Burro Final

por
género
gay

Mi tío Mario me estrena el culo y Rocco me hace muy feliz.

Un nuevo capítulo de esta historia en la que cuento cómo conocí a Rocco, un musculoso moreno dominicano.

Tras el relato de mi primera experiencia gay, esa mamada en la casa del tío Mario, Rocco, a quien llamaban Burro, se había calentado muchísimo. Quería saber hasta el mínimo detalle lo sucedido en los días sucesivos.

Mientras mis manos sobaban la montaña entre las piernas de Burro, continué relatando:

El lunes, al regreso de casa de Mario, me puse a pensar en lo ocurrido esa misma tarde. No me arrepentí de nada y, por el contrario, estaba excitado y listo para el siguiente paso.

Dos días después, ese miércoles por la tarde, tras salir de la escuela toqué la puerta de la casa de mi tío. Abrió sonriente, llevaba puesta una bata de seda color negro.

- "Te esperaba con ganas, sobrino. Qué quieres tomar?"

- "Te acompaño con una cerveza, si tienes."

Pasamos a la sala a beber con tranquilidad.

- "No tienes idea de cómo disfruté la mamada de polla que me diste el lunes. Fue riquísima."

- "Yo también, tío."

- "No se dónde hayas aprendido todo esto, pero eres un artista con la lengua."

- "Crees que no he notado tus miradas. Me tienes ganas, verdad?"

- "Si. Te veo delicado, casi como una hembra joven, y mirándote las nalgas sueño con comérmelas. Te dije que Elsa me tiene a dieta en lo que a sexo se refiere."

- "Ya veo. Pienso que a un macho hay que mantenerlo satisfecho en la cama, darle lo que pida."

La lujuria, la lascivia y el deseo se reflejaban en su rostro de viejo degenerado.

- "Te tengo un regalo, Angelito. Quiero darte el libro que te compré ayer: 'The Art of Oral Sex' ('El Arte del Sexo Oral'). Espero gozar de lo que aprendas; es en inglés, pero no será problema para ti."

- "Gracias. Lo leeré. Yo también tengo algo especial que darte."

- "Qué cosa?"

- "Quiero regalarte mi virginidad, que seas tú el que me haga el culo por primera vez. Te gustaría?"

No hubo necesidad de una segunda invitación. Me tomó de las manos y llevó a su dormitorio. Se sacó la bata y echó desnudo en la cama, mientras yo me quitaba el uniforme escolar y quedaba en bragas. Llevaba puesto un hilo dental rojo super sexy. Mi tío bramó al verme.

- "No lo puedo creer, sobrino. Tan joven y ya tremendo putito."

Me acosté junto a él y empecé por besarle el pecho velludo y canoso. Le toqué la polla y pasé la lengua alrededor del glande y descendí hasta el ano. Gimió mientras me acariciaba la cabeza. Lo masturbaba lentamente con la mano derecha y con la izquierda le tocaba los huevos. Mario estaba super empalmado.

- "Quiero que me la metas, que seas el primero que me dé por el culo."

- "Encantado. Te lo voy a inaugurar."

- "Usa este gel lubricante, por favor."

Me eché boca abajo. Mario me besaba el culo y mordisqueaba la tanga entre ellas. Me sacó las bragas y abriéndome las nalgas empezó a lamerme el ano; su lengua jugaba, chupaba y buscaba meterse en mi esfínter. Me volví loco de placer, mientras sus dedos me untaban de gel. Puso una almohada bajo el estómago y se sentó sobre mi, montándome. Su verga rígida me buscaba el culo.

- "Quieres que me ponga condón?"

- "No, quiero a pelo, al natural. Me he lavado bien."

Llego a lo más difícil de relatar. Sentí un dolor agudo cuando quiso penetrarme.

- "Me duele."

- "Déjate llevar. Muerde la almohada, si te duele demasiado."

Por segunda vez intentó meterme la verga. La sentí entrar en mi, en una sensación simultánea de placer y dolor.

- "Ya te entró. Ahora aguanta y goza."

La sacó y volvió a meter un poco más adentro, en un delicioso juego de mete y saca. Mi culo se acostumbraba a su polla como guante a un dedo.

Ese vaivén me enloqueció. Minutos después me tenía completamente enculado. Sus caderas golpeaban mis nalgas; me estaba dando una cogida espectacular.

Empecé a moverme como había visto en tantos videos gay. Su verga latía dentro de mí; estaba por correrse.

- "Mi tía no sabe lo que se pierde."

- "Nunca he podido convencer a Elsa a que me dé el culo."

- "Es una delicia. Dame toda tu leche, preñame, tío."

- "Ahhhhh."

Tumbado en la cama tardé unos minutos en recuperar el aliento. Me había entregado a mi lascivo tío Mario y recibido un inolvidable polvo de estreno.

Semanas después terminé el colegio en Albacete y mudé a Madrid a estudiar en la universidad.

- "Ya sabes ahora como fue mi primera vez. Te gustó?"

- "Uff, me has puesto a mil, como decimos en Santo Domingo."

- "Soy muy discreto y cuidadoso al escoger con quién me voy a la cama. He tenido sexo con apenas tres hombres, dos solteros: un atleta jamaiquino y un obrero mauritano; y un profesor sudafricano casado, todos de piel oscura como me gustan.

- "Aquí?"

- "No. Ninguno de ellos ha venido a mi piso, eres el primero en estar en mi departamento.

Esas experiencias me han enseñado varias cosas. Por ejemplo, soy gay pasivo con una debilidad por los bien dotados hombres de color; me encanta el sexo oral; el sentirme dominado por mi pareja, y sobre todo, disfrutar y beber su semen, líquido vital que no se debe desperdiciar.

Burro estaba excitadisimo. Me tomó de las manos.

- "Vamos a la cama, te voy a hacer gozar."

- "Que diría tu novia si sabe de esto?"

- "Le gustaría, pues Paloma es muy liberal. Ya la conocerás."Pasamos a mi dormitorio, se quitó la ropa y echó desnudo en la cama. Parecía una estatua griega de ébano. No pude contenerme y me eché sobre él a mamarsela. Apenas entraba en mi boca.

- "Todo esto para mí? Podré comerme una polla tan grande?

- "No te preocupes. Lo mismo decía Paloma y ahora no puede vivir sin mi verga."

- "Hazlo con mucho cuidado. Usa esta crema, por favor."

- "Que piel tan suave y que bien hueles."

- "Me preparé para ti esta noche."

Tres veces intentó penetrarme y no pudo. Mi esfinter se resistía a abrirse y aceptar su monstruosa polla. Separé las nalgas, me apliqué abundante crema y preparé para el dolor que venía.

A la cuarta vez mi botón cedió a la presión. Sentí a Burro entrar en mi y mordí la almohada para no gritar de dolor.

- "Aghhh."

- "Aguante mi marica, que ahora viene lo bueno."

- "Méteme la verga, mi negro."

Burro empezó a penetrarme lentamente, a salir y entrar cada vez más profundo. Mi culo se abría, dilataba y adaptaba a cada centímetro de su gruesa verga.

No tengo idea cuántos minutos pasamos en ese delicioso baile, pero terminé haciendo lo imposible, comiéndomela toda. Un gran placer, la sensación de estar completamente penetrado.

Burro me bombeaba con el pistón de su enorme verga negra. Yo me movía y gemía de gusto. No pude aguantar y me corrí, mojando las sábanas, mientras Rocco seguía dándome por atrás.

- "Quiero más, no me la saques, please."

- "Ahora es mi turno."

Me desmontó, se tendió en la cama e hizo sentar encima suy

- "Métetela en el culo."

La tomé con la mano derecha e introduje en el ano. Me había acostumbrado a su tamaño, pues no sentí dolor alguno, solo intenso placer. Comencé a subir y bajar empalado en su verga.

Lo miré a los ojos. El gozaba dominandome tanto yo como siendo dominado

- "Asi. Cómeme todo, negro rico."

- "Te voy a llenar de leche ese culito de marica."

No tardó mucho en correrse; lo sentí explotar dentro de mi. Me decía suciedades mientras disfrutaba ese violento orgasmo.

- "Putito, mamón, mariquita."

Era pasada la medianoche y seguíamos echados en la cama.

- "Tremendo polvo. Me has hecho gozar con la enculada que me has dado."

- "También yo, y tengo que decirte que lo tienes más estrecho que el coño de cualquier hembra. Delicioso."

- "Lo sé."

- "Es tarde y tengo que tomar el tren a casa. Mañana comienzo a las once."

- "No te preocupes. Quédate a dormir conmigo esta noche."

- "De verdad? No es problema para ti?"

-"Ninguno. Por el contrario, me encantaría, y así podemos repetir esta delicia mañana temprano."

Dicho y hecho. Tuvimos una revolcada mañanera de locura.

Entre su trabajo y otras actividades diarias, él estaba ocupado todo el tiempo. El fin de semana lo pasaba en el gimnasio y con Paloma, pero acordamos encontrarnos cada martes y pasar la noche juntos.

Confieso que con Rocco he tenido el mejor sexo de mi vida. Inolvidable.

Desde ya agradezco los comentarios de mis lectores.
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2024-09-30
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