Pensión completa - 6 El hueco de la escalera

por
género
gay

Al abrir el portal del edificio me apresure a meterme debajo del hueco que había bajo la escalera.

Mario me seguía dudando un poco. No sabía hacía donde podía conducir ese reducido agujero por el que apenas cabía el cuerpo de una persona

Pensaba que dentro encontraría un lugar lleno de telarañas pero se sorprendió aun más al encontrar un reducido espacio en el que había hasta un colchón tirado en su parte más alta.

-¿Cómo ha llegado eso ahí?. Me preguntó algo incrédulo.

Le expliqué que había sacado toda la espuma y lo había rellenado de nuevo después de lograr meterlo por el agujero.

-¿Es del hostal?

-Si los cambiamos hace unas semanas. Mama se empeñó pero no yo quería tirarlo, … me daba pena- Le dije yo mientras me arrodillaba delante de su abultadísimo pantalón vaquero y empezaba a sobarle el paquete.

-Tienes aquí debajo un picadero. ¡No puedo creerlo!

No le contesté. Mi boca se había llenado de polla. Una polla que estaba riquísima.

-Tenía razón tu novia …¡La tienes durísima!

-Siiiii, … y tú me la estas poniendo masssss todavíaaaaaa. Diooossss que bien la mamasssss…

Me la saqué durante un segundo y una gota nacarada de líquido apareció en la hendidura del glande.

-¿Te gusta mi rabooo?-Me susurró al notar como mi boca se engullía de un tirón todo el pollón para beber directamente de ese grifo que no paraba de gotear.

-Me encantan las pollas y desde hace un tiempo no paro hasta que logro que los clientes del hostal terminen descargando en mi boca

Me engulli todo su rabaco hasta los huevos mientras lo miraba directamente a los ojos. El me sostuvo la mirada mientras me agarraba la cabeza para empezar a follármela con muchas más ganas.

-Estrenamos ese viejo colchón?-Me preguntó mientras me sacaba la chorreante polla a punto de estallar.

-¡Tu ya lo has probado!. Era el que estaba en mi habitación. Le dije mientras me bajaba los pantalones y me ponía culo en pompa esperando impaciente la llegada de su polla.

-Sí pero hasta ahora solo había dormido en él.-Me dijo mientras empezaba a empujar con su dura estaca, haciendo que mi hambriento ojete se la tragara de un bocado.

Sus huevos empezaron a golpear rítmicamente mi culete mientras todo su cuerpo me embestía con ganas. Solo parábamos cuando alguien en las escaleras empezaba a bajarlas o subirlas.

Los sonidos de los pasos sobre los escalones nos daban a los dos unos segundos de respiro en la interminable follada que el ex-militar me estaba dando sobre ese viejo colchón.

"Solo esperaba que Federico, el portero de nuestro edificio, no entrara para interrumpirnos ni se enfadara por haber terminado revelándole a otra persona la ubicación de nuestro escondite secreto"

-¡Dios que abierto lo tienessssss! …Creo que voy a correrrrmmeeeeeeee

Mientras mis manos se agarraban con fuerza al trillado colchón de lana, notando cada una de las calientes descargas en mi mas que reventado culete, mi mente volaba pensando en lo mucho que me gustaba ser follado en ese rincón, y en lo bien que me lo iba a pasar en ese hostal cuando mi madre decidiera retirarse a vivir a la casa en el pueblo que se acababa de comprar, con todo el dinero que habíamos ahorrado.
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2015-11-29
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