EMMA Y SU HIJO ALEX parte 6

por
género
incesto

Esa tarde, Alex tenía 6 años y gracias a lo que me que me pasaban por maternidad y por mi “trabajo” adicional de escort o puta fina, completaba mis ingresos para pagar su colegio y ambos poder vivir sin necesidades y decentemente en nuestro coqueto e íntimo departamento, cuando yo estaba afuera y él volvía del colegio su niñera se encargaba de recibirlo. Cuando yo volvía ella se iba a su casa y así fue madurando nuestra intimidad con mi hijo a tal punto que para mí, y suponía también para él, cuando él estaba lejos me hacía doler el corazón. Pero mis ingresos no alcanzaban, yo necesitaba algo estable, nada aleatorio o temporal, quería conseguir un trabajo de la única profesión que conocía, un trabajo de puta, prostituta cara y fina o escort como se dice elegantemente ahora en la jerga, pero debía tener muchísimo cuidado cuando salía vestida sexi pues me di cuenta Alex era tremendamente celoso de mí y no sabía cuál sería su reacción si se enteraba de golpe que estaba a los besos, acariciada y en brazos de otros hombres. Algunas veces le había insinuado que a mamá había hombres que la abrazaban y besaban pero eso no amainó sus celos por mí y al contrario exacerbó su rechazo a que alguien me tocara o acariciara. Por ello salvo fuera necesario, salía siempre vestida exteriormente discreta con tapado, y abajo de éste, mi “ropa de trabajo”, para impresionar y predisponer y excitar al cliente, con micro bikini rojo que asomaba al agacharme, debajo de mi pollera muy corta tipo campana fácil de quitar o solo levantar y camisa oscura con breteles delgados de escote amplio, mostrando y asomando las tetas y los pezones, con medias enterizas tipo panty lycra transparentes pero con un abrigo largo, en verano ligero a media pierna y en invierno de abrigo casi hasta el tobillo, y abrochado hasta el cuello, con zapatos tacón medio aguja o tacón bajo pues tampoco me gustaba que la gente me mirara en la calle. En el hotel cuando descruzaba mis hermosas piernas quedaba mi bikini a la vista dejando a la imaginación mi vagina que cuando el cliente la descubría le hacía levantar violentamente su presión arterial y libido masculina. .. .
Mi mayor temor era cuando Alex creciera estuviera incómodo conmigo o me odiara y me dejara tan pronto como pudiera. Yo conocía casos de hijos que se fueron y no volvieron a ver a sus padres debido a que se avergonzaron de ellos o por rencor. Eso me aterraba. Era lo único que tenía y si él me dejaba, mejor sería morir, lo tenía decidido. Quizás lo que más anhelaba iba siendo el tener a mi lado un hombre a quien amar. En un momento me pregunté ¿Cuánto tiempo hacía que un hombre no me penetraba ni me toca por amor? Cuánto hacía que no acariciaba la piel de un hombre y yo sentía su interior, su corazón, sus sentimientos. Llegué a entender a quienes dicen que cuando “el cerebro bajo” que está entre las piernas domina al de la cabeza uno pierde la noción de la vida, los afectos y del rumbo hacia el futuro. Yo quería tener firmemente anclada mi vida y aunque terminara vieja, ajada, amargada, sola sin compañía, no iba a ser una prostituta barata dominada por la lujuria exclusivamente, en algún momento mi libido moriría y no quería estar en la pobreza ni la miseria cuando eso pasara, yo sabía la historia de putas que murieron jóvenes, enfermas, solas y olvidadas y rechazadas por sus familiares, de esto último conocí personalmente a algunas mujeres familiares mías, lamentablemente. .
Por lo tanto era imperioso decir la verdad a mi hijo, pero cuando pudiera comprenderla y con cautela y delicadeza haciéndole ver que su vida cómoda y normal provenía del dinero que yo ganaba y era gracias a que los hombres me entregaban por mi trabajo, algo que quizás todavía no comprendía, y si eso se cortaba debería dejar la escuela, pasaríamos hambre y frío, y no le dije más pero le dejé para que madurara la idea y fuera acostumbrándose a ella, o sea darse cuenta los caprichos y terquedades infantiles debían dejarse de lado y aceptar la realidad de nuestra situación y aprovechar su tiempo de juventud para estudiar y hacerse un porvenir. Y para rematar lo besé profundamente – Y después de conversar pero con mucha cautela, fuimos a dormir. . . .
Mientras estaba buscando agencia de escort comencé a mandar mensajes que se llaman chat para encontrar amigos pues me sentía muy sola, hay que ver lo que ayuda conocer a alguien aunque sea anónimo, no quise colocar en los eróticos ni en relaciones ocasionales pues en general buscan mujeres para el coito y después desaparecían. Pensé, quizás pudiera encontrar alguien en el interior o en un país limítrofe. Curiosamente tuve varias respuestas de hombres que me prometían el oro y el moro. Yo sin experiencia en esas lides conversé indicando era madre soltera y buscaba amistad y si fuera posible una relación seria, uno de ellos Toni me dijo era de edad cercana a la mía soltero o divorciado sin hijos ni compromiso, me pareció el paso siguiente a dar conocernos o yo viajar a su país o él venir a verme. Me preguntó si podía venir y hospedar en mi casa, unos días para conocernos. (Yo conocía a una mujer familiar mía de unos 35 años que escribió a alguien quien después apareció en su puerta sin aviso, la preñó y luego volvió a su país y nunca más lo vio). Eso pasó como dice el refrán – “Aunque usted no lo crea” — Sabiendo eso, dudé mucho y a pesar de las muchas cartas que intercambiamos, me pareció lo salomónico era viniera a hotel y si después congeniábamos lo traería a mi departamento, fue una sensación extraña, mi raciocinio se perdió en algún lugar, así una mañana temprano estuvo tocando el timbre un hombre joven, cuando abrí la puerta lo vi, no era muy alto, algo delgado pelo negro con cara simpática, correctamente vestido, cara de cansado, mi sorpresa fue mayúscula. Al verme se le iluminó la cara y me dijo
-- Soy Toni y he llegado desde el exterior a verte -- y me extendió la mano. Por supuesto quedé helada pero me repuse rápido y sonriendo le besé la mejilla y lo invité a pasar, entró portando su pequeña valija, y comenzó esa etapa curiosa de mi vida. Alex no entendía nada cuando lo presenté, era muy pequeño todavía, se saludaron y sentaron a la mesa. Dije – Me imagino tendrás hambre, vamos a hacer el desayuno, café con leche, tostadas manteca, margarina, queso untar y huevo duro. Toni me explicó estaba alojado en un hotel cercano y estaba desesperado por conocerme. Yo sonreí y le dije -- Si quieres te duchas, y voy a comprarte una muda de ropa interior, aquí abajo – Le pareció excelente idea y lo dejé bañándose y compré medias, camiseta, calzoncillos y algo más. Cuando volví se estaba secando con una toalla y su cara se veía alegre, y su paquete parecía de buenas dimensiones. Poco después vestí a Alex, lo llevé a la puerta de calle y lo recogió su bus escolar. . . Y quedamos solos en la casa solo Toni y yo, él en el baño en paños menores. Abrió la puerta del baño, se veía bastante musculoso y cuando me acerqué me dio un beso largo y muy sensual. Yo me dije ¡Al diablo mis temores y mis escrúpulos! Y agregué para mí misma ¡Quiero pija, en mi concha o coño y en el culo! – Él rio y de inmediato sin timidez alguna comenzó a chupar y lamerme el clítoris, y cuando me di cuenta ya la tenía adentro, aunque con condón, no quería una nueva sorpresa, ni un martes siete, y en seguida me perforó el culo sin siquiera darme cuenta, estuvimos copulando toda la mañana, un coito largo en el cual no se mezclaron mi flujo vaginal y su leche que no llegó a mí puesto que le coloqué preservativo, pero quizás por autoprotección no le chupé la pija ni tomé su semen cuando se corrió o acabó. Terminé rendida, agotada, sorprendida y sin saber qué hacer, era evidente Toni vino desde el extranjero a Argentina a ver si podía quedarse en mi casa, aunque no parecía muy afecto al trabajo, los días siguientes fueron de ser yo penetrada por todos lados, venía a medio día almorzaba y comenzábamos la función de entrarme por todos mis agujeros hasta el atardecer, solo interrumpido para dar de comer a Alex que llegaba de la escuela y quien después iba a su habitación a jugar con la PC y dormir un rato para a la noche cenar todos juntos. Yo vestida con mi camisa amplia a medio muslo, servía la cena, Alex se sentaba a mi lado y en mi regazo y me besaba las mejillas en actitud posesiva como diciendo “ella es mía”. Al terminar de cenar lo despedía a Toni que volvía a su hospedaje, yo cerraba la puerta de entrada y me desnudaba para bañarme y después ir a dormir. En el baño bajo la ducha tibia, imaginaba abrazaba y besaba a mi hijo, en el cuello las mejillas y en los labios, y a esa corta edad yo soñaba que su pene enfilaba a mi vagina aunque sin entrar haciéndome cosquillas y provocándonos sensaciones extrañas. Me secaba, poniendo mi pijama, luego se bañaba él, y finalmente nos poníamos los pijamas e íbamos a dormir hasta el otro día.
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Una vez Toni me sugirió quedar a dormir en casa y le dije lo iba pensar, Estaba indecisa pero en mi fuero íntimo tenía claro no iba admitir a vivir conmigo a un desconocido y menos aún si no era adicto al trabajo, yo no iba a mantener perezosos. Al parecer Alex a Toni le era indiferente y viceversa, por lo tanto no era impedimento, pero no tenía trabajo y yo no lo podía mantener más No recuerdo cuanto tiempo se quedó en el país, pero un buen día se esfumó, así es, desapareció de la noche a la mañana sin despedirse siquiera; agradecí a Dios al que pedía normalmente protección, fue una aventura que no trajo consecuencias, en todo momento usé condones y me cuidé no preñarme pero fue una experiencia agridulce que no repetí, ni repetiré no era lo que yo buscaba, hay quien dice “El que se quema con leche ve la vaca y llora” .

Una vez terminada mi aventura de correo o chat para encontrar un hombre que pudiera ser mi apoyo y viendo sería imposible encontrar uno honesto, empecé a buscar seriamente agencia de escort para colaborar con ella. Al frente de una llamada Fran X ESCOTS, la, agencia que consulté, estaba dirigida por una tal Fran, y en la cita cuando le expliqué mi idea le pareció interesante, le agradó mi cuerpo esbelto, mi perfil y mi cara de niña inocente, quedamos, ella me avisaría uno o dos días antes en lo posible, le aclaré yo no quería drogas ni alcohol, ni tríos ni fiestas, solo dejarme penetrar por el cliente y sacarle la leche y la calentura, máximo dos o dos y media horas. Y listo, cobrar la tarifa, en realidad no puse límites de tiempo pero 3 horas era ya tarifa doble. Quizás el estar en un retiro, todo el día cobraría más, pero había más peligro de borrachera de los clientes, si se desmadraran no habría freno y situaciones peligrosas que debía evitar a toda costa, mi norma debía ser “no exponerme a peligros inútiles”. Yo usaría el nombre ·AME· y un teléfono de puta solo para citas, distinto del mío convencional. Recordé una mujer bella que en una fiesta se intoxicó con cocaína y fue encontrada muerta desnuda, y me aterrorizaba me podría pasar algo así dejando a mi hijo huérfano en su niñez. .
Yo prefería llevar clientes a en hotel, no a quintas ni casas de veraneo aisladas ni departamentos ni con grupos, a menos lo conociera de antemano, no quería quedar aislada con varios hombres e integrar eventualmente la crónica policial. Fran era una gorda curtida sin sentimientos, le interesaba solo cobrar su parte de la tarifa, pero no quería tener publicidad negativa, mantener su negocio, y cada cliente era responsable de sus actos. Quedamos de acuerdo en “no hacer olas” yo la llamaría al llegar y al salir, depositaría el dinero en mi Banco y lo transferiría a su cuenta y listo, aunque a veces yo cobraría por tarjeta. Quedé contenta, pensé tenía suerte al tratar con Fran y supongo ella también al tratar conmigo. Nos dimos la mano, nos despedimos y salí contenta, consciente de mi buena suerte al encontrarla. Inmediatamente llamé a una agencia de niñeras para pedir una para cuidar a mi bebé, en días especiales tenía que poder quedarse en casa de noche quizás hasta el otro día, la agencia aceptó, pero por supuesto para los días especiales la tarifa sería más alta. Me dieron el nombre de Ramona que empezaría al día siguiente.

Mi departamento era pequeño tenía sólo un dormitorio con dos camitas angostas y roperos y un baño con ducha y además una cocina con mesa y en la entrada un sofá donde cabían dos o tres personas sentadas. Cuando yo volvía a casa y Alex estaba de vuelta de la escuela me recibía con un beso en la boca y me abrazaba diciendo – Hola Emma ¿Tuviste buen día? Y yo contestaba apoyando mis tetas en su pecho -- Sí mi amor, mamá está contigo te extrañé muchísimo – acto seguido me desnudaba, me ponía una bata de estar en casa, ordenaba mi ropa y me disponía a hacerle un plato sustancioso pero sabroso, para que comamos. Preparaba algo en la cocina y nos sentábamos a la mesa. Él se sentaba a mi lado, me miraba fascinado y yo sentía sus ojos buscando mis pezones duros y en punta a los que quería dar besitos, y jugar con el piercing y yo sacudía mi cabeza para evitar esos pensamientos, le acariciaba la cabeza y le preguntaba --¿Qué tal la escuela, como te has portado y como fueron las horas de clase? -- Ven siéntate a mi lado amor – Y comíamos con buen apetito sintiendo la dulzura, yo de su piel infantil y él el de mi perfume penetrante de marca francesa o Dior o Chanel o similar.

Después que terminaba de comer lavaba los cacharros y me preparaba para bañarme, él me preguntaba si podía bañarse conmigo, a lo yo contestaba invariablemente, no mi amor todavía eres pequeño para bañarte con mamá, yo te lavaré y secaré y te arroparé para que duermas soñando con los angelitos Yo pensaba cuánto me gustaría nos bañáramos juntos pero sabía era prematuro y le ofrecía mi boca jugosa y él me decía inocentemente echándome sus brazos al cuello, –Te amo mamá Emma y eres mía y no serás de ningún otro hombre -- .
Dos días después a la mañana recibí llamado de Fran, me dijo hay un cliente en el hotel XXX de cuatro estrellas, en el Centro a 19 horas, se llamaba Miño, de 45 años casado dos hijos y estaba de paso por Buenos Aires. Yo respondí – Perfecto la llamo al llegar, gracias -- y corté. Quedé pensando, el hotel era importante así que estaba segura y no tendría problemas, así que iría a ver a mi primer cliente. Me bañé, fui a la peluquería, me depilaron concienzudamente, me puse crema por todo el cuerpo, me di una buena enema para evitar malos olores en el sexo anal, cargué en mi cartera desodorante, preservativos, un pequeño vibrador, gel y mis pinturas y cosméticos, y me tiré en la cama para relajarme. Estuve en la cama un rato, me incorporé y llamé a Ramona, la niñera, le dije que espere a Alex cuando volviera del jardín, quizás yo volvería a veintitrés horas, que ella le dé la cena y lo acueste, cualquier cosa me llamara. Me dijo no me preocupe y que me fuera tranquila. Yo sabía Ramona apreciaba mis salidas pues significaban propinas para ella. En ese sentido yo no era avara, prefería tenerla bien y así ella atendía bien a mi hijo.
. . A la tarde no hacía frío, me vestí con tiempo, medias negras finas tipo bombacha panty, bikini roja, sin sujetador, con pantalón tela algodón liviano, celeste, tipo vaquero, camisa tipo blusa algo holgada para poder quitármela fácil, color gris oscuro y zapatos negros tacón aguja, medio y un saquito liviano por si hacía frío. Me pinté con algo de rojo en los labios y me perfumé con perfume francés bastante caro, y nada más. No quería ni necesitaba parecer una puta, al contrario cuanto más inofensiva pareciera más tranquilizaría al cliente y al personal del hotel. Salí a la calle y busqué un taxi, di la dirección y en menos de 15 minutos estuvimos en el hotel, pagué bajé y un portero me abrió ceremonioso, la puerta de entrada. Le di las gracias y entré raudamente hacia el mostrador de la recepción, allí estaban un hombre y una mujer jóvenes vestidos con uniformes impecables a quienes pregunté por el señor Miño. Me contestaron – Miño es el señor de pantalón jean de color azul que está sentado en la mesa, en la puerta del bar, que está a su derecha -- Giré la vista y vi me observaba, quizás un poco ansioso; le incliné la cabeza para indicar lo había visto y me dirigí a su mesa. Allí llegar lo saludé – Mucho gusto, soy Ame y me manda Fran X, y pregunté -- ¿Tú eres Miño? – a lo que asintió, me invitó a sentar y tomar un café, estaba algo nervioso, me confesó vino a Buenos Aires por negocios y era la primera vez contrataba una escort, (yo pensé, traducido, que contrataba a una puta). Lo tranquilicé lo miré con afecto y le dije – Todo va a salir bien, vas a tener la experiencia más maravillosa y volverás a tu casa pleno y renovado -- Mis palabras fueron mágicas, se relajó, me ofreció un café que acepté, me observó con mayor atención quizás pensando yo no parecía una puta profesional y quedamos charlando unos minutos, me dijo era una suerte haber dado conmigo, yo era comprensiva y agradable. Una vez que terminé el café le invité

-- ¿Vamos arriba? -- A lo que asintió, pagó, se levantó, yo lo seguí y fuimos al ascensor, fuimos callados hasta su habitación, yo no quería tener un comportamiento obsceno ni relajado, especialmente en el pasillo del hotel, al entrar y cerrar la puerta quedamos frente a frente, yo amablemente le sugerí me entregue la tarifa pactada lo que accedió y lo puse en mi bolso, le di las gracias y le dije – Perdona, tengo que entregar en la agencia y no quiero que me reprendan -- acto seguido le pregunté si podía pasar al baño, me dijo que sí, me higienice me desvestí, me lavé y quedé con el bikini y con mis zapatos, la imagen era hermosa, una mujer alta, blanca cabello rubio cubierta solo con un bikini mínimo. Él al verme quedó sorprendido, se desnudó torpemente con rapidez y exclamó -- ¡¡Qué hermosa eres, me enloqueces!! --

Me acerqué caminando sensualmente y le pasé mis brazos por su cuello, lo acerqué a mí y lo besé en los labios moviendo suavemente los míos abriéndole la boca para introducirle mi lengua hasta la garganta que por poco se atraganta, por lo que aproveché para pasar mi lengua enérgicamente sobre la suya y noté como se estremeció de placer, respondió apretándome a su pecho, mis pezones le pincharon el pecho y cuando los besó los pies le temblaron perceptiblemente, me arrodillé, e hice sentar en la cama, le tomé suavemente el pene y comencé a chuparlo haciendo fuerza y vacío y le tomé con la mano y le sobé profundo y lento, mientras levantaba mi mirada hacia sus ojos y veía su expresión de placer que le desfiguraba el rostro mientras gemía quedamente. Yo también me iba calentando y lo iba acariciando más fuerte, en un momento lo puse boca abajo y sin aviso le introduje un dildo mediano en el culo, dio un grito y movió desesperado sus caderas como si quisiera extraerlo, lo tranquilicé con caricias, le susurré al oído – Tranquilo mi amor, shhh - y lo volví poner boca arriba pero sin dejar se saque el dildo. Yo veía ya estaba cerca de correrse o acabar, le susurré – No todavía -- ahora le abrí las piernas, le mordí las tetillas, le sobé los testículos o bolas, le puse el condón, me senté frente a él e introduje la punta de su pija dentro de mi vagina o coño, sin violencia me tiré sobre él, di un alarido al sentir el pene durísimo que entró de un envión en mi vagina hasta el fondo. Quedé tendida un momento sobre él sintiendo como la víbora se movía dentro mío, le ofrecí mi pezón para su lengua y fue sintiendo el roce del dije o piercing que aumentó notablemente su placer, yo bombeaba hacia arriba y abajo y sentía la pija durísima hacía esfuerzos para no acabar o correrse, finalmente él lanzó un grito me abrazó la cintura y comenzó a temblar mientras los chorros de su semen quedaban contenidos dentro del condón. Quedamos así uno al lado del otro, Miño destruido y yo sonriente, me había ganado el día y además me había saciado la libido, (Dos pájaros de un tiro). . . Miré a Miño y le dije – ¿Quieres otra sesión? – pero no quiso saber nada, estaba agotado, sonreí así que le pedí permiso para pasar al baño para lavarme y acicalarme para volver a mi casa. Al salir él me despidió diciendo – Eres la mejor – Qué mejor cumplido, me halagó, hasta le hubiera seguido y le hubiera hecho un paja gratis, había terminado eficientemente mi servicio. Me invitó a cenar pero me negué, le dije – No puedo mi hombre me espera en casa -- a lo que él me miró sorprendido, pensando yo era casada, -- Así que eres casada, no lo pareces con tu cara de niña ingenua y tu cuerpo juvenil -- Entonces le aclaré me prostituía para contribuir a parar la olla familiar aunque era una puta profesional, no era puta arrastrada y no le di más explicaciones, no intimaba con clientes como regla de oro. Me dijo – Adiós Ame --y lo perdí de vista. Al salir, saludé a los recepcionistas y salí a la calle, llamé a Ramona y pregunté cómo estaba Alex, me contestó ya estaba durmiendo y había cenado lo que me tranquilizó totalmente, me relajé y llamé a Fran y le dije -- Todo Ok, mañana deposito la plata – lo que la alegró y así tuve mi primer cliente. Le hice señas a un taxi que venía, paró, entré al coche, le di la dirección y en 10 minutos estuve en casa, en mi departamento confortable, cenando y conversando con Ramona. Yo estaba contenta, con buen apetito, le pasé su dinero extra por cuidar a Alex hasta la noche y fuimos a la cocina a cenar y después yo dormir. Lo más importante era ¡¡Gané mi primer dinero como puta con la agencia Fran X Escort!! Cuando terminamos de cenar Ramona se retiró y fui al baño, En el baño me lavé concienzudamente con jabón desinfectante por las dudas y porque además me repugnaba me toque y me bese (y su saliva) un hombre al que no amara. Reconocía yo necesitaba sexo para que mis hormonas se muevan (Como se dice vulgarmente, alguien que me mueva el guiso), y además el dinero por supuesto, pero por el otro lado -- Cada vez más me era difícil entregarme a un hombre sin amor -- . Pero nuestras necesidades económicas, urgencias erótico sexuales y deseos de ir buscando una vida mejor me iban llevando a seleccionar mis clientes y aceptar algunos que me pedían algo especial, para ellos por supuesto la tarifa era mayor, ejemplo si pedía poses “griegas” o kamasutra la tarifa era doble. Además como yo era muy solicitada No quería alguien me asociara en la escuela de Alex con Ame la puta profesional ya que seguramente lo expulsarían de inmediato. Por ello con la agencia acordamos yo solo tendría clientes que estuvieran de paso lo que minimizaría la posibilidad de cruzarnos y me hablaran en la calle.
. Trataba de no mezclar mi profesión con mi vida personal, Al respecto, Fran a los clientes, y yo les remarcaba, les decía si nos cruzábamos en la calle debíamos ser indiferentes y No saludarnos ni mirarnos, pero a veces había algún desubicado que me puso en situación embarazosa. Un domingo a la mañana fuimos los padres de la escuela, con los niños a ver un encuentro de fútbol con otra escuela, en un club de la zona bastante concurrido, yo con poca pintura, vestida con mi jean de gym ombligo al aire, mis pezones pugnando por salir a a ver el mundo, y zapatillas de correr con mi hijo de mi mano alegre entre lodos los gritos infantiles, en eso siento la mirada insistente de un hombre clavada en mí que me seguía, pero no me preocupé pues no lo conocía, se acercó a mí y me dijo –Ame ¿No me recuerdas? – Era evidentemente un cliente desubicado, él sabía la regla pero no la acató. Olvidar y no delatar a nadie después de terminar la sesión de pija, culo y concha, es regla de oro de la profesión, pero este idiota no entendió. Alex cuando vio yo estaba con alguien hombre, vino corriendo, me abrazó y lo miró interrogante y yo le dije – Tranquilo amor, ve a jugar con tus compañeritos, que voy a la tribuna a verte -– Y girando le dije al hombre claro y seco -– Si me sigue molestando hablaré al portero y lo haré echar, no me moleste, --Gracias -- Y viendo no podía conseguir algo se fue y me dejó en paz. . Esa noche cuando volvimos a casa Alex me preguntó -- Mamá Emma ese hombre que vimos ¿Si tú lo conoces? – Yo le contesté que sí pues no la iba a mentir, iba a decir siempre la verdad por dolorosa que fuera y eso le pedí a él lo hiciera conmigo, y le respondí con claridad, -- Yo No lo conocía y sólo alguna vez lo había cruzado, y no tenía relación con él (Por supuesto no le dije que él me entregaba dinero a cambio de mis servicios, que eran sexuales , pero Alex no lo comprendería, pues era muy niño todavía) Y seguí diciendo -- Amor, yo trabajo para que vayas a esa escuela, tengas tu computadora y podamos comer y vestirnos, mamá Emma tiene que esforzase y a veces volver tarde en la noche pero lo hago con gusto por tí -- Y no agregué más, era un niño y le dije con suavidad -- Lo hago para que tu tengas infancia y porvenir mejor que el que tuve yo -- Y le abracé y besé frenéticamente como muestra de mi devoción incondicional hacia él. .

FIN de EMMA Y ALEX parte 6. Relatado por Roberto
escrito el
2021-02-10
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