Cielo Riveros putita y el Pequeño Semental

por
género
hetero


Cielo Riveros putita y el Pequeño Semental
Si… si… siii!!!! Dame más– era el grito desesperado de mi madre mientras la penetraba salvajemente.
Ahí estaba yo, en la recamara de mi madre, ella en cuatro, con su cabello negro azabache cubriendo su rostro, solo se podían distinguir sonidos guturales, inentendibles, pero inequívocos de un placer absoluto, yo tras de ella penetrándola una y otra vez, sin piedad, casi con ira… pues eso era lo que nos provocaba más placer. Después lo rutinario…

– ¡Espera! Esperaa!! Que aún no me has lubricado lo suficiente– decía mi hermosa madre mientras sentía mi pija empezar a rozar su prieto culo– dame más por mi concha, solo un poco más…

Pero ya no me importaba nada, así que con todas las fuerzas que pude penetre el negro agujero, lento pero continuo, sin bajar ni aumentar velocidad.

– Auchhhh!!!!! Eres un cabrón
– ¿La saco puta?
– Nooo!!… ahora sigue, pero más fuerte, como si quisieras partirme el culo en dos, no seas mamon y dale fuerte!!!

Y así lo hice, ahora con ambas manos agarraba sus caderas, era hermoso ver como vibraban sus nalgas a cada embestida, apenas dejaban de vibrar y eran golpeadas nuevamente por mi cadera, cada vez más rápido y más y más y más, hasta que comencé a sentir un cosquilleo que emanaba de mis huevos ante el inminente orgasmo, por el de mi madre ni me preocupaba ya había sentido mínimo 3 de ella durante el polvo,

– Me voy a correr, ¿Dónde lo quieres puta?
– ¡Donde quieras cabron!—grito mi madre como posesa, en el punto máximo donde ya nada le importaba.
Así que rápidamente saque mi pija de su culo, la tome de los cabellos y la dirigí directo a su boca, ella sabiendo lo que sigue la abre y comienza a chupar con coraje tal y como si tuviera que hacer esfuerzo por sacar la leche y esta no tardo en salir a borbotones, sin dejas de chupar traga y traga todo mi semen.

– mmgughh!– Es lo único que exclama, pero sigue chupando, yo sin soltarla de los cabellos me siento en la cama, ella continúa chupando sacando hasta la última gota. Suelto su cabello y me dejo caer de espaldas sobre la cama, exhausto; ella sigue chupando pero ya con menor intensidad, tal y como lo hace un bebe dormido con su chupón.
Volteo a verla y nuestras miradas se cruzan, veo sus pupilas totalmente dilatadas que empiezan a ceder, igual que la dureza de mi pija, ambos volvemos poco a poco a la realidad y a la CORDURA.

– Cada vez que eyaculo en tu boca siento que la vida se me va por la pija y que tú me la sacas a chupetones, jajaja
– Jajaja—ríe mi madre—¿pero cómo que últimamente te has vuelto más tosquito no crees?—dice mientras acaricia suavemente mi pija y sus tetas descansan sobre mi muslo derecho
– Pero como que eso te gusta más, mami—digo yo arqueando la ceja
Y ella solo ríe, mirándome con picardía y volviendo a chupar mi polla.
– Para, déjame descansar un rato, que ya llevamos toda la mañana—le decía mientras sujetaba su cabeza con mis manos y retiraba la polla de su boca, ello solo ponía cara de protesta
– Aguafiestas, o ¿Es que ya no te gusto como antes? Ehh?
– No es eso, pero saliendo mis hermanas me piden caña y si no les doy, pues…
– Ashhh, ¿tienes que decírmelo?, bueno pues cámbiate que ya es tardísimo y tengo que preparar la comida
– Ok—tome mi bata y me la coloque

Así era mi vida ahora, a mis 18 años me había vuelto todo un cogedor profesional, había descubierto como darle placer a las mujeres sin importar su edad o parentesco. Me dirigí a mi recamara, me acosté sobre sobre mi cama y contemple el techo, viendo mi propio reflejo en el espejo… ese espejo que se habían empeñado mis mujeres en colocar; ahí acostado comencé a recordar cómo empezó todo esto, como algo tan simple puede desencadenar tantas cosas…

Era el verano del 1999, yo en aquel entonces tenía 12 años, en la radio sonaba Alex Lora con la nostalgia de fin de siglo; en la iglesia pregonaban arrepentimiento por el fin del mundo inminente, en cibernética se hablaba de un apagón virtual llegando el año 2000. Todo mundo preocupado por el cambio y yo solo me preguntaba qué haría de mi vida, ni siquiera sabía que estudiar; tenía demasiadas cosas en la cabeza, casi todas con duda, solo una cosa si tenía con certeza…. Quería coger… y mucho.

Tengo que mencionar que mi madre Miriam Caballero me tuvo a los 18 años, de su novio de 14 años (Al parecer le gustaban “tiernitos”), obviamente que esto desencadeno un escándalo, los padres del menor estaban indignados, pero yo ya venía, por lo que con coraje y todo casaron a mi madre con él. Tiernito o no embarazo a mi madre 2 veces más, procreando 2 hermosas hembritas, Cielo Riveros y Paola, a los 25 años de edad, mi padre, decidió irse a trabajar a los EEUU, para mandar dinero, obvio solo mando los primeros 6 meses en lo que se encontró a alguna güera y nos abandonó, nuca más supimos de él.

Mi madre en aquel entonces con 30 años estaba en la plenitud de su belleza, morena clara, alta de 1.68 metros, cabello negro como la noche y liso como la porcelana, un cuerpo esbelto pero con curvas bien marcadas, sus tetas eran una armonía al resto de su cuerpo, según como las vieras podían parecerte enormes o medianas.

Regresamos a la casa de mis abuelos, donde recibió todo su apoyo y con solo trabajos de medio tiempo nos proveía de lo básico que necesitábamos.

Así transcurrió 1 año, cuando yo tenía 13 años, como de costumbre me despertó una tremenda erección… ni hablar, empecé a pajearme, cuando de repente escucho algo…
– Mmmmmm, siiiii
– Shhhh despacio, no hagas tantos ruidos… Vas a despertar a los niños.

Eran ruidos familiares a mi (Ya había visto pornos), lo que me daba duda era de quien eran, Salí sigilosamente de mi recamara y escuche murmullos; murmullos provenientes de la habitación de mi madre. Sentí el pulso de la sangre en mi cabeza, solo pensé

“tiene amante”

No sé si fueron celos o qué, pero el sentimiento en un principio fue de ira. Me dirigí a su recamara y pegue mi oreja a la puerta.
– !Si, si si!!!
– ¿Te gusta?
– Si!!!
– ¿Te gusta que papi te visite mi putita?
– Si papi!!!

¿Papi?, me cayó como un balde de agua fría. ¿Sería verdad?

No lo pude evitar, tenía que verlo, abrí lentamente la puerta de la recamara y vi con la poca luz que entraba de la ventana, a mi madre, cabalgando a mi abuelo, como una posesa; pero también se veía como una diosa, como sus tetas brincaban acorde a su movimiento, sus caderas que a pesar de estar aferradas por las manos del abuelo se movían de forma sensual, mi pene reventaba mis boxers, lo libere y empecé a acariciar de forma involuntaria.

– Hijita ya me aburrió esta posición, empínate para ver tu culo mientras te cojo
– Si papi—dijo mi madre con voz cachonda, levantándose y poniéndose en cuatro, viendo hacia la puerta, el vuelto loco de lujuria se colocó tras ella
– Ahí te va putita
– Sii
– Aghhhh estas toda mojada quemas mi pija… puta
– Es que me calientas mucho papi

El abuelo la sujeta del cabello, la jala y la levanta al mismo tiempo que la penetra con una fuerza inimaginable a su edad
– Ayyy papi me lastimas
– Shhhh, calla te putita que despiertas a medio mundo, sigue culiando—y mi madre obediente mueve sus caderas en círculos y de atrás hacia adelante

El abuelo embiste con más fuerza mientras que con su mano libre pellizca el pezón de mi madre, que empieza a gemir más fuerte
– Mmgggg mmmmgggg mmmmmmmgggggggggg!!!!!
– Callate pendeja—dice el abuelo y con la mano que pellizcaba el pezón le tapa la boca.

Ahora la escena es más bizarra, mi madre bañada en sudor con los pocos cabellos libres empapados en su rostro, el abuelo tras ella con la mano izquierda jalando el cabello y con la derecha tapando su boca, al mismo tiempo provocando que arquee la espalda de forma voluptuosa sin dejar de mover las caderas ante las embestidas salvajes del abuelo
– Papi papi papi ya ya…– gime mi madre indicando que su orgasmo está presente y el abuelo arremete contra ella con más fuerza
– Toma putita, toma… así no dejes de mover las caderas que me calientas más–libera sus cabellos y con esa mano estimula su culo

A pesar de la oscuridad de la habitación, puedo ver como mi madre abre los ojos al máximo… el estímulo es demasiado, su orgasmo se incrementa y el abuelo al sentirlo desencadena el propio, vaciándose en el interior de mi madre
– Aaahhhhhhh—grita el abuelo ya sin importarle quien lo oiga
– Mmmgggggghhhhh—gime mi madre aun con la boca tapada

Cae mi madre sobre la cama boca abajo y el abuelo tras ella, besando su cuello y aun moviendo lentamente las caderas, finalmente se levanta, toma su bata, la besa en la frente y se dirige a la puerta. A penas me dio tiempo de salir corriendo hacia mi recamara de puntitas, para no hacer ruido.

Esa noche me pajee 4 veces seguidas, las sabanas de mi cama amanecieron aun pegostiosas por la noche anterior.

Eran las 9 de la mañana, por ser verano no iba a la escuela y por lo tanto no me levantaba temprano, así que me estire en la cama cuan largo soy y me dispuse a levantarme, en eso oigo que tocan a mi puerta con un

– ¿Se puede?–Volteo a ver mi entrepierna y veo mi enorme erección
– Un momento por favor—tapo con la sabana pegajosa mi entrepierna y—“oh maldición, esto no funcionará”–corro al closet y saco una sábana limpia, me acuesto de un brinco y me tapo.
– Adelante—digo con un tono bastante tonto y obvio

– Hola, buenos días “bebe”—me dice mi madre, mientras entra y comienza a levantar las cosas tiradas—esto es un chiquero Roberto—en eso levanta mis sucias y pegajosas sabanas, las mira, las huele, las toca, me mira con la ceja levantada y dice– ¿Roberto?

– Yo este… yo… es que yo—decía de forma estúpida con mi cara roja como un tomate
– Mira Roberto, sé que eres un adolescente, las hormonas te hierven y para ser honesta siempre saco tus sabanas manchadas— ¡mierda! Y yo pensaba que nadie se daba cuenta, pensé—pero estas están más que manchadas…

– Perdón—solo atine a decir, sin saber cómo excusar la noche anterior.
Mi madre suelta las sabanas, se sienta al lado mío y me hace la pregunta que jamás hubiera esperado en la vida

– ¿Qué piensas de lo que viste anoche?

Balde de agua fría… ¡coño! me avergoncé, más rojo que un tomate, quería llorar, no sabía ni que decir

– En verdad quiero que me lo digas, no quiero que hagas conjeturas propias, así que dime ¿Qué piensas de lo que viste anoche?…
Ahí estaba yo, sentado como idiota sin saber que contestar; y la verdad que se contestan en esos momentos.

– este… mmm…. No… yo no….
– ay Roberto, mira necesitamos hablar, ahorita te dejo para que lo pienses un poco y luego regreso contigo, ¿Está bien?… No quiero que hagas conjeturas ni conclusiones tu solo ¿de acuerdo?
– Bueno…. Si, si tú quieres.

Yo estaba anonadado, que podía hacer en esos casos, la verdad si estaba muy confundido, por un lado me asustaba y enojaba lo que había visto pero por otro lado, ver a mi madre en su esplendor, desnuda, sudada, sus tetas al aire agitándose al compás de las embestidas me excitaba a mas no poder, pero era mi madre, no podía tener esos pensamientos, que le diría “si madre me encanto y yo también quiero coger contigo”… aja y ella como si nada me diría “si hijo, anda métemela hasta que te arda”…. Así de simple no creo.

Paso toda la mañana y ella ni sus luces, ya por cerca de las 11 am, me arme de valor y salí de mi recamara, en el pasillo me tope a mi hermanita Paola, aun en pijamas, limpiándose los ojos, a su 11 añitos no se veía tan niña, era alta para su edad, delgada y morena como mi madre, tal pareciera un pequeño clon; me llamo la atención como se le marcaba su pantaleta de ositos a través del pijama, como movía sus caderas al andar…. Pero que estaba yo pensando, ¡era mi hermanita! y de ¡11 años! en verdad que me golpee la cabeza, eso no estaba bien. Voltea y me ve, me sonríe

– Hola “Robert”, buenos días jiji
– Hola Pau, ¿descansaste?
– Pues más o menos, tuve como que pesadillas
– ¿Pesadillas?
– Si, soñaba con monstruos que hacían ruidos extraños
– ¿Extraños? ¿Cómo?
– Si, así como ahhhh uhhhh ahhhhh mmmmm…. Bien feo ¡y me correteaban!

Yo me quede sin saber que decir, obviamente ya sabía de donde venían esos ruidos, pero mejor no lo dije.
– No te preocupes, son solo malos sueños…
– ¿si? Pero parecían tan reales, es más me desperté y aun los oía, estuve a punto de ir corriendo a tu cuarto para dormir en tus sabanas— "¡En la madre! que bueno que no se paró, sino la que se arma."
– Bueno bajemos a la cocina, ya huele a almuerzo.

Bajamos y ahí estaba mi madre, aun en la bata azul con la que me fue a visitar, por lo visto ni se había bañado ¿O sí?, bueno que más da, se veía tan sexy y al girar la bata se le habría del escote, esa candencia de tetas me recordó a Kay Parker en Taboo 1 y por lo tanto: erección.
– Hola mis niños como durmieron y mientras dice esto me mira y lanza una mirada picara.
– Bien mama—contesto yo, con voz baja
– No tan bien—decía Paola
– Si, tuvo pesadillas de monstruos “ruidosos”, pero nada grave—inmediatamente dije para bajar la tensión, mi mama vio mi cara, pareció entender y cambio el tema
– Les prepare HotCakes, con mil de maple y malteada de chocolate, espero les guste, porque hoy tenemos muchas cosas por hacer—mientras dice esto me vuelve a mirar y se sonríe
– Siiiii!!!!! Hotcakes, mis favoritos– grito Paola

En eso baja Cielo Riveros ya cambiada, traía una minifalda que le llegaba a medio muslo con una blusa que dejaba ver su ombligo, sus piernas delgadas pero torneadas vibraban cada escalón que bajaba, sus tetas en desarrollo se marcaban en la blusa, por lo delgadita de esta; ohhhh maldita erección, así menos se me iba a bajar, definitivamente algo andaba mal en mí, ahora mi hermana de 12 años me estaba excitando.
– ¿Y tú? ¿Por qué estas cambiada?
– Buenos días, primero se saluda mami. Estoy cambiada porque el abuelo me prometió llevarme al moll a comprar ropa.
– ¿Eso te dijo?—pregunto mi madre algo extrañada
– Si es que me fue bien en mi último examen y el abuelo me dijo que me premiaría con un regalo… ropa—dijo ella llena de orgullo
– Yo también quiero ir—grito Paola
– Pero si tú ni has presentado, además la premiada soy yo

En eso baja el abuelo, maldito desgraciado, nunca lo vi con tanto coraje, tras él venia la abuela, que a pesar de su edad se veía bien conservada
– Hola mis amores como amanecieron—preguntaba el abuelo con sus voz siempre “alegre”
– Bien abuelito—Paola
– Bien abu—Cielo Riveros
– Bien papi—mi madre
– Hola—un hola espetante… obvio yo
– Paolita veo que ya te cambiaste, ¿ya lista?
– Si abue, vámonos ya
– Abue yo también quiero ir— grito Paola
– Mmmm, Bueno cámbiate de prisa, para alcanzar menos tráfico—le indico el abuelo
– Oye Cenón también te acompaño, tengo que pagar unos recibos— dijo mi abuela

Algo extraño corrió en mi cerebro, fue como una corriente caliente que paso por el lóbulo occipital y desplazo hacia el frontal, de ida y vuelta, me iba a quedar solo con mi madre, ¿qué le iba a decir?

Bajo Paola, traía un short cortito y una blusita que en a ratos dejaba ver su ombligo, bajo corriendo que casi se cae—ya abuelito, vámonos— lo toma de la mano y lo jala hacia la puerta, tras ellos iba Cielo Riveros, con cara de no muy contenta y mi abuela, revisando sus recibos por pagar, solo el abuelo volteo hacia mi madre y le dijo “al rato regresamos”, guiño el ojo y salió.
Llevaba la mitad de mi plato, mi madre se sienta me mira y dice
– ¿Ya pensaste? ¿Quieres hablarlo ya?
– Si—conteste por mero reflejo
– ¿Y?
– Pues no lo entiendo, ¿Por qué?… ¿Por qué con el abuelo?.. Eso está mal, no debe ser así—decía yo mientras me temblabas los labios, la voz se me quebraba y casi a punto de las lágrimas.
– Si, lo se… es solo que las cosas ocurrieron, yo soy mujer, el hombre, la abuela ya no quiere sexo, yo lo necesito, no era mi primera opción, pero así paso…
– ¿Paso? ¿Cómo?

Me tomo de la mano, sentí un escalofrío y ella lo percibió, me miro y dijo
– ¿Quieres que te cuente tal y como pasaron las cosas?
– Si
– Muy bien, pero no aquí, vamos a mi recamara y ahí te cuento, no quiero que lleguen y nos “oigan” hablando cosas que tal vez no deban oír— subimos a su recamara, ella adelante y yo viendo su trasero, como lo movía, me mareaba, tal pareciera que lo hiciera apropósito; entramos se sentó en el borde de la cama y me dijo— siéntate aquí a mi lado. Mira, lo que viste no es la primera vez que pasa, de hecho no empezó este año, yo aún no conocía a tu padre cuando tu abuelo y yo “empezamos…”
– ¿Qué?
– Ok, no interrumpas, te cuento…

En aquel entonces tenía yo alrededor de 13 o 14 años, andaba apenas conociendo los que era la pubertad, bueno no conociendo, ya sabía lo que era, pero no la había probado como tal ¿Me entiendes?, un día llegue de la secundaria, en la casa solo estaba tu abuelo y la abuela se había ido a jugar canasta con sus amigas, osea que tardaría como 5 o 6 horas en regresar. El abuelo veía la tele, deje mi mochila, me senté a su lado y le pregunte
– ¿Qué miras papi?
– Nada la verdad estaba encendiendo la tele, a ver que me encuentro

En eso me volteo a ver y clavo sus ojos en mis piernas— hijita, ¿cómo que esa falda te queda corta ya, no?, hay que comprarte una nueva, no quiero que andes enseñando calzones por ahí
– Jajaja, ay papa, pues si es lo que está de moda, además esta me la acabas de comprar, la otra si me quedaba cortita, mira deja me la pongo para que la veas

Subí a mi recamara, la verdad no sabía a donde llegaría esto, me cambie, me puse la falda del año pasado y baje, el abuelo estaba viendo la tele, volteo a verme y abrió los ojos y la boca, se quedó perplejo.
– Ves, esta si esta cortita—la falda me llegaba al tercio superior del muslo y como era de tablones al caminar se levantaba un poco
– Válgame dios, sí que está muy cortita… gírate— lo hice y mi falda se elevó mostrando gentilmente mis pantys—guau
– Gua que, jajaja— reí divertida por ver la cara del abuelo–¿esta corta o no?
– Esta corta pero la verdad no te había visto cuanto has crecido, pronto dejaras de ser la nena de papa y llegara un pelafustán y te llevara
– No papi, yo siempre seré tu nena—me senté en sus piernas, se me olvidó mencionarte que traía una bermuda de tela delgada que al estar sentado se le subió a medio muslo, de manera que al sentarme mis nalgas quedaron en contacto con su muslo, solo separados por mi panty—tu siempre serás mi papi y yo siempre seré tu nena— me abrazo con ternura y le di un piquito en los labios, tal como una hija se los da a un padre, pero en eso sentí algo que crecía en su entrepierna, el me tomo de la cintura con su mano derecha y puso la izquierda sobre mi muslo, me miro como nunca me había mirado.
– Me gusto el piquito, tienes una boca tan suave, dame otro hijita…
– Jijiji– reí yo divertida y le di otro, sus manos al hacerlo, me apretaron, más la que tenía en el muslo
– Muchos—dijo suplicante, yo divertida seguí, un piquito, otro, otro, uno más largo, el subía y bajaba su mano derecha por mi espalda, yo reía nerviosa y seguí con los piquitos, más largo cada vez al mismo tiempo que el subía su mano izquierda, lentamente, suave hacia mi entrepierna, yo continua besándolo y digo besándolo porque ya no eran piquitos, eran besos que un novio le da a su novia, de repente su mano toca mi entrepierna, siento un latigazo que recorre desde mi parte, por toda la columna hasta mi cerebro, abro la boca en un “ahhhhhhhh”, vuelo a besarlo, pero ahora con la boca abierta y por primera vez sentí su lengua, áspera, caliente, pero deliciosa.
– Papa—susurre mientras lo seguí besando, el continuaba con mis caricias sobre mi chocha, movía sus dedos de arriba hacia abajo y viceversa, yo comenzaba a mover mi cadera al compás de sus movimientos, estaba perdiendo la cabeza, porque ni cuenta me di cuando desabrocho mi sostén, saco su mano de mi entrepierna solo para desabrochar mi blusa, quitarla y sacar mi sostén, mis tetas al aire fueron una invitación para él, las lamio, chupo y mordió todo lo que quiso, su mano ya había vuelto a mi entrepierna y la agitaba fuerte; de repente se detiene, me baja de sus piernas yo quedo hincada, veo como baja su bermuda y saca su pene, enorme, lleno de veas, algo salía de su orificio, mis pupilas dilatadas miraban con excitación, la verdad desde hacía rato ya no pensaba; me tomo de la cabeza y me guio hasta el, su glande toco mis labios… supe que hacer, abrí mi boca y se deslizo hacia mi garganta.
– Mmmmmm que rica esta tu boca, chupa con fuerza, así, así, mas maaasssss, ahhhhhhh…mi padre con la cabeza viendo al techo sus ojos en blanco disfrutaba la chupada que le daba su hija de 13 años—me detuvo, aun en mi boca sentía el sabor del líquido pre seminal… me gusto
– ¿Por qué paras papa? ¿No te gusta?
– Me encanta, pero mejor vamos a la recamara, no quiero estar aquí— me cargo tomándome de las nalgas, yo rodee con mis piernas su cintura y besándonos con pasión subimos las escaleras, llegando a la recamara, me tumbo boca arriba, me saco la pantaleta y metió su cabeza entre mis piernas, sentí su lengua en mi raja, la penetraba, chupaba mi clítoris, levantaba mis nalgas y besaba mi culo, volvía a mi raja y mientras chupara mi clítoris metía un dedo en mi raja.
Yo estaba en el cielo, mis ojos en blanco, mi boca abierta, seca por la respiración agitada, mis caderas tenia voluntad propia, se movían a cada chupada y dedeada del abuelo.
– Papa… papi… ahhhhhh… que me haces…. Siiiii… sigue… más fuerte…. Mete más tu dedo…. Siiii…mmmmgmgmgmg ahhhhhhh— el abuelo obediente hacia todo lo que le decía, de repente cuando más mojada y excitada estaba, se levanta y veo su pene erecto, chorreando líquido pre seminal, me mira y dice
– Hija, ya no puedo más, lo voy a hacer
– Si papi, hazlo—con mi mirada lasciva lo invitaba, estaba como posesa, ya no pensaba en nada

Se subió, con maestría dirigió su cabeza a mi raja y empujo, lento hasta sentir mi barrera virginal, volteo a verme y dijo— te amo— y me penetro, sentí que algo se desgarraba, me dolía, grite
– Aahhhhhhhhhhhhhh!!!!!!!! Duele!!!!!!!!!!!! Papi!!! Duele!!!!!!
– Aguanta hija, estas muy chiquita y mi reata muy gorda, quédate quieta, ya pasara el dolor
Y así estuvo por como 15 min o eso creo yo, el caso es que el dolor cedió, sus besos y caricias me hicieron olvidar
– Siiiiiii… papi…. Ya siento rico otra vez….dame, dame, dame…..más

El abuelo comenzó a moverse, lento, sacaba toda su reata para meterla nuevamente, lentamente, así estuvo hasta que comenzó a aumentar la velocidad, mas, mas y cada vez más, parecía un pistón de motocicleta
– Aaghhh hijita que rica estas– comenzó a bezar mi cuello, mis tetas, las chupaba mordía incluso me hiso varios chupetones en mi tetas, me dolía pero me gustaba
– Papi, aaahhhhhhh ayyyy siiiiii… el cielo, veo el cielo… maaasssssss fuerte
– Toma mi putita— era la primera vez que me llamaría putita— toma putita
– Sí, soy tu puta, cógeme con ganas—decía yo, siendo que nunca decía malas palabras
– Sí, eres mi puta y mi perra— diciendo esto, me la saca, me voltea no sé cómo y quedo en 4 patas, apunta su glande a mi raja y la vuelve a meter— mi perra ahhhhh ssiii como te gozo
– Si, tu puta, tu perra…AHHHH no pares, cógeme, si así….ahhhhhh
– Toma perra— decía mi papa mientras comenzaba a nalguearme, al principio suave, pero conforme aumento la velocidad aumento las fuerza de las nalgadas—toma perra, así te voy a educar, para que seas una buena perra puta
– Si, papi, pégame fuerte, parte me como puta que soy…ahhhhhh—no sé si en otro momento hubiera dicho tantas cosas pero en ese lo hice, lo goce…
– Perra, muévete, demuestra quien es tu amo— y continuaba con las nalgadas—-ahhhhh
– Si. Así me muevo bien—decía yo mientras torpemente movía mi caderas—-
– No, perra, muévete más—y me nalgueo con más fuerza y hasta golpes con la mano cerrada me tiro en la espalda, me hiso ver estrellitas pero me éxito.
– ¿Así, papi?—moviendo como loca— ¿así si papi?
– Si perrita así— de repente me toma de las caderas y dice— ahhhhh maldita perra puta trágate mis mocos— y se vacío dentro de mí, sentí cada uno de sus lechazos y cada uno de ellos fue un espasmo en mi chocha

Cansado se recostó de lado sin sacármela y aun moviéndose. Me giro mi cabeza y me beso con la lengua yo solo le correspondí. Pasaron como 15 minutos en esa posición, su pene flácido fue saliendo de mi raja junto con algunos mocos y sangre, se volteo hacia arriba mirando el techo, yo seguí de lado mirando la pared; él el techo y yo la pared ninguno hablaba, comencé a sentir dolor en mi raja y en mis tetas, miraba las marcas de los chupetones en mis pechos y no se diga el ardor de mis nalgas, dolor de cadera y sobre todo el ardor picante de mi raja
– Hija—dijo mi padre con tono más tranquilo— lo siento, me deje llevar, no debí…

Voltee y solo lo bese—papi yo también lo quise, no sé qué me paso y también me deje llevar
– Hija esto no debe de volver a ocurrir
– Si, lo entiendo
– Deja retiro las sabanas, hay manchas de sangre y semen, por cierto ¿Cómo andas de periodo? Es que acabe dentro y no quiero que tú te embaraces, eso sí sería aún más irresponsable
– Mmm no se
– Rayos, deja le hablo a un amigo que es ginecólogo, a ver que me recomienda, le diré que lo hiciste con un compañero de clases, por si tiene que revisarte, porque de esto ni una palabra a nadie, sino acabare en prisión.
– Está bien papi, no diré nada y si me pregunta diré eso— y agache mi mirada…

Yo estaba con mil cosas en mi cabeza, sorprendido y excitado, al contarme con tantos detalles lo sucedido.
Mi madre vio mi erección y dijo— ¿qué pasa Roberto, no me digas que te emociono la historia de tu abuelo y yo?
– Mama, no soy de palo y lo que me has contado, pues…
– Jajajaja, a que mi hijo tan caliente, ¿será herencia familiar?
– ¿Por qué?—pregunte yo tontamente
– Como que porque, jajaja… mira toca aquí—sujetando mi mano la lleva a su entrepierna, para sorpresa mía no llevaba pantaleta y sentí su raja húmeda, excitada. Comencé instintivamente a mover mis dedos sobre ella e introduje uno, mi madre solo cerro los ojos y volteo la cabeza hacia arriba.
– Aaahhhhhhh, hijito, no hagas eso que no respondo— ja si es lo que yo quería que no respondiera, así que seguí, con mi mano libre comencé a bajar su bata, cayendo por su espalda hasta el borde se sus nalgas, sus tetas quedaron libres, a pesar de haber tenido y amantado a 3 hijos, se veían hermosas, aun firmes, lo que me llevo a besarlas, primero con miedo, después con pasión, ella guio un pezón a mi boca
– Chúpalo, así hijito de mi alma, si, sigue así— con una mano sujetaba mi cabeza, acariciando mis cabellos, con cariño maternal, yo chupando como un bebe hambriento, mientras mi dedos nadaban en su humedad
– Haber hijo ponte de pie—me dijo y así lo hice— bájate el short, quiero verte— baje torpemente mi short las manos me temblaban y salió mi erección, para mis 13 años pues bastante buena, ella solo dijo— guau es más grande lo que pensaba, es hermosa— y comenzó a chupar, no me aviso solo lo hiso y yo al sentir su caliente boca no pude evitarlo y descargue mi leche, ella ni se inmuto, siguió chupando tragando toda mi leche, limpiándola después y siguiendo chupándola, con su experiencia sabía que conseguiría otra erección fácilmente, pues a los 13 años, parece tener resorte jeje. Y así lo consiguió.
– Bueno ahora toca mami—se acostó boca arriba en la cama y dijo— métela, regresa por donde naciste
– Me acosté sobre ella, y fue ella misma quien guio mi pito a su entrada, se fue deslizando suavemente, sentí la gloria, y comencé a bombear
– Huuuy siii hijito, que bueno eres… que grande…. Que orgullo… si más, mas….—comenzó a gemir, pasaron cerca de 10 minutos y yo bombeando como loco, ella elevando sus gemidos— mmmm…mmmmmm si bebe…. Mas fuerte…con ganas… mas, mas— yo ya no pude evitarlo sintiendo de nuevo la eyaculación
– Me vengo mami… ahhhhhh
– Si ahhhhhh si, lo siento…. ¡Ahhhhhhhh que ricoooo!!! siiiii— apretando con sus piernas mis caderas haciendo que me vaciara en su interior

Y en esa misma posición, me comenzó a besar, con cariño maternalmente, yo sentía la culpabilidad postcoital, no quería abrir los ojos, ella solo me besaba, en mi frente en mis ojos, en mi nariz, hasta que pregunto
– ¿Te gusto?
– Si—dije avergonzado
– Y ¿Por qué no me miras?
– No sé, siento raro
– Haber mírame— abrí los ojos y la vi, transpirada por la agitación con sus cabellos negros como la noche cubriendo parte de su rostro— ¿me quieres?
– Sí, mucho
– Y yo a ti, ya nos demostramos amor de otra manera y no pasa nada, sino quieres que se repita está bien, pero si quieres pues…
– ¿De verdad? ¿Lo podríamos repetir?
– Si bebe, cada que tú quieras y bueno cada que se pueda…
– Pero… ¿Y el abuelo?
– Si tú no le dices yo tampoco
– Ok, pero me refiero a ¿seguirás cogiendo con él?
– Jajaja Mira bebe, tu eres mi hijo yo tu madre, cogemos rico como ahorita y si tienes novia pues… lo haces si tú y ella quieren, yo no me enojo ni me opongo y lo mismo te digo, no puedes prohibirme con quien quiera yo coger, ok ¿estamos de acuerdo?
– Pues sí, no sé qué más pueda hacer, la verdad me caga pensar que el abuelo te lo hace
– Oye jovencito, cuida tu lenguaje que soy tu madre… respeto ehhh
– Perdón— nos miramos en silencio a los ojos y nos reímos a carcajadas por la situación, se acercó y me beso en la boca con pasión
– Bueno bebe ya vete a bañar que no deben de tardar en llegar—
– Si mama, te amo— me pare, ella se sentó al borde de la cama, me acerque a ella la bese en la boca con mi lengua mientras le acariciaba una teta
– Mmmmmm, bebe ya, van a llegar, a bañar y borrar evidencia
– Ok mami— recogí mi short y me fui a mi recamara a bañar
Iba el abuelo manejando su viejo caprice, un verdadero porta aviones, no sé por qué le gustaba, era enorme, gastaba mucha gasolina, estaba viejo, no se podía estacionar en cualquier lugar, en fin, un armatoste, a su lado iba la abuela con sus lentes para leer revisando sus recibos, atrás iban mis hermanas contemplando la calle mientras viajaban hacia el moll.

– ¿Y que ropa quieres de regalo Cielo Riveros?— pregunto el abuelo.
– Tengo mucha ganas de comprarme un pantalón marca PEPE, en color azul claro; un short verde para mi blusa roja de tirantes y una falda negra en tela de pana, ay espero que aun queden, una compañera de clase tiene una y es la envidia de todos…. Yo quiero una igual!!
– Ay que pediche andas—Dice Paola, más con envidia que con reclamo
– Bueno ya llegamos, abajo todo el mundo

Ya entrando al moll, el abuelo toma de la mano a Cielo Riveros y dice—me llevo a Cielo Riveros al área de ropa, tu Pao acompaña a tu abuela a pagar y cuando acaben allá nos alcanzan, ok?
– Está bien—dice la abuela con indiferencia—ven Pao acompáñame a las filas— la toma de la mano y se la lleva,

Paola solo voltea a ver como Cielo Riveros se recarga sobre el brazo del abuelo y camina feliz al área de ropa.
Cielo Riveros parecía niño en dulcería, veía un pantalón luego se emocionaba con otro, gritaba cuando veía algún short que le gustaba, el abuelo solo reía y la seguía a todas partes

– Cielo Riveros, ¿pues no que ya sabias que comprar?
– Ay abuelito es que todo está hermoso, no sé qué escoger
– Jaja, yo si—dijo el abuelo con risa de albur—yo sí sé que es “coger”
– Cielo Riveros ríe– ¡abuelo! No seas grosero, por grosero ahora me vas a comprar más ropa.
– Ay ya solo fue un chascarrillo—en eso voltea a un estante y mira una falda negra en pana—bebé ¿esa no es la falda que quieres?—señalando hacia el maniquí que la portaba
– AAiiiiiiiiii!!!!!!!!!!!—lanza un grito chillón de emoción—- si esa es— brinca hacia el abuelo y lo besa en la boca, bueno solo un piquito corto, pero suficiente para que el abuelo se prenda

Corre al área y se desilusiona, pues ya no hay, solo la que esta puesta en el maniquí

– Abuelito, ya no hay— dice desilusionada
– ¿Y no puedes probarte la que trae el maniquí?
– ¿Se podrá?—dice mientras mira con duda al maniquí
– Si, mira deja se la bajo… ja sino seré bueno para eso
– ¡Abuelo! Otra ves!!!!

– Bueno, bueno, tu hecha “aguas” mientras yo la encuero—se sube al borde del estante, estira su mano, baja el cierre de la falda y la jala por el borde inferior, levanta al maniquí para sacársela por abajo, y este casi se cae, Cielo Riveros se tapa la boca para no gritar y en un movimiento con destreza detiene la caída del maniquí y saca la falda
– “taraaan”—dice el abuelo con la falda en sus manos— ¿qué me gané?—ríe con picardía mientras gira la falda en el aire con un dedo
– Abue, eres el mejor!!!—grita Cielo Riveros y brincando y colgándosele del cuello le da otro beso en la boca, esta vez el abuelo la sostiene por la cintura y la pega a su cuerpo prolongando el beso, Cielo Riveros abre los ojos con sorpresa y se separa— Abue jajaja
– Que… pos si me lo gané, es más merezco otro
– Jajaja, mmm primero que me quede
– Si verdad, mira ahí están los probadores, vamos para que te la pongas

Era día de baja venta en el moll, había pocos clientes y como cosa rara poco personal, jaja maldita crisis… Cielo Riveros entra al vestidor, se quita su falda, quedando solo en una pantaleta rosa de tela delgada, muy suave, pero al intentar subir la falda esta se atora, brinca como en una película cómica, jalándola esperando que en un brinco esta suba, pero no lo logra

– Abuelo!!!— grita desde el vestidor— Abuelo!!!
– ¿Qué pasa mi amor?
– No sube, estoy hecha una marrana—dice Cielo Riveros con decepción
– ¿Quieres que te ayude?
– ¿Puedes?

– Sí, claro, deja entro— entra el abuelo al área de vestidores, Cielo Riveros se había situado en el último, el abuelo corre la cortina y abre los ojos al ver a Cielo Riveros, con la falda a medio muslo con su pantaleta al aire, por primera vez, en mucho tiempo, la ve semidesnuda, mira la perfección de sus nalgas, redondas firmes, en pleno desarrollo, abre la boca sorprendido, cuanto ha crecido, así mismo su pene comienza a erectarse involuntariamente
– Abue, abue—dice paola mientras le truena los dedos en la cara—reacciona, aquí estoy
– Si, si perdón hijita, es que tenía mucho sin verte así y… veo cuanto has crecido
– ¿Tú crees?
– Si

– Bueno entra y ayúdame, no quieras que salga y medio mundo me vea luchar con esta falda…
– ¿Y si alguien viene y se enoja?
– ¿Por qué? Eres mi abuelo y me estas ayudando, además cierras la cortina y ni quien nos vea— algo indeciso entra el abuelo cierra la cortina y mira cual es el problema
– Mmmm haber creo saber la solución, yo estiro hacia arriba y tú haces con que te quieres poner en cuclillas ¿ok?
– Si abue—dice a Cielo Riveros con decisión
– 1, 2, 3… ahora!!!— comienza el abuelo a estirar la falda hacia arriba y Cielo Riveros haciendo fuerza hacia abajo, pujando los dos— puff, puffff con más fuerza Cielo Riveros, ya casi, pufff— en eso la falda logra subir, pero por lo apretado jalo la suave pantaleta hacia arriba quedando esta de fuera—uhhh que la… ahora tu calzón se quedó afuera— Cielo Riveros lo ve y se ríe
– Jajaja… abue ¿y ahora?–lo mira divertida
– No, pues ahora hay que bajarla… y probártela sin pantaleta—dijo el abuelo algo oportunista
– ¿Sin pantaleta?—ya con más tono de risa
– Si, a ver ahora al revés tu pa´rriba y yo pa´bajo—ahora la pujada era al revés Cielo Riveros se paraba de puntitas y el abuelo jalaba la falda hacia abajo—ya casi hijita, ya casi… puff puff— hasta que finalmente la falda salió— pufff!!!! Ya salió— el abuelo ya estaba de rodilla– ahora deja te bajo la pantaleta—y al hacerlo, quejo asombrado por la entrepierna de su nieta, con los bellos púbicos en desarrollo, era como una perla negra, hermosa, brillante, una invitación a besarla…
– Abue… — el abuelo estaba con la boca abierta, los ojos como platos— abue!!—tronando nuevamente los dedos en su cara como sacándolo de un trance hipnótico— abue llevas medio minuto así, ya saca mi pantaleta, la tienes enrollada en los tobillos.
– Ahh si, si ya voy, levanta tu pierna—y al hacerlo el vuelve a mirar su entrepierna esta vez mostrando la abertura de sus labios—ahora la otra—nuevamente… el abuelo pervertido ya estaba más que excitado

– ¿Disfrutando la vista?– dice Cielo Riveros en tono burlón— anda, toma la falda y pónmela—él toma la falda y comienza a subirla, ríe cuando se da cuenta del error desde un principio
– Jajaja, ay hijita, sí que estamos pendejos
– ¿Por qué abuelo?
– No bajaste todo el cierre lateral de la falda, jajajaja— Cielo Riveros voltea, ve el cierre a la mitad y también ríe a carcajada
– Es verdad, haber deja lo bajo— lo hace y la falda sube, suave, sin presión, sube el cierre y el espectáculo es hermoso, como le resalta sus nalgas bajo su estrecha cintura—mira que bien me queda, ¿Te gusta?—dice Cielo Riveros modelándole al abuelo con mirada picara
– Si, se te ve hermosa, haber deja toco que tan apretada te queda—comienza a acariciarle las caderas y los muslos, regresa a las caderas y de ahí se va hacia atrás, hacia sus nalgas, las soba, las aprieta, las vuelve a sobar, Cielo Riveros de tanta sobada, empieza a sentir extraño, como si algo se humedeciera y relajara sus piernas, recarga la cabeza sobre el pecho del abuelo quien sigue en su tarea de “probar la falda”
– Mmmm ¿te… te gusta cómo me queda?—pregunta Cielo Riveros con la voz entrecortada—mmmmm — instintivamente abraza el pecho por debajo de los brazos del abuelo, para que queden libres en su tarea de “PROBAR”

– Me encanta mi nenita, podría estar aquí todo el día— baja el cierre de la falda, mete la mano por entre la falda y las nalgas y ahora las acaricia y las aprieta
– Mmm ¿qué… qué ha… que Haces abuelo?– dice Cielo Riveros con la voz más entrecortada comenzando a jadear
– Checo que no te queden marcas en las nalgas por la pana
– ¿Si hay?—

– Deja reviso con ambas manos—mete la otra mano y ahora a la par las acaricia y aprieta, las separa con ambas manos y comienza a tocar el culo de la niña y de ahí se desliza hacia su raja
– Mmmm abuelito, abuelito…. Que me haces, ¿a poco ahí hay marcas?— mientras dice esto comienza a mover sus caderas y apretar más al abuelo, el cual ya está más que loco de deseo
– Más vale estar seguros ¿no crees?—baja totalmente la falda y se hinca frente a ella
– ¿Y ahora qué vas a checar?—pregunta la nieta con la voz agitada
– Pues que no haya marcas en tu rajita—dicho esto, le levanta una pierna y mete su cabeza, comienza a pasar la lengua por la raja

– AAhhhhhhh- Cielo Riveros arquea su cuerpo y con ambas manos sujeta la cabeza del abuelo— si abuelito, chécame… chécame más a fondo…. Siii abuelito que rico siento—- el viejo está en la gloria, chupaba el pequeño clítoris y pasaba nuevamente la lengua por la rajita, en círculos de arriba abajo… era todo un experto lengüeteador y de repente— abuelito me orino, me orino!!!!—y soltó un chorrito de orina que el abuelo ingirió (no quería dejar evidencia en el probador)— ahh ahhh ahhhhh, abuelito que me paso, que me hiciste?—decía Cielo Riveros cuando el abuelo se separaba de ella y se ponía de pie con un sonrisa que ella nunca había visto, se acercó, la beso en la boca, abriéndola metiendo su lengua, ella no supo que hacer, así que solo correspondió y sus lenguas se enredaron; sin dejar de besar, comienza con una mano a acariciar su rajita y con la otra su culito, metiendo el dedo medio en este último y sacándolo, a cada metida la nena abría los ojos y los volvía a cerrar cuando salía el intruso— mmmmgmgmgmg— solo hacia sonidos guturales… el abuelo con su experiencia sabía que era el momento, saca la mano del culito , baja hábilmente el cierre de su pantalón y saca su verga, toma la mano de su nieta y lo lleva a él, no deja de besarla, ni de manosearle la raja, Cielo Riveros excitada lo toma… el la guía para que lo masturbe y después le suelta la mano para que ella continúe sola.

La escena es dantesca, el abuelo Cenón todo canoso, de 1.80 mts. De alto, doblado de espalda hacia adelante, para alcanza a su nieta de 1.48, besándola, acariciando con una mano la raja, con otra ya había levantado la blusa y el sostén, así que acariciaba sus tetitas; y ella con los ojos cerrados, besaba a lengua abierta al abuelo mientras con una mano acariciaba su cara y con la otra lo masturbaba lentamente. Sin decir palabras el abuelo se separó de ella, la tomo por los hombros y la fue bajando hasta hincarla

– Abre tu boca mi amor y chúpala, chúpala como si fuera tu tutsi pop— ella ríe por la comparación, abre obediente la boca y siente el sabor a pene, mueve su lengua de delante atrás, sale liquido pre seminal que ella ahora lo empieza a conocer, es la presentación que lo llevara a una larga amistad— chúpala mi amor anda, si, así— ella ahora si chupa literalmente, él está arrobado viendo como su nietecita, con ojos cerrados chupa como si de un popote tapado se tratara— bebé siento hermoso… sigue no pares, hoy te estas ganando el doble de ropa
– ¿El doble?—saca la verga de su boca y abre los ojos con grata sorpresa
– Si mi amor, el doble—ella vuelve a cerrar los ojos mientras chupa y cabe decir que ahora lo hace con más entusiasmo…

Mientras en la fila de los recibos…

– Ufff, hasta que por fin llegamos Paolitia, esta fila es demasiado lenta— la abuela María se acerca a la cajera, entrega los recibos y el dinero del pago, la cajera los toma y entrega los recibos marcados con el sello “PAGADO”…
– Abuelita, hay que ir a buscar al abuelo y Cielo Riveros, ¿Tú crees que el abuelo me quiera comprar ropa a mí también?—preguntaba Paola esperando apoyo de su abuela
– Mmm no se hijita, habría que preguntarle, no sé ni cuánto dinero traerá
Llegando al área de ropa…

– No se ven—dice Paola brincando para ver si los ve entre los estantes
– No, no se ven, ¿Dónde andará ese par?—era un moll bastante grande, por la hora y el día estaba casi desierto
– ¿Y en los probadores?—pregunta Paola— están por allá ¿no?—dice señalando hacia los probadores
– Si, vamos a ver si están, y si no están pues ya valió, porque no tengo idea donde podrán haber ido y tendremos que esperarlos en el auto.

Se dirigieron a los vestidores, la abuela iba por delante; al llegar ella distingue, apenas por la pequeña parte baja visible que la cortina dejaba, a su esposo, parado y frente a el su nieta, ella de rodillas, los sonidos no dejaban mentir… detuvo a su nieta y dijo en voz baja

– vamos afuera de los probadores
– ¿No están?—pregunto Paola decepcionada
– Si, si están pero…
– ¿Pero qué?

– Pues están ocupados con la… la ropa—dijo titubeante– Hay que dejarlos que… que acaben
– ¿Que acaben que?—pregunto Paola ya comenzando a molestarle la situación
– Pues este… este, mmm a que se acaben de… de probar la ropa!!!— dijo finalmente después de tanto pensar una respuesta
– Achis y ¿por qué hay que esperar?—ya molesta del todo— no, yo voy a entrar, a ver si acaban más rápido
– Nooooo— la abuela manoteo intentando detener a la pequeña pero esta hábilmente se coló y se dirigió al fondo del probador, la abuela angustiada se quedó afuera del mismo y volteo hacia el resto de la tienda como vigilando que nadie viniera.

Paola con cara de enojada abrió la cortina y no supo que fue lo que vio o mejor dicho no entendió; ahí estaba el abuelo, mirando hacia el techo pero con los ojos cerrados y la boca abierta, sujetando la cabeza de Cielo Riveros, moviendo su cadera como cogiéndola por la boca, Cielo Riveros con los ojos cerrados chupaba con ganas mientras sus manos estaban en las caderas del abuelo

– ¿Qué hacen?—los dos pararon de pronto y voltearon asustados
– ¿Tu abuela?— pregunto el con cara de susto
– Afuera, esperando—Puff, pensó el abuelo—pero ustedes ¿Que hacen?
– Pues el abuelo me estaba checando…. ¿Qué me checabas abuelo?—pregunto Cielo Riveros, con cara de no recordar ni como habían llegado ahí, ah eso sí, sin soltar la verga del viejo
– No hijita, ya no te checaba nada, te estabas ganado más ropa—dijo el vejete aclarando la situación
– Eso no es justo—grito Paola–¿y yo que? Yo también quiero ropa nueva y nada más le prometes a ella y no digas que esto es por el examen

– Bueno hijita no te enojes, pasa también te puedo comprar ropa a ti—dijo el abuelo con ojos vidriosos de lujuria ante tal situación, mientras la abuela desde afuera veía como Paola entraba en el vestidor y cerraba la cortina. Ella volvía la mirada a la tienda vigilando por si alguien se acercaba… “esa si es un mujer prudente”… jejeje
– Cielo Riveros sigue en lo que estabas—dijo el abuelo—y tu Paolita quítate el short y el calzoncito—ella obedientemente lo hiso mientras miraba a su hermana mayor a ojos cerrado chupar con deleite—acércate a mí, primero me tienes que besar así— dicho esto abrió su boca y le metió la lengua a la nena, ella desconcertada lo hacía (todo sea por la ropa) soltó la cabeza de Cielo Riveros y comenzó a acariciar la rajita de su nietecita, ella sentía cosquillas así que rio mientras seguía besando de lengua al abuelo, las caricias fueron más intensas hasta que la comenzó a mojar
– Aaayyyyy, siento muchas cosquillas abuelito
– ¿Te gustan?

– Si, sigue… ¿pero me compraras ropa verdad??
– Si mi amor, mucha ropa, pero antes tendrás que ayudar a tu hermanita—la bajo hasta hincarla al lado de Cielo Riveros y dijo— Cielo Riveros dale chance a tu hermanita y explícale como
– Mira Paola tienes que chuparla como una tutsi pop—el abuelo reía por la situación– sabe raro al principio pero después sabe mejor, mira de aquí sale agüita, ay mira de hecho hay una gota, chúpala— Paola lo hiso, solo metió el glande a su boca y lo chupo extrayendo la gotita pre seminal, el abuelo por el placer grito un aahhhh!!!!!, afuera la abuela parada nerviosa escuchaba mientras seguía “Vigilando”—ves Poa, le gusto, sigue anda más fuerte

– Cielo Riveros, deja a Pao un rato solita y ven que te quiero besar— la levanto y comenzó a besarla mientras la manoseaba libidinosamente como si de masa se tratara, con una mano guio la cabeza de Paola para que la metiera más y la sacara, ayudando moviendo su cadera ahora era a Paola a la que se cogía por la boca, la abuela afuera vio un par de señoras con ropa en la mano que se dirigían al probador, entro a pasos rápidos y desde afuera de la cortina dijo
– Hey ustedes, guarden silencio, viene dos señoras al probador—dentro del abuelo les hiso señas para que se callaran, no hicieran ruidos y siguieran en lo que hacían, las señoras entraron y vieron a la abuela

– Perdón señora, ¿está ocupado?—pregunto una de ellas
– No, bueno solo este, están mis nietas probándose ropa, yo aquí solo cuido para que nadie entre
– Si hace bien, hoy en día hay cada “depravado”—glup!! La abuela trago saliva, dentro el abuelo seguía cogiéndose la boca de Paola y dedeando a Cielo Riveros, movía cada vez más rápido sus caderas y su mano— mira comadre metete en ese, está libre, chécate el pantalón… si te queda, es talla 11—entro la susodicha al probador, la abuela ya sudaba, comenzaba a oír suaves quejidos de sus nietas, el abuelo comenzaba a hacer pistón sobre la boca de su nieta y la raja de la otra– ¿te quedo?
– Algo apretado mira—abre la cortina mostrándole a su compadre

– ¡ay te queda divino! — ¿divino?… Si Parecía “chorizo mal amarrado”, pensó la abuela, dentro más ruidos, así que mejor volvió a intervenir.
– Niñas apúrense—abuelo pareció entender, así que bajo la velocidad, ya estaban los 3 todos sudados
– Ay no comadre, no me lo llevo, mejor vamos a seguir viendo—dijo la del interior mientras cerraba para volverse a cambiar
– Es que no le gusto— dijo la de afuera a la abuela, la cual ya estaba cada vez más pálida— ¿se siente bien señora?
– Sí, es solo el calor— contesto toda nerviosa
– Ya, ya vámonos comadre, te digo, estas marcas nunca traen la talla correcta, siempre están más chicas, bla bla bla—se fueron alejando. La abuela volvió a apurar, sabía que tendría que venir alguien más

– Ya, apúrense, ya está llegando más gente—el abuelo entendió, soltó a Cielo Riveros y con ambas manos tomo la cabeza de Paola y comenzó a mover las caderas cada vez más fuerte
– Aghaghagha—solo emitía la pequeña que comenzaba a asustarse al ver la cara desencajada del abuelo— aagggagggaaagggg— le lloraban los ojos, pero el abuelo no bajaba la velocidad ni la intencidad
– Ya bebé, ya bebé… ya lo estas logrando—el maldito ya era un pistón que le taladraba la garganta, la tenía sujeta por el cabello con una mano y con la otra la sostenía de la nuca; de repente la sostuvo con más fuerza y empujo todo lo que pudo mientras movía la cabeza hacia atrás y ponía los ojos en blanco— aaaahhhh si mi putitia cómetelos todos ahhhh—la abuela toda paniqueada salió del vestidor a ver si había alguien cerca, el abuelo grito fuerte, afortunadamente no había gente cerca, regreso y volvió a apurar
– Ya hombre ya

El abuelo seguía moviendo lentamente la verga dentro y fuera de la boca de Paolita y la saco, hinco a Cielo Riveros y se la metió también— chupa bebé queda un poco para ti, ella lo hiso, el abuelo voltea a ver a Paola y ella tenía la cara y los ojos rojos, había lagrimas por la fuerza de las estocadas que por poco la hacen vomitar, la boca llena de semen—mira Cielo Riveros bébelo de la boca de tu hermana– Cielo Riveros la miro y con duda se le acerco, metió la lengua en la boca de Paola y estas comenzaron a morrearse intercambiando semen, el abuelo al ver esto se comenzó a excitar de nuevo, pero el tiempo era el enemigo ahora, así que guardo su verga y dijo—niñas cámbiense, tenemos que salir

– ¿Pero abuelo y la falda?—pregunto Cielo Riveros
– ¿Y mi ropa?—igual Paola

– Si mis amores, todo lo que quieran, pero primero hay que salir—salieron echándose aire con las manos. Ese día las colmo de regalos, de todo tipo, faldas, blusas, shorts, eso sí, ya no entro con ellas a los probadores, solo la abuela, al final de la jornada, las niñas estaban felices, lo llenaban de besos y abrazos, le decían que era el mejor abuelo del mundo, de regreso al auto, en la complicidad del estacionamiento, les tocaba las nalgas a las 2 a Cielo Riveros incluso le levantaba la falda para tocar su pantaleta y meter su dedo para tocar su culito, ella lo miraba y reía divertida con complicidad, la abuela iba tras ellos cargando muchas bolsas con ropa, viendo la escena en silencio—mujer te toca manejar de regreso, yo iré atrás con mis amores, ah y toma la ruta “larga”, ¿de acuerdo?—dijo el abuelo con tono autoritario pero no tanto, más parecía feliz

– Sí, claro—guardo todas las bolsas en la cajuela del caprice, se subió encendió el auto y comenzó el trayecto
El abuelo iba en el asiento trasero en medio de sus nietas, iban morreándose, besaba a una mientras manoseaba a la otra alternativamente, ambas lo recibían con agrado, hasta se peleaban entre ellas—ya, ya fue mucho, me toca—y así una y otra vez, la abuela solo contemplaba, por el espejo retrovisor, la escena en silencio. El caprice aparte de ser enorme tenía vidrios polarizados, no se veía nada hacia adentro, esto facilito que el vejete desnudara por completo a las dos y comenzara a magrearles los chochitos al mismo tiempo, las dos crías gemían a grito abierto
– Más mas abuelito si más— el cargo en brazos a Cielo Riveros, la sentó de frente a el sobre su verga, sin meterla, solo que estuviera en contacto con ella y comenzó a moverla de atrás para adelante, ella se sujetaba de los hombros y facilitaba el movimiento de caderas

– Aaahhhhh ahhhhhhh siiiiii abuelito no pares… me orino ahhhhhhh que rico— seguía moviendo y con los jugos que le brotaban de la raja, lubricaba la verga para facilitar el movimiento. El volteo a ver Paola, le tomo su manita y se la llevo a su propia rajita
– Tócate solita, vete preparando que sigues tú
– ahhhhhhh ahhhhhhhh, abue que me orino— y así lo hiso Cielo Riveros, se orino sobre su abuelo, él estaba más que feliz; la niña cayo desvanecida sobre el pecho del abuelo, la bajo con cariño y tomo a Paola.

– Bebé sigues tu—ella ya sabiendo cómo era la cosa se sentó solita sobre la verga y comenzó a moverse, moderado y luego más rápido, eran torpes sus movimientos, pero al abuelo lo volvían loco, besaba sus pechitos en desarrollo, incluso chupo tan fuerte uno que le dejo una marca morada y ella ya enloquecida…
– Ahhhhhh ayyyy ahhhhh siii mas mas mas… no pares—el depravado viejo la tomo de las caderas y la guio de delante a atrás como lo había hecho con Cielo Riveros— aaahhhhh oooohhhhh uuuhhhhh si mas, mas, abuelo que rico, no pares aaahhhhhh, siento rico si si si mas aahhhhhh aaaahhhhhh— la niña gritaba como loca y el mas rápido la movia, la aprisionaba contra su verga—– aaahhhh aaahhhhh ohhhhh oooohhhh aaaaahhhhh—

Hasta que noto que la niña no podía más. Tenía la verga dura, toda mojada por sus nietas, incluso orinada por Cielo Riveros; soltó a Paola y tomo a Cielo Riveros, la volteo viendo hacia el frente
– agárrate del asiento y vete sentando—se escupió en la mano y le unto la saliva en el culo, fue guiando la verga hasta el culito, ella se asustó y pego un pequeño gritito—baja no tengas miedo, duele un poco, pero solo un poco—volvió a jalarla hacia abajo y coloco nuevamente el glande, lo introdujo, pero solo el glande, la jalo aún más y la acostó sobre su pecho e hiso un mete y saca lento, Cielo Riveros lloraba quedito, Paola al verla comenzó a besarla en los ojos como queriendo secar sus lágrimas, el abuelo perdido en la gloria, sintiendo su propio placer ya no podía
– aaahhhh aaaahhhhh aaaahhhhh aaaahhhhh—gritaba Cielo Riveros al sentir la verga abriéndole su culo— aaahhhh aaaahhhhh aaaahhhhh— apretaba a Paola con una de sus manos, fuerte, tanto que a Paola de dolía, como compartiendo el dolor— aaaahhhh aaaahhhhh— Cielo Riveros sudaba, sus cabellos algo rizados estaban empapados, pegados algunos a su frente, como los de una mujer que está pariendo un hijo—- aaahhhh aaahhhhh aaaaahhhh— ya gritaba en serio

El abuelo realmente estaba en la gloria, sintió cosquillas en sus huevos, así que aumentando la velocidad eyaculó una gran cantidad de semen dentro del culito de su nieta— ahhhhhhhhh seeee ahhhhh— bramaba como poseso— que placer mi amor y en el éxtasis se atrevió a meter un poco más—Cielo Riveros seguía gritando hasta que finalmente el abuelo se quedó quieto, bufando, moviendo rápido la cabeza de un lado a otro

La abuela solo miraba en silencio, noto estar cerca de la casa y dijo—ya cámbiense ya vamos a llegar, pónganse la ropa y abran las ventanas, huele a sexo, voy a dar una vuelta más a la colonia para que les cambie el color de la cara que la traen toda roja— el abuelo ayudo a vestir a Cielo Riveros mientras la besaba y secaba sus lagrimas
– Ya bebé, perdón, me deje llevar, ¿Dolió mucho?
– Sí, mucho
– Bueno mira, ya no lo haremos así, haremos solo lo que tú quieras
– ¿De verdad?
– Si

– ¿Y yo que?—dijo Paola poniendo su short con dificultad
– Tú también mi reina, las dos– y las jalo y las beso en la boca a lengua suelta—pero eso sí, ni una palabra a su madre– diciendo esto vio la mirada de la abuela por el espejo retrovisor
– No abue
– No abuelito

Se despejaron y llegaron a la casa, ahí estaba su hija y nieto, ella con un falda holgada, lavando platos y el sentado en la mesa de la cocina viéndola

– Hola—dijo el abuelo—ya llegamos
– Se tardaron una eternidad, ¿pues qué tanto les compraste?—pregunto mi madre toda extrañada
– Unas cuantas cosas, pero aparte no la pasamos viendo las tiendas del moll, ya sabes cómo son las niñas—diciendo esto voltea a ver a la abuela y esta solo agacha la vista— ¿te molesto la espera o qué?—pregunto el abuelo a mi madre

– No, para nada papa, Roberto y yo tuvimos una agradable tarde madre e hijo—mirándome con una sonrisa y yo devolviéndola con una sonrisa de oreja a oreja—de hecho Roberto de rato tenemos que terminar esta conversación entre tú y yo ehh—dijo mi madre y yo más sonrisas
– Si mama
– Pues ¿que traen ustedes?

– Nada papa cosas de madre e hijo, ¿y las niñas?
– Subieron a cambiarse y probarse la ropa que les compre
– Espero no haya sido mucha
– No que va, además se la merecen, verdad mujer— mirando a mi abuela y ella solo baja la vista con un discreto “si”
La vista no podía ser mejor, mi madre empinada sobre el fregadero, con las piernas abiertas, su falda holgada enrollada en su cintura y yo, con mis bermudas y bóxer en los tobillos, la tomaba por la cintura para hacer más fuertes las estocadas

– Si hijo, fuerte, más fuerte, que rápido aprendes… ahhh como me calientas—decía mientras que hacia movimientos con la cadera que me enloquecían.

Veinte minutos antes…

Entraba yo en la cocina y veía a mi madre lavando platos, distraída ensimismada en sus qué haceres, veía el movimiento y cadencia de sus caderas al lavar los platos, su falda hasta poco por encima de las rodillas marcaba sus pantorrillas y nalgas, haciéndola ver hermosa, mi pene cobro vida dentro de mis bermudas, no sé por qué y cómo me arme de valor, me acerque por atrás de ella, la tome por la cintura, pegando mi verga a la división de sus nalgas, la bese en el cuello, ella solo giro poco su cabeza y sonrió

– Hola, que cariñoso andas, nunca me habías besado así—dijo mi madre realmente disfrutando mis tiernos besos y caricias
– Es que te ves tan hermosa, tu piel tan suave… que antoja besarla
– ¿De verdad te gusta?
– Muchísimo
– Picaron… ¿toda mi piel?
– Toda

Diciendo esto sin dejar de besar su cuello y su espalda alta, bajo mis manos, pasando por sus nalgas, siguiendo por sus muslos hasta el borde de la falda y comienzo a subirla, ella mueve la cabeza hacia atrás dejándose llevar por mis caricias, no lleva pantaleta, yo paso mi mano derecha hacia su raja y la siento húmeda, siento como abre ligeramente sus piernas para facilitar mi tarea… suspira, mueva hacia atrás sus nalgas par apretar mi pene, al mismo tiempo que yo empujo mi cadera hacia adelante para oprimirlo aún más, ahora subo mi mano derecha, la paso por debajo de su blusa, tampoco lleva sostén lo que facilita que le acaricia ambas tetas, que apriete sus pezones, suave y en ocasiones fuerte hasta hacerla gemir de placer, continua nuestro movimiento de cadera, ella con sus manos apoyadas en el fregadero, moviendo sus caderas, de repente pasa una mano hacia atrás para acariciar mi pene, yo cedo la presión sobre sus nalgas para permitir ponerla en medio y acariciarlo a voluntad, con la otra mano comienza a bajar mi bermuda, la suelto para ayudar a bajar mi ropa hasta caer en mis tobillos, mi pene salta vigoroso, en su esplendor, ella lo toca en desnudo y lo masturba suavemente, yo vuelvo levantar su falda, la voy enrollando para que no “estorbe” y pueda manipular con mis manos todo lo demás, es ella misma quien apunta mi pene a su raja y dice

– Empuja mi amor, quiero que me la metas otra vez—yo obediente empujo y siento como se desliza dentro de la calidez de su raja, está más que mojada, ha tenido 3 partos, es delgada, por lo que mi pene no tiene ningún problema para entrar— sí, mi amor, es delicioso… saca y mete— así lo hago, se la saco toda para que vuelva a entrar de golpe, levanto su blusa y sus tetas quedan al aire, me inclino hacia un lado mientras la embisto para ver como rebotan a cada arremetida que le doy; aumento la velocidad y la fuerza, ya me había venido 2 veces ese día así que podía aguantar más, ella gime, mueve su cabeza hacia atrás, subo mi mano hasta su teta derecha y la aprieto nuevamente, pellizco su pezón, ella vuelve a gemir— aaahhhh aaaaahhhhhh oooohhhh aaaahhhhhh…. Mmmmmm— subo mi mano ahora hasta su cuello y la tomo de ahí, como queriéndola ahorcar, ella al sentir la opresión de mi mano sobre su cuello gime más fuerte, lo que me prende a mí también por lo que pistoneo más fuerte y la aprieto mas

– Siii aaahhhhh, ooohhhhh, eres un cabrón— vuelvo meter y sacar más fuerte y mi cabeza empieza a volar, ya no pienso lo que hago, solo busco más placer, por instinto con la mano que la sujetaba de la cintura empiezo a nalguearla, a principio solo como una caricia fuerte, ella grita— ahhhhhh aaahhhh aaaahhhh aaauuuuuhhhh aaaahhhhh aaahhhhh oooohhhh— esto me prende más y aumento la fuerza de las nalgadas y la opresión sobre su cuello– siiiii, me partes… cabrón que fuerte ahhhhh aaaahhhhh aaaahhhhh ooohhhhhhh uuuuuhhhhh— la estrujo del cuello y la penetro con intensidad, recuerdo la imagen de como la maltrata el abuelo, así que la tomo del cabello y la jalo hacia atrás sin dejar de estrangularla, ella grita aún más excitada—- aaaaahhhhhhhh aaahhhhhaaahhhhhh

– ¡Arqueate más, como una yegua!— grito yo insultándola, mientras con mi mano libre la vuelvo a nalguear sin piedad, su espalda se arquea, yo la jalo mientras la penetro como si de una yegua se tratase, embestidas bestiales, salvajes, ella solo grita ante mis embestidas y nalgadas despiadas

– Aaaahhhh aaaahhhhh mmmgmgmgmgmgm— la vuelvo a apretar del cuello para hacer que pierda respiración—- mmmgmgmgmgmg mmmggggggg mmmmmggmgmgmg— da gritos ahogados por mi mano sobre su cuello, veo su cara roja lo mismo que sus ojos que ya sueltan algo de lágrimas— mmmgmgmgmgmgmm aagagagagaga mmgmgmggm ooggooggg— solo suelto su cuello para dejarla respirar un poco, y comienzo a nalguearla con fuerza, su piel a pesar de ser morena clara, se torna al principio rosa, después roja y en algún pequeños espacios se aprecian moretones, es como si la castigara por algo, pero a ella no le parece castigo, la humedad en su raja me demuestran cuanto le gusta esto— aaaahhhhh aaahhhhh si mi amor aaahhhh aaahhhh aaaahhh como me llenas aaahhhh ooohhhh aaahahhh ¿qué estás haciendo conmigo?… estoy más que caliente— dejo de nalguearla y comienzo a acariciar su culo con mi pulgar, al principio en círculos y después lo voy introduciendo, suelto su cabello y empujo su cabeza hacia el fregadero, con mis rodillas al mismo tiempo le pego en sus corvas haciendo que flexione ambas piernas, por instinto escupo en su culo, saco mi reata y comienza a meterla en su culo, ella con la cabeza en el fregadero voltea y grita—- aaahhhh cabrón si ahí, si—

– ¿te gusta puta? ¿te gusta que tu hijo te encule como la puta que eres?

– Si, si, si, cabrón, eres un cabrón semental aaahhh aaaahhhh— comienzo a meter mi glande, ahora si siento resistencia, veo como mi madre cierra los ojos, los aprieta, muerde ambos labios, da gemidos— mmmm mmmmm mmmmmgg— y en eso escuchamos el caprice del abuelo que regresa del moll con mi abuela y mis hermanas, saco el glande del culo, mi madre acomoda rápidamente su falda y blusa, abre la llave, moja sus manos para medio peinar su cabello y mojar su cara para bajar el color, yo brinco y subo rápidamente mis bermudas, tomo el trapo de la mesa y limpio el sudor de mi frente, me siento en la mesa y ella continua lavando platos, voltea a verme para ver como quede yo, ve que todo está en orden, me sonríe con lujuria y me dice— ¡CABRÓN!

En eso entran el abuelo y la abuela…

– Hola—dijo el abuelo—ya llegamos
– Se tardaron una eternidad, ¿pues qué tanto les compraste?—pregunto mi madre toda extrañada
– Unas cuantas cosas, pero aparte no la pasamos viendo las tiendas del moll, ya sabes cómo son las niñas—diciendo esto voltea a ver a la abuela y esta solo agacha la vista— ¿te molesto la espera o qué?—pregunto el abuelo a mi madre

– No, para nada papa, Roberto y yo tuvimos una agradable tarde madre e hijo—mirándome con una sonrisa y yo devolviéndola con una sonrisa de oreja a oreja—de hecho Roberto de rato tenemos que terminar esta “conversación” entre tú y yo ehh—dijo mi madre y yo más sonrisas
– Si mama
– Pues ¿que traen ustedes?
– Nada papa cosas de madre e hijo, ¿y las niñas?
– Subieron a cambiarse y probarse la ropa que les compre
– Espero no haya sido mucha
– No que va, además se la merecen, verdad mujer— mirando a mi abuela y ella solo baja la vista con un discreto “si”

– Bueno me voy a mi cuarto— dije yo mientras me levantaba
– Si hijo
– Yo también, tengo que guardar unas cosas– La abuela se fue a su habitación, dejando solos al abuelo y mi mamá
– Miriam Caballero, hija
– Dime papá

– Te noto rara, ¿pasó algo?
– Algo, ¿Cómo qué?
– Mmm no sé, te noto rara—el abuelo tenía un instinto y suspicacia únicos, sabía que algo no andaba del todo bien, pero no sabía que—bueno me voy a bañar, vengo cansadísimo
– ¿A bañar?— ahora era mi madre la que usaba la suspicacia—pero si antes de salir te bañaste ¿no?

– Bueno si, pero ya sabes, tanto ajetreo… en fin me baño—se acerca le da un beso en la boca le mete la lengua, ella le corresponde cerrando sus ojos, como si se olvidara de todo en ese momento— me encantas Miriam Caballero, eres única… — diciendo esto le da una pequeña nalgada se da la vuelta y se va, mi madre queda sola en la cocina, pensando, arquea su ceja, su cara es de preocupación…

Yo en mi cuarto, estaba acostado sobre la cama, mirando el pálido techo, me levanto y busco ropa para bañarme, porque apesto a sexo, en eso entra mi madre, cierra la puerta con candado, sin decir nada se hinca en la cama, se levanta su falda y voltea hacia atrás para mirarme y me dice

– ¿Entonces, terminamos la conversación?— me sonríe maliciosamente y mi verga salta, emocionada, camino torpemente hacia ella y me dice— bebé toma la crema que esta sobre tu peinador y úntame en el culo, ahora si necesito lubricación—yo sin saber cómo tomo un poco y le comienzo a pasar los dedos por su prieto culo, ella cierra los ojos y sonríe divertida y después abre la boca con placer cuando siente que empiezo a penetrar con mis dedos su culo— uuuhhhhhh siii, despacio “bebe” y sobre todo no hagas ruidos que ahora no estamos solos— sigo untando y cuando ya mis dedos se deslizan sin ningún problema

Tomo mi verga y se la dirijo a su culo, lo introduzco lentamente y ella suspira en silencio, baja sus manos hasta apoyarlas en la cama, para después acabar sobre sus codo y finalmente sobre sus tetas, estaba totalmente empinada, lo que dificulto la penetración, por lo que tuve que subirme a la cama y poner mis pies a cada lado de sus rodillas, volví a dirigir mi verga y la penetre, esta vez se fue como si de agua se tratara— aaahhhh si, que rico siento, tu verga es tan dura, taládrame— decía mi mama en voz baja, me hubiera gustado repetir la escena de la cocina, nalguearla, insultarla, maltratarla, pero debíamos ser discretos y callados, así que solo taladré lo más fuerte y rápido que pude, la cama sonaba, tuve que bajar la intensidad, ella con los ojos cerrados apretaba las sabanas con sus manos y mordían un pequeño cojín para no hacer ruido y yo mordía mis labios hasta que sentí que algo salía de mis huevos con fuerza, era mi eyaculación que deposite en su culo

– Ah ah ah ah— me quejaba yo quedito, podía sentir como contraía su culo, ella también tenía su orgasmo, se la saque flácida, y me deje caer boca arriba a un lado de ella, ahora sí que me había vaciado; ella se levanta con mirada felina, gatea hasta mí, me sonríe con lujuria, toma mi verga con sus manos, lo masturba suavemente

– ¿te gusto bebé?— me hace la pregunta retórica, mientras sigue masajeando mi pito— hay que limpiarlo— diciendo esto se agacha y lo mete en su boca, había eyaculado 3 veces ese día mi pene no daba más, pero no quitaba lo rico que eso se sentía

– Mama, eso se siente delicioso
– Jijiji, es tan bonito que no me resisto a hacerlo— dice ella volviéndolo a meter a su boca, finalmente cuando siente que está totalmente limpio se lo casa de la boca, se acuesta a mi lado y ahora los dos miramos el techo.

– ¿Que sientes cuando haces eso?
– ¿Qué?
– Chuparme la verga después de que te enculé
– Jovencito esa boca—dice mi madre ya tomando el papel de una madre
– Perdón, pero ¿no sientes asco?—pregunto yo, como aquel hijo que le hace las preguntas de la vida a su madre

– Jajaja hay hijo ya estoy acostumbrada, tu abuelo desde hace mucho que me acostumbro, además si te fijas, siempre como ligero y mucha verdura, para no tener intestinos pesados, tomamos desparasitante 4 veces al año en esta familia y pues creo que mi flora intestinal ya dio varias vueltas jajaja, así que ya soy inmune jajajaja…

– Jajaja — rio yo entendiendo el chiste, “la flora sale por atrás y entra por la boca”, vaya ciclo. La mire y le dije— una vez vi una porno y la chica hiso eso, se la metían por atrás luego se la sacaban y ella la chupaba con ganas, pensé que eso en la vida real nunca me pasaría

– Jajaja, mmm pues para eso está tu madre, para cumplir fantasías y mira que en la cocina te prendiste ehh— rio acordándose de las nalgadas

– Por cierto perdón, me excedí en la cocina verdad, te deje moretones en las nalgas—decía yo mientras se las acariciaba

– Me duelen un poquito, pero en ese momento me gusto—me dice sonriendo orgullosa y volteando a abrazarme y después acariciar mi pecho, tal y como una hembra lo hace con su macho— te portas como un semental cuando estas cogiendo, salvaje, agresivo y sabes en que momento hacer las cosas, ¿alguien te enseño o es por mero instinto?— pregunta mientras mira mis pezones y los acaricia suavemente con los dedos

– No, nadie. Sólo lo que he visto en el porno del internet

– Eres bueno hijo, créeme, dejaras a las huercas chupándose los dedos—decía mientras continuaba acariciando mi pecho y besándolo con esos labios suaves que mataban
Yo me sonreí para mis adentros, me sentí orgulloso… yo todo un semental, eso sí estaba bien, más viniendo la opinión de una hembra como mi madre
La casa estaba en silencio, ya todos estaban en sus respectivas recámaras, bañados y empijamados; el abuelo en su cama tenia calor, pero no del calor común, se trataba más bien de un calor que salía de su entrepierna, no dejaba de pensar en sus nietas y lo mucho que había disfrutado, recordando incluso cuando se cogió a su propia hija décadas atrás, disfrutaba coger con ella, sodomizarla, era una hembra caliente, pero no se comparaba a cuando era adolescente y que él fue quien le enseño las perversiones de la vida y sobre todo como disfrutarlas, esos momentos fueron únicos, sus pechos firmes, su vagina estrecha… ”La inocencia siendo corrompida por el placer”… eso le dio mucho morbo en aquel entonces, ahora ella ya era toda una mujer, ya había olvidado lo que era el sabor de una raja tierna. Pero ese día lo había recordado con sus nietas, nuevamente escuchar los gemidos de voces jóvenes (Muy jóvenes), como van descubriendo que hay cosas que saben tan delicioso, ese día también había recobrado bríos, ya que con su hija si bien le iba cogía un vez a la semana, su potencia ya no era la misma, o eso pensó el, porque con sus nietas había acabado 2 veces sin ningún problema y fácilmente pudo haberse aventado otros dos palos más con ellas… lo ponían a cien.

En eso pensaba y su pene por reflejo se erecto, aumento su “calor”, tantos recuerdos y “ajetreo” del día y quería más, volteo a ver a María su mujer, a sus 55 años se conservaba de buen cuerpo, tenía cintura aún estrecha y caderas suaves, pechos no tan firmes pero tampoco aguados ni muy caídos; eso sí, no tenía las llantitas de las cuarentonas-cincuentonas, su piel aún era suave, olía a limpio, sus nalgas se veían a través de la trasparente ropa de dormir

– “¿Hace cuánto que no me la cojo?”— pensó—creo que desde que empecé a coger con Miriam Caballero, o No?– trataba de recordar, pero no podía, había pasado tanto tiempo y como nunca le reclamaba algo, pues él se pasaba casi todas las noches con Miriam Caballero, cogiendo a grito abierto, incluso cuando su hija se caso embarazada del mocoso ese, lo visitaba con frecuencia; como su yerno trabajaba en horarios nocturnos, muchas noches ella lo visito con los niños; las niños dormían en la cama con la abuela y él con ella en su cama de soltera o en otras el pasaba la noche en casa de ella “cuidándola” porque según esto le daba miedo dormir sola.

– Sí, creo que tengo mucho sin cogerme a María, como que ya le toca— pero al mismo tiempo no dejaba de pensar en sus nietas y sus tiernos culitos, pequeñas rajitas, subdesarrollados pechos, esto aumento su erección con solo acordarse, se giró hacia su esposa y la acaricio en la cintura, pego su pija a sus nalgas, ella despertó desconcertada, eso ya no lo hacía el con ella, volteo y lo miro con duda— mujer ando “cariñoson”— le dijo el cómo cuando eran jóvenes y quería coger con ella

– Cenón estoy cansada, hoy fue un día muy pesado para los dos—diciendo esto lo miró fijamente, tratando de hacerle recordar todo lo que habían hecho en el moll—déjame dormir por favor
– Es que en verdad ando cariñoson y no creo que se me baje ahorita
– Pero yo hoy no quiero—como si otros días si, pensó el abuelo
– Anda, nomás tantito, acabo rápido
– No, ya te dije que no
– Entonces ¿me quedo así?— mostrándole su erección dentro de su bóxer
– Pero de verdad, estoy cansada y no quiero hoy
– Bueno entonces que hacemos
– No sé tú sabrás

– Mmmm y ¿si traes a Cielo Riveros, para que me haga compañía?
– ¿No llenaste hoy con ellas?
– Anda, de verdad lo necesito—ella vuelve a ver la erección de su esposo y finalmente termina “cediendo”

– Está bien, voy por ella, pero no regreso rápido, primero tengo que ver que todos duerman y luego despertarla a ver si quiere venir
– Si, corre— dice el abuelo acostándose boca arriba poniendo las manos bajo su cabeza y sonriendo satisfecho como señorón que es.

La abuela sale de la recámara, sigilosamente visita cada una de las demás habitaciones de su casa, la cual es bastante grande hay que decirlo, cerciorándose que todos duermen, termina en la habitación de Cielo Riveros, suavemente se acerca a despertarla, la mueve, le susurra al oído

– Cielo Riveros… Cielo Riveros… Jazmiiiín—aumenta la voz, Cielo Riveros despierta, frotándose los ojos, como queriendo que eso borre el paño que le impide ver
– ¿Abuela? ¿Qué pasa?
– ¿Quieres venir a nuestra recámara con tu abuelo? Es que quiere jugar contigo como en el moll… ¿quieres?
– Pero ¿ahorita?
– Si, así es tu abuelo, se le antoja “jugar” a cualquier hora— dice la abuela en tono sarcástico
– Ok, deja me cambio

– No, así estás bien— dice la abuela viéndola en una blusa de tirantes muy delgada y pantaleta blanca de tamaño mediano—“con eso acaba más rápido el vejete”– pensó. Caminaron las dos por la penumbra de la casa, hasta llegar a la habitación del abuelo, este ya las esperaba, con su pequeña lámpara del buró encendida

– Hola hermosa
– Hola abue— contesto con una sonrisa
– Ven siéntate conmigo que vamos a jugar
– Si—brinca a la cama, el viejo la ve, su verga brinca como resorte
– Ven, acércate para que te bese como en el moll, ¿te acuerdas?
– Si, jijiji—

Ríe al acordarse del magreo que se dieron. Él la toma, por la cintura la jala hacia él y comienza a besar en la boca, sus lenguas se enroscan, de la cintura su mano baja a las nalgas de Cielo Riveros, ella suspira, ya sabe lo bien que se va a sentir eso, la besa con más pasión mientras su mano entra por debajo de la pantaleta para tocar la nalga desnuda, la aprieta, Cielo Riveros gime y lo sigue besando, ella lo toma con ambas manos de la cabeza para facilitar sus besos, el abuelo mete un dedo hasta su raja, la cual ya está mojada, ella mueve las caderas, gime quedito, cierra los ojos abre más la boca sacando mas su lengua para meterla dentro de la boca de su abuelo. Este como todo un experto comienza a quitarle su blusa y a acariciar sus subdesarrollados pezones, la levanta un poco para chuparlos, Cielo Riveros gime quedito sintiendo la boca y lengua de su abuelo hurgar en sus pechos.

El abuelo baja su pantaleta rápidamente dejando expuesta su concha y su culo, al mismo tiempo se quita su bóxer y su verga salta vigorosa, Cielo Riveros la ve y la acaricia regresando a besarlo a lengua suelta, los dedos del abuelo ya comienzan a deslizarse sobre la pequeña concha de Cielo Riveros e introduce el dedo medio

– Ahhh aaahhh aaahhh— Cielo Riveros se queja quedito
– No hagas ruido bebé, debemos ser silenciosos o despertaremos a medio mundo— le susurra el abuelo al oído
– Si abue, aahhh aahhhh—vuelve a gemir quedito al sentir el dedo moverse dentro y fuera de su concha— si, si, si abue, más rápido—Cielo Riveros lo abraza fuerte y a ojos cerrados gime despacio. El abuelo saca su dedo y coloca su verga entre las piernas de Cielo Riveros sin penetrarla, ella arriba de él se ve tan pequeña y más bizarra la escena cuando ella comienza a mover sus caderas para masturbar el pene de su abuelo con su entrepierna— aahh aahhh aaahhh abuelito siento mucha humedad en mi rajita

– Si pequeña, es que estás muy arrecha, síguete moviendo, si bebé así, mas, mas, mas… más rápido—Cielo Riveros mueve sus caderas de arriba abajo, deslizando la verga de su abuelo en la abertura de su raja.

La abuela los mira en silencio de pie en la cama, finalmente algo la regresa a su mundo se quita su bata y se acuesta al lado de ellos dándoles la espalda y trata de dormir, en verdad ella está agotada, ese día para ella fue muy estresante, al ir durmiendo, entre los gemidos de su nieta y su esposo, recordó su juventud, el esplendor de su cuerpo, cuando conoció a Cenón, su cortejo tan eficaz, era todo un don juan, no le fue difícil conquistarla y hacerla suya, a pesar de venir de una familia de principios muy conservadores, a las 2 semanas ya la tenía, en un camino apartado, en el asiento trasero de su Wolfwagen sedan amarillo (O un bochito, como les decimos por acá), toda abierta de piernas gimiendo ante los lengüetazos que le daba…

************

– Aahhh aaahhh aaahhh, Cenón, que rico siento, aahhh aaaahhh aaahhhh, nunca lo había sentido—gemía la abuela
– Te dije que te iba a encantar María y a mí también, tu concha sabe delicioso—y volvía a meter la lengua en la raja de ella. Se levantó y desabrocho su pantalón para sacar su pito

– Cenón ¿qué vas a hacer?—una pregunta algo estúpida por parte de la abuela, quien estaba algo atemorizada

– Algo más rico aún mi vida, te va a gustar más—colocó su verga en la entrada y la fue penetrando hasta sentir su himen virginal—ya llegue a donde quería, ahora si aguanta un poco ahí te va—le metió más el pene desgarrando su himen

– Aaaahhhh aaayyyy Cenón, duele, despacio, aaayyy
– Tranquila mi vida ya pasará

Y así fue, ella gemía ante las arremetidas del abuelo y ya nada importaba en ese momento, el Bochito rechinaba como si de un catre viejo de tratara.

– Aaahhh aaaahh aaaahhhh si, aaahhhh aaahhhhh

– Aaahhhhh— grito el abuelo al sentir su semen entrando a lo más profundo de la concha de María.

Se embarazó 3 meses después, y se tuvieron que casar, Cenón no quería problemas con la familia de María (De armas tomar), su vida fue “normal”, no hablemos del megasexo, solo el que una pareja marital tienen que con el tiempo va disminuyendo, se hace rutinario, le dan más prioridad a otros eventos, en fin, la rutina simple de un matrimonio. Así fue sumergiéndose en un sueño más profundo, recordando cuando su hija comenzó a desarrollarse, volverse más coqueta, típico desarrollo de una adolescente, sólo que en ocasiones la veía demasiado apegada a su padre, más que de lo que lo debería ser. Ella muchas veces contemplaba en silencio como ella se le sentaba en las piernas y lo colmaba de besos, lo acompañaba a todas partes que pudiera ir con él; él siempre la escogía primero a ella que a su propia esposa.

Una tarde mientras salía a jugar canasta con su club de amigas, se percató a medio camino había olvidado su bolsa, regreso, abrió la puerta, se extrañó de no ver a su esposo en la sala, se dirigió a su recámara y al ir subiendo las escaleras escucho ruidos de su recámara, ruidos sexuales…

“Me es infiel”—sintió un balde agua fría caía sobre su ser, le temblaron las manos y flaquearon las piernas, siguió caminando hacia la habitación y los ruidos eran cada vez más claros; cual fue su sorpresa al ver hacia el interior de su recámara, no lo pudo creer…

Ahí estaba su hija en una rara posición, Cenón tras de ella y ella con las piernas abiertas, agachada hacia adelante tocando con sus manos el piso, doblada por sus caderas, parecía una “V” invertida, Cenón le metía la verga con coraje y a cada metida, la empujaba, lo que hacía que ella tuviera que moverse hacia adelante para no caer, parecía una araña caminando en cuatro patas, Cenón tenía la cara desencajada.

La está violando—pero puso más atención en su hija Miriam Caballero, traía aun las coletas en el cabello que se hacía para ir a la escuela, por lo que podía ver libremente su rostro, vio que ella abría la boca y gemía, al mismo tiempo que al desplazarse reía divertida—eso no es violación… pero ¿Por qué?—no entendía la aberración que veía, pero tampoco podía dejar de verlos, sentía algo extraño, ¿Repulsión? no… ¿Asco? tampoco… ¿Excitación? mmm no creo. Lo que si no podía dejar de verlos.

– Vamos perra, amacízate para que no te caigas que tela voy a meter bien duro—decía el abuelo con voz ronca.

– Sí papi, si, así más fuerte… ayyyyyyy, me vuelves loca siiii—

Cenón comenzó a pegarle, María aún más se sorprendió al ver la reacción de su hija

– si pégame, me he portado mal, soy una puta, pégame mas— Cenón le pegaba a puño cerrado en la espalda de la niña, en ese momento María pensó que la podía lastimar, pero los gritos de placer de la nena no bajaban— ayy ayyy ayyy papi, me duele, ayyy si soy tu puta, me lo merezco, pégame— y él le pegaba al mismo tiempo que se la metía, con su cara contraída, enojado, cualquiera diría que estaba fúrico, pero en realidad estaba más que excitado. De repente dejo de pegarle, escupió en su culo y comenzó a dedearla— papi ¿ya?

– Si, ya— contesto Cenón al mismo tiempo que se la sacaba y comenzaba a meterla por el culo, Miriam Caballero abrió los ojos, cuando Cenón la levanto de los cabellos, haciendo un arco perfecto con su espalda y comenzó a taladrarle el culo—si papi, me enculas… rico… ayyy si aahhhhhh ohhhhhh mas rápido— María se sorprendía por la flexibilidad de su hija, el aguante y la lascivia de la situación

– Toma perra, toma, disfruta la verga de papa—decía su esposo, al mismo tiempo que se movía como un pistón, siguió nalgueando a la nena y dándole puñetazos de vez en cuando, ella más gemía cuando el papa más agresivo era. María impávida con la boca seca, no sabía cómo reaccionar, Cenón sin sacarle la verga del culo la levanto, sujetándola del torax, Miriam Caballero movió sus brazos hacia arriba y atrás par sujetarse de su padre y este comenzó un mete y saca teniéndola a ella en el aire.

– Papi, rico… si aahh aaahhhh aaahhh, que rico me enculas, mas fuerte papi… mas fuerte— gritaba Miriam Caballero con toda la cara sudada y la boca abierta— aaahhh aaaahhh

Cenón se la llevo cogiéndosela hasta el borde la cama y ahí la bajo, dejando sus pies apoyados en el piso y su pecho sobre la cama, ahí aumento las arremetidas que le daba, volviendo a nalguearla

– Aaahhh aaaahhh si papi mas, mas aahhh aaahhhh ooohhh aaauuuuuccchhh—grito al sentir un salvaje puñetazo sobre su espalda, Cenón parecía un maniático sobre ella, la fuerza con la que se la metía sin piedad, a María ya le temblaban las piernas— aaahh papi, pégame más fuerte— Cenón no se dejaba esperar y arremetía contra jalándola de los cabellos, entre estocadas de verga en su culo, nalgadas y puñetazos en la espalda de ella. María no podía pensar que se podía aumentar la velocidad de las metidas, pero se equivocó, Cenón aumento las pistoneadas como un auto de formula 1; de repente lanzo un ronco grito y se arqueo volteando al techo.

– aaaggggghhhhhh, toma perra, ahí te van mis mocos por tu culo, tómalos todos aagggghhhhhh— bufaba como toro y soltándola de los cabellos la tomo de la cintura para poder meter más aun su verga, María pudo ver como pinía los ojos en blanco haciéndolo ver como un verdadero pervertido. Miriam Caballero también recibía su ración de placer, su cara no dejaba mentir, estaba teniendo un orgasmo con los ojos también en blanco y la boca abierta— aaahhh aaahhh si perra, tomalos todos— Se desenchufo de ella la giro la hincó y se la metió por la boca— límpialo, tienes que aprender a ser una buena puta, aprende a aguantar el sabor de tu caca, créeme, eso en algún momento te salvará de algo, jejeje… chupa, límpialo con tu lengua

María ahora veía a su hija con los ojos cerrados realmente concentrada en la limpieza del pene de su marido, con un esmero que a ella le hubiera encantado se lo dedicara a su escuela, pero no, se lo estaba dedicando a la verga de su papa. En eso Cenón voltea a la puerta y ve a su esposa, sus miradas se cruzan, el queda pálido y ella también, Miriam Caballero sigue con los ojos cerrados limpiando los restos que le quedan a la verga de Cenón, María decide entrar a la habitación

– Olvidé mi bolsa, por eso regresé—dijo con voz temblorosa, haciendo que Miriam Caballero abriera los ojos como platos y casi se desmayara del susto, desde el suelo volteo a ver a su padre quien también la veía sin saber que hacer o decir— oh, ahí está— dijo María sin voltear a verlos, tomó la bolsa y salió de la habitación ahora sin voltear atrás escucho un “¿Y ahora?” de su hija y una respuesta de “no sé, tu solo sigue mamando” de su esposo… lo siguiente que escucho fueron los quejidos guturales que su hija hiso cuando le vuelven a introducir la verga por la boca…

– Mmmgmmgmmmgggg

*********

Aún dormida, María podía escuchar los sonidos guturales de su hija, pero… no era su hija, abrió los ojos y volteo hacia su esposo y lo vio acostado de lado con Cielo Riveros por delante de él sosteniéndole una pierna en el aire mientras le penetra la raja con rapidez, Cielo Riveros gime cada vez más fuerte, estaba empezando gozar una cogida, María mira hacia la entrepierna de la niña y ve rastros de sangre y semen, por lo visto era la segunda vez que se la cogía. Volteo hacia Cielo Riveros le tapo suavemente la boca para que no hiciera tanto ruido

– Sshhhh mi amor, vas a despertar a todos— Cielo Riveros abre los ojos, sus pupilas están dilatadas, mira a su abuela y vuelve a cerrar los ojos disfrutando los embates del abuelo, quien aumenta la velocidad y da un pequeño grito

– AAggghhhhh, mi perrita, ahí va de nuevo— se vacía en su interior, Cielo Riveros gime más fuerte y se retuerce en los brazos de su abuelo.

– Mmmgggmgmggmg— solo se alcanza a oír de Cielo Riveros, ya que su abuela le tapa la boca con más fuerza. Cenón empuja fuerte hasta terminar de eyacular todo su semen dentro de su nieta, se la saca, se acuesta boca arriba y le dice

– Ven “bebe” limpia la verga del abuelo—Cielo Riveros aún agitada y recuperando la respiración se queda mirando la verga manchada con sangre y semen, siente asco, la abuela lo ve y dice

– No Cenón, ya es tarde y tiene que dormir, mira sus ojeras— la toma de la mano y así desnuda se la lleva con su ropa en la mano, la viste en su recámara y la acuesta arropándola y dándole un beso en la frente, como lo haría una abuela normal con su nieta— descansa pequeña—regresa a la habitación, Cenón aún esta con la verga de fuera, ella se acuesta a su lado y el sin preguntarle la toma de la cabeza y la dirige a su pene

– Límpialo tú, ahorita ni de chiste me baño— María por primera vez le chupo la verga manchada con sangre… sangre virginal de su nieta…

En la habitación contigua, Miriam Caballero estaba con los ojos abiertos, mirando el techo, había escuchado todo, no necesitaba verlo para saber lo que había pasado, pero ahora cómo reaccionaría ella. Ese mismo día se había cogido a su hijo y ahora su padre desfloraba a su hija mayor, eso sólo confirmaba sus sospechas que algo había pasado en el moll. Mañana sería otro día, por lo pronto tendría muchas cosas en que pensar.
La mañana era hermosa, como todas las mañanas de verano aquí en mi tierra, el sol brillaba resplandeciente, regalándonos su calor; las nubes hacían su recorrido a través del cielo, los pájaros cantaban alegres iniciando su día; yo estaba en mi cama, intentando despertar, cuando entra mi madre, aún con su bata de dormir, se sienta a mi lado, dándome oportunidad de que despierte bien; veo su cara seria, preocupada, como cuando se tiene un problema que no sabes cómo resolver y necesitas a alguien que te ayude, te aconseje y te apoye y claro ahí estaba yo para lo que ella necesitara…

– Roberto, hijo, necesitamos hablar
– Claro mamá, ¿qué pasa?
– No sé qué hacer, no sé cómo se debe reaccionar ante esto, de verdad, es algo que nunca planee
– ¿Qué mamá? ¿Qué pasa?—pregunte yo ya preocupándome por lo que iba a decir
– Tienes 13 años, es más o menos la edad a la que yo me “inicié”, pero ayer algo paso, en el moll, entre tu abuelo y tus hermanas… lo sé, estoy casi segura y anoche escuche cosas que…– no pudo decir más, soltó en llanto y no pude hacer otra cosa que abrazarla y consolarla, la verdad yo también escuche esas cosas, supe lo que fue

– Sí mamá, sé de qué hablas, yo también escuché, pero no escuche violación. La verdad pareció más mutuo acuerdo que abuso—dije tratando de calmar las cosas
– ¿Escuchaste? Y ¿no hiciste nada?
– Así es, tal y como tú tampoco hiciste algo—dije yo, arrepintiéndome de inmediato por lo que acaba de decir, se supone que la iba a consolar y yo cagándola más…

– Es que yo no supe como… cómo reaccionar, no sé qué hacer…
– Está bien entiendo tu preocupación, el abuelo es un cabrón
– ¡Roberto! Tu lenguaje

– Perdón mamá, pero es la verdad, es un cabrón, pero yo creo que Cielo Riveros sabía muy bien lo que hacía, no agarro una inocente palomita, si es más despierta qué nada, a mí me la pasa preguntándome por uno que otro de mis amigos, alguno incluso que son mayores
– ¿Mayores?—preguntó mi mamá realmente sorprendida, como si estuviera apenas dándose cuenta de que su hija ya no era tan inocente– ¿Qué tan mayores?

– Algunos más de 18 años que se juntan en la bola y que juegan futbol en el mismo equipo que yo, es más te voy a decir algo, ella me contó que una vez no estudió para un examen de inglés, no sabía ni “madre”, así que ese día se puso una falda del año pasado, se sentó hasta atrás y abrió las piernas para que el maestro le viera los calzones y ¿sabes qué? Me contó que su maestro la vio embobado como por 10 minutos y cuando ella tanteó que era prudente levantó la mano solicitando su ayuda, el fulano corrió para ver de qué se trataba se paró a un lado de ella y ella misma fue quien le acercó su hombro a la entrepierna y comenzó a moverlo mientras le decía “Profe ayúdeme, no se las respuestas” obvio que muy bajito para que nadie más oyera y él wey la vio

Se le endureció el pito y le comenzó a señalar las respuestas con el dedo, mientras mi hermanita seguía con la sobada, así estuvieron como por 15 minutos y de repente él la toma por el cuello le pega más su paquete al hombro de mi hermana y eyacula. Dice Cielo Riveros que le alcanzo a ver lo mojado a través de su pantalón, el maestro se sentó en su escritorio y ya no se paró hasta que salió el último de los estudiantes, que claro que fue Cielo Riveros, quien coquetamente le entrego el examen con un besito en la mejilla le dijo “gracias profe”. Sabes que una semana después le entregaron resultados y había sacado un 100, obviamente que se lo presumió al abuelo y este le prometió ropa y pues… ya conoces el resto de la historia
Mi madre estaba con la boca abierta, nunca se imaginó tener una hija tan precoz; yo solo atine a decirle

– La calentura se hereda, ¿recuerdas?

En ese momento la vi tan susceptible, su cara era de preocupación y tristeza, la vi como un hombre ve a una mujer que debe proteger, ese hombre era yo y claro que la iba a proteger, ella era ya mi mujer. A pesar de su cara de tristeza no perdía belleza ni sensualidad, me excite viendo sus ojos algo hinchados por el llanto, lo mismo que sus labios que entre abría al respirar por la boca, su nariz algo roja y congestionada; me levante la tome por el rostro, me valió madre mi aliento matutino y la bese con ternura, ella correspondió mi beso y abrió más su boca al sentir mi lengua queriendo entrar y metí mi mano a su entrepierna la cual comenzó a mojarse, la bese con más intensidad, cosa que ella correspondió dócilmente volviendo a cerrar los ojos

Me levanté me baje el bóxer y le metí la verga en la boca y comencé un mete y saca moderado y después aumente la aceleración hasta que la tome por la nuca y ella tomo mis caderas, así le empecé a dar estocadas más fuertes y profundas, era una verdadera cogida oral; algunas veces ella hacia arqueo para vomitar, la dejaba descansar tantito y le volvía a acelerar hasta que sentí que iba a eyacular por lo que la saque para detener la eyaculación, la levante y le quite la bata, la acosté de espaldas a la cama y me subí en ella, dirigí mi pene a su raja y este se perdió dentro sin ningún problema. Mi madre me abrazo al sentir la penetración y levanto sus piernas cual ligera era ella, esto facilito mi penetración y movimientos, cerraba sus ojos y me abrazaba con fuerza, como si quisiera adherirse a mí en ese momento, sintiéndose mi hembra en su totalidad, yo movía mis caderas y trataba de hacerlo lo placentero para ella, sentir como mi verga salía mojada por la humedad de su raja

– Aaahh aaahhh aaaaahhhh mmmmm— gemia mi madre al sentir el movimiento de mis caderas, levantaba más sus piernas para hacer más profunda mi penetración, en verdad que tenía experiencia
– Madre te amo— decía yo mientras aceleraba mis estocadas

– Aaahhh aaahhh si hijo yo también te amo… mucho… más cuando me coges así… aaahh aaahhhh… volteame, quiero sentirte en mi espalda mientras me coges aahhh aaahhh si si
Hice lo que ella me pidió, en ese momento no podía hacer otra cosa que complacerla, le saque la verga y la gire poniéndola boca abajo, volví a dirigir mi verga a su raja y esta se perdió nuevamente en su interior

– Aaahhh aaahhh si hijo, me encanta sentirte en mi espalda aaahhh— yo pasaba una mano por debajo de su pecho para acariciar sus tetas y la otra la tenía en su cabeza para hacer apoyo y penetrarla más intenso, en ocasiones la volteaba para besarla y ella lo hacía sacando su lengua antes de que mi boca llegara a tocarla, haciendo se ver ansiosa de mis besos

– Aahhh aahhh mama siento rico, muy rico
– Si si hijo, yo también… más fuerte… dame más aahhhh aaaahhhhhhh— aumento el tono de su voz por lo que tuve que taparle la boca para que no la oyeran—mmmgmgmg mmggmgmg
– Mama tela voy a meter por el culo, no quiero que te muevas

– Mmmgmggg mmgggg mmggggggg—eran los quejidos que ella daba al sentir mi verga penetrar sus culo— mmmgggg mgmgmgmmggmgmgmg— ya toda dentro no espere a que se acostumbrara y empecé un mete y saca cada vez más rápido y profundo— mmmgmgm mgmmggg mmmggggggg—- sentía su culo contrayéndose en mi verga y por su cara con los ojos en blanco adivine que era su orgasmo, le metí lo mas profundo la verga y ahí la deje quieta para que ella tuviera su orgasmo a gusto— mmmggg mmmmggggggggg—solte su boca al sentirla más relajada— aaahhhh hijo, que rico me vine aaahhhhhh

– ¿Te gusto madre?
– ¿Gustarme? ¡me encanto!
– ¿Y así mas?— mientras sacaba mi verga para meterla toda de golpe
– Aaahhhhh aaahhhhh si, así más— baje mi mano a su entrepierna y le acaricie la raja; era curiosa la sensación de acariciar su raja y sentirla deformada por mi verga dentro de su culo, metí dos dedos y pude sentir mi verga dividida por la membrana de su vagina e intestino, empecé un nuevo mete y saca y de verdad que sentía morbo al penetrarla por el culo y sentir mi verga con mis dedos desde su vagina— aaahhh aaahhh hijo te amo aaahhh aaahhh me hacer olvidar mis penas con tus cogidas aaahhh aaahhhh—

Apreté ambas manos, una en la vagina y la otra sobre uno de sus pezones al mismo tiempo que aumentaba la velocidad de mis metidas en su culo, sentí el cosquilleo de la inminente eyaculación, me zafe de ella la tome de los cabellos y la dirigí a mi verga, la vedad me hubiera gustado haber hecho algo más sádico durante la cogida, pero no era la hora ni el momento, solo le metí la verga hasta el fondo y le deposité todos los mocos en su garganta, ella como sí nada tragó todo a ojos cerrados y después me chupo un ratito más para limpiarla hasta que se la saqué. Me levante y la bese en la boca lo más tierno y dulce que pude, quería demostrarle mi amor por ella

– Mira mamá—dije yo sentándome a su lado, ya más tranquilo—por qué no mejor primero platicas con ella, de madre a hija y le preguntas abiertamente por lo que pasó, que espera sacar de ello y así tomas una mejor decisión sobre el asunto—mi madre me miró dándome la razón, mientras se limpiaba lo que quedaba de semen en su comisura bucal, asintiendo con la cabeza

– Tienes razón hijo, hablaré con ella y veré que pasa, ya entendí que no es tan inocente, pero ¿y Paola?, no me digas que también masturba a sus maestros por buenas calificaciones…
– Jeje no, no creo, ella si es muy pendeja para eso
– ¡Lenguaje!
– Perdón, pero si ya me la chupas pues qué más da tener “libertad de expresión”
– No jovencito, cogemos, nos desfogamos pero después de eso sigo siendo tu madre, ¿Entiendes?
– Vale, vale—dije yo resignado
– Pero volvemos al mismo punto ¿Qué con Paola?
– Bueno si quieres habló yo con ella y veo a ver cómo está tomando las cosas, ¿Te parece?
– Si, muy bien, ella te quiere mucho y te admira como hermano mayor, eres su adoración, siento que te ve como el padre que no tiene
– Pues puede que a lo mejor sí, imagínate me cojo a su mamá, jajaja—reí yo bromeando
– ¡Roberto!—dijo mi madre riendo, por la ocurrencia mía

– Jajaja, te quiero mamá, es bonito verte reír y vas a ver que vamos a resolver esto, tú no te preocupes, no tendrás esposo, pero me tienes a mí, que hare cualquier cosa por ti y nunca te sentirás sola conmigo, porque yo te apoyaré siempre, si quieres un hombro para llorar aquí tendrás el mío y lloraremos juntos lo que haga falta; si te sientes sola ahí estaré solo para hacerte compañía hasta el fin del mundo; si me necesitas como hombre trabajaré para sacar nuestra familia adelante y quiero que te quede bien claro nunca harás frente a los problemas que vengan tu sola, porque ahí estaré contigo, para recibir los embates que la vida nos dé.

Vi un brillo en los ojos de mi madre, parte sorprendida por mi madurez y parte arrobada de amor, me miró con lágrimas queriendo brotar de sus hermosos ojos negros, se acercó y me besó en los labios, suavemente, como si de un novio se tratara, era un beso de amor que yo correspondí, no cerraba los ojos, me miraba mientras lo hacía como enamorándose de mí, nuestras bocas se abrieron liberando nuestras lenguas y se enroscaron, pero lo crean o no, no era lujuria lo que salía de nuestro beso, era amor… amor verdadero

– Te quiero Roberto, te quiero mucho, no sabes lo bien que me hiso hablar contigo
– Yo también te quiero mamá, a mí también me gusto hablar contigo y más coger después, pero bueno, vamos a salir a ver que hacen los demás porque si nos quedamos no respondo—dije mientras miraba su generoso busto, invitándome a besarlo.

Ella también volteo a verlo, me miró a los ojos y rio coquetamente. Nos paramos, se puso la bata y nos dirigimos a la cocina, la abuela ya levantada, preparaba café para el desayuno

– Buenos días mamá—dijo mi madre algo seria al saludar a la abuela
– Buenos días hija—dijo ella sin mirarla
– Buenos días abue, ¿cómo pasaste la noche?—dije yo retando con la pregunta, mi mamá me comía con los ojos, mi abuela volteo a verme
– Bien hijo, yo bien—dijo como aclarando, “yo no tuve nada que ver”
– ¿Y papá?—pregunto mi madre
– Le hablaron temprano de la fábrica—me había olvidado comentar que mi abuelo es dueño de una pequeña fábrica de productos de limpieza, estudio química y fabrico estos productos, no era el mega negocio pero si redituaba para vivir cómodamente
– ¿Algún problema grave?—pregunto mi madre por protocolo
– No, creo que falló la envasadora y había que presupuestar reparación o algo si me dijo él

Nos sentamos mi madre y yo en la mesa, la abuela nos sirvió café y puso pan dulce en la mesa. En eso bajo Paola, aún en pijamas

– Hola a todos y buenos días
– Buenos días– contestamos
– Siéntate hija y ¿Quieres café?—le dijo mi madre
– ¿Café mamá?, pero si tú dices que estoy muy chica para tomar café—pregunto Paola desconcertada al mismo tiempo que la abuela también la veía expectante

– Creo que ya no estás tan chica, mamá sírvele café por favor

La abuela sin cuestionar tomo la jarra y le sirvió en una taza, Paola me miró emocionada y le puso mucha azúcar y leche.
Bajo Cielo Riveros, con cara de atropellada, parecía que venía saliendo del antro

– Buenos días
– Buenos días contestamos todos
– ¿Café también para ella?—pregunto la abuela a mi madre

– Mmm creo que ella ya se brincó la “etapa del café”, mejor sírvele un whisky—pfpfpf casi aviento el café al escuchar esto de mi madre, la volteo a ver y después a mi abuela que estaba pálida—jaja es broma mamá, sírvele también café— dijo burlonamente mi madre– ¿y cómo estas Cielo Riveros?

– Bien mamá, me duele la cabeza—“si te dolió la cabeza… pero de la verga del abuelo y ni así quisiste que la sacara”, pensé yo para mis adentros
– Bueno báñate y cámbiate que hoy me acompañas a mí a hacer algunas compras—mi madre me volteo a ver buscando mi aprobación a lo que yo asentí y me sonrió satisfecha mientras me escuchaba

– Yo me quedo a cuidar a Paola, tenemos que jugar Nintendo, ¿Verdad Pau?
– ¡Si! — Grito Paola toda emocionada, la abuela solo nos veía sin opinar.
– Eran cerca de las 10 am cuando mamá y Cielo Riveros salieron de “compras”– y bien Pau, lista para recibir una paliza en el Nintendo—le dije a mi hermana
– Ja, a ver si puedes, si ya son gente grande, no ves que ya hasta café tomo—dijo ella con orgullo en sus palabras

– Bueno vamos a mi recamara, abue subimos, si hablan mis amigos, no estoy, es mas no estoy para nadie, no quiero ser molestado ¿Ok?— la abuela solo miro y asintió
– Si hijo, nadie te molestará—dijo como diciendo “yo ni me meto”

Entramos en la habitación, prendí la tele y la consola, ella tomo su control y yo el mío, puse el juego de pelea y comenzamos a jugar batallas entre nosotros, era bastante mala para el juego, muchas veces se mató ella sola al aventar accidentalmente sus granadas de mano, yo movía la cabeza en sentido negativo desesperado, así que mejor me dejaba ganar para que no estuviera tan aguitada y se abriera conmigo, cada vez que yo moría ella volteaba y me decía

– te dije que te iba a ganar, ya soy gente grande, jajajaja
– Mmmm Paola, haber dime, que tan grande eres, yo solo veo a una escuincla muy tonta
– A que no, ya soy grande
– No, no creo, la gente grande hace cosas de grande y tú solo tomas café, es más ayer tomaste malteada de chocolate. Tu que has hecho como gente grande… nada—decía yo intentando retarla para que sola soltara toda la sopa

– Pues si he hecho cosas de grande
– No creo
– Si
– No
– Si
– No, eres muy escuincla, es más a ver ¿qué hace la gente grande según tú?
– Mmm pues se besan en la boca

– ¿Tú has besado a alguien?
– Si
– Y haber ¿Qué más hace la gente grande?—continué con mis preguntas saca-sopa
– Se tocan en sus partes
– ¿En dónde?
– En sus partes, aquí—dijo señalando su entrepierna

– Y tú has tocado a alguien así o alguien te ha tocado
– Si
– ¿Y que más has hecho?
– Muchas cosas de gente grande—decía moviendo su cabeza de un lado a otro.
– Nah ¿cómo qué?—preguntaba yo retando y festejando que fácil era sacarle información a Paola
– He chupado un pito
– ¿Qué?—casi grito yo pelando los ojos, o sea si había pasado algo, pinche abuelo

– Si—dijo finalmente mirándome con reto, como diciendo gané
– Paola ¿Me tienes confianza cómo para contarme un secreto?
– Mmm ¿cuál secreto?

– Dime ¿Con quién has hecho todo eso?
– No te puedo decir—se puso nerviosa
– Anda dime, puedes confiar en mí
– No, es que prometí no decirlo

– Pero soy tu hermano, yo estoy para cuidarte y no permitiría que alguien te hiciera daño, si tú quieres hacerlo esa es tu decisión, pero si te obligan ahí entro yo
– No, no me obligan
– Entonces dime quien fue
– Prometes no decirlo ni enojarte

– Claro—dije yo cruzando los dedos en mi espalda
– Fue con el abuelo
– ¿El abuelo? ¿Nuestro abuelo?—pregunte yo confirmando lo que mamá sospechaba
– Si con él, pero solo una vez y no me obligo, es más me gusto y prometí que lo volveríamos a hacerlo, de verdad él es muy tierno y cuidadoso. ¿Estás enojado conmigo?—pregunto mi hermana con cara de preocupación

– No, enojado no, pero si decepcionado
– ¿Por qué?
– No sé, el abuelo es muy mayor, si querías hacerlo, ¿Por qué no recurriste a mí? Pensé que pudiera haber sido yo y no él, pero ya vi que lo quieres más a el que a mí– mi voz sonaba triste, pero sólo estudiaba su reacción.
– No, eso no es verdad, yo te quiero mucho, yo no lo planee, sólo pasó, si me hubieran dado a escoger, mil veces te escogería a ti antes que al abuelo, pero solo pasó

– ¿Me hubieras escogido a mí? Pruébalo
– ¿Cómo?
– Dame algo que no le has dado al abuelo
– ¿Aquí? ¿Ahorita?
– Si, ¿Por qué no?
– Al abuelo solo se la chupe, no hicimos nada más, ¿qué quieres que haga contigo?
– Párate—se paró y se quedó esperando mas instrucciones—quítate la ropa—
– ¿La ropa?

– Si, la ropa—me miro con duda pero se quitó torpemente la blusa de la pijama y se bajó su pantaloncito, quedando solo en corpiño y calzones—date una vuelta para que te vea—se dio la vuelta rápido, como si estuviera jugando—no, así no, lentamente—se giró esta vez más lento, dejando que apreciara su cuerpo—mi pene ya pedía guerra, al verla en su corpiño y calzón rosa, se veía tan pequeña pero tan deseable—acércate a mí y bésame tal y como besaste al abuelo, no mejor no, bésame aún mejor de lo que lo besaste a él

Rio apenada, sabía que estaba compitiendo con el abuelo por ella, vi un brillo en sus ojos de orgullo, se acercó, su mirada cambio a cada paso que daba, tomo mi cara con ambas manos y acerco su boca a la mía, cuando estuvo cerca la abrió un poco y me beso, sentí el calor de sus labios, la humedad de su lengua, como la deslizaba hacia mi boca, la jugaba, chupaba mis labios para volver a meter la lengua “pinche abuelo”, pensé, pues le había enseñado bien. Mis manos comenzaron a acariciar su cuerpo semidesnudo, las metí por debajo de su corpiño y la acaricia, ella empezó a suspirar y me besaba con más pasión, le quite el corpiño y vi un marca morada sobre su pecho izquierdo, ella también lo notó y bajo la vista apenada

– ¿el abuelo te hiso esto?
– Si—dijo poniéndose roja de la cara
– ¿Te dolió?

– No, en ese rato no, pero cuando llegamos a la casa y me cambie, fue lo primero que me vi, la toque y me dolió, pero solo poquito—dijo como excusando lo impulsivo del abuelo.

Yo me acerque y bese su moretón, después lo chupe y lo hice más grande, ella con ambas manos sujetaba mi cabeza, metiendo sus dedos entre mis cabellos, deje esa zona y me dirigí al otro pecho y ahí volví a chupar hasta hacerle otro, regrese al otro pecho e hice uno nuevo del otro lado de la marca, regrese al derecho y volví a hacer otro, el pinche abuelo no me iba a ganar, al mismo tiempo que la marcaba, metía los dedos dentro de pantaleta y tocaba su raja, ella estaba más que mojada, jadeaba a cada caricia que le daba, le baje la pantaleta sin dejar de hacerle marcas en los pechos y tome con dos dedos su clítoris

– aaahhhhhh—suspiro ella cerrando sus ojos, me apretaba fuerte contra sus pechos invitándome a que continuará—sí, sigue, me gusta mucho

La levante cual liviana que era y la lleve a la cama, besándola, la acosté y baje mi cabeza a su entrepierna, comencé mi cunnilingus, ella ya aumentaba el tono de sus quejido

– ohhhhhh uuhhhhhh siii mas aahhhhhhh ay que rico hermanito… que rico siento, esto nunca lo había sentido
– ¿El abuelo no te chupo?
– No, solo yo a el—con más ganas seguí chupando, comencé a meter un dedo por su raja y ella de plano grito— aaaahhhhhhhhhhh!!!!!!

Metía y sacaba mis dedos de su raja cada vez más rápido, ella ya movía las caderas con verdadera candencia, me enloquecía verla ahí jadeando a cada dedeada que le daba, me levante, rápidamente me quite la ropa y se subí en ella, tome con mis manos su cara la bese a lengua suelta, el sabor de mi raja en su boca la enloqueció más, jadeaba al sentir el sabor de su raja

– Mmmmmggg

Gemía cada vez que le metía la lengua, mi pene rozaba la entrada de su raja y comencé a empujar, ella bajo sus manos para sentir el movimiento de mis caderas intentando penetrarla, abrió más las piernas, casi haciendo un Split perfecto, elástica como la madre pensé en ese momento y de repente mi pene se introdujo hasta sentir que topaba en algo, sabía lo que era, la bese con más pasión y empuje.

– aaahahhhhhhh ahhhhhhh ahhhhh hermanito me duele aaahhhhhh, aahhhhhh

Sus gritos ya eran más intensos, en la soledad de la casa, en algún punto de ella estaría la abuela escuchando todo, yo seguía en mi tarea de desflorar a mi hermana, así que aumente la fuerza de mi mis caderas y rompí la barreara que divide a la niña de una mujer… y ya era mujer, mi mujer. Abrió los ojos me miró y vio lo que yo estaba sintiendo, vio mi cara de placer, su dolor cedió al paso de 5 minutos, así que saque mi pene solo para meterlo de nuevo y ella volvió a cerrar los ojos, dejándose llevar por el placer. Solté su cara, sin dejar de besarla tome ambas piernas y las puse en mis hombros, su cadera se levantó, lo que facilito que mi penetración fuera más profunda.

– aahhhhhh uuuhhhhh ohhhh siii mas mas mas ahhh… ¡sí! se siente rico más mas— así estuvimos por 20 minutos, ella gritaba alentándome a dar más fuerte mis metidas, con una mano sostuve ambos tobillos y mi otra mano bajo a acariciar sus pechos, al principio suave y después más agresivo pellizcándolos, ella en su tarea de gemir—aahhhh ahhhh ooohhhh uuuhhhh que rico siento aaahhhhhhhh—subí mi mano hasta su cuello y comencé a apretarlo, ella abrió los ojos como asustada eso me emociono y comencé a apretar su cuello y aumentar las fuerza y velocidad de las estocadas, ella comenzó a disfrutarlo, tanto que sus manos arañaron mis nalgas, dejando marcas, el dolor me prendió más y más aumente mi arremetidas— aaghh aghhhhuuggghgh—guturaba sin sentido y sus pupilas estaban dilatadas a mas no poder, solté sus tobillo ella abrió sus piernas y yo con ambas manos apreté su cuello, puso sus ojos en blanco y sentí como mis huevos liberaban el semen y este corría por toda mi uretra hasta salir disparado directo al cérvix… al pequeño cérvix de mi hermanita—aaaghhhhhh mmmmgmgmgmg abrió su boca y sentí los espasmos vaginales

– Aahhhhgggg— gemí yo mientras eyaculaba dentro de ella, solté su cuello y ella respiro nuevamente con facilidad, abrió los ojos me miro y tomándome de la cabeza me besó con furia, su lengua penetro mi boca y podía sentirla por todos mis dientes hasta las muelas, yo seguía arriba de ella con mi pene semiduro dentro

– Aaahhhhhh, esto estuvo muy rico— dije yo.

Me baje de ella, todo sudado, acostándome exhausto a su lado boca arriba, ella se acercó a mí, aún con cara de excitación y me beso nuevamente, acariciaba mis pechos, los pellizcaba, me dejaba de besar para chupar mis pezones incluso marco uno de ellos, me prendió, mi pene retomo bríos, la levante y la senté en mi pene, ella de espalda a mí, movía sus caderas de un lado a otro, yo la sujetaba por ambas caderas y empecé a subir y bajar, en un momento la tome por el talle la puse de lado y finalmente boca abajo, sin sacarle el pito de su raja, ella feliz… Levante sus caderas dejándola con el pecho y la cara pegados a la cama, la tenía completamente empinada, arremetía contra ella y a cada empujón sus caderas brincaban y nalgas vibraban, me llegaba el aroma de su sexo, olía a sangre, a semen a vagina joven; no olía como la de mi madre, su olor era diferente, me encendió aún más, ya llevábamos más de 20 minutos así.

– ahhh sii que rico siento, chúpame en la espalda—no me hice del rogar, me deje caer sobre ella empujando sus caderas hasta pegarlas a la cama, ella las empujaba hacia arriba para permitir más fuerza en la penetración, mire su espalda y comencé a pasar mi lengua por ella—no, chúpamela, ¡fuerte!—fue su grito al sentir mi lengua, yo obediente la chupe con fuerza y ahora le marcaba su tierna espalda, la chupaba mientras la penetraba salvajemente.

– ¡ahórcame! quiero sentir así otra vez… como hace rato, anda hazlo—yo estaba como una moto pase mi mano derecha por su cuello y lo sujete y mi mano izquierda por debajo de sus pechos para sostenerla más, ella puso los ojos en blanco y abrió la boca a mas no poder, al sentir mi mano ahorcando y provocándole esfixia—aagghhh aggghh aaghhhh aggghhhh siigghh maggghhhhsss—no entendía lo que decía… pero si lo que quería, así que aumente mis estocada y la apreté aún más del cuello al mismo tiempo que marcaba su espalda, nuevamente sentí mi descarga que llenaba su conchita con mi fértil leche

– Aahhhggggggg perra, aaghhhhhh– grite yo sintiendo mis chorros de semen saliendo directo a mi hermanita

– Aagggggggghhhh aggggggghhh agggghhhh mgmgmg mmmggmgmgmggmmm— ella hacia ruidos extraños y no la solté hasta sentir que salió la última gota de semen, cuando la solté bufó como un toro—ppuuffffff, esto estuvo más que excitante, de lo que me había perdido—vi su cara toda sudada, lo mismo que su espalda, su respiración se fue normalizando, me baje de ella y me acosté a su lado boca arriba, ella se volteo y me abrazo, me miraba sonriente, feliz, su respiración bajo más, ahora me contemplaba como una enamorada… enamorada de mi—te amo—dijo suavemente cerca de mi oído
– Y yo a ti—le dije mientras la besaba
Miriam Caballero iba caminado con su hija a un lado, las dos en silencio, ensimismadas en sus pensamientos, una recordando al abuelo y la desfloración, la otra pensando como abordaría eso.

– Hija, que te parece si nos metemos a ese restaurante y pedimos algo de comer
– ¿Comer? yo todavía traigo atravesado el café y el pan, la verdad no tengo hambre, además ¿qué íbamos a comprar?—dijo mi hermana con fastidio
– Nada, la verdad solo quería hablar contigo, mira que te parece si vamos al parque y compramos una nieve como cuando eras “pequeña” y platicamos a gusto sin que nadie nos moleste—dijo mi madre señalando al parque central
– Está bien mamá, pero ¿de qué quieres hablar?—pregunto mi hermana, ya sintiendo preocupación al ver la cara seria de mi madre

– De muchas coas hija, de muchas…— fueron al parque y compraron dos conos de nieve, mi madre como siempre de chocolate y mi hermana uno de fresa, se dirigieron a una banca que estaba apartada de las demás y se sentaron; mi madre no sabía cómo empezar la conversación, como cuando vas a la alberca y te quieres meter pero el agua está demasiado fría, así que simplemente te avientas tapándote la nariz, entre más rápido mejor—Cielo Riveros, hija, anoche escuche lo que paso en la recamara del abuelo—Cielo Riveros sintió que la sangre se le iba a los pies y sus labios temblaron inconscientemente, el helado casi se le cae de las manos

– Mamá yo… yo este… es que el abuelo y yo… este…— mi madre vio la cara de susto de mi hermana así que la calmó

– Hija tranquila, no te estoy recriminando, ni estoy enojada, eres una adolescente y por lo que me han dicho ya sabías de esto y más de lo que yo imaginaba, sólo quiero que me cuentes lo que pasó y por qué así—dijo mi madre mientras la tomaba de la mano para tranquilizarla, a Cielo Riveros le volvió el color a la cara, pero aun así no podía hablar. Cómo se empieza una conversación así, la sexualidad siempre se habla con los padres, pero no le platicas como te cogió tu abuelo y sobre todo como lo disfrutaste, eso ya es demasiado— tienes que confiar en mí y contármelo, recuerda que soy tu madre y lo creas o no oí como lo disfrutaste, eso quedo claro, pero necesito que te abras conmigo, que me digas que es lo que piensas, que me digas si estabas de acuerdo o el abusó de ti…

– No mama, no abuso de mí, te lo prometo, el abuelo sería incapaz, es verdad… yo también lo quería—casi grito Cielo Riveros imaginado lo que le podía pasar al abuelo si era llevado a las autoridades.
– Ok, eso ya quedo claro también, ahora dime ¿qué es lo que piensas?
– Mmm no sé, me gustó, no me obligo
– ¿Ya había pasado algo antes?— A Cielo Riveros le vuelve el color rojo a la cara
– Si—dijo con voz temblorosa
– ¿Cuándo y cuantas veces?
– Sólo una vez… ayer… en el moll— dijo agachando la cara

– ¿Qué paso en moll?— pregunto mi madre, a lo que Cielo Riveros le contestó contándole todo tal cual ella lo recordaba, mi madre escucho cada palabra e incluso trato de no poner cara de susto cuando le platico de la intervención de Paola y de lo que pasó en el caprice cuando la quiso desflorar analmente, aclarándole que sólo le había metido la cabeza y que él le había prometido no hacer algo que ella no quisiera; finalmente le contó la desfloración vaginal la noche anterior en la recamara del abuelo y cómo fue que la propia abuela fue quien la llevo ahí—- “Ah maldita vieja”— pensó mi madre, después arrepintiéndose recordando lo que ella misma le había hecho varios años atrás, así que… que más podía exigirle.

– ¿Estas enojada mamá conmigo, con el abuelo… con Paola?— pregunto a mi madre con cara de preocupación
– No hija, no es enojo, es preocupación, ponte en mis zapatos, ¿qué harías tú en mi lugar?
– Mamá, ayer cuando el abuelo me desvirgo, me dijo “Así preciosa tal y como tu madre lo hiso”— dijo Cielo Riveros ahora mirando seria a mi madre y ahora era ella la que se ponía pálida ante el comentario de su hija.— supongo que algo pasó entre ustedes ¿verdad?— la miró directo a los ojos vidriosos de mi madre

– Si hija, algo pasó, de hecho muchas cosas pasaron, yo era un año mayor que tu cuando el abuelo me desfloró, yo lo quiero con toda mi alma y por eso se lo permití, pero ahora tengo que actuar; recuerdo que tu abuela nunca dijo algo, ni positivo ni negativo, simplemente era como si nada pasara, pero yo no voy a actuar igual que ella, yo si tengo que hacer algo… esto que hago ahorita— mi madre la miraba y tomaba de las manos, jalándola para abrazarla— eres mi hija, mi pequeña bebe— Cielo Riveros también la abrazó, la verdad se sentía culpable, doblemente, una por haberse portado “mal” y otra por haberse metido con el “hombre” de su madre

– Mamá dime algo y quiero que seas honesta conmigo, ¿estas tu molesta por haberme metido con el abuelo? o bueno ¿celosa o algo así?
– No hija, no. Al abuelo hace mucho que aprendí a compartirlo y él aprendió que entre nosotros solo habría sexo, pero cada quien llevaría su vida tal y como la debe llevar, además nunca me enojaría contigo por algo como esto, pero ahora yo tengo una pregunta para ti ¿vas a querer seguir haciéndolo con el abuelo?—
– ¿Te molestaría, lo permitirías?— contesto Cielo Riveros con la mirada en el piso, como si estuviera pidiéndole permiso para hacerlo

– Hija yo te quiero mucho y también a tu abuelo, creo que no me molestaría, pero también creo que no es correcto que lo hagas, sin embargo esa seguiría siendo tu decisión, hay muchos hombres en la vida, o sea no tiene que ser tu abuelo, entiende eso.
– ¿Puedo hacerlo con otros hombres?— pregunto Cielo Riveros con un brillo en sus ojos
– No, bueno si… pero eres muy chica, no quiero que alguien muy maduro y coludo juegue contigo y te lastime física o sentimentalmente

– Pero ahí estarías tú para cuidarme ¿no?
– Sí, siempre estaré ahí para cuidarte, pero entonces ¿va en serio que quieres a otros hombres?
– Si no te molesta mamá… ¡si¡ siempre me han gustado unos amigos de Roberto y pues son algo más grandes que yo así que…

– Momento jovencita, debes ser prudente, no quieras ser la puta fácil de la escuela, debes de darte a respetar y saber con quién te metes, sino la fama que hagas te seguirá hasta cuando no quieras que este ahí. ¿Entendido?— dijo mi madre ya en un tono más serio— además ¿uso el abuelo preservativo cuando te lo hiso anoche?
– No
– Pues sí, ni creo que tenga el canijo— dijo mi madre contestándose ella misma— ¿Cuándo te bajo la regla la última vez?
– Hace una semana terminé
– Bueno, mira primero debes prometerme que tomarás anticonceptivos, no quiero que te embaraces antes de tiempo y arruines tu vida, la vida no solo es tener sexo, hay más cosas allá afuera y quiero que las conozcas y disfrutes todas ¿ok?
– Si mamá—contesto Cielo Riveros ya con una sonrisa en sus labios.
– Y otra cosa… se acabaron los secretitos entre nosotras, todo lo que te pase me lo cuentas
– Si mamá, pero segura que todo— contestó mi hermana con un tono de “puede haber cosas feas”
– Si todo, total que más pesado que te haya cogido tu propio abuelo y que además en su momento me hiso lo mismo a mí— Cielo Riveros se tapó la boca asombrada al escuchar la palabra “cogido” que salía de la boca de mi madre, ella usaba siempre un lenguaje correcto frente a nosotros. Se miraron y rieron cómplices, se levantaron, tiraron lo que quedaba de los helados en un cesto de basura y caminaron ya más relajadas las dos hacia nuestra casa.

***********

En la casa me paseaba yo en mi bata después de haberme cogido a Paola a mis anchas, entro a la cocina y veo a la abuela sentada, con una taza de café frío en sus manos, mirando la nada, la veo y veo su cuerpo que hace mucho nadie usa, sus tetas se ven a través de su escote, siento feo por ella, es solo un mueble más en la casa que nadie toma en cuenta; sale de su trance cuando me ve y pregunta

– Hola hijo ¿Necesitas algo?
– Si abue
– ¿Qué?
– Esto

Digo acercándome y tomándola de su rostro la beso en la boca, ella abre sus ojos asustada, pero no se quita, sigo besándola y empiezo a meter mi lengua enroscándola en la suya, mi pene empieza a cobrar vida, “benditos 13 años” meto una mano en su escote y acarició las tetas que algún momento mamó mi mamá, aprieto sus pezones suavemente, la verdad no quiero ser brusco con ella, ella cierra sus ojos y deja que la manosee, ni si quiera levanta sus manos, abro su bata y admiro su cuerpo, sus lunares… esos lunares que solo un hombre ha visto, son como trofeos que voy acariciando, vuelvo a besarla, esta vez ella cierra los ojos al instante y abre la boca para que meta mi lengua, siento su boca más floja, más relajada; me separo de ella, la levanto y la llevo de la mano a su recamara, ella sin protestar se deja guiar por mi; entramos a la habitación, la misma donde anoche mi hermanita gemía y ella solo lo presenciaba; ya dentro de la recamara cierro la puerta a mis espaldas y en medio de la misma desnudo a mi abuela, que queda solo en su pantaleta horrible “de abuela” (Pues de hecho ella es abuela), me acercó a su boca ella la abre esperándome

Me detengo sonriendo viéndola como se queda con la boca abierta, me mira a los ojos, yo sonrío y la vuelvo a besar, ella otra vez cierra sus ojos, la siento más relajada porque ahora si me abraza, tenemos la misma estatura por lo que mi pene se incrusta directo en su raja solo separados por su pantaleta, acaricio su espalda y voy bajando sintiendo la tibieza de su piel y me detengo en sus nalgas, no están tan aguadas como yo esperaba, tomo el elástico de la pantaleta, la bajo hasta sus muslos, paso una mano a su raja, no está muy mojada, pero qué más puedo exigirle a una mujer de 55 años y con muchos sin “pedalear”, me separo del beso y meto mi dedo medio en su boca para que lo chupe, ella lo hace sin abrir los ojos, lo meto más hasta provocarle un arqueo de vómito y más para provocarle otro, sale algo de moco gástrico el cual uso de lubricante “natural” para introducir mi dedo en su raja, ella gime al sentirlo

– Aaaahhhhhhh—- no abre los ojos, pero aumenta sus gemidos al mismo tiempo que aumento la velocidad de mi mano en su raja—- aaahhhhhh aaaahhhhh ooohhhhhh uuuhhhhhhh

Su pantaleta ha caído sola por mera gravedad, está en sus tobillos, yo ventajoso la empujo haciéndola vacilar y cae por reflejo en la cama, me acerco y le pongo mi pito en su boca, ella no dice nada, sabe lo que quiero, así que solo la abre y empieza a chupar, la tomo por la cabeza y muevo mis caderas, lentamente sintiendo como le cojo la boca, la venganza es dulce, con el dorso de mis dedos acaricio sus ojos cerrados, ella chupa más fuerte, se mete sola más el pito hasta tocar sus amígdalas, arquea, se sale tantito, pero solo para volver a meterlo y empieza a mover su cabeza, así la dejo como por 5 minutos, no la quiero cansar demasiado, la acuesto y acomodo mejor en la cama, me subo y quiero abrirle las piernas, pero su pantaleta sigue enrollada en los tobillos, con uno de mis pies la saco con un movimiento hábil y logro abrirlas, tampoco lo hago demasiado, no quiero fracturarle algo, mi pene aún tiene su mocos gástricos (El mejor lubricante del mundo) pongo el glande en su entrada y empujo…

– ahhhhhhh despacio hijo, tengo años sin hacerlo, creo que ya soy virgen otra vez, ahhhhh aaaaaahhhhhh aaaaaaahhhhhhhh ohhhh

Yo río para mis adentros, dos vírgenes en un día, eso está genial, lentamente voy penetrando sintiendo como sus labios se comienzan a abrir y mi pene se desplaza entre ellos, sus paredes casi adheridas una de otra se vuelven a separar después de tanto tiempo, es como si realmente la estuviera desflorando, mi placer es infinito, ella solo abre su boca y respira más rápido

– aaahhhh aaaahhhh aaaahhhhhh si aaaahhhh aaaaahhhhhh

Finalmente logro meterlo todo, el lubricante natural está dando buenos efectos, pero se está acabando, por lo que lo saco y me subo sobre su pecho y vuelvo a meterlo en la boca, no le di tiempo de protestar o pensarlo, solo se lo metí profundo para sacarle el moco gástrico en un arqueo, mientras me escupo en la mano y se lo unto en la vagina

– mgmgmghgg—- arquea mi abuela liberando el precioso liquido gástrico; babeante saco mi pito y así lo meto en la vagina, ahora entra rápido sin problemas, mi abuela en verdad grita—- aaaahhhhhhhhhhhhh aaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhh aaaaaaaaaaaahhhhhhh—- pero ahora sí que es de placer, bombeo lento y voy aumentando la velocidad, le pregunto si le gusta, ella solo asiente con los ojos cerrados y la boca abierta
– ¿quieres que te lo haga más rápido?— y ella solo asiente, no es una mujer de muchas palabras, aumento mi velocidad y ella gime

– aaaaaahhhhhhh oooohhhhhh aaaaahhhhhhh ohhhhhhh si si si ahhhhhhh— me abraza con timidez y yo vuelvo a besar su boca con lengua suelta, por primera vez ella usa la suya sobre la mía, la mueve lento, viendo si me gusta, cosa que le confirmo aumentando mis embestidas—- ahhhhh aaaahhhh aaaaahhhhhhhhh aaaaahhhhhhhhhhh ooooohhhhhhhhhhhh, hijito hace mucho que no sentía esto—– mi abuela se separa de mi beso para decírmelo— aaaahhhhh aahhhhhhh ahhhh ahhh ahhhh ahhhh— da gemidos cortos y rápidos, pues mi velocidad ya es de pistón de auto de carreras, llevamos cerca de 20 minutos cogiendo, siento mi eyaculación, bombeo más rápido, ya no me importa si se fracrura o le safo algún hueso, ella recibe las bombeadas con gritos de placer

– aaaaahhhhh aaaaaaaaaahhhhhhhhh aaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhh—- grita mas al escuchar mis quejidos de inminente eyaculación—– aaaaahhhhhh aaaaaaahhhhhh me estoy vaciando…. Me estoy vaciando… ¿vaciando? Ese nunca lo había escuchado, debe ser algúna expresión de la vieja escuela para decir que se estaba “viniendo”, que importa siento la salida de mis mocos y me descargo dentro de ella y ella me responde abrazándome más fuerte con un orgasmo de los de antaño, o vaciada como diría ella

– Oooouuuuuffffffff… seeeee…. Me vengo abuela, me vengo rico
– Oooooohhhhhhhh oooooohhhhhhh oooohhhhhhhh aaaaaaaaaahhhhhhhh… me estoy vaicando en serio, hijo no pares que me vacio toda aaaaahhhhh aaaaaahhhhhhh— la sigo penetrando con furia y mi descarga parece no querer acabar

– Abuela te mueves como una puta, me gusta, muévete puta muevete si aaaaahhhhhh, a mis huevos no les va a quedar leche, sseeee ¡puta! Seee

Mi semen salen en su totalidad, de verdad que hasta veo estrellitas del placer que sentí voy bajando el ritmo hasta detenerme, siento como mi abuela se estremece con mi verga aun dentro, como escalofrío que da cuando estas terminado de orinar, se ve tan puta moviéndose así debajo de mí. Sin sacarla la comienzo a besar tomándola de la cara, le beso los ojos, su frente, su nariz, abro mi boca y le meto la lengua en su boca y ella ya sin tapujos me responde el beso con pasión, mi pene sigue medio erecto y el café hace su efecto… mi vejiga está llena, una idea se me viene a la mente, la levanto, la llevo al baño, la meto en la bañera, ella desconcertada lo hace, solo le digo

– abuela no te muevas ni te salgas

Ella asiente desconcertada y ve un chorro de orina que sale de mi pito directo a su cuerpo, la baño toda, su cara sus pechos su raja, cuando le paso el chorro por la cara acerco mi pene a su boca y le digo

– abre tu boca puta y trágalo todo, — ella me mira desconcertada pero lo hace sin protestar— si así… así puta, eres deliciosa aaaahhhh

Detengo el chorro, hago un gran esfuerzo por detenerlo, tengo más ideas en la cabeza, mi pene sigue medio erecto, la levanto, la volteo y la hago que ponga las manos sobre la pared y que abra las piernas, lo hace cual sumisa que es, pongo mi pito en su raja y se lo meto hasta el fondo, ella gime nuevamente, cree que me la voy a coger de nuevo pero me quedo quieto, ahora me concentro al doble y logro relajar el esfínter y liberar un chorro de orina directo a su atrofiado cérvix

– aaaaahhhhhhhh— grito yo sintiendo como me orino dentro de ella

– Aaaahhhhhh— ahora grita ella al sentir mi orina en su interior, está llena la vagina de orina y esta empieza a salirse por donde puede— aaaaahhhhhhh oooohhhhhhh hijo que haces aaaahhhhhh
Yo con mis ojos en blanco le sigo orinado hasta que siento que ya sale el último chorrito, ese que te da un escalofrío, pero en este caso fue una verdadera descarga eléctrica que estremece todo mi cuerpo y me hace vibrar; se la saco, la volteo, la pongo en cuclillas y se la meto por la boca

– Chupa las últimas gotitas cual puta que eres— toma mi verga con sus manos con artrosis, la mete a su boca, cierra los ojos y chupa con deleite, yo le acaricio la cabeza y la cara hasta que me canso, se la saco de la boca, voltea a verme desde donde está, le sonrío, le doy una cachetadita leve de cariño y le digo— eres una perra divina abue, te amo— ella sonríe y agacha la vista, salgo de su baño, tomo mi bata tirada en medio de la recamara, me la pongo y me dirijo al mío, mientras escucho como abre la llave de la regadera y empieza a bañarse.

En el pasillo me topo a Paola, me mira seria y me dice— eres un cabrón ¿lo sabias?— me acerco a ella, la beso en la boca, ella siente el sabor diferente en la mía, pero me responde el beso sin chistar

– Van a cambiar muchas cosas en esta casa— le digo al separarme, ella me ve como estudiándome y me vuelve a besar. La separo la tomo de la mano y la llevo a mi recámara.
Llega mi madre acompañada de Cielo Riveros, traían bolsas en las manos, al parecer siempre si habían ido de compras, la casa estaba en silencio y desolada

– Vaya, parece ser que no hay ni un alma en esta casa— en eso baja la abuela recién bañada, oliendo a su loción favorita, una “maja” creo yo, igual olía a abuela— hola mamá, los chicos ¿dónde están?—pregunta mirando a todos lados esperando vernos

– Roberto está en su recamara con Paola
– ¿Te bañaste?
– Si hija, fue una mañana muy ajetreada
– Ah, ok. Bueno Cielo Riveros ve a tu recamara a guardar las cosas y separa lo que le compramos a Paola, yo voy a ver a tus hermanos
– Si mamá

Estaba yo en mi recamara con Paola, los dos acostados en mi cama, yo abrazándola y ella besándome, cuando en eso entra mi mamá, Paola brinca asustada separándose y viendo hacia la puerta, yo solo sonrío

– ¿Qué hacen ustedes dos?
– Nada mamá, solo platicamos—contesto yo con una sonrisa
– Si mamá, nos cansamos de jugar Nintendo y nos pusimos a platicar aquí en la cama—contesto Paola con tono nervioso

– Pero ¿Por qué están bañados?
– El ajetreo mamá, el ajetreo—contesto esperando no haga más preguntas
– Como que últimamente todos se “ajetrean” en esta familia—mi madre ya con sarcasmo— Paola ve con tu hermana, te compramos unas cosas espero te gusten.
– Si mamá—Paola brinca desde donde estaba y corre emocionada a la recamara de Paola

– ¿Roberto?—mi madre levantando la ceja
– ¿Madre?—yo sonriendo mientras pongo mis manos bajo la cabeza
– ¿Qué pasó con tu hermana?
– No, primero cuéntame cómo te fue a ti con Cielo Riveros
– Bien, la verdad mejor de lo que yo esperaba, las cosas se dieron de forma positiva, creo yo, y ahora ya no habrá secretos entre nosotras, me contó todo, tu abuelo ayer en el moll hiso que se la chuparan y que…

– Sí, Paola me lo contó también
– ¿Ah sí? Y ¿Qué más te contó?
– Pues no mucho, la verdad una cosa llevo a la otra y pues me la cogí
– ¡Roberto!— gritó mi mamá con cara de alarma

– Tranquila, todo fue suave, mira el abuelo lo iba a hacer tarde o temprano y la verdad me dio algo de celo y decidí mejor hacerlo yo; además mi verga en más pequeña que la de él, capaz que la lastima
– ¡Lenguaje!
– Ah sí, perdón, ella quiso también y pues ya esta
– ¿Ya está? ¿Tú crees que es así de simple?—preguntó mi madre algo seria mientras se sentaba en la cama a mi lado, yo viendo ventaja la jale hacia mí y la abrace acostándola a mi lado, le tomé la cabeza con ambas manos y la bese en la boca, ella cerró los ojos y me correspondió. La apreté fuerte mientras la besaba y acaricie sus nalgas por encima de la ropa, empezó a gemir quedito. Aproveche eso para separarla y hablar ya más tranquilos

– Mamá yo te amo, pero me gusta coger, me gustan mis hermanas, las deseo, ya me hiciste probar las mieles del sexo, ahora déjame probarla con ellas; tú dijiste que debíamos ser abiertos, que tú no me prohibirías coger con alguien así como yo tampoco te lo prohibiría a ti, pues bien, ahora te lo pido, no me prohíbas coger con Paola y con Cielo Riveros pues… ya el tiempo lo dirá

– Aja y de seguro mañana me pedirás que no te prohíba cogerte a tu abuela ¿Verdad?
– Upss— mi madre vio mi cara de “perdón demasiado tarde”, se sentó nuevamente en la cama
– ¿Qué? No chingues Roberto, ¿Te cogiste a la abuela?

– Nomás tantito—dije yo poniendo cara de angustiado— y le gusto, o sea pobre de ella, el abuelo hace siglos que no se la co… que no tiene intimidad con ella— corregí yo antes que mi madre gritara “Lenguaje”— es más se me hace que la desvirgue el día de hoy, ya tantos años sin… pues como que se cerró de nuevo—decía yo manoteando al aire tratando de justificarme y explicar las cosas— tuve que usar unas mañas que me comentaron mis amigos, para casos de resequedad vaginal pre coito

– ¿Qué mañas?
– Pues mañas de los chavos cuando las chavas no se mojan lo suficiente o se las van a cog… a meter por el asterisco
– ¿Por el qué?
– Por el ano
– Ah, pero dices que le gustó ¿Verdad?—dijo mi madre mirando al aire con cara de resignación y tratando de ver el vaso “medio lleno”
– Huy si mucho y más lo que le hice después

– ¿Qué le hiciste?
– Lluvia dorada
– ¡No!—dijo mi mamá abriendo los ojos como platos— ¿y se dejó la muy puta?
– ¡Lenguaje madre!— dije yo corrigiendo con autoridad
– Perdón, ¿le gusto a la muy congraciada de tu abuela eso?

– See, hasta me chupó las últimas gotitas—dije yo poniendo cara de “me Salí con la mía”
– No cabe duda que eres un cabrón—decía mi madre mientras se volvía a acostar a mi lado

– Bueno, o sea como que todo el mundo me dice cabrón el día de hoy—dije y madre me voltea a ver a la cara y me besa en los labios, al principio suave después con pasión y lujuria, así estamos como por 2 minutos, se separa de mi

– Entonces, ¿Ahora qué?— pregunta mi madre mientras me acaricia el pecho

– Pues nada, cogemos como conejos hasta que nos ardan las partes privadas, el que lo quiera hacer y el otro esté de acuerdo pues que lo haga—vuelvo a besar a mi madre y a manosearla a mi antojo, un verdadero magreo cachondón, en eso estaba cuando regresa Paola, se queda parada en la puerta viéndonos desconcertada, mi madre esta con los ojos cerrados sintiendo las caricias, la volteo a ver, me separo de mi madre y con una sonrisa en los labios la invito a pasar.

– hola Pao, ven acuéstate aquí a mi lado—mi madre abre los ojos, no parece asustada, tranquila voltea a la puerta expectante a la reacción de Paola, esta se acerca y se acuesta lentamente mientras nos mira estudiándonos— te dije que había cosas que iban a cambiar en esta familia—me pongo boca arriba y la jalo hacia mí, puso algo de resistencia al principio pero finalmente cedió, la bese, era tímida al hacerlo, así que soltando a mi madre empecé a acariciarla para calentarla, no tardo ni un minuto cuando me abraza y me empieza a besar con lengua y fuerte; me separo y volteo hacia mi madre, la tomo con el brazo libre y la vuelvo a besar.

Era hermoso el momento, con mi mano derecha abrazo a mi madre, mientras que con la izquierda acaricio a Paola, después con mi mano izquierda abrazo a Paola, besándola mientras manoseo a mi madre, así estuvimos como por 15 minutos, mi pene ya pedía guerra, sabía que mi madre era más hábil de más experiencia, así que la tomé de la cabeza y la dirigí a mi verga, ella supo que hacer, bajo mi short bermuda y mi bóxer, saco mi verga y la empezó a mamar, primero con lengua, saboreando los olores que, a pesar del baño, aún quedaban… los olores de mi hermana y su propia madre, empezó a chupar y yo con la mano derecha empuje su nuca para que entrara más mientras movia mi cadera de arriba a abajo, ella entendió lo que quería y empezó a mover su cabeza también de arriba a abajo y de vez en cuando metía la verga hasta sus amígdalas dando pequeño arqueos de vomito.

Mientras yo abrazaba a Paola y la besaba con verdadera pasión, con mis manos parecía que moldeaba barro, las subía hasta sus subdesarrollados pechos y las bajaba hasta sus nalgas, le acariciaba la raja por encima de su ropa, besaba su cuello, su rostro, sus pechos por encima de su blusa, no quería que un solo milímetro se quedara sin besar; mientras mi madre seguía mamando, acariciaba mis huevos, los chupaba, hacia ruidos extraños cuando los soltaba, abría mis piernas para lengüetear por debajo de ellos hasta mi culo, eso me exitó; yo estaba en la locura, desabotone el short de mi hermana y metí mi mano hasta su raja, no traía pantaleta como se lo había pedido, suspiro al sentir mis dedos hurgando su intimidad

– mmmgmgmgmgmmmmm— gimió mientras me besaba como si la vida le fuera en ello, suspiraba y respiraba cada vez más rápido, yo aumente mi velocidad en el hurgamiento de su raja, ya metía dos dedos, el pulgar en su raja y el medio en su culo, de hecho en este último tenía problemas de lubricación así que separe a mi madre de mi verga y le metí el dedo medio en la boca hasta donde pude, quería lubricante natural, solo basto un pequeño arqueo para que se llenara de moco gástrico, ahora sí, regresé a mi madre a las chupadas y mi mano regreso a la entrepierna de mi hermana; el dedo medio se deslizó suave en su culo y el pulgar también lo hiso en su raja—- aaayyyy aaaahhhhhhhh— casi grito apretando los ojos y abriendo su boca por el placer recibido. Así estuvimos por 5 minutos y ahora era tiempo de cambiar, saque mi mano de la raja de mi hermana y le di los dedos a chupar para que probara el sabor de su raja y su culo juntos, ella lo hiso sin protestar, se los metía y sacaba de la boca, parecía niña golosa con una cuchara embarrada de cajeta, no dejaba un solo milímetro sin chupar

– ¿Te gusta tu sabor putita?
– Si, sabe rico
– ¿quieres mas?
– Si

Volvi a meter mis dedos en sus hollos como queriendo sacar su escencia y le se los dia probar otra vez

– Mmmmmmmm que rico sabe— decía mi hermanita mientras chupaba nuevamente mis dedos con gran deleite a ojos cerrados, una vez que estos quedaron completamente limpios separe a mi madre

– Mamá, le toca a Pao chuparme la verga y tu puta ven a besarme que se me antoja tu boca con sabor a verga— a mi madre le brillaron los ojos con lujuria, ahora no me corregía, se excitaba con mi vocabulario, la jale de los cabellos con mi mano derecha y al mismo tiempo con la mano izquierda bajaba la cabeza de Paola hacia mi babeada verga, y esta empieza a chupar, aprendía rápido, bueno la genética ayudaba mucho— abre tu boca puta—le dije a mi madre, ella lo hiso y escupí dentro de ella—trágatelo—abrió los ojos con lujuria y se trajo mi escupitajo, la acerque más a mí y la bese mientras le quitaba su blusa a tirones hasta dejarla solo en brassier; mi madre se separa para ver a Paola chuparme la verga y yo aproveché para desabotonar su pantalón y empezarlo a bajar, ella ayudo levantando sus caderas, era delgada y el pantalón de tela suave por lo que no tuve problemas en bajarlo, ahora estaba totalmente en ropa interior, su piel morena se veía hermosa con su conjunto negro, su cintura estrecha, sus caderas medianas y sus tetas que invitaban a chuparlas;

Empuje a Paola más hacia mi verga, quería que le entrara más y moví mis caderas fuerte en su boca ella hiso arqueos y yo más la empuje, solté a mi madre y con mis dos manos sujete la cabeza de Paola para hacer más rítmica la chupada, al mismo tiempo volvía a mover mis caderas empujaba mi verga lo más adentro que podía dentro de la boca de Paola hasta dejara sin respirar, ella arqueo con ganas yo la solté y ella sacó la verga de la boca, los mocos gástricos se adherían a mi verga y a su boca, un puente de baba entre los dos, ella lo iba a limpiar y le dije— no, vuélvelo a meter en tu boca con todo y mocos— mi madre sentada a mi lado veía sorprendida mi osadía y mi incansable imaginación para hacer cosas mientras cogía, Paola obedece y mete todos sus mocos absorbiéndolos y metiendo la verga a su boca, regrese a mi madre e intente desabrochar el sostén, no podía, la verdad ni sabía cómo quitarlo, ella lo notó y me ayudo con una sonrisa en su cara, la mire con cara de serio y le di una abofeteada sobre su mejilla izquierda— de que te ríes puta, no he contado ningún chiste— mi madre me miró desconcertada y sin dejarla pensar la volví a jalarla de los cabellos y la bese, la separe de mí y le di otra abofeteada— te ríes cuando yo te lo permita— otra abofeteada— ¿entiendes?— la sujete de los cabellos y del cuello y la bese— ¿entiendes?— le dije ya gritando

– Si mi amor… si—dijo mi madre con las pupilas dilatadas y las mejillas rojas a mas no poder, la volví a besar y ella lo hiso abrazándome, baje mis manos hasta su raja, la jale un poco y rompí su pantaleta, era de encaje por lo que no batalle, la verdad en ese momento me daba hueva separar a Paola, levantar a mi madre y sacarle la bombacha, así que mejor la rompí—no es muy cara, ¿por qué la rompis….?— no alcanzo a terminar la frase, otra abofeteada la callo

– Cállate puta y no me cuestiones en estos momentos, yo se mi pedo ¿Oíste?— plaff!!!! Otra abofeteada por si le quedaban dudas; la levante y la senté en mi rostro, comencé a chupar su raja y a meter dedos por el culo y la raja al mismo tiempo, mi madre sujeta mi cabellos y gime
– Mmmggg aaaahhhhh oooohhhhh si mi amor… si sigue… me gusta ahhhhh si—comienza a mover sus caderas de adelante hacia atrás y de vez en cuando hacia los lados; llevamos así 20 minutos, mi madre sudada como una diosa, yo con mi cara empapada de sus jugos y Paola sigue en su tarea de chupar, la separo y bajo a mi Madre

– Anda puta cabálgame como sabes—ella fue desplazándose sobre mi hasta llegar a mis caderas, tomó la verga y se la ensarto en su raja— seee puta muévete— se comenzó a mover como la diosa que era, su cuerpo delgado era todo un poema sexual, veía como vibraban sus tetas a cada movimiento, sus caderas parecían tener vida propia, sus ojos estaban cerrados y su boca abierta, yo la sujetaba por ambas caderas y recordé lo que había visto en una porno y jejeje pues a ponerlo en práctica… comencé a darle cachetadas con mi mano derecha sobre sus tetas y con la izquierda la sujetaba de las caderas; a cada cachetada levantaba mis caderas para penetrarla más profundo.

– Aaaaahhhhh ooohhhhhh si, que me haces? Aaahhhhh—arqueaba su espalda y dirigía su cara hacia el techo resaltando más sus tetas, facilitando mi “tortura” sobre ellas— sí, eres un cabrón si… sigue— “ah ¿soy cabrón? ¿Otra vez?… bueno tal vez sí, pero es genético”, pensaba mientras la seguía abofeteando en sus tetas; solté su cadera y con cada mano apreté cada uno de sus pezones al mismo tiempo, ella puso sus manos sobre mi pecho y volteando hacia mi apretó sus ojos y abrió la boca en su totalidad — aaaaoooohhhhhh si si si si aaahhhhhh si ahhhh aaaahhhh si—sentía sus contracciones vaginales sobre mi verga—“bebe”… “bebe”… “bebe”… “bebe”… que rico ahhhhh si si aaahhhh— su orgasmo era interminable, solté sus pezones la jale hacia mi quería besarla, su rostro estaba sudado, su boca seca de tanto respirar por ahí, abrió los ojos con mirada como mareada y me correspondió el beso— mmmmmggggg “bebe”, eres un cabrón semental, casi me rompo por dentro de la venida que tuve, “bebe” te amo… mgmmmmggmmm— decía recuperando la respiración mientras me besaba, Paola estaba sentada a un lado de nosotros, acariciando su raja mientras nos veía, baje a mi madre y le dije a Paola

– ¿Y tú, que haces aún con ropa?—ella se percató que estaba todavía con su blusa y short, se levantó, bajo su short y después levanto su blusa con sus brazos dejando expuesto su pecho, mi madre abrió los ojos como platos al ver todos los chupetones que le hice
– ¿Roberto, qué es esto?— pregunto mi madre al ver todas las marcas de Paola— ¿no que había sido suave según tú?

– Fue suave, ¿Verdad putita?—dije mirando a Paola y acariciando las marca hechas por mí—el pinche abuelo le hiso ayer una marca sobre el pecho izquierdo y no me quise quedar atrás, y te gustaron más las mías ¿verdad putita?

– Si mami, me gusto con Roberto, me excitó mucho—decía Paola hincada en la cama, yo me levante y quedé hincado frente a ella, la jale y la bese, mi verga aún con los jugos vaginales de mi madre, se deslizo entre las piernas rosando la raja, yo movía mis caderas suave, como si me la estuviera cogiendo y ella no se queda atrás, mi madre solo nos contemplaba, voltee a verla la jale y quedó hincada cerca de nosotros, la abrace y bese, después a Paola y así alternativamente, en un beso las deje con la cara junta y las hice voltear una a la otra, yo ya había estado acariciando ambas rajas al mismo tiempo, a Paola con mi verga y a mi madre con la mano, así que ya estaban calientes, las fui juntando hasta que se empezaron a besar, les acariciaba las rajas, las tetas, sobaba sus nalgas, frotaba mis dedos sobre sus culos, todo esto mientras ellas ya se abrazaban y besaban.

Me coloqué atrás de Paola, la empuje un poco hacia adelante para que se empinara un poquito y la comencé penetrar, estaba más que mojada y recibió mi pene con facilidad—- mmmgmgmgmgg— fue el gemido de Paola mientras la penetraba y ella besaba a mi madre quien ya estaba sentada sobre sus piernas para estar a la altura de una Paola semiempinada; yo la sujetaba por sus caderas y empezaba un mete y saca cada vez más rápido y fuerte— mmmggmmgmgmgmg mmmmggg mmmmggg mgmgmgmgmg mmgmgmgmgmg— eran los sonidos guturales que emitía a ojos cerrados mientras besaba intensamente a mi madre; en cierto punto empuje a mi madre para que se acostara mientras sostenía a Paola para después acomodarla a que estuviera a la altura de la raja materna

– Chupa la raja de tu madre puta— Paola me volteo a ver con duda y un puñetazo en su espalda al mismo tiempo que una estocada profundo le aclaro cualquier duda— ¡chúpala puta te digo!!!— lo hiso, torpemente, no sabía cómo hacerlo—métele un dedo mientras le chupas la raja—dije yo dándole ideas, mi madre acostada recargada sobre sus codos me miraba excitada mientras yo penetraba a Paola, abría la boca cuando sentía que los dedos de su hija invadiendo el lugar por el que una vez salió y sentir los movimientos de ella al ser penetrada por mi— Puta que ricas nalgas tienes— decía yo mientras las apretaba con ganas

– Es una niña mala– dijo mi madre con un brillo diferente en los ojos, yo entendí el mensaje, levante mi mano derecha y plafff!!
– Aaahhhhhhhh—- fue el quejido que lanzo Paola al sentir mi mano nalgueándola
– Toma por puta—decía mientras la seguía nalgueando, con mi mano izquierda la sujete de los cabellos y empuje más hacia la raja de mi madre quien ya sonreía y abría la boca de placer al escuchar los gritos que daba Paola, ahogados en la raja de ella

– Aaahuugggg aaaahhhhgggg aaauuuuhhhgggg

Yo seguía en mi tarea de “educar” niñas malas, a cada nalgada era una estocada profunda, hasta que me canse, sus nalgas estaban rojas del castigo lo mismo que algunas partes de su espalda por uno que otro puñetazo que le di, suave no quería lastimarla tanto; ella seguía con la cara hundida en la raja de mi madre, decidí dejarme caer sobre ella, su raja era un mar de agua, estaba totalmente acostada boca abajo y yo sobre ella la seguía penetrando, voltee su cabeza para besarla y vi su rostro desencajado por la lujuria, me beso sacando su lengua, sentí el sabor de mi madre, mis caderas de movían sin piedad; me dijo algo quedito que solo yo escuche

– Bbsbsbsbsss

ja era lo que ella quería y pues no me haría del rogar, mi madre miraba como testigo del evento; vio cuando pase mi mano derecha por el cuello de Paola y empecé a apretarlo, ahorcándola, mis estocada aumentaron en velocidad en intensidad, igual que la fuerza de mi mano sobre su cuello, baje y le chupe la espalada sobre las marcas ya hechas, no quería hacerle más, solo las que ya tenía

– ggghghhhghgggmmmgmg mmmggghhhgggg mmmgmgmgmmgggggg— era lo que emitía Paola, yo la jalaba hacia atrás por lo que le veía su rostro, el cual estaba todo rojo, sus ojos también rojos con mirada perdida, su boca abierta babeante; mi madre nos veía algo alarmada pero no intervenía, veía mi cadera como pistón, yo estaba en el cielo con mi placer a todo lo que da y sentí mi eyaculación, por lo que con ambas manos apreté el cuello de mi hermana y presioné su rostro sobre la raja de mama para provocarle más asfixia, mi semen salió disparado hacia su vagina

– Aaaahhhh toma puta toma ahhhhhh aaaahhhh aaaaaaahhhhhhhh—puse mis ojos en blanco y no la solté hasta sentir que todo había salido
– Mmmmgggg mmmmggg mgmgmgmg ggggmmmmmggg— se escuchaban los gemidos ahogados de Paola— Puffff!!!!!— fue el bufido de mi hermana al recuperar su respiración— eso estuvo riquísimo—caí a su lado y ella se acercó y me beso intensamente, como si nadie más estuviera ahí— te amo hermano, te amo—decía mientras me besaba con verdadera pasión

Tome a mi madre que ya se había colocado a un lado de mí y la guie a mi verga

– Límpiala puta, límpiala bien— decía mientras le movía la cabeza de arriba abajo con una mano y con la otra abrazaba a Paola mientras la besaba: Mi madre obedientemente lo hiso hasta que limpio todos mis mocos combinados con los de Paola y una vez terminado se levanto

– Roberto ¿según tu eso es algo suave?—pregunto mi madre aun no saliendo de su asombro
– Hay mama se siente riquísimo—decía Paola sin dejar de besarme— mmmmmm — suspiraba al sentir dos de mis dedos introduciéndose en su culo, quería empezar a dilatarlo para una sesión posterior

– Ustedes nunca acabarán de sorprenderme

– Entonces mamá ¿tenemos un acuerdo?— le pregunte a mamá que se levantaba tomando su ropa, voltea a vernos desnudos, sudados, mi hermana recuperando el color y las pupilas, aún con lágrimas escurriendo, por sus mejillas, por la asfixia recibida, se encoje de hombros

– Pues ya que… tenemos un acuerdo, pero habrá que hablar de algunas reglas— se puso el pantalón y los jirones de blusa que le quedaron, saliendo de la recamara volteo a vernos por última vez, mientras nosotros nos seguíamos besando, dijo—báñense, el ajetreo nunca acaba en esta familia… — Saliendo vio a Cielo Riveros recargada de espaldas a un lado de la puerta

– ¿Yo también entro en ese acuerdo?—pregunto mirándola directo a los ojos, mi madre se le acerco, la tomo de la cabeza y la beso en la boca lamiendo un poco sus labios
– Sólo si tú quieres hijas… sólo si tú quieres
Habían sido los 2 días más “ajetreados” de mi vida, de nunca haber cogido, ahora en tan sólo dos días me había cogido a mi madre, a mi hermana Paola y a mi abuela, sólo faltaba Cielo Riveros que conociendo las nuevas circunstancias no habría problemas. La primer vez con mi madre fue especial, de ahí me armé de valor para poner en práctica todas las cosas que traía en la cabeza, las que había aprendido viendo películas porno y las que me habían comentado mis amigos querían o pensaban hacer con las hembras calientes de la escuela. Pero yo si la había llevado a la práctica, había visto lo fácil que era dominar una hembra cuando te la estas cogiendo o ¿sería la genética como dijo mi madre? tal vez en mis genes ya estaba el ser dominador, un semental, un cabrón…

– Que día tuve, esa pinche embazadora va a salir más cara su reparación que la casa, pero bueno son cosas que pasan en este negocio y hay que afrontarlas, lo bueno es que conseguí un descuento y a plazos con un viejo conocido— Cenábamos todos en silencio en la casa sólo el abuelo hablaba, mi madre me miraba a ratos y yo a ella después a Paola y a Cielo Riveros, la abuela agachada escuchaba lo que el abuelo decía— ¿pero que pasa? esto parece un cementerio… ¿Y ahora por qué tan callados todos?

– No papá, sólo te escuchábamos— dijo mi madre no dejando crecer la pregunta—que bueno que resolviste tu problema en la fábrica, ¿Vas mañana otra ves?
– Pues sí, tengo que madrugar, para estar temprano, van los técnicos a revisar la máquina y ¿ustedes que piensan hacer mañana?
– Pues no sé, imagino que nada, hay vacaciones y pues no hay planes a corto plazo, tal vez salgamos de paseo, si no te importa…

– No hija, que va, diviértanse, si necesitas dinero toma mi tarjeta y gasta lo que necesites

Dijo el abuelo acariciando el rostro de mi madre, con cariño terminando con su barbilla entre su pulgar y su índice, ella solo sonrió coqueta, de pronto como que recordó algo y volteo a verme, vio mi cara de pocos amigos, eso le incómodo y agacho la cabeza para seguir cenando como niña regañada; yo para mis adentros me sentí contento, pues ella sabía, que aunque lo negara, ya era mi hembra y tendría que darme cuentas de sus actos, ya no la tendría tan fácil para hacer de las suyas. El abuelo lo notó mirándola extrañado, me volteo a ver pero no dijo nada siguió cenando; Paola acariciaba mi pierna por debajo de mesa, con el dorso de su mano y a ratos subía a mi entrepierna acariciando mi bulto que no cedía en su dureza, me miraba cómplice y se sonreía, Cielo Riveros nos veía seria, como sospechando que algo pasaba, se le notaba celosa más que enojada, en eso mi madre le dijo al abuelo

– Papá, me podrías llevar a rentar una película, no tengo sueño y no creo dormirme temprano, y para no aburrirme, pues miro algo, en la tele a esa hora no hay algo que ver
– Claro hijita te rento las que quieras—dijo acariciando nuevamente su rostro y volteando a verme, estudiando mi reacción

– Yo te acompaño mamá, no tengo sueño—dije mirando al abuelo con cara seria—no quiero que te desveles sola, igual mañana yo no tengo a que levantarme temprano—sin dejar de vernos el abuelo y yo, dentro de nosotros sabíamos que éramos rivales… yo lo sabía más que el
– Mmmm… creo que no Robertito, tú me acompañas mañana a la fábrica, “algún día” serás el hombre de esta casa, así que tienes que empezar a ver como se mueve el negocio y “algún día” tendrás que estar al frente de el— decía el abuelo con cierta risa de reto en sus palabras, remarcaba el algún día como diciendo “algún día porque hoy soy yo”

– No importa, si quieres que te acompañe mañana te acompaño, pero igual acompaño a mi madre, tengo toda la “fuerza” para desvelarme y poder levantarme temprano—ahora el que sonreía sínico era yo, “ja” lo estaba madreando recalcando “tu viejo yo joven”
– Bueno vale, te doy “chance” pero mañana te quiero despierto a las 5 de la mañana bañándote y cambiado a las 6 a más tardar ¿de acuerdo?
– Si abuelo

– Bueno mi amor, vamos por tus películas—dijo levantándose y tomando a mi madre de la mano, levantándola y llevándosela mientras me mira de reojo, yo como un búfalo fufando de coraje apreté mis manos, Paola lo notó y puso su mano sobre mi pierna y me vio alarmada, como diciendo “despístale baboso”

– Ahorita regresamos— dijo mi madre dejándose llevar dócilmente por el abuelo, pero mirándome con angustia; la abuela volteo a verme igual que Cielo Riveros y Paola, las tres hembras expectantes; al parecer empezaba la rivalidad entre machos, leones compitiendo por ser el alfa, el viejo con experiencia y el joven con la fuerza…

Eran cerca de las 7 pm cuando salieron y regresaron hasta las 10, yo estaba más que enojado, mi madre traía la cara roja y el abuelo una sonrisa de oreja a oreja, yo estaba en la sala viendo la tele, veía las malditas noticias de ECO, pero en realidad no las veía, mi mente no pensaba, o bueno si pensaba, pero pensaba cosas ilegales, mil y un formas de aniquilar al abuelo…

– Hola ya regresamos—dijo mi madre nerviosa al llegar, el abuelo con una sonrisa de satisfacción que no despistaba nada.
– Bueno mi amor, te dejo con “tus películas” y a ti te quiero listo para las 6 de la mañana— dijo mirándome
– Si—dije serio mirándolo a los ojos, él se volvió a sonreír, su risa cínica me envenenaba la sangre; una vez que se fue a dormir

– ¿Por qué tardaron tanto?— le dije a mi madre en un tono serio de reclamo
– Hijo, tenía que hablar con tu abuelo de todo lo que esta pasando en esta casa, que querías, que se lo dijera y saliera corriendo, tuve que explicarle todo, no puedo ocultarle cosas a él, entiende eso—decía mientras se sentaba, me miraba a los ojos y se acercaba poquito a mí, como pidiendo disculpas y excusándose de sus actos.

– ¿Y qué dijo?
– Pues al principio obvio se enojó, pero después le hice ver lo que el también hacia y pues terminó aceptándolo
– ¿Así nomás?
– Si
– No creo, el abuelo es el verdadero cabrón
– Lenguaje
– Perdón, pero si, no creo que así nada más lo haya aceptado
– Bueno, me dijo que quería seguir teniendo a Cielo Riveros y a… Paola— dijo mi madre con cara de angustia, esperando reaccionara yo bien.

– Ya ves te dije. Pero no Paola es mía lo mismo que tu aunque no lo aceptes del todo, ya sabía que el vejete sacaría provecho de todo esto
– Pues que esperabas, tú mismo lo dijiste en “el acuerdo”, el que quiera coger y el otro acepte pues que lo hagan, ¿no recuerdas tus palabras?

– Si, si me acuerdo, pero eso aplicaba para mí, no para el abuelo
– Mmm, como que quieres ahora sacar ventaja tu del asunto también no crees—me sentí mal por sus palabras, pero era verdad yo mismo me había encerrado con mi acuerdo y mis palabras y pues ya que.
– ¿entonces así va a ser?— dije yo agachando la vista y apretando los dientes y mis puños
– Si, así será, pero no quiero que estés enojado conmigo, por favor no

Mi madre se acerca más a mí, me mira con cara de angustia y se sienta completamente a mi lado y se recarga sobre mi hombro mientras abraza mi brazo izquierdo, yo la amaba, no podía enojarme con ella, levante mi mano izquierda para acariciar su rostro, siento sus facciones delgadas en mi mano, llego a sus labios y los acaricio, ella se separa un poco de mí, voltea verme, me toma la cara con una mano y la acerca a ella, me besa, suave al principio, pero ya mis manos andan en su cuerpo, lo acaricio por encima de su ropa y siento un sabor extraño en su boca, la verdad ya no quiero preguntar que más hiso con el abuelo, total ya quedamos en algo, la sigo acariciando y comienzo a sobar sus tetas, ella comienza a gemir quedito. Se separa de mí, se levanta y me toma de la mano diciendo

– vamos a mi recamara
– No, mejor a la mía
– Bueno si ya estamos escogiendo que te parece si mejor vamos con Cielo Riveros

Agachó la vista esperando mi respuesta, a mí me brillaron los ojos y después, al verla a ella cabizbaja, comprendí que ese era el pago que me ofrecía para calmar mi enojo por el abuelo, me sentí mal por mi respuesta pero no quería desaprovechar la oportunidad

– Está bien vamos, pero primero a ver si ella quiere que estemos ahí

Me levanto y la abrazo mientras la beso, mi delgada pijama no disimula nada mi erección que se clava en su entrepierna, ella es alta, pero yo traigo la genética del abuelo así que estamos a la misma altura, le acaricio la espalda, bajo a sus nalgas, le arranco otro gemido, abre su boca para recibir mi lengua y la enrosca en la suya, cierra los ojos perdiéndose en un mar de placer, pego mi cadera con fuerza a la suya, siento su temblor al sentir mi opresión; me acuerdo de algo

– ¿y las películas?
– ¿De verdad quieres ver películas en este momento?
– No—contesto yo sintiéndome sumamente tonto por la pregunta, volteo a mi alrededor y ni siquiera las rentaron, por lo visto se la había pasado “platicando”… la vuelvo a jalarla hacia mí con furia y la beso
– vamos a arriba—termina diciendo

Camino hacia atrás mientras la abrazo y la beso, ella me sigue tomando mi cara con ambas manos, besándome y acercando su entrepierna a la mía, moviéndola de atrás hacia adelante y a los lados, como si estuviéramos cogiendo con la ropa puesta mientras caminamos, mi erección reventaba mi pijama; estamos en una verdadera danza sexual, la cadencia de sus movimientos me enloquecen; llegamos a la escalera, me detengo y la beso con más intensidad, me separo y la jalo a caminar a mi lado, no me quiero caer, lo último que quiero es un accidente, llegamos a la planta alta, caminamos por el pasillo hasta llegar a la puerta de la habitación de Cielo Riveros, mi madre me mira y me dice

– Deja entro yo sola primero y le pregunto si quiere
– Ok, espero aquí afuera, no tardes o me meto a la de Paola—dije riendo, dando a notar que era una broma, ella me mira coqueta se ríe y entra a la habitación, tarda como 3 minutos en salir y me dice
– No hijo, no quiso
– ¿Qué? ¿En serio? ¿No quiso?—me sentí decepcionado, o sea había querido al abuelo pero me rechazaba a mi…
– Jajajaja, es broma, dijo que si—rio mi madre, devolviéndome la broma
– Eres una cabrona— dije trayéndola hacia mí y besándola antes de que protestara— entremos pues

Cielo Riveros estaba sentada tipo buda sobre la cama, con ambas luces de las lámparas encendidas, me miraba seria, me acerque a ella

– Pensé que nunca me tocaría a mí—me dijo seria esperando mi respuesta
– Hermanita como crees que no iba a pasar, después de todo esto; pero no estaba seguro de si tú querías, a lo mejor ni te gusto
– Pues siendo honestos nunca pensé que esto pasaría, pero ya que empezó… veo cuanto me gustas y no me había dado cuenta, siempre me he puesto celosa de mis amigas que te querían conocer, sentí que ninguna te merecía, ahora entiendo porque…— dijo bajando la vista a mi erección.

No dijimos más, me acerque a ella y la bese, por primera vez sentí sus labios, eran más carnosos, ella era más bajita, no era como Paola o mi madre, tenía caderas más pronunciadas, tetas aunque subdesarrolladas eran más grandes, era más blanca, cabello castaño con ligeros rizos, sus ojos tenían un color tan claro que eran casi verdes, la sentía como dirían algunos “más buena”, parecía como las edecanes que salen en los videos de música salsa; la abrace y sentí todo su cuerpo vibrar con el mío, su pijama era suave, no me costó ningún problema meter mis manos dentro para tocar sus firmes nalgas, sentí su suave pantaleta, la movía a mi antojo, Cielo Riveros se dejaba hacer todo lo que yo quería, no protestaba; pase mi mano a su raja y deslice dos dedos sobre ella sin penetrarla

– Aaahhhh aaaahhhh— Cielo Riveros empezó a abrir la boca y respirar más rápido, movía sus caderas al ritmo de mis dedos, en verdad que la sentía diferente sus caderas eran más fuertes— aaahhh aaahhhh aaaahhhh—- me abrazaba y sentía como me estrujaba con la fuerza de sus brazos— aaahhh aaahhhh aaahhhhh— continuaba danzando al son de mis dedos y aumentaba sus quejidos—- aaaaaaaaaahhhhhhhhhhh— fue el quejido que hiso cuando sintió un dedo penetrarla—- aaaahhhhhhhhhh si si si hermanito, me gusta mucho—– yo seguía masturbándola con mi dedo mientras la besaba por todas la partes que podía, su boca, sus ojos, su cuello, sus orejas, mi mano libre subia de sus nalgas a sus tetas y las acariciaba, pellizcaba sus pezones y ella más suspiraba y gemía— mmm mmmmm aaahhh, me gustas hermanito, ¿por qué no lo habíamos hecho antes? ahhhhh aaaahhhh aaaahhh

Recordé a mi madre que estaba parada a un lado, mirándonos en silencio, la jale hacia nosotros y la abrace con un brazo, el mismo con el que había estado dedeando a Cielo Riveros, después le di a probar los jugos de hija, mi madre los chupo y me miró con lujuria mientras le daba a beber el orgasmo de su hija, ahora tenía a cada una a mi lado, las besaba alternadamente, ese fue el principio y ya no había vuelta atrás para Cielo Riveros. Baje a mi madre hasta quedar hincada entre nosotros

– Sácala y chúpamela puta— Cielo Riveros voltea a verme con cara de espanto y la beso para que no proteste de mi lenguaje
– Mmmm mmmmm aaaaahhhhh— vuelvo a excitarla con mis dedos en su raja y mi mano en sus tetas alternativamente— aaaahhhhh aaaaaahhhhh aaaaahhhhhhh— se olvida de su madre y sigue recibiendo mis caricias que la calientan cada vez más

Mi madre chupa con ganas mi verga mientras con ambas manos me sujeta de las caderas para poder mover su cabeza con facilidad y rapidez, lo hace fuerte y chupa como queriendo sacar la leche de mis huevos, yo estoy a mil, bajo el pijama de Cielo Riveros y le saco la verga a mi mama de la boca para acomodársela en la entrepierna a Cielo Riveros, no se la meto, esta técnica sí que me gusta, solo deslizo la verga por encima de sus labios, me muevo de delante a atrás mientras la sigo morreando

– Aaahhh aaaaaaaahhhhhhh aaaaaaahaahhhhhh si si hermanito, hermanito, muévete— la potentes caderas de Cielo Riveros se mueven ahora al paso que mi verga le impone, es más bajita que Paola, me agacho un poquito para facilitar la cogida superficial, mi madre nos acaricia a los dos disfrutando la vista que sus pequeño hijos le dan
– Puta chupa la raja de tu hija— le digo a mi madre y ella obedientemente lo hace, hunde su cabeza en la raja de su hijita. Cielo Riveros me da un apretado abrazo, cierra los ojos y abre su boca al sentir la lengua materna

– Aaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhh mami que rica lengua, aaahhhh estaaaaahhhhhhhh aaaaaaahhhhhh calienteeeehhhhhh— A Cielo Riveros se le dificulta hablar pues la lengua de mi madre es hábil, la mete la saca, se desliza rápido por su clítoris, mi hermanita da escalofríos y pone los ojos en blanco con la hábil lengua de mi madre—- aaaaaaahhhhhhh ooohh oohhh aaaaaahhhhhhh aaaaaayyyyyyyyyy— da un gritito al sentir que mi madre le muerde el clítoris— aaaaaayyyyy aaaaaaayyyyyyy mami duele— pero mi madre sigue en su tarea de morder y torturas la pequeña carnita—– aaaayyyy aaayyyy aaaaayyyyy— Cielo Riveros grita pero no se quita, sigue en la tortura, yo la acaricio y de vez en cuando la beso. Mi madre mientras le muerde el clítoris le mete un dedo por su raja, una tortura placentera— aaayyy aaahhhh aaaayyyy aaaahhhhhhh aaaaaaahhhhhhhhhhh— grita finalmente Cielo Riveros, yo sonrió satisfecho, sé que el abuelo nos oye…

Levanto a mi madre, la beso sintiendo el sabor a raja de Cielo Riveros, raja joven. La beso con verdadera pasión, Cielo Riveros a nuestro lado recupera el aliento y se relaja de tantas contracturas que tuvo en su vagina por lo fuertes orgasmos recibidos, acomodo a Cielo Riveros en la cama, la pongo en cuatro patas

– Ponte como perra— me mira con cierto asombro, la jalo de cabello y la beso fuerte mientras le vuelvo a ordenar— ponte como perra te digo— la aviento en la cama, por instinto mete las manos para evitar golpear en la cara con la cama, lo que facilita que yo la cargue y la ponga en cuatro, me acerco a ella y penetro de un envión, sin detenerme
– Aaaaaahhhhhhhhhhh— grita Cielo Riveros al sentir mi verga penetrarla— aaaaaahhhhhhh — la tomo por las caderas con ambas manos e inicio un mete y saca de moderado a intenso, de vez en cuando doy estocada profundas lo que arranca gritos de Cielo Riveros—- aaaaaahhhhhh— volteo con mi madre, me había olvidado de ella; ella como quiera se entretiene viendo a sus hijos coger, metiéndose mano ella solita

– Tu puta ven ponte en cuatro aquí al lado mío— le digo sin dejar de penetrar a Cielo Riveros; mi madre lo hace y se empina toda pegando su cara a la cama, sin dejar de ver las expresiones que hace mi hermana, meto dos dedos en su mojada raja y estos de deslizan sin problema y mi pulgar se pierde en su culo
– Aaaahhhhh aaaaahhhhh— grita mi madre
– Aaaaahhhhhhhh aaaaaaahhhhhh—grita Cielo Riveros

La habitación huele a sexo, hago mi propia orquesta sinfónica, quejidos de niña… quejidos de mujer… ambos mezclados y alternados al ritmo que mis embestidas y dedeadas dan, lo hago sin piedad, castigándolas a ambas por haberse portado mal. Ya llevamos media hora cogiendo, yo sudo, lo mismo que ambas hembras, pero ninguno cede en la lucha. Sabanas calientes… batallas duras… mi verga dura como piedra taladra a Cielo Riveros; ya meto tres dedos en el culo maternal, mi madre gime, grita, se retuerce, se quiere levantar, no puede, voltea a verme, se vuelve a retorcer al sentir mis dedos en su tortura, se acomoda mejor en la cama, vuelve a gritar, esta como loca, su cara está cubierta por cabellos mojados, parece un gusano expuesto al sol. A Cielo Riveros la sostengo de la cadera para hacer mis estocadas más potentes, la jalo del cabello, la levanto y jalándola del cabello la penetro como si de una yegua se tratara, la vuelvo a aventar y cae su cara sobre la cama, la sigo penetrando sin piedad, mas gritos infantiles, mas gemidos de mujer caliente, a ambas las tengo empinadas, dominadas, son mis hembras, me las cogeré cada que se me pare la verga, se me viene ideas a la cabeza mientras las cojo a ambas, se la saco a Cielo Riveros, me abalanzo sobre mi madre, le penetro el culo de un empujón

– Aaaaaaaahhhhhhhh aaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhh cabron— me insulta mi madre como ya es su nueva costumbre, aprieta las sabanas con ambas manos, muerde las almohadas, aprieta los ojos, abre su boca, vuelve a gritar al sentir mis penetraciones en su culo—- aaaaaaaahhhhhh aaaaaaaaahhhh me vas a partir en dos aaaaaaahhhhhh aaaaaaaaahhhhhhhh hijo, mi hijo, mi semental… mi cabron aaaaayyyyyyy aaaaaahhhhhhhh

Con mi verga dentro la empujo hasta hacerla estar completamente acostada sin dejar de penetrar su culo, mis caderas tienen vida propia, la penetro cuan profundo puedo, ya llevo 20 minutos taladrándole el culo, la empujo por la nuca hacia la cama para que no respire, sus gritos se oyen ahogados

– Mmmmgmmmgmgmg mgmgmgmgmgmg

La dejo respirar, paso mi mano por su vientre delgado y lo aprieto hacia mí, aprieto sus intestinos, por atrás con mi verga y por delante con mi mano, ella gime entre placer y dolor, al parecer le provoco cólicos con mi maniobra, a mí me vale madre, la taladro mas fuerte

– Aaaaaahhhhhhh aaaaaaaaayyyyyy aaaaaahhhhhhhh, hijo para siento algo, siento algo, aaaahhhhhhh ooooohhhhhhhhhh— pone mi madre los ojos en blanco y abre su boca, su cara esta desencajada—–ooooohhhhhhh aaaaahhhhh oooohhhhhhhh— la sujeto con ambas manos de su vientre para hacer más presión mientras sigo penetrando sin piedad… con coraje—- aaahhh ooohh ooohhhh oooohhhhhhh —- en eso lanza un grito que se escuchó por toda la casa— aaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhh hijo hijo hijo siento algo siento algo— y yo también lo siento, siento algo caliente que inunda mi verga, sus excrementos saliendo, se zafa de mí y pone su mano en el culo mientras corre al baño, se sienta y puedo escuchar sus pedos y excrementos cayendo a la tasa y ahí cagando tiene otro orgasmo—– aaaahhhh aaaaaaahhhhhhh aaaaaahhhhhhh

Yo estoy hincado en la cama con mi verga aun manchada de caca y volteo a ver a Cielo Riveros, hincada sentada sobre sus piernas, me acerco a ella y abre los ojos alarmada… se le ven hermosos, la tomo de la mano y la jalo hacia mí, la beso y meto mis dedos en su raja, lo hago rápido y superficial, una verdadera tallada de vejiga, ella gime abriendo los ojos y la boca, me sujeta por los hombros y yo estimulo su vejiga, de repente suelta unos chorritos de orina

– Aaayyyy aaaaahahhhh aaaaaahhhhhhhh
– Ven puta, chúpame la verga— me mira se agacha, va lento, huele horrible, en eso regresa mi madre del baño con una toallita húmeda limpiándose el culo y con la caja en la otra mano
– Espera

Grita a Cielo Riveros esta se detiene, se acerca a mí y rápido saca una nueva toallita y limpia mi verga…. Plaf!!!! Es el sonido que se escucha cuando mi mano abofetea a mi madre

– Con la boca putas
– Espera

Plaff!!! Otra cachetada al rostro de mi madre quien a pesar de las cachetadas sigue limpiando, plaf!! Otra que le cambia el rostro de dirección

Ya, ya quedo—le dice a Cielo Riveros quien se agacha para chuparme la verga semilimpia, me encabrona su reacción y plaf!! Otra cachetada a mi madre

– Perdón mi amor no te enojes—dice mi madre con su cara roja y unas lagrimas saliendo de sus hermosos ojos, volteo a ver a Cielo Riveros y mi madre me dice—no te desquites con ella mi amor va empezando, si quieres castigar que se a mí—se separa poquito de mí y cierra sus ojos, plaf! Una fuerte que le cruza el rostro plaf otra de regreso, abre los ojos se acerca y me besa fuerte mete su lengua y se separa— más mi amor mas— plaf otra plaf, se vuele a acercar a mí y me besa con más pasión, me toma una mano y la lleva a su pezón y pone entre dos de mis dedos— apriétalo bebé apriétalo fuerte— yo lo hago y ella gime y mientras lo hace plaf!— aaaahhhhh aaaahhhhh— abajo Cielo Riveros a cuatro patas mama mi verga con ganas, parece un becerro alimentándose de su madre. Mi madre se acerca más a mí y entre el dolor y el placer que le provocan mis torturas sobre sus pezones me dice— se te paso el coraje bebé, se te pasó? Te lo voy a compenzar aaahhhh aaaaaaahhhhhhh si bebé, ten paciencia, deja que se acostumbre, te lo vamos a compensar

– ¿cómo me lo van a compensar eh putas?

Mi madre me mira, acomoda a Cielo Riveros para que siga mamando pero de lado a mí, se acerca y coloca su entrepierna a nivel de la nuca de mi hermanita, empuja su cadera y entra más mi verga en la boca de Cielo Riveros, esta arquea por la penetración profunda, mis manos siguen torurando los pezones de mi madre y ella me sujeta por la nuca para besarme, mueve sus caderas de atrás a adelante, como si me estuviera cogiendo pero en realidad es la boca de mi hermana

– Aaah ah ah ah ah ah ah ah ah – son lo quejidos que da mi madre al sentir su clítoris estimulado por la nuca de Cielo Riveros
– Gggggggrrrd grrrdddd ggggrrrrrr brruuuppp— Cielo Riveros arquea en serio y suelta babas que manchas y mojan la cama, mi madre no se detiene, sigue con su movimiento de cadera
– Aaaahhhh aaaaahhhhh aaahhhhhhhh— mi madre a ratos me deja de besar, poniendo sus ojos en blanco y con la boca abierta, babeando gime, sacando la lengua y saboreando las babas en su comisura, sin detener su movimiento de cadera, que acelera también a ratos y Cielo Riveros libera más babas por el arqueo que salen por su comisura, siento que mojan mis huevos; mi madre no se detiene. Siento mi verga en lo más profundo dela garganta de Cielo Riveros
– Gggrrr gggrrrrrr gggggggrrrrrrrrr
Siento que estoy por acabar por lo que suelto los pezones d emi madre y saco la verga de la boca de Cielo Riveros, me acuesto boca arriba y jalo a Cielo Riveros para que se siente, ella guía mi verga a su raja…
1 hora después…
– Ahhh aaahhh aaahhhhhh

Gritaba Cielo Riveros, mientras me cabalgaba de nuevo, sentí sus poderosas caderas moverse… sí que era diferente a Paola o a mamá, sus movimientos era más fuertes, tenía más energía, más fuerza, aguantaba más dolor, yo le pellizcaba las tetas sin piedad y ella gemía más, mi madre hincada tras ella le metía 2 dedos en el culo; estábamos todos sudados, jadeábamos, la habitación olía a sexo, semen, hasta a heces fecales… había enculado salvajemente a mi madre haciéndola cagarse mientras tenía su orgasmo; ahora era Cielo Riveros la que recibía verga; cabalgaba como si alguien le hubiera enseñado, no cabe duda que la genética es cabrona—

– aaahhh ohhhh uuuhhhh, si si si si si, dame más hermanito, más mas mas… mami me vuelves loca

Yo soltaba de pellizcar los pezones de mi hermana solo para cachetearla, al principio despacio después con más fuerza, ella las recibía se sonreía y abría la boca cuando lo hacía, le gustaba, la enloquecía, tenía la cara roja, sudada, los cabellos se le venían hacia adelante, los pezones los tenía rojos y saltados por mis pellizcos, me miraba con mirada felina, ponía sus manos sobre mi pecho, me incitaba, yo levantaba mi mano y la abofeteaba, ella volvía a abrir la boca y se sonreía, se agachó y me beso con lengua, sentía sus mejillas hirviendo por mi maltrato; no cabe duda que somos unos enfermos sexuales; mi madre saca los dedos y se los mete en la boca

– Chúpalos cabroncita, siente el sabor de tu culo—ella lo hacía y yo aumentaba la fuerza de mis estocada mientra la sujetaba por la cintura, sentí que ya era tiempo de cambiar, la baje y la puse boca abajo, levante un poco su cadera y puse una almohada para mantenerla en esa posición, mi madre pareció entender lo que me disponía a hacer, me sonrió maliciosa se acercó a mi verga y la metió hasta lo más profundo de su garganta, hiso arqueos de vómito y salió su moco gástrico, volvió a meter mi verga en su boca, yo la tome y moví mis caderas para hacer nuestra cogida oral, le lagrimeaban los ojos y se ponía toda roja.. Otro arqueo y más moco gástrico, mientras ella extraía nuestro lubricante a chupetones, yo dedeaba a Cielo Riveros, metía dos dedos en su culo y el pulgar en su raja

– Aaahhh ahhh aaahhhhh aaaaaahhhhhhhh aaaaaaaahhhhhhhh— cerraba los ojos y los apretaba al sentir el invasor, mi madre noto que ya era tiempo, se levantó y me acomodo la verga cerca del culo de su hija y me dijo al oído

– Te dije que te lo iba a compensar, Este será primero para ti, cógetela con ganas, aquí nadie ha entrado, el abuelo lo intento, pero solo metió la cabeza, ahora es tuyo— se acerca más a mi oído y me dice bajito— fuerte, que le duela…

No necesite más, acerque mi verga a su culo, mi madre me lo daba y hasta me daba permiso de hacérselo fuerte, no entendí por qué quería que le doliera, pero en ese momento no razonaba, ni ella ni yo y la verdad creo que ni Cielo Riveros. Puse mi glande en su entrada

– Aaaayyyyyy aaaayyyyy— fue el quejido de Cielo Riveros al sentir mi verga entrando, esta se deslizo, llevaba mucho moco de mi madre y dilatación por dedos, así que no tuvo problemas para entrar, sentí resistencia, pero no me detuve–

– aaahhhh aaahhhh, me duele… Roberto, me duele, ahhhh ahhhh ooohhhhh— yo seguí al ver el brillo en los ojos de mi madre, mientras ella con ambas manos abría mas la abertura de la nalgas de Cielo Riveros, mi cómplice, mi hembra, su cara aún estaba roja, mas sus mejillas por las cachetadas que le había dado, cuando la enculé estando ella acostada boca arriba con sus piernas en mis hombros, para después abrir ambas piernas y que la gravedad las dejara caer, en ese momento la cachetee y la insulte a mas no poder mientras la enculaba salvajemente, me miraba con deseo y lujuria, cual hembra caliente que es mientras yo más salvaje era con ella— aaahhhh aahhhhh aaahhhh aaayyyyy— seguía gritando Cielo Riveros, grito que me regreso de mis recuerdos, por lo que enterré todo mi pito en su culo de una fuerte estocada y ahí me quede quieto un rato, pero solo un poco, la verdad tenía sentimientos encontrados, no quería lastimar “mucho” a Cielo Riveros pero tampoco decepcionar a mi madre.

Cielo Riveros apretaba los ojos y agarraba con fuerza las sabanas, me acosté sobre ella y le bese el cuello, la espalda, levante su cara para voltearla y besarla en la boca, ella me correspondió el beso y metió su lengua dentro de mi boca todo lo que yo quise, cuando la sentí más relajada, pero solo un poco, empecé a sacar la verga, hasta tenerla toda de fuera, me levante, tomé a mi madre de los cabellos y la hice chupármelo, la hice arquear y salió más lubricante “mágico” nuevamente metí mi verga en el culo de Cielo Riveros, entro hasta el fondo sin problemas
– aaahhhh si, ya se siente mejor aaahhhh aaaahhhhhhh aaaaaahhhhhhhhhh— Grito Cielo Riveros blanqueando ambos ojos y abriendo su boca

– Ahora si, fuerte sin piedad— fue el nuevo susurro de mi madre, cual diablito en mi oído, esa fue mi señal, empecé a meter y sacar mi verga aumentado la velocidad y fuerza, me volví a dejar caer sobre Cielo Riveros mientras la penetraba como pistón, ella ya gemía de placer— aaaahhh ahhh aaaahhhhh aaaahhhh oooohhhh uuuuhhhhhh aaaaaahhhhh— gemía con fuerza, yo más aceleraba, quería que el pinche abuelo la oyera gemir cuando la enculaba, que supiera que conmigo si se dejó y que lo gozaba como una puta— aaaahhhh aaahhhhhh aaaaaaaaahhhhhhhhh— aumentaron los gritos de mi hermana y yo la velocidad, cerre mi puño y le unos golpes en la costillas para hacerla perder aire— auu aauuuu aaauuuuhhhh—eran los quejidos de mi hermana por mis golpes, a mi madre le brillaban los ojos acariciando con una manos sus pechos y con la otra su raja mientras sacaba la lengua

– Sabes bebé también es niña mala— me susurro mi madre y así acostado sobre Cielo Riveros la nalgueé
– Aaahhhh aaaahhhhh aaaaaahhhhh— sus nalgas estaban rojas, su piel era más blanca por lo que se le notaba más, pase mi mano izquierda por su cuello y la levante ahorcándola mientras la seguía nalgueando, ella con ambas manos intento liberar su cuello

– Aguántate así— le decía yo— aguántate así, ahorita te va a gustar— soltó mi mano y las apoyo sobre la cama, yo la jale más y la penetre más profundo; pase mi mano por de debajo de su cadera hasta llegar a su chocha y metí dos dedos, sentía mi verga separada por una delgada tela, rozando mis dedos, me calentó y arremetí con más fuerza… ya llevábamos veinte minutos cogiendo en esa posición, a ratos la soltaba para dejarla respira bien y luego la volvía a jalar del cuello; yo me sentía en la gloria, la tenía con una mano en la chocha y con la otra la volteaba para besarla a lengua suelta sin soltarla del cuello para ahogarla más, sentí que estaba a punto de eyacular, mi madre lo vio se acercó a mí y me dijo al oído

– Quiero como con Paola—jeje estaba pervirtiendo más a mi madre; levante más a Cielo Riveros y mi madre se acomodó frente a ella con las piernas abiertas

– Chúpala— dije enérgico a Cielo Riveros, como pudo saco la lengua y la paso por la raja de mi madre, ella ya estaba sobre sus codo viendo todo y volteo la cabeza hacia arriba cuando sintió la lengua infantil
– Aaaahhhh aaaahhhhhhhhh aaaaahhhhhhhhh— eran los gritos de mi madre; yo ya quería acabar, saque la mano de la concha de Cielo Riveros y a dos manos la sujete del cuello y la empuje sobre la raja de mi madre
– Ggggghhhh mmgmgmgm ggggmmmmmm mmmmgmgmgmgmg—era lo que podía emitir Cielo Riveros al sentir los espasmo vaginales de mi madre oprimiendo su rostro, yo estaba como piston y me sentía desfallecer al vaciar toda mi leche en el cuelo de Cielo Riveros
– Aaahhhhhhh aaaaaaaahhhhh seeee puta, perras las dos aaaahhhhhhh— solté a Cielo Riveros cuando sentí que salió la última gota y me separe de mi hermana, se la saqué y jale a mi madre a que quedara competamente acostada, levante a Cielo Riveros y la senté en la boca de mi madre

– Cágale mis mecos en la boca, !hazlo!—Cielo Riveros rio cómplice, ahora era su venganza—abre la boca puta, ábrela— mi madre abre la boca y recibe los mecos del culo de Cielo Riveros, algunos entraron en la boca y otros le cayeron en el rostros, salían pedos y mecos con burbujas, mi madre metía a su boca lo que podía—no los tragues guárdalos un rato ahí— Levante a Cielo Riveros y la hinque sobre el rostro de mama, le frote el clítoris rápido y ella empezó a vibrar

– Aaaahhhh aaaaahhhh hermanito aahhhhhh ahí viene… ahí viene aaaaaaahhhhhhhh—Cielo Riveros soltó un chorro de orina que cayó sobre mi madre lavándole los mecos que le manchaban la cara—- aaahhhhhh sí que rico me orino aaaahhhhhh

– Mmmmggg mmmmmmmgggg— mi madre aun traía los mecos en su boca y se estimulaba sola con sus dedos, le metí la verga en la boca

– Chupa lo que queda y no te lo tragues, compártelo con Cielo Riveros— le dije al sentir que me terminaba de vaciaba en su interior, ella guardo todo mi semen en su boca y cuando ya no salió más, se levantó y volteo a Cielo Riveros boca arriba, acerco su boca a la de ella y la beso pasándole el semen, así se estuvieron morreando por 5 minutos, yo caí sentado exhausto— esto estuvo riquísimo— dije viéndolas, ya era cerca de la una de la mañana, el abuelo me despertaría para ir con él, estaba más que cansado, pero no me podía rajar— mamá, me voy a dormir, tengo que descansar algo

– ¿No te quieres quedar conmigo?— pregunto mi hermana con cara de súplica, limpiándose el semen de la cara— anda quédate yo te apacho para que descanses
– Ok, tú me levantas

– Si hermanito— dijo cambiando las sabanas de la cama, acostándose después dando espacio para que me acomodara a su lado, mi madre se ríe y mueve la cabeza como diciendo “estos no tienen remedio” se levantó, tomo su ropa tirada en el piso, se acercó y me beso en la frente

– Descansen mis amores— no la deje retirarse y tomándola de la cabeza la acerque nuevamente a mí y la bese en la boca
– Te amo mamá
– Y yo a ti— contesto respondiendo mi beso, sonriendo feliz
– ¿Y a mí?—pregunto Cielo Riveros como niña olvidada

– También a ti mi amor— dijo mi madre besándola en la boca como amantes que eran. Cielo Riveros se volteó hacia mí y me abrazo y yo empecé a cerrar los ojos cansado por el “AJETREO” del día.
Eran las 5 de la madrugada y sentí algo en mi pene, abrí los ojos y vi a Cielo Riveros chupándomelo, volteo cuando sintió mi movimiento y me sonrió

– Buenos días amor— y siguió chupando— te quería despertar, pero “este” se despertó primero, así que le quise dar los buenos días— decía mientras lo lengüeteaba, todavía no despertaba yo bien cuando Cielo Riveros sin preguntar se levantó, se lo metió en la vagina y empezó a moverse— aaaaahhh—fue el quejido que lanzó cuando se auto penetró— aaaahhhhhhh aaaaaaaahhhhh— movía sus caderas de atrás hacia adelante— ¿te gusta hermanito, te gusta cómo me muevo?— pregunto mirándome a los ojos con la escaza luz que daba su lámpara del buró.

– Si hermanita me encanta
– ¿Me muevo bien?
– Si, riquísimo
– ¿cómo quieres que me mueva? Dime, haré todo lo que tú quieras
– ¿Todo?
– Sí, todo, aaahhhh aaaaahhhh aaaahhhhhhhh— gemía a boca abierta mientras se movía
– Quiero encularte, pero ahora tu arriba— rio con mi petición
– ¿Nada mas eso? Ahahhhh aaaaahhhh
– Después quiero que me limpies la verga con tu boca

– Eres un cochino aaahhhhhhh aaaaaaaahhhhhhhhh—- gimió más cuando con mi mano le estimule el clítoris mientras me cabalgaba
– Tu dijiste que lo que yo quisiera
– Si, haré todo lo que tú quieras aaaahhhhhhhh aaaaahhhhhhhhhhh— así estuvo como 5 minutos, después sola se zafó y se volteó dándome la espalada, intentó meterla en su culo pero no podía estaba muy seco—- aayyy aaayyy, no puedo Roberto no puedo

– Necesitas echarle saliva
– ¿Saliva?
– Si, escupe en tu mano y úntala en tu culo
Cielo Riveros escupió en su mano y se lo embarro en el culo, tomo mi verga y se la fue ensartando, quedo totalmente empalada
– huy duele, no te muevas Roberto deja que me acostumbre— ya estaba dilatado por la reciente cogida, no le hice caso y me moví— aaayyy aaayyyy, espera
– aguántate, ya esta dilatado— pase mi mano hacia adelante y le acaricié el clítoris y meti un dedo en su raja, eso la relajo y se comenzó a mover de atrás hacia adelante
– aaahhh ahhhhh ahhh ahhhhh—- gemía mientras se enculaba solita, yo la solte de la vagina y la sostenía por sus caderas, le sobaba las tetas, en eso sentí mi eyaculación

– Me vengo Cielo Riveros— grite quedito y ese fue el detonante para que ella aumentara los movimientos y abriera su boca, sentía las contracciones de su culo en mi verga, estaba teniendo su orgasmo al sentir mi eyaculada en su culo, en eso se abre la puerta y entra el abuelo, encendió la luz principal y Cielo Riveros estaba a punto de saltar y zafarse pero la tome fuerte y no la deje, aún necesitaba liberas una gotas de semen, me valía madre que mi abuelo lo presenciara— aaahhhhhhhh si aaaaahhhhh estoy acabando— el abuelo nos miraba en silencio, serio. Solté a Cielo Riveros y ella brincó fuera de mí, vi la cara de risa del abuelo cuando ve que a Cielo Riveros se le salió el semen de su culo y caminaba rápido para el baño

– Tu sí que no pierdes el tiempo, tiene razón Miriam Caballero, sacaste lo cabrón de mi— dijo sonriendo satisfecho, casi con orgullo, yo no supe cómo reaccionar, al parecer no nos íbamos a llevar del todo mal— anda cabroncito, ya cámbiate que la chamba nos espera… pero primero báñate, ha en tu cuarto por favor— dijo riendo sarcástico.
Me había acabado de poner ropa, me peinaba rápido, al terminar salí a buscar al abuelo, no lo vi, me asome a la sala tampoco lo vi.

– ¡Abuelo!—grite suave a ver dónde estaba, el muy cabrón salió del cuarto de Cielo Riveros abrochándose la bragueta
– ¿Ya cabroncito? Que rápido te bañaste, no das chance de nada— dijo con su típica sonrisa guiñándome el ojo, imaginé lo que le estaría haciendo a mi hermanita
– Sí, siempre me baño rápido

– Bueno vámonos que ya hay que estar en la fábrica— nos dirigimos a la puerta y ahí estaba el horrible caprice, no sé qué le veía a ese pinche carro, era su adoración— hoy vas a empezar a aprender cómo se lleva un negocio— me decía mientras conducía hacia la fábrica; llegamos al lugar, era una nave grande, tenía 40 trabajadores a su cargo; por ser tan temprano no había ni un alma, sólo el guardia que en cuanto lo vio, abrió la puerta para el área de oficinas. Ya había ido antes a la fábrica, me era familiar, pero el día de hoy sabía distinta la visita, ahora iba en plan de patrón y no de familiar del dueño como solía hacerlo.

Entramos al lugar, lo veía enorme, nos dirigimos a la envasadora y mi abuelo dijo

– mira esta es la madre que fallo, casualmente es la parte más importante de la fábrica, aquí es donde se envasa; acá de este lado lo mezclamos, para este producto utilizamos creosota, resina en polvo, lejía de sosa, agua hirviendo, alcohol metílico y melaza negra. En éste contenedor se funde la resina y se le agrega la creosota, después la lejía, a continuación el agua con el alcohol y finalmente la melaza. A veces utilizamos la ozonatina en la cantidad según el aroma que le queramos dar, ya que es un preparado aromático

El abuelo se sabía de memoria cada uno de los procesos, cantidades exactas y tiempos, etc. Por primera vez lo vi con admiración, ponía atención a cada cosa que me explicaba trataba de memorizarla, no quería parecer un tonto

– yo digo que fallo la tarjeta madre, porque por más que la quisieron configurar no quedó, enviaba los envases con la etiquetas chuecas y saltaba el ciclo de sellado, pero hay que esperar a los técnicos, estos wueyes son lo que le saben mejor a la madre esta. Ven vamos a la oficina

Entramos a su oficina, encendió las luces, se sentó en su computadora y la encendió, yo miraba las paredes, hacía mucho que no lo visitaba, estaban llenas de poster de chicas en trajes de baño y algunas desnudas.

– ¿Qué? ¿Te gusta el paisaje?– ´preguntaba mi abuelo con su risa sarcástica y burlona
– Si—reí yo al verme sorprendido
– Apréndete algo, en la vida te toparás con muchas cosas, pero ninguna se compara a un coño joven, eso es el cielo, si lo tienes no lo cambies por nada jajaja— rio para sus adentros, me estaba aconsejando como lo haría un padre con un hijo y pensándolo bien si se había cogido a mi madre durante tanto tiempo capaz que era hijo de el— esta es mi computadora personal, tiene contraseña para evitar husmeos de la gente, aquí llevo las fianzas con el contador y tengo mis archivos personales, ven échales un vistazo— tenía todo ordenado por carpetas, decían nombre congruentes, finanzas, pedidos, presupuestos, y le pregunte

– ¿Abuelo? ¿Por qué la contraseña?
– Jejeje, pensé que no lo notarias pero lo hiciste, apréndete esto “en la vida confiar es bueno, pero no confiar es mejor”, aquí tengo gente de confianza, pero nunca les confió demás, lo principal, lo más importante de la empresa lo tengo yo, le entrego a cada quien lo que debe saber, pero nunca le entro todo a una sola persona, así es más difícil que te traicionen o te hagan espionaje

– Guau, abuelo eres inteligente
– No, solo soy cabrón y tú lo serás más, por eso te voy a dar un puesto en esta empresa que algún día será tuya
– ¿Mia?
– Claro, será tuya
– ¿Y mi mamá y mis hermanas?
– Ellas también serán tuyas
– No me refiero a eso, me refiero a si ellas quieren parte de la empresa
– Jajajaja, ellas son tuyas junto con la empresa y la que se quiera irse es porque tiene un wey que la mantiene, tu mantendrás solo a la que te cojas, ¿oíste?

– Si abuelo—conteste yo algo desconcertado, el abuelo me quería como su único heredero, sobre su propia hija y mis hermanas, para él las hembras eran solo eso… hembras a su disposición y ahora disponía heredarlas como una posesión más de él; no sé si yo podría tratar a mi hermanas o hijos igual que él, pero así era, nadie podía cambiarlo.

– Hola señor Rentería— los dos volteamos a la puerta y una mujer de unos 35 años estaba parada en la puerta, vestía con un conjunto sastre, muy arreglada un escote no generoso, pero tampoco muy conservador, olía a limpio a recién bañada, era bajita, no alta como mi madre, sus caderas eran pronunciadas, lo mismo que sus tetas, su piel aperlada y sus facciones delgadas, su cabello castaño claro, con pequeñas ondulaciones con largo hasta los hombros, era muy atractiva, tenía una mirada felina que invitaba a hacerle algo

– Hola primor, mira Robertico, ella es Martha, mi secretaria particular; Martha él es mi nieto y casi hijo Roberto
– Hola mucho gusto—dije yo extendiendo mi mano para saludarla—Roberto Hernández Rentería
– Mucho gusto, Martha Figueroa a sus órdenes—contesto ella estrechando mi mano
– No Roberto, ya quítate ese pinche apellido que de nada te sirve, si vas a estar en mi negocio como mi heredero, de ahora en adelante serás Roberto Rentería—dijo el abuelo
– Está bien abuelo— conteste yo sonriendo con orgullo— siempre me ha gustado más el Rentería.
– Primor ¿Y tu marido?—le pregunto mi abuelo a su secretaria
– Fue al banco por una chequera nueva, como usted va a tener que realizar cheques para la reparación y ya no había fue a canjear el talón de cheques
– Pero abren hasta las 9:30 y apenas son las 7:00

– El insistió, dijo que era mejor ir temprano y ser el primero y no hacer tanta fila después de las 9:30
– Ah que bien, este contador mío siempre tan anticipado, jejeje— dijo mi abuelo mientras se acercaba a Martha, ella volteo a verme y regreso la mirada a mi abuelo alarmada, adivinando sus intenciones, mi abuelo no le importo, se acercó más a ella y la tomo por la cintura, trayendo hacia él y besándola en la boca, ella poca resistencia ponía, parecía incomoda por mi presencia, más cuando mi abuelo acariciaba sus nalgas por encima de la falda y bajaba hasta el borde la misma y la levantaba para acaricia sus nalgas ahora por encima de su sexy ropa interior

– Cenón, no estamos solos, ya basta– decía ella intentando separase de él, pero mi abuelo seguía en su faena; yo estaba ahí mirando la escena, no sabía si salirme o quedarme, el abuelo ni me volteaba a ver, el seguía en su tarea de besar y manosear a Martha, de repente toma la falda con ambas manos y la levanta, me mira y me pregunta
– Haber cabroncito ¿dime si estas nalgas no son dignas de manosear?—mostrándome el trasero de Martha y no contento con ello estiro su ropa interior de tal forma que esta quedo incrustada entre las nalgas—mira que chulada, ven a tocarlas— Martha abrió los ojos como platos hacia el pero no protesto– anda no seas chiviado y vena tocar esto— yo sin más me acerque por atrás de Martha y le acaricie con las dos manos sus respectivas nalgas, en verdad que estaban firmes, como decía el dignas de manosearse, mi pito empezaba a crecer en mi pantalón; el abuelo hábilmente le sostenía con una mano el vestido y con otra le manoseaba las tetas mientras la besaba con verdadera pasión, ella ya solo se dejó hacer cerrando los ojos, soltó la falda y comenzó a mansearle la raja

– Mmmmmmmmggggg— fue solo el quejido que Martha dio, y el abuelo aprovechó para meter la mano por dentro de la pantaleta, yo hice lo mismo desde atrás, nuestras manos chocaron cerca de su raja, el abuelo volteo a verme y se rio
– Yo primero cabroncito— y desplazando mi mano, metió sus dedos en la raja, empezó a moverlos
– Mmmmmgggg aaahhhhhh mmmmgggggg—guturaba Martha con la intromisión del abuelo— aaaahhhhh siii mas mas masssss— y así estuvo como por 15 minutos, el abuelo me miró y dijo

– te toca— saco su mano y entro la mía, el tomo la cabeza de Martha, con ambas manos y la bajo hasta su entrepierna, ella como toda una experta, le desabrocho la bragueta y saco su pito, para luego llevárselo a la boca, el abuelo tenía una cara de felicidad, como estaba doblada sobre sus caderas, levante nuevamente la falda hasta su espalda, para que no callera de nuevo y baje su pantaleta, escupí en su culo y extendí la saliva entre este y la raja, metía mis dedos y sobaba el culo, ella ya comenzaba a mover sus caderas con mi manoseada, el abuelo me miro, vio mi bulto en mi entrepierna y dijo—- date gusto— yo entendí, saque mi verga, la acomodé en la entrada de su concha y la introduje, ya estaba muy mojada por lo que la penetración no fue ningún problema

– aaaaahhhhhhhhh— fue el quejido de placer que ella dio al sentir mi verga deslizándose en su concha— aaaahhhhh que rico, que grande aaaaahhhh aaaaahhhhh ooohhhhhhh, se parece mucho a ti Senón, aaaahhhhhh si, más mas aaaaahhhhh ohhhhhh uhhhhhhh— yo la tomaba con ambas manos de sus caderas para penetrarla fuerte y profundo, el abuelo me miraba y sacándole la verga de la boca me dijo

– Haber cabroncito, enséñame lo que has aprendido—

Glup! Pensé para mis adentros, una cosa era cogerme a las dóciles de mi hembras y otra era cogerme a una desconocida, no sabía hasta donde podía llegar o que debía hacer con ella, por lo pronto la levante jalándola del cabello y así ensartada la lleve hasta un escritorio, la recargue en él y mientras la penetraba buscaba los malditos botones para quitarle todo el vestido; cuando por fin los halle, suspiré aliviado, no quería quedar mal ante el abuelo, la fui desabotonando como pude y le saque el vestido sin ningún problema, con el sostén fue más fácil, ella gemía se quejaba de gusto, apretaba los dientes, porque en ningún momento dejaba de mover mi cadera. Tenía dos días cogiendo a dientra y siniestra por lo que podía aguantar mucho; Pero y ¿ahora?, ahí estaba yo como en una especie de examen, el abuelo como un sinodal y Martha como el examen en sí, recordé un video que veíamos mucho mis amigos y yo llamado “casting” con el actor porno del momento “Pierre Goodman”, este si un verdadero cabrón con las viejas, les hacía llaves y candados mientras se las cogía por todos los agujeros posibles, y pues que más que a poner lo aprendido en la teoría sobre la práctica…

Una hora después tenía a Martha empinada sobre una silla, yo la sometía con una mano de sus dos manos por atrás en su espalda, como si estuviera esposada, con la otra la nalgueaba fuerte, mientras le metía el pito con fuerza en su culo, Martha tenía los ojos en blanco, la boca abierta, en la silla había baba donde había estado babeando mientras jadeaba y yo ni cerca de acabar
– Aaahhhhhh aaaaahhhhhh oooohhhhhhh aaaaahhhhhh aaaaaahhhhhhhh— solo era lo que decía Martha con mis estocadas
– Toma como la puta que eres—le decía yo, penetrándola cual profundo podía— toma puta, toma
– Aaahhhh aaaahhhh si, mas… ¿qué me haces?—pregunto Martha al sentir que la soltaba y la sostenía del cuello, como lo había hecho con Paola— cállate puta, en este momento el que manda soy yo— el abuelo reía divertido con la escena, lo voltee a ver— ¿quieres ver como se trata una yegua abuelo?

– Si, muéstrame— más sonrió

Pase mi mano por el cuello, como ya lo había hecho, ya estaba teniendo práctica en como humillar más a las hembras y por lo visto era lo que el abuelo quería ver. La sujete fuerte, ella se dejó hacer, al parecer el abuelo la tenía acostumbrada a ser dócil, aumente mis estocadas y mi presión sobre el cuello

– Aaahhh aaahhh sii ssiii mmmmmgggg—

Yo ahorcándola, Martha bufando, con la cara roja, el abuelo mirando divertido y sorprendido, mi verga me ardía ya la había usado de más, el culo de Martha se secaba a ratos

– Chúpalo puta—le dije al sacárselo para mojarlo un poco, ella lo hiso, la volví a voltear y se lo volví a meter
– Aaaaahhhhh aaaaaaahhhhhhh si, ya está mojado otra vez, aaahhhhhhhh— Martha abría la boca con mi metidas fuerte

– Eres una yegua puta
– Si, lo soy aaaahhh aaaaaahhhhhh
– Si eres yegua has como yegua
– ¿Cómo yegua?

– Si, como yegua, relincha!—le meti la verga mas profundo y aumente la velocidad, la jale del cabello— has como yegua!!

– Aaaahhhhh aaaaaahhhhh si como yegua
– Relincha

– YYYYIIIIIIIIIJJJJJ ÑÑÑÑIIIIII— eran los sonidos raros que hacia la pobre y humillada Martha con el hijo del patrón

– Mas

– ÑÑÑIIIIIIIIIIIHHHHHJJJJ

– Mas

– ññññiiiiiihjhjhjhjh

Mi verga parecía pistón en su culo, la solté del cabello y la sujete con ambas manos para jalarla hacia atrás mientras la penetraba. Junte sus manos atrás como esposándola, y las sostuve con mi mano izquierda y con la derecha la nalgueaba.

– Toma perra, toma— la insultaba, pues me había dado cuenta que le podía hacer lo que sea y no se opondría, imagino no quería perder su trabajo y al contrario ganar un “extra”— perra eres una perra

– Si, lo soy aaaahhh aaaaahhhhh

– Pues ahora ladra como perra

– Aaaahhhh aaaahhh si dame mas

– Ladra

– Aaaahhhh aaaaahhhhhh wooffff wwofff

– Jajaja mas perra mas

– Wof wof wof wof— la humillada Martha seguía haciendo sonidos de ladridos mientras yo la enculaba, total ya que ya estaba ahí—wof wof wof

Se veía ridícula la escena pero ya me valía madre, sentí mi leche querer brotar y me descargue por completo en su culo

– Aaaahhhhhhhh oooohhhhhhhhhh— fue mi quejido al sentir mi leche salir Martha toda sudada y colorada con el rímel chorreando por las lágrimas y teniendo el orgasmo de su vida

– puffff—- bufo — aaahhhhh aaahhhhh— jadeaba recuperando el aire y terminando su orgasmo, movía su cadera exprimiendo aún más la poca leche que le quedaba a mi pito, ella misma se desabotono y se hincó limpiando mi verga con su boca, me daba chupaditas suaves y como que me mordía, volteo a verme y vi el brillo en sus ojos, realmente me la había cogido como un desgraciado, pero de eso se trataba mi examen. Su mirada era de lujuria de satisfacción, seguía chupando y yo le di una cachetadita suave

– Aaaahhhhh aaaahhhhhh aaaayyyyyyyy— fue el grito que dio Marthita al sentir salir mi leche de su culo—aaaahhhhh aaaaahhhhhh

Estaba yo exhausto, todo sudado, me temblaban las piernas y me senté, recuperado el aire. El abuelo rio satisfecho, Martha aún seguía en cuclillas, con los ojos cerrados y la leche brotando de su culo se levantó y esta escurrió por sus muslos. Mi abuelo se le acercó traía la verga de fuera, jalo a Martha de los cabellos y le metió la verga en la boca, fueron pocas las estocadas que necesito para acabar

– Aaaahhhhhhh aaaahhhhhh, trágalos puta, todos aaaahhhhhh— acabo en su boca y Martha hiso lo que el le pidió, tragó todo el semen, sin desperdiciar una sola gota

– Mmmmmmmmm, que rico Cenón— decía Martha mientras con una mano exprimía las últimas gotas del abuelo para luego chuparlas— ya teníamos mucho sin “esto”, y ¿ahora por qué?—pregunto ella poniéndose de pie y ubicando su ropa para ponérsela

– Jajaja si te contara te infartas, anda cámbiate— se acercó a mí y se agacho a levantar su ropa

– Gracias Martha—dije yo sujetándola del mentón

– Gracias a ti— dijo mirándome coqueta— de verdad que se parece tanto a ti Cenón, pero este huerco sabe más mañas que tu— volteando a verme con una sonrisa

– Jajaja parece que sí. Primor vete a cambiar y a arreglar al baño que ya son las 8:30 y en media hora entra el personal, arréglate mujer

– Si Cenón— dijo Martha tomando su ropa y dirigiéndose al baño, mientras me mira con mirada diferente, entre deseo y atracción

– Jajajaja, pues sí que eres un cabrón, ya me lo había dicho Miriam Caballero, pero lo tenía que confirmar, en verdad que te pareces a mí, pero haber ¿dónde aprendiste eso?

– ¿Qué abuelo?

– No te hagas wey, todo eso que le hiciste a mi pobre secretaria, yo la más atrevido que le hacía era nalguearla y culearla, pero tú no solo te la cogiste, te la ¡supercogiste¡ aparte de hacerla relinchar y ladrar jajaja

– Jajaja luego te enseño el video donde aprendí esto, la verdad solo era pura teoría, nunca lo había puesto en
práctica

– Pues si me lo tienes que enseñar, jajaja, eres un digno heredero, pero sábete bien, el macho alfa soy yo, las hembras aún son mías, la fábrica también, las decisiones las tomo yo, tu tendrás que ser paciente y leal a mí y todo esto será tuyo algún día, mientras tanto el que manda soy yo, ya te vi queriendo competir conmigo por tu madre, pero así no funciona, las hembras son mías y ellas me obedecen, igual que tú, ¿te queda claro?— dijo el abuelo ya en tono serio y autoritario, con su estatura y mirada sí que imponía autoridad

– ¿Y si las hembras me piden caña?

– Pues se las das, por coños y culos no vamos a pelear, pero si te digo que yo voy primero, pues entonces voy yo primero ¿De acuerdo?

– Ok abuelo, pero ¿Entonces qué quieres que haga aquí?

– Pues después de la escuela te vendrás aquí conmigo, aquí harás tus tareas y aprenderás del negocio familiar hasta que puedas hacerte cargo de el— en eso sale Martha del baño arreglada y perfumada, se había maquillado de nuevo

– Sr. Rentería ¿Quiere café?

– Si, ya sabes que sí, ah y prepárale uno al cachorro, pero con mucha azúcar que falta le hace. Martha ¿aún quiere tu hija Alejandra el trabajo de medio tiempo?

– Sí, pero que tiene en mente Sr. Rentería— pregunto Martha mirándome

– Pues que aquí Robertito se va a involucrar más en el negocio y quiero que tenga su propia secretaria asistente, tendrá que cumplir con sus deberes escolares y con los de la empresa y necesito una asistente personal para él, sería medio tiempo porque el por las mañanas iría a la escuela, seria trabajo solo por las tardes, ¿te interesa?
– Pues… este… sí señor, pero solo habría que preguntarle a Alejandra si ella acepta
– Pues pregúntale hoy mismo y que venga a entrevistarse con su futuro jefe, sino que diga y buscamos a otra.
– Si yo le hablo hoy, para que venga, igual está de vacaciones
– Perfecto, anda primor ve por los cafés—Martha salió de la oficina—Vas a ver que chulada de asistente te consiguió tu abuelo—dijo con su cara burlona mientras me guiñaba un ojo.

Eran cerca de las 12 del día, ya traía hambre, el café y un pan que había comido no eran suficiente para todas las energías que había quemado, el abuelo aún estaba negociando la reparación de la envasadora en el área de la planta, en eso entró Martha a la oficina

– Joven Roberto, llego mi hija, ¿la va querer entrevistar usted o lo hará el Sr. Rentería?
– Mmm pues si va a trabajar conmigo, mejor la entrevisto yo, ¿No crees?
– Si claro, la hago pasar

Entro Alejandra y pareció como si saliera el sol, era una criatura hermosa, tenía los ojos cafés, más hermosos que yo hubiera visto hasta ese momento, su nariz respingada y ni hablar de sus labios, eran un encanto. Me quede congelado al verla, mi boca se secó, mis manos temblaron. La veía de arriba abajo, traía una blusa color azul claro que hacía ver su piel más clara, una falda a medio muslo que dejaba ver sus torneadas piernas, estaba enfrente de mi parada, seria, expectante con sus manos atrás, esperando alguna indicación; algo me despertó de mi trance

– Hola buenos días, soy Alejandra, mi madre me dijo que viniera para una entrevista para trabajo de medio tiempo y aquí estoy— guau, su voz era hermosa, podía pasármela toda la vida escuchándola

– Si claro disculpa, soy Roberto Rentería— dije poniéndome de pie y extendiendo mi mano, ella se acerca y educadamente la estrecha, siento su piel suave delicada, no la quería soltar— por favor siéntate
– Gracias
Empecé la entrevista, ella tenía 17 años en ese entonces, intentaba sonar maduro, quería impresionarla, ella contestaba las preguntas con la seriedad que una entrevista de trabajo implicaba, creo que también quería sonar madura y capaz

– Bueno Alejandra, me comentas tienes 17 años, sin novio, pero dime ¿Qué estas estudiando actualmente?
– La prepa, estoy en 4° semestre, aún no sé qué podría estudiar
– ¿Podrías?
– Bueno me refiero a que es lo que me gustaría estudiar, me gustan tantas cosas, quisiera estudiar gastronomía, pero es una carreara muy cara y no reditúa mucho al final, la otra que quiero es arquitectura, me fascina crear diseños nuevos…

Yo la escuchaba embobado, parecía un ángel que hablaba, sus facciones en ningún momento presentaban datos de nerviosismo o expresiones de más, era solo una expresión tranquila de seguridad, eso la hacía ver sumamente atractiva, interesante, me sentía un verdadero niño a su lado y la verdad eso era para ella en ese momento, solo un mocoso engreído hijo del patrón que se sentía superior a los demás, pero como ella quería trabajar y el trabajo sonaba cómodo me seguía el juego; no alargaré ni los aburriré con los detalles de la entrevista, solo que fue amor a primera vista, por supuesto que obtuvo el trabajo, desde el día siguiente se presentó a trabajar, toda propia ella, me hablaba de “usted” a pesar de ser yo un mocoso para ella de tan solo 13 años.

Desde el primer día intenté ser galante con ella, la cortejaba con todo el respeto que se debe a una mujer mayor que tú y sobre todo mucho más madura mentalmente hablando, en ocasiones se sonreía conmigo cuando yo le hacía un comentario gracioso, ella me ayudaba a ordenar las cosas que yo debía aprender de la empresa y sobre todo me facilitaba el encontrar datos para, al mismo tiempo, hacer mis tareas escolares.

Me apenaba a más no poder el que en varias ocasiones ella me explico problemas matemáticos que yo no entendía, ya que ella ya los había llevado tiempo atrás, me enervaba la sangre, pero el hecho de que se sentará a mi lado y con su dulce voz y paciencia de matusalén me explicara lo que yo no entendía, muchas ocasiones ella volteo para ver que ponía atención y yo sólo la veía a ella con mi cara de bobo, que al verme sorprendido brincaba y volvía a ver el cuaderno donde ella me explicaba, ella sólo se sonreía;

Le dije a mi abuelo que necesitaba un pizarrón para hacer mi escuelita ahí, la verdad solo la quería verla de pie con su escultural cuerpo y los lentes que se ponía para explicarme mientras escribía en el pizarrón; a Martha me la seguía cogiendo cada que se podía, mandaba a Alejandra a realizar pagos o enviar correspondencia a otras empresas y me cogía a su mama cuan salvaje podía; a ella le comentaba, mientras me la cogía que me gustaba su hija que me la quería coger también, Martha me contestaba que ella misma le abriría las piernas y me tomaría la verga para romperle la chocha

(Así llamaba Martha a la vagina) y que después le escupiría en el culo para romperle el orto (También así llamaba al culo, bueno cada quien su jerga), pero una vez que acabábamos de coger y guardábamos la compostura me comentaba que estaba loco, que Alejandra le gustaban los chicos mayores, que había unos ya casi terminando la universidad, casi médicos, que la pretendían, que no creía yo le gustara y casi me suplicaba que no la metiera en nuestros asuntos, yo trataba de ser respetuoso con Martha en ese momento y sólo le decía que me diera una oportunidad con su hija, a pesar de mi depravadez no era tan malo, de tanto la convencí y acordamos que le daría permiso para salir conmigo una vez y quedaría a decisión de Alejandra el que yo me involucrara sentimentalmente con ella.

Habían pasado 4 meses desde que Alejandra trabajar conmigo, mis calificaciones mejoraron, eso generó la oportunidad que yo esperaba, la invité a cenar

– ¿A cenar? ¿Yo?
– Si claro que tú, te debo mucho Alejandra, sino fuera por ti anduviera sin pies ni cabeza con tantas cosas que tengo que aprender de este negocio y de mi escuela; tu sabes que ni el abuelo ni mis maestros tiene consideración conmigo, sólo tú me has apoyado, ayudado, comprendido y hasta consentido cuando no me lo merezco, de verdad Ale tengo mucho que agradecerte eres mi ángel

– ¿Ángel?—se sonrojo Alejandra, por primera vez vi sus mejillas rojas por un comentario mío, eso me animó más
– Si hermosa, eres y espero que sigas siendo por mucho tiempo mi ángel de la guarda, por favor acepta mi invitación y por lo menos esta vez deja que yo te consienta un poco

– Gracias joven Roberto, pero a ¿dónde me quiere usted llevar?—pregunto ya más tranquila, estudiando si respuestas
– Quiero que veamos juntos una película, y después te llevo a cenar, te quiero llevar a un lugar nuevo que abrieron, disculpa mi atrevimiento pero ya reserve

– Me gustaría aceptar su invitación pero no sé si mi mamá me deje ir
– Bueno por eso no batallaremos—levante mi teléfono marque al extensión de Martha y le pedí viniera, ella entro
– Hola Martha, te llame para ver si le das permiso a tu hija de salir conmigo, saldremos temprano al cine después a cenar y antes de las 10 PM esteré tocando la puerta, mis calificaciones subieron y le quiero agradecer con eso—Martha me vio directo a los ojos y después volteo a ver a su hija

– ¿Tú quieres ir Alejandra?
– Si mamá, sino te importa—contesto ella bajando la vista
– Bueno está bien joven Roberto, ¿Cuándo saldrían?
– Mañana

– Está bien, hablaré con mi esposo para que este enterado y no creo que haya problema con el—volteo a verme mientras lo decía y su cara era de un “Pórtate bien”
– Excelente—dije yo estilo Montgomery Barns juntando los dedos de mis manos.

Fuimos al cine y antes de entrar fuimos por golosinas, ella me seguía hablando de “usted” a pesar de que le había pedido fuera de “tu”.

– ¿Qué se le antoja comer mientras vemos la película?
– Ale, ya no me hables así, dime Roberto, Robert o wey, como quieras, pero aquí quiero que seamos amigos no trabajadores

– Es que no me acostumbro
– Mmmm mira cada que me hables de usted te voy a dar un besito ehhh
– Jajaja no, imagínese

– Ya ves ahí va el primero— la tome rápido de su cabeza con ambas manos y le bese la frente, ella rio mas
– Bueno está bien intentaré hablarte por tu nombre… Roberto
– Muy bien, que bonito suena cuando me llamas por mi nombre, dilo otra vez

– Ro… ver…. to—lo dijo suave y lentamente, saboreando las palabras acercándose a mí, su mirada cambió, mi cuerpo tembló
– Moriría escuchando eso
– ¿Le gusto?—me pregunto con una sonrisa
– Otra vez— nuevamente le tomé el rostro solo que esta vez la besé en la nariz

– Jajaja perdón, quería ver si te atrevías a hacerlo de nuevo y ya lo vi jajaja. A que Robertito tan besucón—lo dijo mientras con sus dedos apretaba mi nariz
– Bueno vamos a comprar algo porque si no empieza la película y nosotros afuera

Transcurría la película y una vez terminadas las golosinas, ella froto las manos denotando frio, yo la tome con mis manos que estaban más calientitas y ella sonrió aprobándolo, así tomados de las manos vimos toda la película, a ratos ella recargaba su cabeza en mi hombro. Terminó la película y salimos, ya no la solté con la excusa que no quería que separa entre tanta gente, así la lleve al restaurante, íbamos bien arreglados ella con una vestido a nivel de rodillas color oscuro, yo con ropa de vestir, era un lugar exclusivo, por lo que me puse corbata y un saco que había dejado en el caprice, que el abuelo amablemente me presto (Había tomado clases de manejo para no quedar mal), le abrí la puerta cual caballero con una dama, le di la mano para ayudarla a bajar, ella se sentía fascinada, lo podía ver en su cara, en la entrada un tipo con smokin nos esperaba

– Buenas noches reservación para dos a nombre de Roberto Rentería—nos miró de arriba abajo y reviso su lista de reservaciones
– Claro aquí está Señor… Rentería—lo dijo titubeando, éramos 2 adolescentes jugando a los grandes.

Nos condujo a la mesa y ahí me encargue de pedir por los dos, obvio no hubo vino, pero si mesclas de sabores en las bebidas que pedí, finalizamos la cena y de la mano salimos hacia el auto, ya estando ahí antes de entrar nos quedamos los dos parados uno frente a otro, aún tomados de las manos

– Espero te haya gustado salir conmigo y tratar de agradecerte con este pequeño gesto lo mucho que te debo

– Es mi trabajo y usted mi jefe— la mire directo a los ojos, me acerque más le bese la mejilla, sentí su rubor con mis labios, volteo a verme y nuevamente me dijo— y espero que usted se la haya pasado bien cenando conmigo—era la invitación a seguir, la tome con ambas manos y le bese suave en los labios, ella cerro sus ojos y suavizo su boca permitiendo alargar el beso, cuando nos separamos—y ¿eso por qué fue?

– Te dije que si me hablas de “usted” te daría besitos
– ¿ah sí? Pues me está gustando hablarle de “usted”

Nuevamente la besé, ahora la abrazaba mientras lo hacía y ella me abrazó también, el estacionamiento estaba sólo, abrí la puerta del caprice y la metí, me subí por el otro lado y ya dentro la volví a abrazar y besar, nuestras lenguas ya jugaban una con la otra, yo acariciaba su cuello, su rostro, baje mi mano hasta su busto, lo hice suave, no quería verme mal con ella, ella me beso más fuerte cuando sintió mis caricias en sus senos, me sentía extraño pero me gustaba me estaba ligando a la chica de mi sueño y mayor que yo, entre los besos y las caricias la acosté sobre el asiento del caprice, era de esos antiguos que no tenían división, por primera vez comprendí porque le gustaba este carro al abuelo, con los vidrios oscuros era un motel portátil. Sé que es lo que esperan leer pero no me la cogí, al final se levantó y nos arreglamos la ropa.

– Ya es tarde Roberto y mamá nos advirtió que a las 10
– Tienes razón Ale, quisiera quedarme aquí toda la noche contigo pero di mi palabra y la cumpliré. Pero eso si te digo, de que saldremos de nuevo lo haremos ¿Verdad?
– Si Roberto, me encantaría

Nos fuimos en el armatoste del abuelo, la dejé en su casa, su mamá nos esperaba en la sala, ahí la dejé, Martha me miraba estudiándome, Alejandra se fue a la cocina para tomar agua y le dije a Martha

– Tranquila no pasó nada, la respeté como fue nuestro acuerdo, pero si quiero una relación seria con ella, espero no te opongas a ello
– Y ¿lo nuestro?
– Pues seguirá si tú quieres, yo no soy tan impositor como mi abuelo
– Bueno si es así pues… quiero que siga—me miraba con brillo en sus ojos

Así empezó mi relación con Alejandra, la mujer más hermosa que yo haya visto en hasta mis días. Lo resumiré que fue algo bonito, la respeté por mucho tiempo y formalizamos nuestro noviazgo años después o mejor dicho lo dimos a conocer a los demás, porque novios ya éramos desde ese día….

***********
Habían pasado poco más de 6 meses desde esos tres días que marcaron mi vida y bueno no solo a mi sino a toda la familia, era fin de semana, el abuelo me había dado el día libre, de hecho casi todos los sábados él se presentaba solo a la fábrica, imagino que quería cogerse a Martha a sus anchas y hacerla relinchar como yegua o ladrar como perra; en la casa el silencio solo era interrumpido por los gemidos y sonidos de placer que daban mis hermanas

– Aaaahhhhh aaaaahhhhhh
– Aaaaaahhhhhh aaaaahhhhhhh

Cielo Riveros estaba sentada sobre y frente a mí, se había metido mi pito por el culo, estaba recargada hacia atrás sobre sus brazos, viendo su reflejo en el espejo que habían colocado, unos días antes en el techo; Paola de frente a ella, sentada sobre mi rostro hacia lo mismo, recargada hacia atrás sobre sus brazos veía su reflejo y el de Cielo Riveros, yo metía mi lengua lo más que podía en su raja y en ocasiones lo hacía en su culo, las dos gemían fuerte, se movían como serpientes, abrían la boca pero no cerraban sus ojos, les gustaba ver el reflejo de sus cuerpos retorcerse sobre mi

– Aaahhhh si aaaahhhhh hermanito mete más tu lengua en mi culo… más aaaahhhhh—decía Paola
– ¿Ahora si vas a dejar que te la meta por el culo?

– No, todavía me arde con lo del abuelo, me lo dejo hecho mierda aaahhhhh aaaaahhhhhh

Mis hermanitas ya decía palabras como mierda, culo, verga, coger y cuanta sandez se le antojaba, eso sí solo cuando cogíamos o estábamos solos, frente a mi madre y los abuelos todo era respeto. El abuelo hacia 3 días se había cogido a Paola por todos sus agujeros, pero ese día en especial le dio una buena friega a su culo, como 1 hora solo por el culo, Paola gritaba, el abuelo le había dado 3 cervezas, por lo que mi hermanita estaba un poco mareada y se dejó hacer lo que el abuelo quiso, se veía tan pequeña al dalo del abuelo y el la cargaba como si un muñeco de trapo se tratara.

***********

Hace 3 días…

Estaba yo cogiendo de lo lindo sobre mi madre, ella totalmente abierta de piernas, los dos bajo las sabanas, ese día no era salvaje, era una cogida romántica, se la metía suave y ella abría su boca mirándome mientras la penetraba, mi verga se deslizaba como si de mantequilla se tratara, movía lento mis caderas pero cuando sentía estar todo dentro de ella, metía más la verga y le arrancaba suspiros de placer, sus ojos a ratos de vidriaban de amor, nuestras lenguas se enroscaban en danza erótica lo mismo que nuestras caderas, en ese momento cogiendo era como si nos declaramos amor, la tomaba de sus manos con mis manos y las ponía a cada lado de su cabeza, me levantaba un poco sacándole por completo la verga para volver a metérsela, lento pero profundo, ella apretaba mis manos al sentirse nueva y profundamente penetrada, suspiraba abriendo su boca para recibir la mía y poder meter mi lengua dentro de ella enroscándonos en un beso de pasión; en la sala el abuelo tomaba cerveza, Paola lo acompañaba, sentada a su lado abrazándolo, recargada en su hombro mientras veían tele

– Glu glu glu aaahhhh esta cerveza está más que deliciosa, ¿quieres primor?
– ¿Cerveza? ¿No estoy muy chica para eso?—pregunto Paolita
– No mi amor, tú ya no estas “chica” para nada—diciendo esto la tomo de la cara y la beso en la boca con su lengua
– Jijiji, abuelito, entonces ¿si me tomo una?— dijo con mirada picara mientras se mordía el dedo meñique
– Si mi amor anda te la abro yo

“thiiissssss” fue el sonido de la lata abriéndose, mi hermana la toma, al principio le sabe fea como todos los que la prueban por primera vez, pero después del segundo trago, ya supo mejor… tres cerveza después Paola reía de todo, hablaba entrecortada pero como un loro, se levantaba, le bailaba al abuelo girándose coqueta y levantando las nalgas cuando se las ponía en frente, se sentaba a horcajadas sobre él, su minifalda se subía hasta sus nalgas, las cuales eran estrujadas por el abuelo, ella lo tomaba con ambas manos de su rostro y lo besaba sacando su lengua, movía sus caderas sobre la dura verga del abuelo, se volvía a levantar, al hacerlo el abuelo podía ver sus pantaletas rosa claro, mojadas de la entrepierna; ella le volvía a bailar sensual, mi madre le había enseñado como hacerlo, Paola se volteaba y le mostraba las nalgas al abuelo levantándose la minifalda y estirando su pantaleta para que se meta entre sus nalgas

– ¿Te gusshhta abuelito? ¿Te gushhta mi culo?—decía con voz de semi-ebria
– Esta divino mi amor, ven siéntate así sobre mi

Paola lo hace, se sienta de espaldas sobre la verga del abuelo y mueve sus caderas para masturbarlo con sus nalgas, el abuelo le levanta la ligera blusa que Paola viste, le pellizca al mismo tiempo ambos pezones, los cuales que están más abultados por las constantes chupadas que les damos

– Aaahhhh abuelito, que rico sshhiento— gime Paola dejándose caer de espaldas sobre el abuelo, este le besa el cuello y le muerde el hombro— aaaahhhhhh aaaaahhhhhhh — Paola lo sujeta por las manos que la pellizcan y mueve más sus caderas— aaahhhhh aaaaahhhhhhh

El abuelo la levanta y le baja las pantaletas que quedan enrolladas en uno de sus tobillos, Paola aún recargada sobre el abuelo mantiene sus caderas arriba, separadas del abuelo permitiéndole que este desabroche su pantalón y saque de sus calzoncillos su enorme verga; una vez fuera vuelve a descender Paola guiando con una mano la enorme verga del abuelo hacia su pequeña raja

– aaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh— es el enorme quejido que da Paola al sentirse penetrada por el abuelo, este le voltea la cara para seguirla besando en la boca mientras comienza un mete y saca—-aaaaahhhhhhhhh aaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhh aaaaaaaaaaaahhhhhhhhh— son los gemidos y gritos que da Paola, mientras con una mano se pellizca un pezón y con la potra se frota el clítoris rápido y fuerte—– aaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhh aaaaaaaaaaahhhhhhhh

El abuelo la sujeta con ambas manos de las caderas para hacer más eficientes sus estocadas, se detiene, la levanta sacándole la verga, la acomoda y que Paola le mame la verga y ella lo hace cual experta es, mucho más de lo que debería ser a su edad, cuando el abuelo siente que ya lo mamo suficiente, la vuelve a sentar sobre él, esta vez de frente a él, le acomoda la enorme verga en la tiernita vagina de mi hermana y se la mete toda de un empujón
– mmmmmm— Paola se muerde los labios y aprieta ambos ojos al sentirse penetrada profundamente por el abuelo, casi le entra toda la verga ya a estas alturas, abre sus ojos y ve al abuelo con la boca abierta y la cabeza echada hacia atrás y sus ojos en blanco, la levanta para volver a bajarla de un envión y meterle la verga nuevamente— aaaahhhhh aaaaaahhhhh aaaaaahhhhhhh— son los gritos de Paola mientras el abuelo la levanta y la baja sobre su verga,

Ella solo le responde apretando sus manos sobre sus hombros, para sostenerse y no caerse de los enviones que el abuelo le da, este acelera las metidas haciendo que mi hermana gima como puta que es—aaaaaaaaahhhhhhhh aaaahhhhh aaaaaahhhhhh si si si abuelito si aaaaaahhhhhhhh eres un pervertido aaaahhhhh un desgraciado aaaaahhhhhhh un puerco infeliz aaaahhhhhhhhh— el abuelo ya loco le empieza a meter dos dedos de una vez en el culo de Paola—– aaahhhhhhh si aaaahhhhhh eres un pinche pervertido aaaaaahhhhhh que se cogeshh a su nietecita de tan solo 11 añoshh aaaaahhhhhh ereshh un puto cabrón aaaaahhhhhhh le metes dedos en el culo aaaaahhhhh aaaaaaaahhhhhh aaaaaahhhhhh—fue el megagemido que dio mi hermanita al sentir tres dedos hurgando su culo— aaaahhhhhhh ereshh un pinche pedófilo enfermo aaaahhhhhhh aaaaaaaaahhhhhhh— plaff fue la cacheta que le dio Paola a mi abuelo— toma pervertido, por cogerte y dedear a tu nieta, toma—plaff una nueva cachetada que el abuelo recibió abriendo su boca y sacando su lengua, Paola al verlo se lanzó sobre ella metiéndola a su boca chupándola y besándola con verdadera lujuria impropia de una nena de esa edad—- aaaaaaahhhhh que rico me cogeshh aaaaahhhhhhhhh— el abuelo le besa el cuello y en un momento involuntario lo chupa dejándole un marca en la base de este, jajaja ni modo, ellas ya saben que a veces pasa, mi mamá siempre previsora compró muchas mascadas de diferentes colores que ellas lucen coquetamente en sus cuellos debido a que a veces las marcamos— aaaahhhhhhh abuelito ahhhhhh llévame a mi habitación, quiero que me cojas allá.

El abuelo se levanta con Paola toda ensartada, saca su pantalón hábilmente y camina cogiéndose a Paola que se sostiene abrazándolo del cuello, a ratos se detiene y sosteniéndola de ambas nalgas la levanta y la baja, ella es pequeña comparada al abuelo se ve tan frágil y ligera, poco falta para que él la aviente al aire, la haga dar un giro y la reciba ensartada con su verga como si de un balero se tratara; después se detiene y le lleva contra la pared conde se la mete y saca sin piedad

– Aaaaahhhhhh aaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhh aaaaaaaaaaahhhhhhhhhhh ereshh un pinche cabrón— le dice Paola besándole el cuello y chupándolo y es ahora ella la que se lo marca—- mmmmmm mmmmm

Gime mientras le hace un chupetón en el cuello, jajaja bien puto se va a ver el abuelo con una mascada en su cuello. La separa de la pared y sigue avanzando, sube las escaleras y cada escalón es una metida, ella lo besa en la boca con su lengua y en ocasiones él se detiene para poder darle metidas y sacadas rápidas, la coleta que traía en el cabello hace mucho que se le cayó, ni ha de recordar en donde, pero eso hace que el cabello brinque y caiga después que ella a cada arremetida dándole un tinte más pornográfico a la escena.

Finalmente después de ese accidentado camino, llegan a la habitación, ahí el abuelo la avienta sobre la cama, Paola cae sentada entre un brinco y otro y se quita la blusa que aún tiene, se recarga con sus brazos sobre la cama, abre sus piernas, su raja se ve roja, hinchada, babeante, ella lo voltea a ver desafiante, aún trae cabellos pegados a su rostro por el sudor, se ve pequeña… es pequeña, una niña retando a un adulto muy maduro a que se la siga cogiendo sin piedad, el abuelo la ve, le brillan los ojos, se ve tan pequeña tan menudita y tan puta, se acerca a la cama con su verga parada babeando liquido preseminal y ya cerca de Paola la sujeta de los cabellos y la guía a su verga para que se la chupe, ella lo hace sujetando las caderas del viejo, Paola inclina su cabeza, de tal forma que sus cabellos caen a un lado y abuelo ve su oreja izquierda, él sabe lo que ella quiere, con esa posición le facilita tomarla por la nuca y el cuello y cogérsela por la boca, salvajemente como a ella le gusta

– Ggggrrrrppppp gggggrrrrrrppppp—son las arqueadas que da Paola con la verga del abuelo hasta sus amígdalas— ggggrrrrp ggggrrrrrpppppp bbbrrrrruuuuuuaaaaaaaakkkkkkk— da un arcada fuerte vomitando algo de la cerveza ingerida, el abuelo siente el líquido en su verga y que este luego cae al piso

– Si serás pendeja, como te atreves a tirar el vital liquido
– Ahorita lo levanto abuelito, ya lo levanto, no te enojeshh

Paola se baja de la cama y a cuatro patas en el piso, chupa y lame la vomitada que dio, el abuelo la ve excitado, con lujuria como ella con la lengua junta el líquido para después absorberlo con los labios sin dejar ni una gota

– También cayó en el pie— dice el abuelo con un brillo en su mirada, Paola lo voltea a ver, se sonríe coqueta y lamiéndose los labios se acerca y le comienza a chupar los dedos, a lamer el dorso del pie—el tobillo también—ella sube con su lengua hasta el tobillo lamiendo y besando ambos maléolos— ahora la pierna— la boca de Paola se sentía suave, pequeña tibia, la lengua de una niña lamiendo la pierna de un abuelo, el sentía escalofríos, su verga brincaba como resorte sola, bueno aparte esa mañana se había tomado una pastilla “azul” mágica— ahora mi muslo— ella sigue subiendo, lo lame todo como si fuera una paleta de dulce enorme, ella sola sigue subiendo hasta llegar a los huevos, ahí los chupa alternadamente, su pipo sigue babeando liquido pre seminal, Paola lo ve, mete solo la zona de la uretra y lo chupa— aaaahhhhhhh se queja de placer el abuelo

Paola chupa con ganas la verga del abuelo, ya es toda una experta mamadora, la práctica hace al maestro, a estas alturas ella podría enseñar a una prostituta como dar placer, el abuelo siente su verga reventar, levanta a Paola y la pone empinada sobre la cama, apunta su verga sobre la raja y la mete de un empujón

– Aaaaaaaaaahhhhhhhhhh aaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhh aaaaaaaaaaaaaahhhh— son los gritos que da mi hermana con los embates del abuelo, que la sujeta con ambas manos cruzadas en su espalda, mi hermana no puede agarrar las sabanas, esta como esposada por el abuelo, por lo que a ratos las muerde— aaaahhhhhh aaaaaaauuuuuuuuuuhhhhhhh—es el grito que da al sentir una fuerte nalgada

– Niña mala, niña puta— grita el abuelo mientras con una mano la esposa por atrás y con la otra la nalguea, mientras se la mete y saca rápido

En la Habitación de enfrente estoy sobre mi madre, cogiéndomela con verdadero amor, pero al estar escuchando los gritos e injurias de Paola, me voy calentando y aumentando la velocidad de mis estocadas, mi madre lo percibe recibiéndolas con gusto aumentando la velocidad de su respiración, abriendo más la boca conforme aumento la fuerza y la velocidad; paso una mano por debajo de sus caderas hasta llegar a la zona sacra y la otra la paso por encima de su hombro hasta llegar a su espalda, ahora su la tengo bien sujeta y aumento más mis estocadas en fuerza y velocidad

– Aaaahh aaahhhh aaaaahhhh— siento los quejidos de mi madre en mi oído— aaahh aaahhh ¿te estas calentando oyendo a Paola verdad? aaahhh aaaaahhh, ¿quieres fuerte? Aaahhh aaaahhh hazlo fuerte, ¿te gustaría cogerte a la putita de tu hermana ahorita verdad? Aaahhh aaaahhh aaaahhh házmelo fuerte, si quieres imagínate que soy ella, hazme lo mismo que le harías a ella aaahh aaahh aaahhh — mientras decía esto sacaba la lengua y lamia mi oreja

– No madre, aaahhh aaahahh me gustas tú, no necesito imaginar a nadie, me calenté con la arrecha de mi hermana y si… te voy a coger fuerte

– Aaahhhhh aaahhhhhh aaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhh— fue el quejido que dio cuando sintió uno de mis dedos meterse en su culo, los jugos que salía de su raja mojaban mis huevos y estos mojaban el culo de ella, por lo que ya estaba lubricado— aaahhhh si fuerte aaahhh fuerte mas aaaahhhhh, mi amor ¿quieres que me ponga boca abajo?
– ¿Para qué?
– Para que me encules, enculame anda anda aaaahhhh aaaahhhh enculame fuerte mi amor aaahhhhhhh—se la saque y la voltee, bueno ella lo hiso sola, ya estando boca abajo, mojo su mano con saliva y la untó en su culo, abrió las nalgas con ambas manos— enculame bebé enculame aaaaaahhhhhhhhhhhhhh mmmmmggg aaaahhhhhhhhhhh—fue el quejido que dio cuando sintió mi verga deslizarse en su culo, ahí continúe por 20 minutos, las estocadas eran profundas y fuertes— más bebé más, que fuerte eres aaaahhhhhh nalgueame hazlo… hazlo fuerta aaaaahhhhh aaaaaaaaahhhhhhhhhh—

Yo la nalgueaba fuerte y mi metidas eran profundas— aaahahhhhh aaaaaaahhhhhhhh mi semental que rico me coges aaaahhhhh que rico… bésame mi amor bésame quiero sentir tu lengua aaaaahhhhhhh—la levante del cuello, es muy flexible, su espalda se arqueó toda y le voltee la cara nuestras lenguas se enroscaban, mis caderas se movían sin piedad, ya no era sexo romántico, era una cogida salvaje— aaaahhhhhhhhhh — fue el quejido que lanzó cuando sintió mi mano apretarle un pezón— aaaahhhhhh aaaaahhhhhhh bebé te amo como a ningún otro he amado, me llenas, me enloqueces aaaahhhhh siempre tienes la verga parada para meterla en cualquier agujero no sabes cómo me calienta eso aaaahhhhhhhhhh

– Mamá, te quiero embarazar—decía yo penetrándola sin piedad
– Aaahhh aaaahhhh bebé estas seguro aaaahhhh aaaaahhhhh
– Si mamá, quiero que tengas un hijo mío, una hija mejor y tú me la va a entregar para que me la coja
– Aaaaahhh aaaaaahhh si hijo si aaaaahhhh, pero estas en el agujero equivocado aaaahhhh—se zafa mi madre rápidamente y me la chupa hasta dejarla toda limpia, se vuelve a poner boca abajo— métemela en mi raja, tenía que limpiarla, quería semen limpio si me vas a embarazar— yo se la metí, estaba muy cachondo ya— aaaaaahhhhhh aaaaaaaaahhhhhh si, vente hijo vacíate en mi interior lléname de leche, préñame aaaahhhh aaaaaaahhhhh aaaaaahhhhhh—vacié mis huevos depositando toda mi leche en su interior— ahhhh que rico estuvo esto— mi madre se zafa de mí y se pone boca arriba, sube sus pies a la pared y pone dos almohadas en su cadera levantándola

– Acércate— dice chupándose el dedo medio como lubricándolo, yo me acerco y ella se lleva mi verga a su boca y comienza a chupar sacando las ultimas gotas de leche, desplaza el dedo medio por debajo de mis huevos hasta mi culo y lo introduce

– Aaaaaahhhhhhhhh aaaaaaaaaaahhhhhhhhh—grito yo al sentir como sale más leche de mi verga— aaaahhhh ¿Qué me haces cabrona? Aaaaahhhhh—la leche sigue saliendo y ella chupándola, cuando ve que ya no sale ni gota, saca le verga de su boca y el dedo de mi culo, gira su cabeza y escupe toda mi leche en su mano para luego llevarla a su concha— ¿Qué hiciste?

– Ordeñe tu próstata, para sacar más leche, o ¿no quieres embarazarme?
– Ha ¿pero era en serio lo de si dejarte embarazada?
– Pues tú quieres ¿no?
– Pues sí, pero pensé que era calentura del momento

– Jajajaja no le saque jajajaja— rio mi madre burlándose al ver mi cara de susto

En la otra habitación Paola ya gritaba a “grito abierto”, mientras el abuelo la sodomizaba sin piedad
Aaaahhhh aaaaahhhhhh aaaaaayyyyyyyy abuelo que grande eres— el abuelo la sujetaba por amabas caderas y la penetraba sin piedad. La levanta y la para frente a un espejo, que tenía Paola pegado a una pared, para verle la cara a esa niña que se cogía sin piedad por el culo como si de una adulta se tratara

– Toma puta toma

Le decía el abuelo mientras la sujetaba de los hombros y se la metía y sacaba una y otra vez, tenía las piernas encorvadas para poder estar a la altura de la niña y culearla a gusto, Paola tenía ambas manos apoyadas en el espejo para no chocar contra él y hacer las metidas más fuertes

– Aaayyyyy aaaaaayyyyyy abuelo me duele, aaaayyyy no pares aaayyyyy aaayyyyyy— Paola ya gritaba, sus gritos se oían por toda la casa— has que me cague abuelo has que me cague!! Quiero cagarme en tu verga aaaahhhhhhh— una persona normal se hubiera infartado al escuchar una niña de 11 años pedirle a su abuelo que la hiciera cagar en su verga mientras se la metía, pero en esta casa ya era un lenguaje y petición normal

– Eso quieres pues toma puta toma toma toma—decía el abuelo aumentando la fuerza de su penetración, tal vez el alcohol o lo puta que era Paola toma una mano del abuelo y la pone en su cuello, luego hace lo mismo con la otra, el abuelo ríe—puta loca, aaahhhh puta te voy a partir el culo en dos

Ya estaba cansado de tener ambas piernas dobladas, así que se levantó con Paola ensartada, separándola del piso, de tal forma que solo la sostenía con verga en el culo y con las manos en su cuello, esto era mucho para mi hermanita, ella tratando de sostenerse se agarraba de ambos antebrazos del abuelo, él la manejaba como un títere, movía sus caderas y le apretaba el cuello.

En la otra habitación mi madre seguía en su posición de fertilidad conmigo acostado a un lado, charlábamos de cosas sin sentido, era extraño después de habérmela cogido, pero una cosa normal para nosotros, ella noto que Paola dejo de gritar y quejarse, solo escuchaba los bufidos del abuelo, su instinto de madre la hiso pararse y dirigirse a la habitación de Paola, al entrar vio un tarro de crema dilatadora “bueno menos mal uso dilatador” pensó para sus adentros y al voltear al otro lado vio justo cuando Paola soltó los brazos del abuelo y cayo desvanecida, el abuelo la tenía pegada al espejo mientras la sodomizaba sin piedad

– Aaaahhh aaahhhh me vengo mi putita me vengo aahhh aaahhh aaahhhhh— volteo su cabeza hacia arriba y puso sus ojos en blanco metiendo profundamente la verga en el culo infantil, mi madre corrió a tratar de liberar a Paola pero el abuelo no la soltó hasta que descargo toda su leche—aaaaaaahhhhhhhh ahhhh ahh acabe—soltó a mi hermana se fue hacia atrás cayendo desfallecido en un sillón, dejándola en brazos de mi madre quien la cargo y la acostó en la cama, le dio suaves cachetaditas para despertarla

– Pao, Pao, despierta mi amor, no me asustes—Mi hermana de pronto dio una inspiración profunda y abrió los ojos asustada
– ¿Qué paso?
– Te desmayaste
– ¿Me desmaye?
– Si mi amor, ¿estás bien?

– Guau!! Eso estuvo cabrón— grito Paola volteando a ver al abuelo sentado en la silla recuperando aire, con la verga aun escurriendo jugos— mamá me vine bien cabrón, me sentí en el cielo– Paola se levantó y se dirigió al abuelo y le mamó la verga limpiándola, él le acariciaba la cabeza y los cabellos a su dócil y caliente nietecita, todavía recuperando el aliento, ya no era un chaval propiamente y Paola lo había agotado a mas no poder. Mi madre parada con las manos en la cintura los veía serios, hasta ese momento se percató que ella también estaba desnuda y con mi leche escurriendo de su raja

– O sea ustedes dos que hacían, que peligro, habrá que poner reglas para eso—el abuelo solo volteo a verla y le sonrió guiñándole el ojo

– Pon las que tú quieras primor, las que tú quieras jejeje—sujeto a Paola con ambas manos para cogérsela por la boca, abriendo el la suya y poniendo los ojos en blanco como un pervertido

**********

Nuevamente los gemidos de mis hermanas me trajeron a la realidad, Cielo Riveros movía sus caderas y contraía su culo en mi verga, eso hacía que yo diera gemidos de placer, Paola no se quedaba atrás y también movía sus caderas sobre mi cara, mi lengua ya estaba en su raja, mi nariz se enterraba en su culo, sentía su aroma, aquellos que piensen que un culo huele a mierda pues no, huele a vagina, además el alternar mi lengua en sus hoyos hacía que compartieran aroma y ese olor me embriagaba, metía mi lengua lo más profundo y empujaba mi cadera hacia arriba paras penetrar más a Cielo Riveros, las dos gemían y gritaban con mis movimientos, era mi nueva forma de hacer música, lo hacía rítmicamente y ellas gemían a mis estímulos, nunca se los dije pero me encantaba componer música con nuestras cogidas.

– Anda Pao deja te la meto por el culo, mira a Cielo Riveros como le gusta
– No Rober, de verdad aún me duele, si tu lengua me duele aaahhhhh aaaaaahhhhhh— gemia y se quejaba quedito cuando le pasaba un dedo y se lo metía suavemente por su culo— no hagas eso, de verdad me arde— y era verdad tuvo que usar crema para hemorroides toda lo noche, porque no aguantaba el ardor

– O sea, mi abuelo te lo parte en dos y yo pago los platos, no… no lo considero justo
– Hago lo que quieras pero deja descansar mi culo unos días más y dejo que me lo partas igual aaahhhh aaaahhhhh aaaaaahhhhhhh— gemía con mis lengüetazos y sola se estimulaba sus pezones

– Aaahhhhh aaaaahhhhhhh— gemía Cielo Riveros con mis arremetidas en su culo—yo si dejo que me encules mi amor, a mi si pártemelo cuanto quieras aaahhhh aaaaahhhh aaahhhhhh aaahhhhh—Cielo Riveros me miraba desde su posición, madreando a Paola con sus palabras, lo querían o no competían entre si por ser la favorita y en ese momento era Cielo Riveros. Quite a Paola y me zafe de Cielo Riveros y la empine, coloqué mi verga en su culo y la penetré

– Aaahhhhhhhhhhhhh—puso los ojos en blanco cuando sintió mi ariete hasta lo más profundo de sus intestinos, ya la habíamos enculado el abuelo y yo, muy seguido, así que su culo ya era más laxo, era más fácil sodomizarla, podíamos ser salvajes, creo que si no lo proponíamos el abuelo y yo podríamos hacerle un doble anal, pero de momento me conformaba con cogérmela a lo bestia, lastimarle su culo— aaahhhhh aaaaaaahhhhhh mi amor mi amor te amo si cógeme aaahhhhh más fuerte más aaaaaaaahhhhhhh mi amor te doy lo que tú quieras, pero no me dejes de coger aaaaaahhhhhhhhh aaaaaaaaaaayyyyyyyyy—gritó cuando la sujete de la cadera y la penetré fuerte—- aaaaahhhhh bebé te amo te amo aaaaaahhhhhhhhh aaaaaaaahhhhhhhhhhhh

– ¿Jugamos a los ahorcados?— le pregunte sujetándola por el cuello
– Si mi amor lo que tu quieras, al cabo que aquí está Paola aaaahhhhhh aaaaaahhhhhhhhh párteme en dos has que me desmaye soy tuya… me gusta sentirme tuya aaaaaahhhhhhhhhh

Paola se situó cerca del rostro de Cielo Riveros, de rodillas y se metió dos dedos en su raja mientras veía como le cambiaba el color de la cara y los ojos a Cielo Riveros cuando la ahorcaba mientras la sodomizaba, como fueron tomando un tinte rojizo sus ojos y los abrió como platos, lagrimas escurrían de ellos y parecía que se querían salir de sus orbitas, abrió su boca para intentar inhalar aire, pero era ya inútil, la asfixia hacia su juego, sentí las contracciones de su culo cuando se la metía una y otra vez sin piedad y ella ya ni podía gritar, solo se venía en silencio con la asfixia cegando sus ojos

– Aaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhh—terminé en un grito, me deje caer sobre ella y le mordí un hombro mientras mi verga liberaba las últimas gotas

– Bbbuuuuffffffff—bufó al sentir nuevamente aire entrar a sus pulmones, Paola se acerca y la besa en la bosa metiendo su lengua, ya se enredaban ellas solas en situaciones lésbicas, a veces incluían a mi mamá, ya era rutinario encontrar a alguien en la casa besando a otro u otra—mi amor ¿te quedas a dormir conmigo esta noche verdad?—pregunto Cielo Riveros, no sé por qué a ella, en especial, le gustaba que durmiera con ella y despertar abrazados

– ¿Otra vez? Lo acaparas mucho—dijo Paola con reclamo

– Jajaja no pelen dormiré con ambas, quiero orinar—Salí de la habitación y mis hermanas siguieron en sus besos y caricias, de rato llega mi madre, entra a mi Habitación y ve a mis hermanas besándose y morreándose

– Niñas ustedes no esperan nada ¿y Roberto?—pregunto mirando a todos lados buscándome
– Dijo que quería orinar mamá
– Asssssshhhhh

Fue el gesto de mi madre, saliendo rápidamente y dirigiéndose a la habitación de la abuela, entró no la vio y se dirigió al baño y ahí estaba ella empinada, de rodillas con su pecho y cara pegados al piso, yo sobre ella con mi verga en su culo y mis ojos cerrados concentrándome en relajar mi esfínter sin perder mi erección

– Roberto…

– Espera mamá, necesito concertrarme aaaahhhhhhhh—fue mi quejido al sentir la orina salir

– Aaaahhhhh aaaaayyyyyy— fue la expresión que hiso la abuela al sentir mi orina inundándole el recto— aaaaaayyyyy aaaaaaayyyyyyy aaaaaaahhhhhhhhh— abrió su boca amas no poder, cuando termine dio mi escalofríos que aumentaron al sentir las contracciones del culo de la abuela, se la saque, ella inmediatamente puso su mano en el ano para tapar su culo, se levantó como pudo y se dirigió a la regadera

– Roberto, deja de usar a tu pinche abuela como mingitorio—dijo mi madre en tono molesto—y tú, dile algo, te va a reventar una tripa—le dijo a mi abuela quien aún llevaba cara de pujo cuando entro a la regadera y libero la orina con sonidos raros como de diarrea

– No te enojes mamá es un juego que a los dos nos gusta, es más ya no traía calzones cuando entre, me estaba esperando ya sabe que después de coger necesito orinar—la acerque y la besé en la boca, ella me correspondió el beso, volteo a donde mi abuela estaba abriendo las llaves para bañarse

– Puta—plaf!! Fue sonido de mi mano estampada en su mejilla

– Lenguaje madre, aquí se respeta mi presencia, ¿oíste?

– Si hijo perdón—dijo mi madre agachando la mirada y acercándose nuevamente a mí— me enoja que hagan eso ustedes dos

– Te enoja o te encela

– Pues ya ni se—la tome nuevamente y la bese en la boca nuestras lenguas se enroscaron, soltó su bolsa para poder abrazarme y seguir me besando, no podía saber a quién amaba más, a todas las quería por igual…

EPILOGO

Continué en el negocio del abuelo, iba puntualmente todas las tardes, ahí convivía con Alejandra mi novia y enamorada, el abuelo se reía divertido viendo mi estúpido cortejo, ella me ayudaba con mis tareas y obligaciones de la empresa.
En la casa las cosas siguieron igual todas las noches cogía, algunas dormía con mi madre, otras con Paola o con Cielo Riveros; en una que otra cogía con dos o las 3 al mismo tiempo, me había vuelto un experto cogedor y mis hembras a mis pies hacían todo lo que yo quería, a la abuela también le daba batería para que no se le cerrara la vagina, ella lo recibía con gusto, jadeaba como una cerda cuando la orinaba por fuera o por dentro; al abuelo le enseñe algunas mañas que de inmediato puso en práctica, varias veces desmayo a Paola con nuestra técnica de “ahorcamiento” mientras nos las cogíamos, de hecho mi madre impuso como regla que nadie haría eso sino estaba un tercero presente. Con Martha cogí solo en ocasiones esporádicas, ella me lo pedía, por lo que mandábamos a Alejandra a hacer trabajos fuera de la empresa o capacitarla.

No supo de mi vida sexual hasta que me la empecé a coger, la fui enseñando y acostumbrando a nuestros caprichos, porque he de ser sincero tuve que compartirla con el abuelo, ni modo, eran cosas que no iba a evitar. Hoy en día estudio administración, quiero dirigir bien esta empresa, Paola estudia química mientras que Cielo Riveros está en mercadotecnia, tenemos proyectos muy ambiciosos, ya nos extendimos en todo el norte del país y pronto lo haremos en el resto y el extranjero. Quiero casarme con Alejandra y tener hijos, mi madre quiso que la embarazara, lo mismo que Paola, el abuelo pego el grito en el cielo y nos lo prohibió, diciendo que para que queríamos hijos “estúpidos”, si lo que queríamos eran hijos había muchos weyes afuera dispuestos a preñar. En fin, quise contar como había empezado todo esto, como fueron mis inicios, espero lo hayan disfrutado, por su puesto faltó mucho por contar, pero no quiero empalagarlos con lo mismo. Me despido esperando lo hayan disfrutado
escrito el
2025-01-22
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