de un orgasmo y que eso era bueno y que mi clitoris no se relaja con facilidad y que eso también era muy bueno pero que mi vagina estaba a una temperatura superior y que yo debía hacer cosas muy pequeñas y que mejorarían mis relaciones sexuales.
La primera cosa que debía hacer era rasurarme la vagina porque mi pelo vaginal era muy abundante y lo segundo que debía hacer era tratar de alternar entre el sexo vaginal y el sexo oral para evitar inflamaciones e irritaciones tanto al interior de la vagina como en los labios vaginales.
Yo le dije al doctor que no me había rasurado la vagina y que me daría un poco de nervios lastimarme y que con respecto a alternar sexo vaginal con el oral, no tenía problema porque también tengo sexo anal. Cuando le dije eso al doctor me dijo que eso ayuda bastante, y me dijo que él me podía ayudar con lo de los pelos vaginales y que la posición en la que me
Encontraba con las piernas abiertas e. La silla ginecológica es la posición ideal, me preguntó si estaba de acuerdo y le dije que si.
Me dijo que aprovecharía que es la última consulta de la mañana y que podía demorarse conmigo, abrió la puerta del consultorio y me dijo a la secretaria que ya podía irse y que regrese en la tarde para las consultas de la tarde. Cerró la puerta y tomó unas tijeras y comenzó a cortarme los pelos de la vagina, yo me comencé a mojar y me salían unos pequeños gemidos. Cortó todo lo que pudo con la tijera y luego sacó una afeitadora, le dije “usted tiene todo en este consultorio” y me respondió que a veces debe hacer este tipo de procedimientos.
Yo no aguantaba más la excitación porque siempre tengo sexo en la mañana y para entonces ya era la una de la tarde y por cada paso de la rasuradora y como el doctor sostenía mis labios vaginales fue inevitable tener un orgasmo. Mis gemidos no se hicieron esperar, el doctor dio un paso para atrás y pude ver que tenía la verga parada, me dijo que debía terminar de rasurarme, siguió rasurándome y cuando terminó dijo que ahora era el turno de probar si funcionaría. Se desnudó y dejó a mi vista su verga, era hermosa y grande, estaba tan parada que parecía que las venas de la verga explotarían, su verga tenía una curva hacia arriba y le dije que si me quería meter la verga, debería dejarme que la rasure. Sacó otra rasuradora, me levanté de la silla y me agaché para rasurarle, le rasuré hasta los huevos, cuando terminé le comencé a mamar, era muy diferente la mamada porque la curva de la verga era muy pronunciada, yo me masturbaba mientras le mamaba y le chupaba los huevos y me puse en cuatro en el piso y me metió la verga muy despacio, tuve una orgasmo enseguida y yo gemía de lo rico que sentía, era una sensación diferente, esa curva de la verga era nuevo. Cuando el doctor sintió mi orgasmo, me dijo que le mame la verga, yo se la mamaba y le chupaba los huevos. la vitalidad del doctor que era bien joven se sentía en lo dura de la erección que parecía que la verga iba a explotar.
Luego me dijo que nuevamente me ponga en cuatro, sacó un lubricante y me comenzó a meter los dedos en el ano hasta que el culo esté bien dilatado y me metió la verga muy despacio pero no se demoró en acelerar la culiada que me estaba dando y tuve otro orgasmo pero no sacó su verga de mi culo y me seguía culpando bien rico y tuve otro orgasmo. Puso su ropa y mi ropa en el piso, me acostó de lado y él se puso atrás mío, abrió mis piernas sujetando una al aire y me metió la verga, yo estaba con las piernas bien abiertas y sentía una sensación bien rica con mi vagina rasurada, me comencé a masturbar mientras me culeaba. Tuve un orgasmo tan intenso que sentí como me salían los flujos con tanta fuerza que mojé la ropa en la que estábamos acostados.
El doctor me dijo que me acueste boca arriba para terminarme en la boca y en las tetas. Sus corros de semen fueron tan abundantes que me terminó en la boca, en la cara y en las tetas.
Yo tuve mi dosis de sexo que estaba pendiente en el día. El doctor me dio papel para que me limpie el semen, me pidió que no me vista y que me ponga de pie, me dijo “quiero admirar tu cuerpo, tienes unas tetas hermosas, con tu piel blanca, las aureolas rosadas, los pezones parados, gruesos y duros, no puedo dejar de admirarlas y tener ganas de chuparlas. A pesar del peso de tus tetas no son tal colgadas y de solo verlas se me vuelve a parar la verga. Tu culo ancho en cuatro es increíble y tu vagina rasurada deja ver esos labios gruesos que solo te pido que me dejes culiarte otra vez”
Me decía todo esto con la verga bien parada, yo me acerqué y se la mamé, me dijo que me ponga en la silla ginecológica con las piernas abiertas, me puso nuevamente el gel lubricador y me culió, lo hacía con tanta fuerza que mis tetas se sacudían, la forma de su verga se sentía más en esa pose y yo gritaba cada vez que gemía pidiéndole que me llene la vagina de semen, pero se demoró bastante en terminar, yo tuve dos orgasmos más y luego él me llenó de semen la vagina, cada chorro de semen yo lo sentía como golpe interno. Yo me jalaba tan duro los pezones que cuando los solté estaban bien inflamados.
Finalmente nos besamos y mientras nos vestíamos le dije que me encantó culiar con él y que el haberme rasurado la vagina me hizo disfrutar mucho más, le pedí el número celular y le dije que él sería mi nuevo ginecólogo y que quiero culpar con él más seguido. Me respondió que le encantaría culiar más seguido conmigo. Nos besamos bien largo y fue inevitable no volver a excitarnos y me dijo “Mariana solo date la vuelta y ponte en cuatro, quiero meterte la verga por el culo, rápidamente me di la vuelta me bajé el pantalón hasta las rodillas, sentí como me puse el lubricante en el ano y me metió la verga bien despacio. Yo tenía puesta la blusa sin sujetador y sentía como se me sacudían las tetas. Yo no tuve otro orgasmo pero él me terminó adentro del culo. Nos vestimos, nos besamos y nos fuimos.
Camino a casa yo seguía bien excitada pero ese es otro relato.
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