. LILY LA BOXEADORA parte 5 .

por
género
dominación

.Cuando el auto se fue perdiendo en lontananza y mi ciudad natal fue solo un punto en el horizonte, la mente de Lily o sea mi mente, se volvió a mi amigo Rob y a su madre Artemisa que tan bien me trataron
Y eran dos personas que quedarían en mi corazón ¿Volvería a ver a Rob? No lo sabía ni sabía si volvería algún día a mi pueblo, pero no debía tentar al destino. Lo que tendría que pasar pasaría bueno o malo y a nosotros solo nos quedaba acatar la Voluntad de Dios. Llegamos a la ciudad capital de XXX y allí llegamos a un hotel pensión donde se alojaban los pupilos Allí me di cuenta que nuestra manutención costaba cara y la pagaríamos con lo que ganáramos en el box y alguna actividad accesoria. En principio, comencé a entrenar especialmente ejercicios de fuerza con pesas de hierro, pesas que transportaba al hombro por lugares con arena para fortalecer mis piernas y también que subía y bajaba y así mis puños y brazos se volvían más potentes. En principio Carlos el promotor me dijo trabajaría de doméstica, en casas que seleccionaba, y debía cuidarme no contraer enfermedades pues mi contrato caducaría y volvería a mi humilde pocilga de mi ciudad natal, mi sueño se derrumbaría antes de empezar. La recomendación principal fue “Nada de recibir pija sin condón ni chupar pijas” Después de las peleas llegaban los coitos y mamadas destinados a ser válvula de escape sexual y eso era común en todas las peleadoras por lo que debía cuidarme y no contaminarme. Los amigos para lo único que servían era para desenfocarme de mi objetivo pero mi vagina coño, agujero me reclamaba pija y solo quedaba masturbarme furiosamente. Así 10 días antes de la pelea era nada de pija y nada de paja ¡Horrible! Pero un sacrificio si quería llegar a ser alguien en el box. El promotor Carlos X me informó que pelearía en la ciudad de Cor XX una plaza muy importante y si ganaba podía escalar un escalón que me daría dinero, el promotor me recordó que mi estadía en el hotel de pugilistas dependía que ganara combates, caso contrario ¡A la calle! O volvería a mi pueblo, vencida y con la frente marchita, y eso era algo que yo no podía aceptar. Estaba entre la espada y la pared pero yo no veía la pared para atrás, yo solo veía Ganar y escalar en el ranking. Así que hablé por el teléfono desde el hotel con Rob y le conté que había llegado bien, estaba en un hotel de pupilos entrenaba furiosamente, a la mañana correr y ejercicios de fuerza y pesas, y a la tarde guantes, bolsa y pera de goma. Le dije que debía ganar mi primera pelea a cualquier precio – El promotor Carlos dijo que si no servía me iba echar a la calle –El amigo Rob me insistió si algo salía mal él me buscaría. Yo aprecié su oferta pero no era mi objetivo en la vida. Si bien recordaba que estaba allí en una ciudad extraña sin dinero y sin saber como hacer para ir para adelante, o para atrás. Éramos dos mujeres que pelearíamos, en un pueblo cercano, estaba casi loca no poder masturbarme ni hacerme entrar por mis agujeros, lo mismo le pasaba a mi compañera pero ella era muchísimo menos sexual y toleraba mejor el celibato, cuando esté de vuelta independiente del resultado me iba a hacer penetrar por todos mis agujeros. Así pongo un paréntesis y sigue mi amigo Rob.. ,.

Yo soy Rob amigo de Lily y retomo el relato
Yo era Rob y Lily me estaba llamando por teléfono el día anterior de la pelea, el escucharla fue muy grato, era vienes temprano, a 10 horas yo me estaba desayunando junto a mi dulce madre Artemisa, y ella me llamó – Nene teléfono, es tu amiguita Lily que te habla de larga distancia – pelea mañana y quiere escuchar tu voz de aliento, Le dije – Hola amiga, ten fe y salvo algún imprevisto ganarás la pelea. Llama cuando puedas y espero ser tu más ferviente fan. Ya sabes estrella de mi alma, piensa en mí que te estoy siguiendo y un saludo de mi madre, hasta la próxima, besos muchos Rob -- Artemisa mi madre me dijo – Saluda de mi parte y estoy segura ganará – El combate lo transmitirían por TV por lo que el sábado a 22 horas estaríamos en ese canal. Ese día sábado de verano yo lo tenía libre y mi madre Artemisa ya comenzaba sus vacaciones de maestra de niños. Estábamos los dos solos en casa. Le dije – Mami no olvides pelea Lily por TV, a la hora señalada nos sentamos en el sofá de la sala, ella vestida con una camisa corta transparente que le marcaba las aureola y los pezones erguidos y short corto que yo le compré dejando ver sus muslos, apretando y cruzando obstinadamente sus piernas para no mostrar su concha o vagina, tanto que le dije – Mami no hace falta estés tiesa, nadie te mira, afloja tus rodillas y tus pezones, me incliné hacia ella y no rehuyó mi caricia de estar con mi piel tocando su brazo desnudo, y giré mi rostro hacia ella, sus maravillosos ojos verdes me interrogaron, la miré fijamente y le di un beso en la mejilla y le tomé de la mano, la paloma estaba picoteando el grano de mi mano y si todo salía bien en algún momento llegaría hasta su vagina que estaba adormecida después que mi padre nos abandonó. Sonrió y me miró con sonrisa cómplice, me atreví a acariciarle el muslo y no me rechazó, aunque su mirada se volvió inquieta, giramos hacia la TV al tiempo que Lily subía al ring, estaba con espaldas más anchas, más músculos en sus brazos a simple vista, lo que decía de su entrenamiento riguroso, saludó al público y se dirigió a su rincón, y en seguida subió su rival, una morocha con cara de pocos amigos, saludó al público el árbitro las llamó al centro del ring y cada una a su rincón. Comenzó la pelea, ella mi madre me apretó la mano mientras mirábamos la pelea, que era feroz y sangrienta, Lily tomó la iniciativa, golpeó con todas sus fuerzas a la rival pero recibió un contragolpe violento a la cara que la dejó casi paralizada un instante y tuvo que amarrar, así terminó el primer round y fueron a los rincones. Le lavaron la cara y la dejaron lista para el segundo round. Cuando sonó la campana la pelea se fue desarrollando igual con ferocidad de ambas partes tratando cada una de romper la resistencia de la otra con golpes violentos a la cara, y se notaba como sus caras se iban hinchando y deformando. Yo mirando la TV estaba excitadísimo en el sofá y me pegué a mi madre y le puse mi pierna junto a su pierna, ella no dijo nada, y aproveché para tocarle su teta arriba de su fina camisa, inmediatamente sentí su pezón se endureció y le abrí su blusa y le apoyé mi boca como cuando fui bebé y comencé a chuparle lentamente, me tomó de la nuca y a gemir suavemente, mientras me decía – Mi nene que le gusta las tetas de su mamita, -- Despacio le friccioné la cadera y sentí como comenzó a abrir su piernas. Me dijo --¿Qué haces nene? – y yo le iba lamiendo el cuello. En eso escucho en la TV el relator dice ¡¡Y aquí tenemos el triunfo de Lily por puntos!! Y aparecían Lily y sus entrenadores saltando sobre el ring. Por supuesto Artemisa y yo también nos alegramos, pero ya Lily y yo ya habíamos perdido el contacto para entonces. Besé las tetas de mi madre que en un principio quiso retirarse pero no la dejé y finalmente aflojó sus brazos y hurgué en su vientre, lo acaricié y con mi mano separé sus piernas y sentí como se entregó y con un pequeño gemido se estiró en el sofá y comencé a besarla suave pero con continuidad, El calor era agobiante ese verano y decidimos ir a la cama matrimonial donde mi madre dormía sola desde que mi padre la dejó. En la oscuridad, no quiso prender la luz, se sacó la blusa quedando en su sujetador y se sacó también el short pantalón corto lo que indicaba yo tenía luz verde para penetrarla, el olor a sexo inundó el dormitorio pero a la noche era difícil alguien pasara por la calle. Mi falo o pija o polla comenzó a entrar en su coño o vagina y ella comenzó a mover sus caderas rítmica y acompasada, y yo sentí como los labios de su concha que habían dormido desde que mi padre nos dejó, apretaban a mi pija o pene que iba entrando en ella en forma deliciosa y sus jugos comenzaban a inundar la toalla que con previsión pusimos para evitar mojar las sábanas. Hasta que al fin como todo joven inexperto, lancé un chorro que le inundó todo su bajo vientre mojando toda la toalla que puso para no manchar la sábana pero con tanto sudor de ambos parecía mojada. Yo quedé exhausto y de inmediato pasé a dormir sin lavarme siquiera.
Al otro día era domingo y cuando desperté a 10 horas con una extraña sensación en el vientre, de súbito recordé que había vaciado mis testículos en el agujero sexual frontal de mi madre Fui al baño a orinar y a la vuelta mi madre Artemisa me estaba esperando parada junto a mi cama con el mate amargo, como a mí me gusta. Me dio un beso pero sin comentar lo que pasó a noche anterior, me dio los buenos días y un beso en la mejilla. Me preguntó si dormí bien y le dije que muy bien, soñé con los angelitos y con ella -- La miré y se ruborizó y desviando la conversación me dijo entonces, que mi amiga Lily había ganado su pelea y seguramente estaría festejando con todo su grupo de pupilos y entrenadores del gimnasio.
………………………………………………………………………………………………………… . Y el tiempo siguió corriendo, yo me recibí de abogado comencé a ejercer en mi ciudad natal y pronto adquirí un nombre, un buen pasar y mi relación o pasión o convivencia con mi madre Artemisa se transformó en una unión profunda que aunque era privada, todos sabían que siendo yo y mi madre nos comportábamos como marido y mujer aunque ella con cierto recato. Artemisa rejuveneció, dejó de vestir como monja y a tener ropa más sexi en una tierra de 35 grados a la sombra en verano, sus polleras pasaron a ser medio muslo, y con escote más cavado, y en las noches sus gemidos de pasión cuando yo la penetraba por todos sus agujeros los escuchaban hasta los vecinos, pero realmente no me importaban. Yo era “el doctor” y a nadie le convenía meterse conmigo. Ella mi madre me contó que por la calle en algún momento algunos se le tiraban, a veces en forma obscena pero ella era inflexible, era una mujer de un solo macho, y éste era su amado hijo, y yo no iba a renunciar a sus ardientes labios, sus hermosas caderas ni su vagina, toda ella que era mía y solamente mía, por otra parte teniendo yo mi libido satisfecho por una mujer maravillosa no iba a buscar otra mujer y correr el riesgo de perderla por capricho o calentura con alguna puta o alguna mujer que no le llegaría a suela de sus zapatos. . Una vez me preguntó por Lily, pues había leído en el diario que ella estaba por pelear por el título sudamericano argentino, peso paja femenina lo que me interesó, y momentáneamente mi vista se nubló al recordarla, pero pronto los requerimientos diarios me hicieron olvidarla. Lily ya estaba fuera de mi órbita, además por oídas sabía hizo pareja con uno de sus promotores llamado Juan X y vivían en la capital para estar cerca de la meca del box. No sabía si era feliz, o si ganaba dinero o si Juan la desplumaba y se quedaba con el dinero que ella ganaba, la verdad no lo sabía, a veces estaba tentado a hablarle por teléfono pero realmente no tenía idea que decir, quizá podía preguntar por ella a su madre pero decidí dejar las cosas como estaban, no quería correr una aventura al ir a buscarla y quizás enemistarme con gente pesada y violenta que eran los cercanos al box. Así que olvidé el asunto, y solo tres días antes de la pelea, en el canal de TV local emitieron un reportaje que hicieron en especial para la pelea y emitieron en diferido ese día anterior a la pelea y en horario nocturno. Por lo tanto mientras la miraba en la pantalla, de golpe aparecieron en mi mente las imágenes de Lily y yo caminando en la noche veraniega suburbana, la calle reseca oliendo a polvo y ella en ese baldío bajando su pantalón corto y ofreciendo su vagina en un polvo rápido que yo le entraba y le acababa para en seguida seguir caminando con su vagina chorreando flujo y semen, hasta la puerta de su casa. Al respecto yo tenía noticias enviaba dinero a su casa, a su madre la que entonces tuvo cierto desahogo económico. Esa noche mi madre Artemisa intuyó ms recuerdos y se puso especialmente sensual para mí con una bombacha bikini pequeña mostrando su ombligo, sin sujetador y una camisa trasparente que le dejaba ver sus pezones grandes perfectos que ella sabía eran mi delicia y yo los chupaba y masajeaba con frenesí hasta que listo para acabar o correrme ella se bajaba y tomaba mi pene con su boca y allí yo descargaba mi semen que lo iba tragando mientras me miraba picaresca. Terminada de mamar volvimos a besarnos y fuimos a dormir, yo intranquilo porque sabía mi amiga el día siguiente se jugaba su porvenir y su vida futura.

Al otro día al despertarme mi madre me trajo el mate caliente, yo di un sorbo y dejé el mate en la mesa de luz y tomé a Artemisa por su brazo y con cierta brusquedad, la puse boca abajo y sin hesitar le entré mi pija en su culo, dio un pequeño grito y me dijo – Nene -- Me duele – eso me gustó más y presioné para que le entre toda, y así estuvimos callados durante nuestro polvo anal mañanero ¡¡Que delicia es entrar a mi madre por el culo!! Estuvimos así hasta que finalmente nos levantamos nos lavamos y fuimos a desayunar, ella con sus grandes tetas colgando y su nuevo bikini que compró porque no me gusta verla con calzones enterizos de vieja y calzada con chinelas de verano, realmente mi mamita me excita y por mí le entraría entre pecho y espalda a toda hora. En seguida llegó la empleada doméstica, una joven de unos 22 a 25 años, casi mi misma edad pero por ahora no me interesa, por lo tanto tuvimos que vestirnos más recatados, ella con un pantalón a media pierna y camisa holgada que insinúa sus grandes tetas y yo con pantalón a media pierna poner a funcionar el aire porque la mañana pintaba el día sería caluroso. Al medio día almorzamos los tres después de los quehaceres domésticos, yo estaba intranquilo pues Lily se jugaba su futuro esa noche y la pelea sería transmitida en directo por TV. Pero ésta era otra Lily, una mujer más dura, más despiadada y brutal, un máquina de destruir que en el ring solo buscaba descabezar a su adversaria, ya no era la dulce muchachita soñadora de un barrio humilde la pequeña ciudad XX sino la pugilista de primera línea pupila y hembra de un reputado promotor, quien sin duda ganaría mucho dinero con el combate por el título. ¿Y si Lily perdía? NO importaba, todas ellas son como los condones --- se usan y se tiran – y Lily no sería la excepción
FIN DE LILY LA BOXEADORA PARTE 5 --- Relatado por Roberto
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escrito el
2021-08-11
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