¿Para qué son los hermanos? - Segunda Parte.
por
Juan Alberto
género
incesto
Me sonrojé porque me sentí expuesto, traté de ignorarlas, pero todas las presentes me habían visto muy bien, sin importar la mamada en sí. Mis hermanas habían tenido una completa visión de mi polla, ahora sabían perfectamente como era y como estaba constituida. Pero me tranquilicé y pensé que no me debía importar tanto.
El desayuno había vuelto a convertirse en parte de nuestra rutina habitual, donde podíamos conversar, bromear, opinar y más que nada, compartir un momento más juntos. Sofía seguía con mi semen en su cara, pero al menos había vuelto a colocarse la bata. Magaly estaba tranquila, pero no lograba quedarse quieta en su silla. Estaba demasiado ansiosa por algo. Yo solo podía imaginar que era ese algo.
****
Esa misma semana Magaly me dio a entender muchas cosas que giraban en su cabeza. Ya habíamos tenido una semana entera para analizar y reflexionar sobre la propuesta para el bebe y ya todos no habíamos formado una completa opinión al respecto.
Magaly me llamó a mitad de semana. Me dijo que necesitaba hablar conmigo, claramente quería discutir algo. No me dio ninguna pista al respecto, pero yo sabía que se trataba sobre lo que había sucedido en casa de Solange. Nos juntamos y luego de un breve intercambio de palabras, ella me preguntó directamente:
—¿Te vas a correr otra vez en la cara de Sofia? …
—Uhm … Creo que sí … Lo disfruté …
—Lo sabía …
—Pero no creo que sea yo quien decida sobre eso …
—Ah … Pero si ella se ofrece … Quiero decir …
—Probablemente sí … Lo sentí bien … Además, era la primera vez que eyaculaba delante de mis hermanas … Me pareció una experiencia fascinante …
Magaly se quedó en silencio por largo rato, pensativa, luego prosiguió:
—No quiero que te sientas presionado … No es esa mi intención …
—Sí, pero siempre habrá un poco de presión … Por la misma naturaleza de la cosa …
—Uhm, sí … Lo entiendo … Pero no tienes que hacer nada si no quieres …
—Pero eso ya está zanjado … Todas lo quieren …
—Bueno … Si lo haces no habrá ningún problema … Quizás te elija para otro bebé hipotético algún día …
—¿Y me darás algún anticipo sexy? …
—¿Por qué no tendría que dártelo? … Al momento ha habido un solo momento sexy …
—Y te gustó, ¿eh? …
—Si, pero fue algo raro …
—Bueno, sí … Pero fue divertido …
—Sí, es cierto … Entonces, estas dispuesto a volver a hacerlo, ¿eh? …
—Magaly … Casi parece que lo único que quieres es ver a Sofia mamando mi polla, ¿sí? …
—Tal vez …
—¿Lo admites? …
—Bueno … Ya lo sabes …
—Lo sospechaba …
—Maldición … Pero no se lo digas a nadie, ¿vale? … He estado masturbándome, pensando a eso todas las noches …
—Oh …
—No lo digas en ese tono …
—Pero si no he dicho nada …
—Y no me juzgues …
—No te estoy juzgando … También yo me he masturbado, recordándome la cara de Sofia llena de semen …
—Bien te está … ¿Y no te molesta que te haya visto? …
—Al principio, un poco … Pero ahora ya no …
—¿Y me dejarás mirar la próxima vez que lo hagas? …
—Eso no depende de mí … Pero no creo que haya alguien que pueda oponerse …
—Oh, que bien … Genial …
****
Me cuesta mucho admitirlo, pero estaba realmente nervioso. Dadas las circunstancias era perfectamente razonable. Nunca me había sentido así con mis hermanas. Nuestras reuniones en diferentes lugares siempre habían sido tranquilas y relajadas, en un ambiente de adultos y sin estrés. Pero ahora algo había cambiado y ya no me sentía igual, y esto no me gustaba.
Magaly se dio cuenta al vuelo. Estábamos todos sentados en el jardín de Solange y Sofia, bebiendo como siempre solíamos hacer. Magaly acercó su silla para colocarse a mi lado y me dio un codazo.
—Oye … Todavía te preocupa esto, ¿verdad? …
—¿Preocupado? … ¿Por qué debería preocuparme por dejar embarazada a la esposa de mi hermana? …
—No sé … Dímelo tú … Porque es algo raro, ¿verdad? …
—Sí … Es verdad …
—Pero puedes mirarlo de otro modo … Podrás tener sexo con Sofía … Y ella te gusta, ¿no? …
—Sí, así es …
—Tómalo como un obsequio … Un pequeño regalo …
—No sé si pueda tomarlo solo como eso … Me alegro de que ustedes estén aquí … Tú y Solange …
—Siempre estaremos a tu lado …
—Lo sé y lo agradezco … Lo que más me preocupa es que una de ustedes pueda resultar lastimada … Dadas las circunstancias la más afectada sería Solange … No creo que pudiera hacer esto sin el apoyo de ustedes dos …
—Nosotras te amamos, Gabriel … Ya lo sabes … Siempre estaremos aquí para ti …
—Sí … Lo sé …
—Ah … Y tengo muchas ganas de ver todo esto …
—Por supuesto que lo veras … Eres una pequeña pervertida …
—No lances la primera piedra … Vas a ser tú quien se va a follar a la esposa de tu hermana mayor …
—No lo digas así …
Solange se dio cuenta de que Magaly y yo estábamos charlando y gritó:
—Hey … ¿De qué están hablando ustedes dos? …
Me gire hacia Solange y Sofía, las dos estaban bebiendo. Yo estaba bastante seguro de ser el más borracho de todos en ese momento, dados mis nervios. Respondí a alta voz.
—De que estoy nervioso …
—Ah, eso … No te preocupes … Lo haremos con calma …
Vi que Sofia tomaba un largo trago. La miré por un momento y reconsidere mi evaluación anterior, creo que ella estaba tan borracha como yo. Estaba tan obsesionado con mis propios miedos, que no había notado que tal vez ella se estaba sintiendo igual a mí.
—No te emborraches demasiado … Necesitas se funcional …
Dijo Magaly, dirigiéndose a mí.
—Sí … con cuidado … Si es necesario se detienen y lo volveremos a intentar en otro momento … No deben sentirse presionados …
Añadió Solange desde el otro lado
—Como si no hubiese ninguna … —Dije a baja voz.
—Bueno, sí … Un poco de presión hay … —Admitió Solange y de inmediato agregó:
—Pero bueno … Comiencen por lo más fácil y divertido, ¿Ok? …
—Sí … Creo que comenzaremos con algo así …
Me tomó un tiempo de reunir suficiente valor para levantarme y dirigirme hacia Sofia. Todos los ojos estaban sobre mi mientras caminaba. Sobre todo, los de ella. De hecho, se ruborizó cuando extendí mi mano. Pensé que sería algo romántico, más que pragmático y travieso.
—¿Estás lista? … —Pregunté.
—Ehm, sí … Probemos …
Solange y Magaly nos siguieron detrás, mientras Sofia y yo nos dirigíamos hacia la casa.
Me sentí cada vez más ansioso mientras nos acercábamos cada vez más al dormitorio. Mi corazón latía desbocado y las palmas de mi manos sudaban. Como si esta fuera a ser mi primer coito, como adolescente inexperto. En cierto sentido así era. Nunca antes había tenido relaciones sexuales mientras había más personas en la habitación. Y mucho menos que estas fueran mis hermanas.
Al igual que yo, Sofía estaba muy ansiosa. Estábamos a la par y eso ayudaba. Ambos coqueteamos un poco torpemente junto a la cama, sin estar seguros de que hacer primero. Solange y Magaly no ayudaban en nada. Estaban demasiado ocupadas en posicionar las sillas para ver mejor.
—Qué raro es todo esto, ¿eh? … —Dijo Sofía en un hilo de voz que apenas yo podía escuchar.
—Lo es …
—Pero no tenemos que hacerlo ahora …
—Lo quieres hacer, ¿no? …
—Sí … Lo quiero …
—Solange y Magaly te molestan, ¿verdad?...
—Sí … Ehm … No … Tal vez …
—Podríamos echarlas afuera … Que se vayan …
—Pero volverían a colarse …
—Lo sé … Pero tendríamos menos tensión por algunos minutos …
Sofía sacudió su cabeza negativamente y dijo.
—De todos modos, no es eso lo que más me presiona …
—Oh … ¿Y que es? …
—No sé … Es … Es el hecho de quedar embarazada … Nunca había hecho el amor con el objetivo de quedar embarazada …
—Bueno, si es así … es algo raro …
—Lo sé … Y es mucho …
—Pero no temas … Estoy aquí solo para ayudar a Solange y a ti … Si no estas lista … ya …
—No … No … Estoy lista … Quiero esto más que a nada … Pero eso no significa que no me de miedo … Muchas cosas que he hecho me han dado miedo … Incluso … Incluso casarme con Solange … Eso fue aterrador al principio … Matrimonio … Uffff… Pero resulto Genial … Solange es fantástica …
—Bueno … Si es así … Ehm … Solo necesitamos empezar …
—Ehm, sí … Empieza tú …
—Uhm … Tú primero … Vamos …
—Oye … No tenemos ninguna prisa … Tenemos toda la noche … Y si no se siente bien … Bueno …
—Si no nos parece bien … Nos detenemos … Podemos volver a intentarlo luego, ¿no? …
Sofía me tomo una mano y luego se detuvo. Quería que continuara, pero no era fácil. Yo tampoco me atrevía a hacer otra cosa. Pensé en besarla, pero ella era la esposa de mi hermana. No sabía si los besos estaban incluidos en todo este asunto. Quizás esta era un preocupación tonta. Dentro de poco me iba a correr en su coño. Los besos deberían calificar para este contexto.
—Por amor del cielo …
Dijo Solange mirando el cielo, luego agregó:
—Parecen dos bobos que no saben que hacer … Jesús … Ustedes son adultos …
Solange se acercó a Sofia y comenzó a desnudarla. Fue fascinante verlo, pero no estaba preparado cuando Magaly, mi hermana menor, comenzó a desvestirme a mí. La miré en forma inquisitiva, pero ella solo se encogió de hombros mientras desabrochaba mis pantalones, le dije.
—No sé cual es el protocolo aquí …
—No sé siquiera si existe alguno …
Me respondió ella sonriendo ampliamente.
—No sé … Pero no puedo tratar a Sofía como si fuera mi novia …
—Si puedes … Pero solo por el tiempo que dure este asunto …
Dijo Solange, mientras seguía desnudando a su esposa. Ya le había quitado la blusa y el sostén. Sofia me miro fijamente mientras yo miraba sus estupendas tetas.
—Sí … Sé gentil y romántico … Tienes que hacerla sentir bien. ¿sabes? …
—Pero …
—No te preocupes de nada … Sé que quieres ser delicado y preocuparte por los sentimientos de todos, y lo aprecio … Pero lo más importante ahora es que ustedes dos tengan relaciones sexuales … Eso es todo lo que importa ahora … Así que háganlo …
Intervino Solange bajando el pequeño tanga de su esposa.
—Sí … Nosotras observaremos y nos aseguraremos de que lo estás haciendo bien …
Agregó Magaly para complementar el todo.
—Que demonios … Ahora voy a estar expuesto a que mis hermanas me critiquen por el modo de tener sexo …
Reclamé un tanto ofendido.
—¿Y qué? …
Preguntó Magaly en un tono inocente, pero firme. Ella terminó de desnudarme, bajando mis boxers por mis piernas. Yo solo la dejé. Ella levantó la vista sonriéndome cuando se encontró casi cara a cara con mi polla que comenzaba a crecer. Se levantó graciosamente y se fue a sentar a su silla. Del alguna manera, dejar que Magaly me quitara la ropa me relajó, me había quitado la presión de tomar decisiones, pero no me gustó su cara sonriente mientras miraba mi polla crecer. Pero ¿A quien le importa?, muy luego verá más que eso.
Sofía también estaba desnuda. Traté de concentrarme en ella, era realmente bella y seductora sin ropa puesta. Esta vez tampoco tenia bragas. No había señas de vellos púbicos y su cuerpo me pareció el de una colegiala, lo cual fue muy agradable. Solange se inclinó a darle un beso en la mejilla y le susurró algo al oído, luego se fue a hacerle compañía a Magaly que se había ya acomodada para ser espectadora. Me acerqué a Sofía con mi polla dura.
—Entonces … —Dije.
—Entonces … —Fue el eco de Sofia.
Nos acercamos un poco más el uno al otro, pero volvimos a detenernos. Incluso desnudos era una cosa rara. No se sentía bien. Faltaba ritmo y coordinación.
—Tu puedes, chico … ¿O necesitas ayuda? … —Era la voz sarcástica de Magaly.
—No … Gracias … —Respondí prontamente y con firmeza.
Mas que nada por amor propio, agarré a Sofia y la besé. El molestoso acicateo de mi hermanita menor, había servido para desbloquearme. A Sofía le gustó el beso y presionó sus pechos contra mis pectorales, exigiéndome de darle más. La sentí tan dispuesta, suave y tan ansiosa para que nos acercáramos un poco más. Nuestras vacilaciones y titubeos se fueron esfumando poco a poco a medida que nuestros labios se mantenían unidos estrechamente. Fue agradable y esto me puso completamente duro, haciendo que mi pene se hundiera en el liso vientre de Sofia.
Lentamente nos fuimos acostando sobre la cama. Todavía besándonos y manoseándonos unos a otro. Podría haberme perdido en estas sicalípticas sensaciones. Sin embargo, parte de mi mente siempre estuvo puesta en mi hermana Solange en primer lugar y Magaly que nos observaban atentamente. Sabiendo que estaban mirando, me pregunté: ¿Qué sentirán mirándonos? Esperaba estar ejecutando una actuación lo suficientemente buena. Sofía se percató de ello y me susurró al oído.
—Ignóralas …
—¿Uh? …
—Tus hermanas … Sé que estás pensando en ellas … El parpadeo de tus ojos te delata …
—Oh, lo siento …
—No … No espero que esto sea un romance … Tampoco pretendo tu atención exclusiva … Pero me gustaría que esto fuese algo bueno para los dos, ¿sabes? …
—Ahora está bastante bien, ¿no? …
—Un poco apacible …
—Está bien … No te preocupes por lo que yo piense … Las echaré si empiezan a ser una molestia …
—Bueno … ¿Qué tal si ahora me ayudas a mojarme y prepararme para ti? …
—Uhmmmmmm … Eso suena rico …
—Espero que sí … Puedes tocarme en cualquier parte … Quiero decir tetas, coño, culo, toda …
— Uhmmmmmm … Eso suena especial …
—Lo será si tu lo quieres …
Así diciendo Sofia empujó mi cabeza sobre sus tetas. Con mis mejillas entre las tetas de ella, me sentí un poco envidioso de Solange que era la que se solazaba con estos maravillosos senos de su esposa. Entonces comencé a chuparlos y mi envidia desapareció. Era mi hermana quien compartía su esposa conmigo.
Me tomé mi tiempo para gozar y saciarme de las estupendas tetas de Sofia. Después de todo, tal vez no iba a tener muchas ocasiones de hacerlo. Finalmente, bajé por su vientre y me fui acercando a su pequeño coño. Todo hinchado y esperándome. Había un trabajo que hacer allí. Estaba realmente mojada, pero ella quería que lo disfrutáramos, aunque si fuese algo un poco pervertido. Todo estaba bien. No teníamos porque ser más papistas que el Papa.
Separé su labios regordetes y abrí su pequeño coño, entonces comencé a lamer sus rosadas carnes bañadas. Sofía gimió y acarició mis cabellos con la palma de su mano afectuosamente. Escuché el cuchicheo de mis hermanas mientras me devoraba el coño de Sofía. Las estaba ignorando y esto me ponía más cachondo, y mientras más lamía y chupaba, más me gustaba y menos me importaba que ellas estuvieran allí. Después de todo, sentí que era agradable tenerlas allí conmigo.
—Ooohhh … Jesús … Vas a hacer que me corra …
Bisbiseó Sofia haciendo rotar sus caderas y empujando su coño contra mi boca. Levanté sus piernas sobre sus pechos y me sumergí a penetrar y lamer su panocha con mi jugosa lengua. Ella comenzó a desesperarse más cachonda que nunca y me sentí bastante satisfecho con mi mismo.
—Oh, Solange … Solange … Mmmmmmm …
Gimió Sofía mientras alcanzaba un fabuloso orgasmo. Seguí lamiendo su rajita y su clítoris. No estaba seguro de si me llamaba con el nombre de mi hermana otra vez, o si estaba tratando de que ella se acercara a mirar más de cerca.
Suavemente le bajé las piernas dándole un último beso a su delicioso coño, luego me arrimé hacia arriba sobre su cuerpo desnudo. Repartí besos por aquí y por allá, hasta llegar a la altura de su rostro. Los ojos de Sofia estaban todavía cerrados, cuando los abrió, pareció que iluminaban todo el dormitorio, lucían puros, tiernos, bellos y en paz. Toda la incertidumbre de antes había desaparecido. Lo que estábamos haciendo ahora se sentía mucho mejor. Más natural. Debíamos continuar con nuestra tarea de procrear.
—Listo … —Me preguntó en un hilo de voz.
—Sí … ¿Me llamarás Solange otra vez? … —Le pregunté asintiendo.
Sofía se encogió de hombros y sin dejar de sonreír, me dijo.
—Tal vez … No puedo prometerte nada …
—Pero no soy mi hermana, ¿sabes? …
—Pero eres igual a ella … Y eso no es nada malo … Lo juro … Es algo bueno …
—Pero raro …
Sofía solo se rio de mi reparo y consiguió hacerme sonreír. Luego bajó su mano y agarró firmemente mi polla para guiarla hacia su coño expectante.
—Te quiero dentro de mí … —Susurró ella en una bajísima voz. Asentí, sin emitir ningún sonido, no podía ni siquiera hablar sintiendo como mi pene venía arrastrado a su ardiente caldero. Había algo de verdaderamente cachondo en el modo como ella maniobraba con mi pija tiesa. Y yo me sentí fuerte y potente a sabiendas que me iba a correr dentro de ella frente a mis hermanas.
—¿Por qué me miras así? … —Preguntó, deteniéndose un instante.
—¿Cómo? … —Retruqué.
—Como … Como hace Solange cuando está super caliente …
Se dibujó una sonrisa en sus labios y agregó.
—Creo que acabo de responderme yo misma … Te lo dije … Eres igual a ella …
—Está bien … pero esto lo estoy haciendo yo …
Mis ojos casi se cerraron cuando Sofía presionó mi polla contra su agujero caliente, instintivamente empujé hacia adentro. Al mismo instante los ojos de ella se cerraron y gimió:
—Más … Dame más …
Profundice mi embistes y ella sonrió asintiendo con un gemido de aprobación, prácticamente follándome con los ojos, entonces empujé más adentró con todas mis energías.
—Hmmmmmm … Ssiii … Asiii … Me gusta ...
El coño de Sofía se sentía muy bien. Apretadito, cálido, húmedo y vibrante. Deliciosamente prohibido. Técnicamente inalcanzable. En ese preciso momento había tres personas que querían que yo estuviera dentro de ella. Era un pensamiento raro pero exacto.
—Recuerda … Tienes que correrte profundamente en mí …
—Lo sé …
—No sirve de nada si lo sacas y te corres sobre mi …
—¿Y porqué tendría que suceder eso? …
—Porque sé que te gusta correrte encima de mí …
—Bueno … Sí … Es verdad …
—Córrete dentro de mi mientras tus hermanas miran …
Gruñí y me incliné a besarla, aunque solo fuera para que dejara de hablar. Sofía me estaba haciendo enloquecer, de verdad. Y claro, ese era el objetivo. Traté de no correrme demasiado rápido. Sentí un peso sobre el colchón mientras estaba follándome a Sofia. Solange se deslizó al lado nuestro. Ella me miró, pero sobre todo tenía ojos para su esposa. Solange apartó suavemente mi cabeza y comenzó a besar a Sofia: ¿Celos? ¿Posesividad? ¿O simplemente estaba demasiado caliente? Ojalá fuera esto último, realmente no quería detenerme justo ahora.
Solange y Sofia besándose tan cerca de mí era demasiado para poder resistir. Exploté dentro de ella, asegurándome de enterrar mi pene hasta el fondo, esas eran las instrucciones. Nunca antes me había corrido tan libremente dentro de una chica. Simplemente deje ir todo lo que tenía y llené su coño con mi semilla, sin preocuparme de nada, sin temores a las consecuencias. Fue una sensación maravillosa y no fue simplemente una corrida más. Solange abrió sus ojos alegremente y me preguntó.
—¿Te corres dentro de ella? …
—Lo está haciendo ahora … —Respondió Sofia debajo de mí.
Asentí mientras le daba las últimas clavadas. Solange sin dejar de sonreír, me dijo.
—¿Haber? … Déjame ver …
Saqué de mala gana mi polla mojada. Solange casi recibe un golpe de verga en el rostro, estaba muy ansiosa por ver el coño de su esposa. Llena de ternura se dirigió a su esposa.
—Oh … Mírate … Estas llena de semen …
Dijo mientras sondeaba con sus dedos dentro del coño de Sofia.
—Está bien … Pero no te pongas a jugar allí ahora … —Le dijo ella.
Solange le sonrió y le quitó el dedo. Lo miró críticamente y luego lo limpio delicadamente en la parte interna del muslo de Sofia. Besó tiernamente el coño de Sofía y luego fue a besar sus labios.
Una vez más me sentí incómodo. Las secuelas de un orgasmo pueden hacerte sentir así a veces, pero ahora era algo especial. No tenía idea cómo comportarme ni que hacer conmigo mismo. Finalmente, me deslicé fuera de la cama y me dirigí hacia la puerta.
Magaly fue muy rápida y se vino detrás de mí, casi me había olvidado de que ella estaba todavía allí.
—Oye … ¿Estás bien? …
—Uhm … Un poco …
—¿Un poco? … Parecía que lo estabas disfrutando … Y eso …
—Ehm … Yo estaba solo … Quizás sea una tontería, pero después de una relación sexual … Se espera terminarla con algo … No sé … Abrazos … O lo que sea …
—Eso no es una tontería … Eso es lo normal … Solange debería haberlo sabido …
Me dijo Magaly acariciando mi brazo. Solo me encogí de hombros y espeté.
—Bueno … Sofia es suya …
—Aunque así sea … Hablaré con ella … Se comportará mejor la próxima vez …
—¿La próxima vez? …
A todo esto, Magaly me había arrastrado a su habitación.
—Sí … Teóricamente … Es poco probable que la preñes a la primera oportunidad …
—Oh … Ya veo …
Magaly me empujó sobre su cama y se acostó a mi lado.
—Uhm … ¿Qué estamos haciendo? …
—Abrazarte … Duerme …
—Todavía estoy desnudo …
—¿Y qué? …
—Ehm … Nada …
Magaly se acurrucó conmigo y me abrazó. En realidad, era justo lo que estaba necesitando. Un contacto humano. Algún sentido de amor y pertenencia. No me gustaba sentirme abandonado y vulnerable y era justo como me estaba sintiendo. Una sensación de vulnerabilidad e incertidumbre. Magaly hizo desaparecer todo eso. Exhalé un suspiro de alivio, mi tensión disminuyo sintiendo la cálida proximidad de mi hermana.
—¿Mejor? … —Preguntó ella.
—En realidad, sí … —Respondí.
—Que bien …
La calidez y afecto de mi hermana Magaly, me tranquilizaron y me hicieron prender sueño. Casi sin darme cuenta me quedé dormido plácidamente junto a ella.
***
Me desperté y Magaly me estaba acariciando como a un cachorro. Parecía divertida al respecto. De todos modos, gruñí un saludo un poco disgustado y dije lo obvio.
—Supongo que me quedé dormido, ¿eh? …
—Así es …
—No era mi intención dormir junto a ti …
—Realmente no lo hiciste … Estábamos bastante alejados el uno del otro …
—Oh … ¿Entonces tu te quedaste conmigo? …
Magaly se encogió de hombros y se estiró, luego saltó fuera de la cama con mucha más alegría y energía de la que estaba sintiendo yo.
—Bueno … Es mi habitación, ¿no? …
Me distraje observando su bello trasero. Llevaba solo bragas de la cintura para abajo.
—Oh … Tú también te quitaste los pantalones, ¿eh? …
—Bueno … No iba a dormir con ellos al lado de un señor desnudo, ¿verdad? …
Un poco avergonzado me cubrí con la sábana y ella se rio diciendo.
—Ya te he visto desnudo, Gabriel … No sirve de nada que te cubras ahora …
—Bueno … Todavía no me acostumbro …
—Así veo …
Magaly encontró sus pantalones y se los puso. No estaba seguro de que esto me hiciera sentir mejor. Ahora ella estaba completamente vestida y yo totalmente desnudo, para empeorar el todo con una tremenda erección matutina. ¿Habrá sido Magaly que me la provocó? ¿Lo habrá notado ella? ¿Deduje que sí se había dado cuenta?
—Te dejaré un poco de privacidad …
Me dijo ella guiñándome un ojo, mientras contoneando sus caderas se dirigía hacia la puerta y apuntaba con un dedo al bulto debajo de la sábana. Sí, ella se había dado cuenta. Claro está, no me iba a masturbar, si es que eso estaba insinuando ella. Pero definitivamente necesitaba mi ropa. Maldición. ¿Cómo iba a recuperar mi ropa? Todo había quedado en la habitación de Solange y Sofia. Me lancé corriendo a la puerta y grité.
—Oye Magaly … Magaly …
—¿Qué? … Uhhuuu …
Dijo ella reapareciendo en la puerta con sus ojos fijos en mi erección.
—Cállate … Solo necesito mi ropa ...
—Yo diría ...
—Ya ... Ya ... Están en la pieza de Solange y Sofia …
—Oh … Eso va a ser incomodo, ¿eh? … Probablemente estén durmiendo …
—Podrías traérmelos, por favor …
Me regaló una hermosa y astuta sonrisa y otra vez apuntó ahí abajo.
—Está bien … Tengo que cuidarte muchísimo, ¿sabes? …
—Bueno … Sí … Sí … Lo sé …
—Por suerte te amo …
—Bueno … Bueno … También yo a ti …
Me quedé esperando junto a la puerta. Esperé y esperé, pero ella no regresó. Me vi obligado a ir de puntillas hacia la habitación de Solange y Sofia. Magaly estaba sentada a los pies de la cama con las piernas cruzadas y charlaba feliz de la vida con las chicas. Intenté volver a la habitación de Magaly, pero Solange me vio antes de que pudiera escapar.
—Magaly … ¿Debías llevarle la ropa a Gabriel? …
Preguntó, habiéndose dado cuenta de que yo me encontraba desnudo fuera de la puerta de ellas.
—Hmmm … Quizás sí …
Entonces se percató de que yo estaba ahí afuera desnudo.
—Oh, Gabriel … Entra … Solange y Sofía también están desnudas …
Luego murmuró como para sí misma.
—Creo que yo soy la única rara en medio a ustedes …
Entré tratando de minimizar mi polla entiesada. Cuando finalmente me senté ya no era tan obvio lo parado que estaba. Además, todas me habían visto ya la noche anterior y no era nada nuevo para ninguno de nosotros. Solange se giró hacia mí y preguntó.
—¿Cómo te sientes? …
—Bien … Creo …
Magaly apuntó a mi dureza y dijo.
—Pero todavía está caliente …
—Bueno … Sucede hasta en las mejores familias …
—Uh … Anoche sí que estaba caliente la temperatura … Apuesto a que Solange y Sofía hicieron cositas después de que nosotros nos fuimos …
Miré a Solange que ni siquiera se inmutó ni lo negó. Es más, abrazando a Sofia agregó:
—Por supuesto que lo hicimos … No podía quedarme con las ganas después de observar todo lo que sucedió ayer …
Magaly la miró sarcásticamente y comentó.
—Siempre y cuando no hayas lamido toda la eyaculación desde el coño de Sofia … Eso anularía el propósito de ese semen
Solange y Sofía se miraron inquietas, los ojos de Magaly se abrieron cómo platos y exclamó.
—Oooh … Lo hiciste … Cochina …
—Bueno … Sí … Solo un poco …
Admitió Solange.
—Pero esa era la corrida de nuestro hermano, depravada …
Dijo Magaly fingiéndose alterada, pero su tono sugería que no estaba ni siquiera horrorizada ni asombrada, más bien, bromeaba.
—Fue solo un percance inesperado ... Necesitaba correrme otra vez y ella me lamio solo un poco … De seguro que atrapó algo de eso en la mientras lo hacía …
Magaly se llevó sus rodillas al pecho y exclamó.
—Uhmmm … Guau …
Yo me sentí un poco fuera de lugar y dije.
—Está bien … Pero esto no me ayuda en cada … Agarraré mi ropa y …
—Lo siento … No fue mi intención hacerte sentir incómodo … Quiero decir, sí probé un poco de tu semen anoche … Pero eso fue algo totalmente tangencial … Podría decirse, un accidente …
—Bueno … Quiero decir que … Ehm … Bueno … Sea lo que sea … Esto es mucho para mi a primera mañana … Necesito irme y calmarme …
Dije bastante incómodo, Magaly se acercó a mí apuntando con su dedito delatador y sonriendo, dijo.
—Je-je-je … Con tamaña erección …
Solange vino a mi rescate.
—Oh, Magaly ... Por Dios ... Déjalo en paz … No puedes tirar la primera piedra …
—No lo he hecho … Además, yo no he hecho nada … No soy tan depravada como ustedes …
Está vez Solange se sintió ofendida.
—Claro que sí lo eres … Eres nuestra hermana … Eres como nosotros … No creas engañarnos … ¿Cuántas veces te corriste anoche? …
Me pareció necesario salir en defensa de Magaly, que me había acogido y recogido anoche.
—Ninguna … Ella estaba conmigo … Me quedé dormido a su lado … Ella …
Me detuve, Magaly sonreía y se había alejado de mí.
—Oh, por Dios Magaly … ¿Lo hiciste mientras dormía? …
—Ehm … Tal vez …
—Oh … Oh … Guau …
—Estaba cachonda … No llegue a correrme tantas veces … Como otros …
—Si … No sé … Ehm … Qué confusión …
Solange impertérrita me preguntó.
—¿De qué? …
—Nuestra querida hermanita menor e inocente que se masturba mientras yo duermo … Oh, no …
Magaly respondió alterada.
—Y la mayor que lame tu semen y se masturba con eso …
Solange a modo de disculpa, dijo.
—De él … Pero no con él …
Sofia finalmente interrumpió.
—Ya ... Basta ... Basta ... Cálmense todos ustedes … Cómo pueden discutir de eso a primera hora de la mañana … Inconcebible … ¿Acaso están todos de mal humor? …
—Por supuesto que no … Estamos animados … —Dijo Magaly.
—Si … yo me siento energizada …
Agregó Solange y acto seguido se volteó a besar a Sofia. Las sábanas escurrieron por sus cuerpos desnudos. Ahora podía ver claramente sus pezones rozándose y sus tetas aplastándose juntitas la una con la otra. Magaly también las observaba mordiéndose su labio inferior, como hipnotizada deslizó su mano entre sus piernas, solo sosteniéndola allí y apretando sus muslos alrededor de ella.
—Estas excitando a tus hermanos, cariño …
Dijo Sofía, de manera bastante perspicaz. Solange se limitó a decir.
—Bueno … Eso no tiene nada de malo …
Y siguió mordisqueando los lóbulos de su esposa, entonces Sofía le preguntó.
—¿Sí? … ¿Está bien eso? …
—Bueno … Sí Gabriel está lo suficientemente caliente … Podríamos hacer que se vuelva a correr en tu coño, querida … Eso aumentaría las probabilidades de que te preñe, ¿no? …
—Ah … Eso está muy mal … —Dijo Sofia.
—Dices eso solo porque es lo que estás queriendo de verdad, ¿no? … —Le rebatió, Solange.
—Mmm … Tal vez …
—Te gustó follarte a mi hermanito menor, ¿eh? …
—Ooohhh … Uhmmmmm …
Sofía gimió cachonda y oculto su rostro en el cuello de Solange. Escondiéndose de nuestras miradas. Solange se giró hacia nosotros y nos guiño un ojo, luego volvió a besar a Sofia intensamente por todas partes. Magaly se impacientó y dijo.
—Bueno … Al diablo con todos … Esta es una mañana sin pantalones …
Se sentó en la cama y con un poco de dificultad se los quitó. Pude percatarme de que sus bragas ya estaban mojadas, lo cual fue un descubrimiento fascinante para mí. No es que me sorprendiera, pero me hizo darme cuenta lo caliente que estaba y quería ver más. Y bueno, todos nosotros ya estábamos desnudos.
—Oye, Magaly … —Dije.
—¿Ah? … —Respondió.
Si más palabras agarré el dobladillo de su remera y metí mis manos por debajo. Magaly sin chistar, levantó sus brazos en el aire y yo saqué su camiseta por su cabeza. Su piel se sentía cálida y acogedora por debajo. Quizás porque estaba caliente y excitada. Ahora sus pezones estaban desnudos y muy duros, haciendo juego con mi polla, de algún modo. Hicimos contacto visual, cuando deje de mirarle sus tetas. Ella me miró desafiante y me dijo emocionada.
—Todavía tengo mis bragas puestas …
—¿Crees que debería …? …
Magaly se encogió de hombros y me dejó hacer. Me incliné en una reverencia ante mi hermana menor y me preparé para quitarle sus bragas. Le estaba devolviendo el favor que me hizo ella anoche cuando me quito la ropa antes de follar a Sofia. Bueno, yo también quería verla desnuda.
Tenía sentimientos encontrados y trataba de algún modo de justificarme. Solo que no sabía como hacerlo. Mis hermanas me habían visto desnudo y teniendo relaciones sexuales. Eso ya había sucedido. Pero esta mañana, estaba viendo a Solange y Sofia entrelazadas con brazos y piernas dándose placer totalmente desnudas. Eso estaba sucediendo ante mi y Magaly. Seguro que lo estaba disfrutando, pero al mismo tiempo sentía algunos sentimientos de culpa. No se si a este punto a alguien le importaba.
Ahora quitarle la ropa a Magaly fue admitir, para mí y para todos, que yo quería tenerla desnuda. Eso hizo que mis pensamientos volvieran a complicarse.
—Si no lo haces tú … Me las quitaré yo … —Dijo Magaly impaciente.
Me di cuenta de que había titubeado demasiado, simplemente mirando las bragas empapadas y pegajosas de Magaly. Ya podía ver muy bien el contorno de su coño pelado.
—Lo siento … Estaba pensando … —Le dije embobado.
—Lo entiendo a mi me sucede lo mismo … —Respondió sonriendo con la boca un poco torcida.
—¿Pero todavía quieres que lo haga yo? …
Las mejillas de Magaly estaban ligeramente sonrojadas y me dijo en un susurro.
—Sí tú también lo quieres …
La cuestión era que yo quería, Tire suavemente de su prenda elastizada, y vi que se había introducido en medio de los labios mojados de su coñito. Suavemente jalé hasta desprenderla de su labia hinchada, luego de sacárselas, le bajé las piernas. Su coño estaba justo frente a mí. Todo mojado y excitado, pero pequeñito, gordito y muy bonito.
—¿Estas mirándome? …
—Oh … Uhm … Lo siento …
—Pero sigues mirándome …
—Ehm … Sí … Sucede que tengo muchas ganas de besarlo … ¿Es eso tan malo? …
—¿Qué? … ¿A mi coño? …
—Sí …
Magaly movió nerviosa sus ojos pata mirar a Solange y Sofia que se revolcaban sobre la camas con lánguidos gemidos, luego me dijo:
—Está bien … Solo uno rapidito …
Su respuesta me tomó por sorpresa, la miré por un segundo para asegurarme que hablaba en serio. Miré hacia su coño y este parecía hacerme señas. Me incliné y lo besé. Rápido, pero tal vez no tan rápido como podría haber sido. Magaly me regaló un profundo suspiro y un medio gemido. Ese sonido para mi fue inquietante y atractivo, provenía de mi hermanita menor.
Tuve que levantarme y alejarme para no zambullirme en el coño de mi hermana e ir por más. Ella y yo compartimos una mirada cómplice. Sé que ella me habría dejado continuar. Estoy seguro de que lo habría hecho. Junto sus piernas y me dijo.
—Concentrémonos en Sofia … Tienes que volver a hacerlo … Para mayor seguridad …
—Esta bien …
Pero seguí mirando a Magaly hasta que se sonrojó y me dio un empellón.
—¿Qué estás mirando? …
—Que estás desnuda …
—Lo sé …
—Te ves muy linda …
—Cállate … Solange … Gabriel está siendo un pervertido …
Solange se separó brevemente del coño de Sofía y preguntó.
—¿Por qué? … ¿Qué hace? … ¿Está mirándome el trasero? …
—¿Qué? … No … Está mirándome …
—¿Por qué estaría mirándote a ti? … Yo tengo un buen trasero …
—Si es verdad … Su trasero es precioso …
Dijo Sofía apoderándose del trasero de Solange y apretándolo con ambas manos posesivamente.
—Pero si lo hace …
Reclamó Magaly. Yo me distraje a mirar como Sofía jugaba con el trasero esplendido de mi hermana mayor. Magaly lanzó un imprecación ofendida, pero estaba seguro de que era más porque yo ahora miraba el culo de Solange. Entonces no encontró nada mejor que darme empujones.
—Va … Anda por Sofia …
—Solange está en el camino …
Le dije, entonces ella dijo.
—Esto no debe ser así … Vamos Solange … Deja entrar a Gabriel … ¿Cómo se supone que se correrá con ella si tu estas en el camino? …
—Sofía es mi esposa … Tengo la prioridad …
Dijo Solange un poco autoritariamente.
Si … Eso es verdad … ¿Pero quien es la que quiere un bebé ahora? …. ¿Recuerdas? …
Magaly se arrastró al lado de ellas, para examinar de cerca lo que estaban haciendo. Luego apartó por completo las sábanas. Las dos chicas se estaban retorciendo juntas. Solange y Sofia estaban pegaditas la una contra el coño de la otra. El trasero de Solange apuntaba hacia mí y ella tenía toda la razón, su trasero era deslumbrante.
Nunca había visto a mis hermanas bajo esta óptica y funcionaba perfectamente para mí. Mi polla estaba dura como el acero. No sabía que elegir y donde mirar y a quien quería impregnar. Creo que Magaly tenía razón, me estaba convirtiendo en un pervertido. Pero ella también se dejaba andar, se había ido a ubicar detrás de Solange y ahora admiraba el trasero de su hermana mayor. Ella bajó su mano y acarició las nalgas de Solange y luego le dio un fuerte golpe, riéndose del gritó que escapó de la boca de ella.
—No me golpees el trasero … —Reclamó Solange.
—¿Por qué no? …
Preguntó Magaly volviendo a darle otra cachetada a las nalgas de Solange, añadiendo.
—Está ahí, para mí … Y es muy bonito … Tal como tu dijiste …
Magaly siguió abofeteando el culo de Solange. Pude verla que se preparaba para huir en caso de que Solange se le volviera contra. Sin embargo, en vez de reaccionar negativamente, Solange comenzó a besarse con Sofía aún con mayor energías y pasión. De debajo de ella, Sofía dijo.
—Cuidado … A Solange le encantan los azotes cuando está muy caliente …
Magaly se detuvo con la mano en el aire.
—Solange … ¿Estás disfrutando esto? …
—Por supuesto que no …
—Mentirosa …
Dijo Magaly comenzando a golpear con mayor energías. Solange arqueó su espalda y se levantó mirando a su hermana con una mirada felina, le dijo.
—Cuidado, Magaly … Que yo puedo hacerte muchas cosas …
Magaly se detuvo en seco, quizás cohibida por las palabras fuertes de Solange. Estábamos todos demasiado calientes y estábamos haciendo algunas tonteras. Aunque no me disgustaba estar desnudo en medio a mis hermanas. Viéndolas volverse cada vez más coquetas y calientes. Se suponía que la razón principal era que yo dejara a Sofia embarazada, pero en este momento nadie parecía preocuparse de ello. Magaly seguía torturando el trasero de Solange y me hizo señas de que me acercara. Me coloqué justo detrás de Solange. Magaly abrió las nalgas de su hermana y guiñándome un ojo me dijo que mirara. Podía ver perfectamente los dos coños mojados que se frotaban el uno contra el otro. Magaly agarró mi polla y comenzó a tirarme hacia esos dos chochos hinchados y enrojecidos de excitación. Para mí era una locura absoluta. Pero sentí la humedad y la tibieza de sus fluidos, eso se sentía muy bien. Magaly fue guiando la punta de mi pene entre esos dos coños.
La dejé guiarme y me señaló una área entre Solange y Sofia, justo donde sus coños se encontraban el uno con el otro y había un flujo constante de fluidos.
—Ponlo ahí …
—Sí señora …
—Y no me digas señora …
—Está bien …
Magaly seguía empujando mi ariete, tratando de sujetarlo todo el tiempo posible contra el coño de Sofia y Solange. Cuando mi polla golpeo el coño mojado de Solange, esta dio un respingo.
—Ay … Ay … Gabriel …
—¿Qué pasa? … —Quiso saber Sofía.
—El pene … El pene de Gabriel me golpeo el coño …
—Bueno … Un pequeño error de calculo …
Dijo Sofia riéndose casi a carcajadas.
—Te parece eso gracioso, ¿verdad? …
—Un poco gracioso pero muy caliente …
—Pero es mi hermano …
—Bueno una buena ocasión para ver a la Solange femenina contra la Solange masculina …
—No soy la Solange masculina … —Dije, pero a nadie le importó.
Magaly se reía desenfrenadamente y me instó a seguir adelante. Es cierto que estaba feliz entre esos dos jóvenes coños y quería profundizar más en ellos. Las chicas también estaban felices de frotarse contra mi polla estando la una sobre la otra. Yo tenía intención de mantenerme allí y poco a poco irme deslizando en el coño de Sofia. Pero a la vez era tentador quedarme así sin hacer nada.
Con los movimientos continuos de ellas, mi polla se fue enganchando en sus coños. Yo también trataba de empujar cada vez que tenía la posibilidad. Estaba bien si solo fuera el coño de Sofía que amenazaba con tragarme, pero el de Solange también estaba en la mezcla y no parecía querer evitar el contacto fortuito en absoluto. De hecho, mi polla se deslizó en el coño de Solange y en ese preciso instante Magaly me soltó el pene y yo empujé con todas mis fuerzas penetrando un coño, Todavía no sabía cuál. Solange dio un chillido, acompañado de un jadeo y me dijo entre dientes.
—Que mal hermano que eres …
—¿Qué? …
—Oh, no …
Sofía trataba de zafarse para poder mirar. Magaly, sin embargo, inmediatamente se arrastró para poder mirar de más cerca toda la situación.
—Oh, Dios … Lo hizo …
Declaró Magaly con una voz asombrada y como en trance, pero definitivamente cachonda de todos modos. Se me pasó por la cabeza de que podía estar dentro de mi hermana y traté de retirarme. Pero Solange puso su brazo hacia atrás envolviendo mi torso y me empujó más dentro de ella. Solange comenzó a gemir excitada, mientras la follaba. Estaba follando a mi hermana mayor. Parecía imposible que pudiera haber sucedido. Estábamos jugando con fuego. Pero ninguno de nosotros actuaba como si se estuviera quemando.
—Oh, guau … Dios mío, guau … Solange … ¿Sabes qué? …
—Sí … Lo sé … —Dijo mi hermana enterrando su rostro en el escote de Sofia.
—¿Qué sucede? … Yo no veo nada … —Reclamó Sofia.
—Gabriel está follando mi coño y no el tuyo … —La informó Solange.
—Oh …
Fue lo único que alcanzó a decir, porque Solange le tapo la boca a feroces besos. Ella aceptó de buena gana los besos de ella aún cuando estaba siendo follada por mí, su propio hermano justo encima de ella,
El coño de Solange entró en contracciones y me apretaba mucho. Ella azotaba su culo contra mí y gemía y mientras más fuerte la follaba, ella más gemía y se besaba frenéticamente con su esposa. Magaly estaba frotando su coño con dos dedos mientras estaba arrodillada justo detrás de nosotros, en primera fila. Tuve la fuerte sensación de sacarlo y correrme en la cara de Magaly, pero afortunadamente ella cambio de lugar.
Magaly jadeando de lujuria, volvió a colocarse al flanco de Solange, mirando de cerca como yo embestía las nalgas de Solange. Ella me miró buscando mi aprobación, quería ser parte del acto de follar a nuestra hermana mayor. Se chupó un dedo, lo llenó de saliva y luego lo posicionó en el ano de Solange, frotándola y penetrándola.
—Magaly … —Gritó Solange.
—¿Tus hermanos siempre han sido tan juguetones? … —Preguntó Sofia.
—No … Lo estoy descubriendo ahora …
Respondió Solange gimiendo y moviendo su trasero contra el dedo de ella, no reclamó incluso cuando Magaly insertó un segundo y un tercer dedo dentro de ella.
—¿Querías hacer eso? … —Le pregunté a Magaly.
—Bueno … puede que no haya otra oportunidad nunca más … —Dijo Magaly y luego agregó.
—Sí tú puedes follarla … ¿Por qué yo no habría de jugar con su trasero? … No hay nada de malo en ello …
—No sé si eso va a ser así … —Dijo Solange suspirando.
Podría haber estado preocupado por Solange. Pero ella hacía todo lo posible por animarnos a Magaly y a mí. Su disyuntiva ahora era joder mi polla o quedarse quieta y gozar con los dedos de Magaly.
Todo había comenzado con el objeto de ayudar a Solange y Sofia a concebir un hijo, en cambio, ahora nos encontrábamos involucrados los tres hermanos en una orgía que ninguno de nosotros quería detener.
Magaly se estaba volviendo cada vez más audaz. No solo porque había logrado meter sus cuatro dedos en el culo de Solange. Sino también porque había comenzado a lamber sus glúteos. Ella lamía y follaba el culo de su hermana mayor, mientras yo le llenaba el coño con mi polla.
Comencé nuevamente a tener ideas con el rostro de Magaly que estaba tan cerca de mi polla. Desde ciertos ángulos no sabría decirse si estaba follando el coño de Solange o la boca de Magaly. Lo preocupante es que a mí, ambas imágenes me gustaban.
Solange reclamó cuando saqué mi pene de su coño. Mi polla estaba mojada y resbaladiza con sus jugos y se balanceaba frente a la cara de Magaly. Ella me miró solo por un segundo y luego se abalanzó a tragar mi polla. La empujé profundamente en la boca de ella y ella lo chupó con verdaderas ganas.
—Vuelve a ponerlo dentro de mí … —Insistió, Solange.
—Espera solo un segundo …
Le pedí, sintiendo embelesado como los labios de Magaly me estaban dando una maravillosa mamada.
—Solange necesita la polla de su hermano dentro de ella …
Dijo Sofía en una voz cantarina que nos hizo reír, luego agregó.
—¿Te imaginas si él la dejara embarazada a ella antes que a mí? … Tendríamos una pequeña Solange, tan bella como su madre …
Solange gruño y besó ferozmente a Sofia. Ella también meneo su culito sin tapujos. Magaly se sacó mi pene de la boca con un sonoro ruido. Su ojos brillaban como dos luceros.
—Está bien … Hazlo …
Agarró mi polla y la empujó hacia el coño de Solange. Estaba feliz de regresar a su estrecho coño. Sabía que Sofia bromeaba, pero de alguna manera la idea de que yo embarazara a Solange parecía gustarle a todos. Era demasiado para ser realidad.
Tan pronto como me sentí afianzado en el coño de Solange, comencé a embestirla con todas nis fuerzas, tratando de llegar lo más profundo posible. Magaly ni siquiera intentó lamer de nuevo el culo de Solange. Ella simplemente nos miraba y se masturbaba el coño con sus dedos.
—Vamos … Córrete dentro de ella ,,, —Dijo a baja voz.
—Umpf … Silencio … —Dije.
—Vamos … Fuerza … Llénala … Llénala todita …
—Tú … Tú …
La mano llegaba a ser borrosa, mientras ella frotaba su coño frenéticamente.
—Vamos … Solo hazlo … —Decía la voz de Sofia, antes de ser acallada con los besos de Solange.
Sentí que me acercaba y lo quería. Quería tanto hacerlo. Nunca había llenado el coño a una de mis hermanas. Era un pecado delicioso y terrible. Pensé a las palabras de Magaly, quizás nunca más en la vida iba tener una ocasión como esta. Porque muy bien esta podría se la única vez que Solange me dejaba follar su coño. No había una verdadera razón para correrme en el coño de mi hermana mayor. Pero lo necesitaba. Era solo algo que yo quería hacer. Nada más importaba.
Aferré los flancos de Solange y comencé a darle fuertes embestidas con mi polla al rojo vivo, enterrada profundamente en ella. Cuando exploté dentro del estrecho coño de mi hermana, disparándole ráfagas y ráfagas de esperma candente, mis piernas flaquearon y creí que me iba a desmayar,
—¿Te estás corriendo? … —Me preguntó, Magaly.
—¿Acaso no dice nada este bobo? … —Rezongó, Solange.
—Umpf … Umpf … Aaahhh … Uhhhhh … Ooohhh … Umpf … Aaaahhhh …
No podía parar de correrme ni tampoco podía pronunciar ni una sola palabra.
—¿Te corriste dentro de ella? … —Insistió, Magaly.
—¿Adentro? … —Preguntó, Sofia.
—Sí …
Atiné a pronunciar. Magaly gimió y comenzó a corcovear tirando su pelvis al aire mientras sus piernas temblaban por si solas. Después me quedé en el coño de Solange, esperando los sentimientos de culpa. Pero no llegaron. Me sentí maravillosamente bien dentro de la acogedora panocha de mi hermana.
(Continuará …)
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El regalo más preciado de quien escribe es saber que alguien está leyendo sus historias. Un correo electrónico, a favor o en contra, ¡Tiene la magia de alegrar el día de quien construye con palabras, una sensación y un placer!
luisa_luisa4634@yahoo.com
El desayuno había vuelto a convertirse en parte de nuestra rutina habitual, donde podíamos conversar, bromear, opinar y más que nada, compartir un momento más juntos. Sofía seguía con mi semen en su cara, pero al menos había vuelto a colocarse la bata. Magaly estaba tranquila, pero no lograba quedarse quieta en su silla. Estaba demasiado ansiosa por algo. Yo solo podía imaginar que era ese algo.
****
Esa misma semana Magaly me dio a entender muchas cosas que giraban en su cabeza. Ya habíamos tenido una semana entera para analizar y reflexionar sobre la propuesta para el bebe y ya todos no habíamos formado una completa opinión al respecto.
Magaly me llamó a mitad de semana. Me dijo que necesitaba hablar conmigo, claramente quería discutir algo. No me dio ninguna pista al respecto, pero yo sabía que se trataba sobre lo que había sucedido en casa de Solange. Nos juntamos y luego de un breve intercambio de palabras, ella me preguntó directamente:
—¿Te vas a correr otra vez en la cara de Sofia? …
—Uhm … Creo que sí … Lo disfruté …
—Lo sabía …
—Pero no creo que sea yo quien decida sobre eso …
—Ah … Pero si ella se ofrece … Quiero decir …
—Probablemente sí … Lo sentí bien … Además, era la primera vez que eyaculaba delante de mis hermanas … Me pareció una experiencia fascinante …
Magaly se quedó en silencio por largo rato, pensativa, luego prosiguió:
—No quiero que te sientas presionado … No es esa mi intención …
—Sí, pero siempre habrá un poco de presión … Por la misma naturaleza de la cosa …
—Uhm, sí … Lo entiendo … Pero no tienes que hacer nada si no quieres …
—Pero eso ya está zanjado … Todas lo quieren …
—Bueno … Si lo haces no habrá ningún problema … Quizás te elija para otro bebé hipotético algún día …
—¿Y me darás algún anticipo sexy? …
—¿Por qué no tendría que dártelo? … Al momento ha habido un solo momento sexy …
—Y te gustó, ¿eh? …
—Si, pero fue algo raro …
—Bueno, sí … Pero fue divertido …
—Sí, es cierto … Entonces, estas dispuesto a volver a hacerlo, ¿eh? …
—Magaly … Casi parece que lo único que quieres es ver a Sofia mamando mi polla, ¿sí? …
—Tal vez …
—¿Lo admites? …
—Bueno … Ya lo sabes …
—Lo sospechaba …
—Maldición … Pero no se lo digas a nadie, ¿vale? … He estado masturbándome, pensando a eso todas las noches …
—Oh …
—No lo digas en ese tono …
—Pero si no he dicho nada …
—Y no me juzgues …
—No te estoy juzgando … También yo me he masturbado, recordándome la cara de Sofia llena de semen …
—Bien te está … ¿Y no te molesta que te haya visto? …
—Al principio, un poco … Pero ahora ya no …
—¿Y me dejarás mirar la próxima vez que lo hagas? …
—Eso no depende de mí … Pero no creo que haya alguien que pueda oponerse …
—Oh, que bien … Genial …
****
Me cuesta mucho admitirlo, pero estaba realmente nervioso. Dadas las circunstancias era perfectamente razonable. Nunca me había sentido así con mis hermanas. Nuestras reuniones en diferentes lugares siempre habían sido tranquilas y relajadas, en un ambiente de adultos y sin estrés. Pero ahora algo había cambiado y ya no me sentía igual, y esto no me gustaba.
Magaly se dio cuenta al vuelo. Estábamos todos sentados en el jardín de Solange y Sofia, bebiendo como siempre solíamos hacer. Magaly acercó su silla para colocarse a mi lado y me dio un codazo.
—Oye … Todavía te preocupa esto, ¿verdad? …
—¿Preocupado? … ¿Por qué debería preocuparme por dejar embarazada a la esposa de mi hermana? …
—No sé … Dímelo tú … Porque es algo raro, ¿verdad? …
—Sí … Es verdad …
—Pero puedes mirarlo de otro modo … Podrás tener sexo con Sofía … Y ella te gusta, ¿no? …
—Sí, así es …
—Tómalo como un obsequio … Un pequeño regalo …
—No sé si pueda tomarlo solo como eso … Me alegro de que ustedes estén aquí … Tú y Solange …
—Siempre estaremos a tu lado …
—Lo sé y lo agradezco … Lo que más me preocupa es que una de ustedes pueda resultar lastimada … Dadas las circunstancias la más afectada sería Solange … No creo que pudiera hacer esto sin el apoyo de ustedes dos …
—Nosotras te amamos, Gabriel … Ya lo sabes … Siempre estaremos aquí para ti …
—Sí … Lo sé …
—Ah … Y tengo muchas ganas de ver todo esto …
—Por supuesto que lo veras … Eres una pequeña pervertida …
—No lances la primera piedra … Vas a ser tú quien se va a follar a la esposa de tu hermana mayor …
—No lo digas así …
Solange se dio cuenta de que Magaly y yo estábamos charlando y gritó:
—Hey … ¿De qué están hablando ustedes dos? …
Me gire hacia Solange y Sofía, las dos estaban bebiendo. Yo estaba bastante seguro de ser el más borracho de todos en ese momento, dados mis nervios. Respondí a alta voz.
—De que estoy nervioso …
—Ah, eso … No te preocupes … Lo haremos con calma …
Vi que Sofia tomaba un largo trago. La miré por un momento y reconsidere mi evaluación anterior, creo que ella estaba tan borracha como yo. Estaba tan obsesionado con mis propios miedos, que no había notado que tal vez ella se estaba sintiendo igual a mí.
—No te emborraches demasiado … Necesitas se funcional …
Dijo Magaly, dirigiéndose a mí.
—Sí … con cuidado … Si es necesario se detienen y lo volveremos a intentar en otro momento … No deben sentirse presionados …
Añadió Solange desde el otro lado
—Como si no hubiese ninguna … —Dije a baja voz.
—Bueno, sí … Un poco de presión hay … —Admitió Solange y de inmediato agregó:
—Pero bueno … Comiencen por lo más fácil y divertido, ¿Ok? …
—Sí … Creo que comenzaremos con algo así …
Me tomó un tiempo de reunir suficiente valor para levantarme y dirigirme hacia Sofia. Todos los ojos estaban sobre mi mientras caminaba. Sobre todo, los de ella. De hecho, se ruborizó cuando extendí mi mano. Pensé que sería algo romántico, más que pragmático y travieso.
—¿Estás lista? … —Pregunté.
—Ehm, sí … Probemos …
Solange y Magaly nos siguieron detrás, mientras Sofia y yo nos dirigíamos hacia la casa.
Me sentí cada vez más ansioso mientras nos acercábamos cada vez más al dormitorio. Mi corazón latía desbocado y las palmas de mi manos sudaban. Como si esta fuera a ser mi primer coito, como adolescente inexperto. En cierto sentido así era. Nunca antes había tenido relaciones sexuales mientras había más personas en la habitación. Y mucho menos que estas fueran mis hermanas.
Al igual que yo, Sofía estaba muy ansiosa. Estábamos a la par y eso ayudaba. Ambos coqueteamos un poco torpemente junto a la cama, sin estar seguros de que hacer primero. Solange y Magaly no ayudaban en nada. Estaban demasiado ocupadas en posicionar las sillas para ver mejor.
—Qué raro es todo esto, ¿eh? … —Dijo Sofía en un hilo de voz que apenas yo podía escuchar.
—Lo es …
—Pero no tenemos que hacerlo ahora …
—Lo quieres hacer, ¿no? …
—Sí … Lo quiero …
—Solange y Magaly te molestan, ¿verdad?...
—Sí … Ehm … No … Tal vez …
—Podríamos echarlas afuera … Que se vayan …
—Pero volverían a colarse …
—Lo sé … Pero tendríamos menos tensión por algunos minutos …
Sofía sacudió su cabeza negativamente y dijo.
—De todos modos, no es eso lo que más me presiona …
—Oh … ¿Y que es? …
—No sé … Es … Es el hecho de quedar embarazada … Nunca había hecho el amor con el objetivo de quedar embarazada …
—Bueno, si es así … es algo raro …
—Lo sé … Y es mucho …
—Pero no temas … Estoy aquí solo para ayudar a Solange y a ti … Si no estas lista … ya …
—No … No … Estoy lista … Quiero esto más que a nada … Pero eso no significa que no me de miedo … Muchas cosas que he hecho me han dado miedo … Incluso … Incluso casarme con Solange … Eso fue aterrador al principio … Matrimonio … Uffff… Pero resulto Genial … Solange es fantástica …
—Bueno … Si es así … Ehm … Solo necesitamos empezar …
—Ehm, sí … Empieza tú …
—Uhm … Tú primero … Vamos …
—Oye … No tenemos ninguna prisa … Tenemos toda la noche … Y si no se siente bien … Bueno …
—Si no nos parece bien … Nos detenemos … Podemos volver a intentarlo luego, ¿no? …
Sofía me tomo una mano y luego se detuvo. Quería que continuara, pero no era fácil. Yo tampoco me atrevía a hacer otra cosa. Pensé en besarla, pero ella era la esposa de mi hermana. No sabía si los besos estaban incluidos en todo este asunto. Quizás esta era un preocupación tonta. Dentro de poco me iba a correr en su coño. Los besos deberían calificar para este contexto.
—Por amor del cielo …
Dijo Solange mirando el cielo, luego agregó:
—Parecen dos bobos que no saben que hacer … Jesús … Ustedes son adultos …
Solange se acercó a Sofia y comenzó a desnudarla. Fue fascinante verlo, pero no estaba preparado cuando Magaly, mi hermana menor, comenzó a desvestirme a mí. La miré en forma inquisitiva, pero ella solo se encogió de hombros mientras desabrochaba mis pantalones, le dije.
—No sé cual es el protocolo aquí …
—No sé siquiera si existe alguno …
Me respondió ella sonriendo ampliamente.
—No sé … Pero no puedo tratar a Sofía como si fuera mi novia …
—Si puedes … Pero solo por el tiempo que dure este asunto …
Dijo Solange, mientras seguía desnudando a su esposa. Ya le había quitado la blusa y el sostén. Sofia me miro fijamente mientras yo miraba sus estupendas tetas.
—Sí … Sé gentil y romántico … Tienes que hacerla sentir bien. ¿sabes? …
—Pero …
—No te preocupes de nada … Sé que quieres ser delicado y preocuparte por los sentimientos de todos, y lo aprecio … Pero lo más importante ahora es que ustedes dos tengan relaciones sexuales … Eso es todo lo que importa ahora … Así que háganlo …
Intervino Solange bajando el pequeño tanga de su esposa.
—Sí … Nosotras observaremos y nos aseguraremos de que lo estás haciendo bien …
Agregó Magaly para complementar el todo.
—Que demonios … Ahora voy a estar expuesto a que mis hermanas me critiquen por el modo de tener sexo …
Reclamé un tanto ofendido.
—¿Y qué? …
Preguntó Magaly en un tono inocente, pero firme. Ella terminó de desnudarme, bajando mis boxers por mis piernas. Yo solo la dejé. Ella levantó la vista sonriéndome cuando se encontró casi cara a cara con mi polla que comenzaba a crecer. Se levantó graciosamente y se fue a sentar a su silla. Del alguna manera, dejar que Magaly me quitara la ropa me relajó, me había quitado la presión de tomar decisiones, pero no me gustó su cara sonriente mientras miraba mi polla crecer. Pero ¿A quien le importa?, muy luego verá más que eso.
Sofía también estaba desnuda. Traté de concentrarme en ella, era realmente bella y seductora sin ropa puesta. Esta vez tampoco tenia bragas. No había señas de vellos púbicos y su cuerpo me pareció el de una colegiala, lo cual fue muy agradable. Solange se inclinó a darle un beso en la mejilla y le susurró algo al oído, luego se fue a hacerle compañía a Magaly que se había ya acomodada para ser espectadora. Me acerqué a Sofía con mi polla dura.
—Entonces … —Dije.
—Entonces … —Fue el eco de Sofia.
Nos acercamos un poco más el uno al otro, pero volvimos a detenernos. Incluso desnudos era una cosa rara. No se sentía bien. Faltaba ritmo y coordinación.
—Tu puedes, chico … ¿O necesitas ayuda? … —Era la voz sarcástica de Magaly.
—No … Gracias … —Respondí prontamente y con firmeza.
Mas que nada por amor propio, agarré a Sofia y la besé. El molestoso acicateo de mi hermanita menor, había servido para desbloquearme. A Sofía le gustó el beso y presionó sus pechos contra mis pectorales, exigiéndome de darle más. La sentí tan dispuesta, suave y tan ansiosa para que nos acercáramos un poco más. Nuestras vacilaciones y titubeos se fueron esfumando poco a poco a medida que nuestros labios se mantenían unidos estrechamente. Fue agradable y esto me puso completamente duro, haciendo que mi pene se hundiera en el liso vientre de Sofia.
Lentamente nos fuimos acostando sobre la cama. Todavía besándonos y manoseándonos unos a otro. Podría haberme perdido en estas sicalípticas sensaciones. Sin embargo, parte de mi mente siempre estuvo puesta en mi hermana Solange en primer lugar y Magaly que nos observaban atentamente. Sabiendo que estaban mirando, me pregunté: ¿Qué sentirán mirándonos? Esperaba estar ejecutando una actuación lo suficientemente buena. Sofía se percató de ello y me susurró al oído.
—Ignóralas …
—¿Uh? …
—Tus hermanas … Sé que estás pensando en ellas … El parpadeo de tus ojos te delata …
—Oh, lo siento …
—No … No espero que esto sea un romance … Tampoco pretendo tu atención exclusiva … Pero me gustaría que esto fuese algo bueno para los dos, ¿sabes? …
—Ahora está bastante bien, ¿no? …
—Un poco apacible …
—Está bien … No te preocupes por lo que yo piense … Las echaré si empiezan a ser una molestia …
—Bueno … ¿Qué tal si ahora me ayudas a mojarme y prepararme para ti? …
—Uhmmmmmm … Eso suena rico …
—Espero que sí … Puedes tocarme en cualquier parte … Quiero decir tetas, coño, culo, toda …
— Uhmmmmmm … Eso suena especial …
—Lo será si tu lo quieres …
Así diciendo Sofia empujó mi cabeza sobre sus tetas. Con mis mejillas entre las tetas de ella, me sentí un poco envidioso de Solange que era la que se solazaba con estos maravillosos senos de su esposa. Entonces comencé a chuparlos y mi envidia desapareció. Era mi hermana quien compartía su esposa conmigo.
Me tomé mi tiempo para gozar y saciarme de las estupendas tetas de Sofia. Después de todo, tal vez no iba a tener muchas ocasiones de hacerlo. Finalmente, bajé por su vientre y me fui acercando a su pequeño coño. Todo hinchado y esperándome. Había un trabajo que hacer allí. Estaba realmente mojada, pero ella quería que lo disfrutáramos, aunque si fuese algo un poco pervertido. Todo estaba bien. No teníamos porque ser más papistas que el Papa.
Separé su labios regordetes y abrí su pequeño coño, entonces comencé a lamer sus rosadas carnes bañadas. Sofía gimió y acarició mis cabellos con la palma de su mano afectuosamente. Escuché el cuchicheo de mis hermanas mientras me devoraba el coño de Sofía. Las estaba ignorando y esto me ponía más cachondo, y mientras más lamía y chupaba, más me gustaba y menos me importaba que ellas estuvieran allí. Después de todo, sentí que era agradable tenerlas allí conmigo.
—Ooohhh … Jesús … Vas a hacer que me corra …
Bisbiseó Sofia haciendo rotar sus caderas y empujando su coño contra mi boca. Levanté sus piernas sobre sus pechos y me sumergí a penetrar y lamer su panocha con mi jugosa lengua. Ella comenzó a desesperarse más cachonda que nunca y me sentí bastante satisfecho con mi mismo.
—Oh, Solange … Solange … Mmmmmmm …
Gimió Sofía mientras alcanzaba un fabuloso orgasmo. Seguí lamiendo su rajita y su clítoris. No estaba seguro de si me llamaba con el nombre de mi hermana otra vez, o si estaba tratando de que ella se acercara a mirar más de cerca.
Suavemente le bajé las piernas dándole un último beso a su delicioso coño, luego me arrimé hacia arriba sobre su cuerpo desnudo. Repartí besos por aquí y por allá, hasta llegar a la altura de su rostro. Los ojos de Sofia estaban todavía cerrados, cuando los abrió, pareció que iluminaban todo el dormitorio, lucían puros, tiernos, bellos y en paz. Toda la incertidumbre de antes había desaparecido. Lo que estábamos haciendo ahora se sentía mucho mejor. Más natural. Debíamos continuar con nuestra tarea de procrear.
—Listo … —Me preguntó en un hilo de voz.
—Sí … ¿Me llamarás Solange otra vez? … —Le pregunté asintiendo.
Sofía se encogió de hombros y sin dejar de sonreír, me dijo.
—Tal vez … No puedo prometerte nada …
—Pero no soy mi hermana, ¿sabes? …
—Pero eres igual a ella … Y eso no es nada malo … Lo juro … Es algo bueno …
—Pero raro …
Sofía solo se rio de mi reparo y consiguió hacerme sonreír. Luego bajó su mano y agarró firmemente mi polla para guiarla hacia su coño expectante.
—Te quiero dentro de mí … —Susurró ella en una bajísima voz. Asentí, sin emitir ningún sonido, no podía ni siquiera hablar sintiendo como mi pene venía arrastrado a su ardiente caldero. Había algo de verdaderamente cachondo en el modo como ella maniobraba con mi pija tiesa. Y yo me sentí fuerte y potente a sabiendas que me iba a correr dentro de ella frente a mis hermanas.
—¿Por qué me miras así? … —Preguntó, deteniéndose un instante.
—¿Cómo? … —Retruqué.
—Como … Como hace Solange cuando está super caliente …
Se dibujó una sonrisa en sus labios y agregó.
—Creo que acabo de responderme yo misma … Te lo dije … Eres igual a ella …
—Está bien … pero esto lo estoy haciendo yo …
Mis ojos casi se cerraron cuando Sofía presionó mi polla contra su agujero caliente, instintivamente empujé hacia adentro. Al mismo instante los ojos de ella se cerraron y gimió:
—Más … Dame más …
Profundice mi embistes y ella sonrió asintiendo con un gemido de aprobación, prácticamente follándome con los ojos, entonces empujé más adentró con todas mis energías.
—Hmmmmmm … Ssiii … Asiii … Me gusta ...
El coño de Sofía se sentía muy bien. Apretadito, cálido, húmedo y vibrante. Deliciosamente prohibido. Técnicamente inalcanzable. En ese preciso momento había tres personas que querían que yo estuviera dentro de ella. Era un pensamiento raro pero exacto.
—Recuerda … Tienes que correrte profundamente en mí …
—Lo sé …
—No sirve de nada si lo sacas y te corres sobre mi …
—¿Y porqué tendría que suceder eso? …
—Porque sé que te gusta correrte encima de mí …
—Bueno … Sí … Es verdad …
—Córrete dentro de mi mientras tus hermanas miran …
Gruñí y me incliné a besarla, aunque solo fuera para que dejara de hablar. Sofía me estaba haciendo enloquecer, de verdad. Y claro, ese era el objetivo. Traté de no correrme demasiado rápido. Sentí un peso sobre el colchón mientras estaba follándome a Sofia. Solange se deslizó al lado nuestro. Ella me miró, pero sobre todo tenía ojos para su esposa. Solange apartó suavemente mi cabeza y comenzó a besar a Sofia: ¿Celos? ¿Posesividad? ¿O simplemente estaba demasiado caliente? Ojalá fuera esto último, realmente no quería detenerme justo ahora.
Solange y Sofia besándose tan cerca de mí era demasiado para poder resistir. Exploté dentro de ella, asegurándome de enterrar mi pene hasta el fondo, esas eran las instrucciones. Nunca antes me había corrido tan libremente dentro de una chica. Simplemente deje ir todo lo que tenía y llené su coño con mi semilla, sin preocuparme de nada, sin temores a las consecuencias. Fue una sensación maravillosa y no fue simplemente una corrida más. Solange abrió sus ojos alegremente y me preguntó.
—¿Te corres dentro de ella? …
—Lo está haciendo ahora … —Respondió Sofia debajo de mí.
Asentí mientras le daba las últimas clavadas. Solange sin dejar de sonreír, me dijo.
—¿Haber? … Déjame ver …
Saqué de mala gana mi polla mojada. Solange casi recibe un golpe de verga en el rostro, estaba muy ansiosa por ver el coño de su esposa. Llena de ternura se dirigió a su esposa.
—Oh … Mírate … Estas llena de semen …
Dijo mientras sondeaba con sus dedos dentro del coño de Sofia.
—Está bien … Pero no te pongas a jugar allí ahora … —Le dijo ella.
Solange le sonrió y le quitó el dedo. Lo miró críticamente y luego lo limpio delicadamente en la parte interna del muslo de Sofia. Besó tiernamente el coño de Sofía y luego fue a besar sus labios.
Una vez más me sentí incómodo. Las secuelas de un orgasmo pueden hacerte sentir así a veces, pero ahora era algo especial. No tenía idea cómo comportarme ni que hacer conmigo mismo. Finalmente, me deslicé fuera de la cama y me dirigí hacia la puerta.
Magaly fue muy rápida y se vino detrás de mí, casi me había olvidado de que ella estaba todavía allí.
—Oye … ¿Estás bien? …
—Uhm … Un poco …
—¿Un poco? … Parecía que lo estabas disfrutando … Y eso …
—Ehm … Yo estaba solo … Quizás sea una tontería, pero después de una relación sexual … Se espera terminarla con algo … No sé … Abrazos … O lo que sea …
—Eso no es una tontería … Eso es lo normal … Solange debería haberlo sabido …
Me dijo Magaly acariciando mi brazo. Solo me encogí de hombros y espeté.
—Bueno … Sofia es suya …
—Aunque así sea … Hablaré con ella … Se comportará mejor la próxima vez …
—¿La próxima vez? …
A todo esto, Magaly me había arrastrado a su habitación.
—Sí … Teóricamente … Es poco probable que la preñes a la primera oportunidad …
—Oh … Ya veo …
Magaly me empujó sobre su cama y se acostó a mi lado.
—Uhm … ¿Qué estamos haciendo? …
—Abrazarte … Duerme …
—Todavía estoy desnudo …
—¿Y qué? …
—Ehm … Nada …
Magaly se acurrucó conmigo y me abrazó. En realidad, era justo lo que estaba necesitando. Un contacto humano. Algún sentido de amor y pertenencia. No me gustaba sentirme abandonado y vulnerable y era justo como me estaba sintiendo. Una sensación de vulnerabilidad e incertidumbre. Magaly hizo desaparecer todo eso. Exhalé un suspiro de alivio, mi tensión disminuyo sintiendo la cálida proximidad de mi hermana.
—¿Mejor? … —Preguntó ella.
—En realidad, sí … —Respondí.
—Que bien …
La calidez y afecto de mi hermana Magaly, me tranquilizaron y me hicieron prender sueño. Casi sin darme cuenta me quedé dormido plácidamente junto a ella.
***
Me desperté y Magaly me estaba acariciando como a un cachorro. Parecía divertida al respecto. De todos modos, gruñí un saludo un poco disgustado y dije lo obvio.
—Supongo que me quedé dormido, ¿eh? …
—Así es …
—No era mi intención dormir junto a ti …
—Realmente no lo hiciste … Estábamos bastante alejados el uno del otro …
—Oh … ¿Entonces tu te quedaste conmigo? …
Magaly se encogió de hombros y se estiró, luego saltó fuera de la cama con mucha más alegría y energía de la que estaba sintiendo yo.
—Bueno … Es mi habitación, ¿no? …
Me distraje observando su bello trasero. Llevaba solo bragas de la cintura para abajo.
—Oh … Tú también te quitaste los pantalones, ¿eh? …
—Bueno … No iba a dormir con ellos al lado de un señor desnudo, ¿verdad? …
Un poco avergonzado me cubrí con la sábana y ella se rio diciendo.
—Ya te he visto desnudo, Gabriel … No sirve de nada que te cubras ahora …
—Bueno … Todavía no me acostumbro …
—Así veo …
Magaly encontró sus pantalones y se los puso. No estaba seguro de que esto me hiciera sentir mejor. Ahora ella estaba completamente vestida y yo totalmente desnudo, para empeorar el todo con una tremenda erección matutina. ¿Habrá sido Magaly que me la provocó? ¿Lo habrá notado ella? ¿Deduje que sí se había dado cuenta?
—Te dejaré un poco de privacidad …
Me dijo ella guiñándome un ojo, mientras contoneando sus caderas se dirigía hacia la puerta y apuntaba con un dedo al bulto debajo de la sábana. Sí, ella se había dado cuenta. Claro está, no me iba a masturbar, si es que eso estaba insinuando ella. Pero definitivamente necesitaba mi ropa. Maldición. ¿Cómo iba a recuperar mi ropa? Todo había quedado en la habitación de Solange y Sofia. Me lancé corriendo a la puerta y grité.
—Oye Magaly … Magaly …
—¿Qué? … Uhhuuu …
Dijo ella reapareciendo en la puerta con sus ojos fijos en mi erección.
—Cállate … Solo necesito mi ropa ...
—Yo diría ...
—Ya ... Ya ... Están en la pieza de Solange y Sofia …
—Oh … Eso va a ser incomodo, ¿eh? … Probablemente estén durmiendo …
—Podrías traérmelos, por favor …
Me regaló una hermosa y astuta sonrisa y otra vez apuntó ahí abajo.
—Está bien … Tengo que cuidarte muchísimo, ¿sabes? …
—Bueno … Sí … Sí … Lo sé …
—Por suerte te amo …
—Bueno … Bueno … También yo a ti …
Me quedé esperando junto a la puerta. Esperé y esperé, pero ella no regresó. Me vi obligado a ir de puntillas hacia la habitación de Solange y Sofia. Magaly estaba sentada a los pies de la cama con las piernas cruzadas y charlaba feliz de la vida con las chicas. Intenté volver a la habitación de Magaly, pero Solange me vio antes de que pudiera escapar.
—Magaly … ¿Debías llevarle la ropa a Gabriel? …
Preguntó, habiéndose dado cuenta de que yo me encontraba desnudo fuera de la puerta de ellas.
—Hmmm … Quizás sí …
Entonces se percató de que yo estaba ahí afuera desnudo.
—Oh, Gabriel … Entra … Solange y Sofía también están desnudas …
Luego murmuró como para sí misma.
—Creo que yo soy la única rara en medio a ustedes …
Entré tratando de minimizar mi polla entiesada. Cuando finalmente me senté ya no era tan obvio lo parado que estaba. Además, todas me habían visto ya la noche anterior y no era nada nuevo para ninguno de nosotros. Solange se giró hacia mí y preguntó.
—¿Cómo te sientes? …
—Bien … Creo …
Magaly apuntó a mi dureza y dijo.
—Pero todavía está caliente …
—Bueno … Sucede hasta en las mejores familias …
—Uh … Anoche sí que estaba caliente la temperatura … Apuesto a que Solange y Sofía hicieron cositas después de que nosotros nos fuimos …
Miré a Solange que ni siquiera se inmutó ni lo negó. Es más, abrazando a Sofia agregó:
—Por supuesto que lo hicimos … No podía quedarme con las ganas después de observar todo lo que sucedió ayer …
Magaly la miró sarcásticamente y comentó.
—Siempre y cuando no hayas lamido toda la eyaculación desde el coño de Sofia … Eso anularía el propósito de ese semen
Solange y Sofía se miraron inquietas, los ojos de Magaly se abrieron cómo platos y exclamó.
—Oooh … Lo hiciste … Cochina …
—Bueno … Sí … Solo un poco …
Admitió Solange.
—Pero esa era la corrida de nuestro hermano, depravada …
Dijo Magaly fingiéndose alterada, pero su tono sugería que no estaba ni siquiera horrorizada ni asombrada, más bien, bromeaba.
—Fue solo un percance inesperado ... Necesitaba correrme otra vez y ella me lamio solo un poco … De seguro que atrapó algo de eso en la mientras lo hacía …
Magaly se llevó sus rodillas al pecho y exclamó.
—Uhmmm … Guau …
Yo me sentí un poco fuera de lugar y dije.
—Está bien … Pero esto no me ayuda en cada … Agarraré mi ropa y …
—Lo siento … No fue mi intención hacerte sentir incómodo … Quiero decir, sí probé un poco de tu semen anoche … Pero eso fue algo totalmente tangencial … Podría decirse, un accidente …
—Bueno … Quiero decir que … Ehm … Bueno … Sea lo que sea … Esto es mucho para mi a primera mañana … Necesito irme y calmarme …
Dije bastante incómodo, Magaly se acercó a mí apuntando con su dedito delatador y sonriendo, dijo.
—Je-je-je … Con tamaña erección …
Solange vino a mi rescate.
—Oh, Magaly ... Por Dios ... Déjalo en paz … No puedes tirar la primera piedra …
—No lo he hecho … Además, yo no he hecho nada … No soy tan depravada como ustedes …
Está vez Solange se sintió ofendida.
—Claro que sí lo eres … Eres nuestra hermana … Eres como nosotros … No creas engañarnos … ¿Cuántas veces te corriste anoche? …
Me pareció necesario salir en defensa de Magaly, que me había acogido y recogido anoche.
—Ninguna … Ella estaba conmigo … Me quedé dormido a su lado … Ella …
Me detuve, Magaly sonreía y se había alejado de mí.
—Oh, por Dios Magaly … ¿Lo hiciste mientras dormía? …
—Ehm … Tal vez …
—Oh … Oh … Guau …
—Estaba cachonda … No llegue a correrme tantas veces … Como otros …
—Si … No sé … Ehm … Qué confusión …
Solange impertérrita me preguntó.
—¿De qué? …
—Nuestra querida hermanita menor e inocente que se masturba mientras yo duermo … Oh, no …
Magaly respondió alterada.
—Y la mayor que lame tu semen y se masturba con eso …
Solange a modo de disculpa, dijo.
—De él … Pero no con él …
Sofia finalmente interrumpió.
—Ya ... Basta ... Basta ... Cálmense todos ustedes … Cómo pueden discutir de eso a primera hora de la mañana … Inconcebible … ¿Acaso están todos de mal humor? …
—Por supuesto que no … Estamos animados … —Dijo Magaly.
—Si … yo me siento energizada …
Agregó Solange y acto seguido se volteó a besar a Sofia. Las sábanas escurrieron por sus cuerpos desnudos. Ahora podía ver claramente sus pezones rozándose y sus tetas aplastándose juntitas la una con la otra. Magaly también las observaba mordiéndose su labio inferior, como hipnotizada deslizó su mano entre sus piernas, solo sosteniéndola allí y apretando sus muslos alrededor de ella.
—Estas excitando a tus hermanos, cariño …
Dijo Sofía, de manera bastante perspicaz. Solange se limitó a decir.
—Bueno … Eso no tiene nada de malo …
Y siguió mordisqueando los lóbulos de su esposa, entonces Sofía le preguntó.
—¿Sí? … ¿Está bien eso? …
—Bueno … Sí Gabriel está lo suficientemente caliente … Podríamos hacer que se vuelva a correr en tu coño, querida … Eso aumentaría las probabilidades de que te preñe, ¿no? …
—Ah … Eso está muy mal … —Dijo Sofia.
—Dices eso solo porque es lo que estás queriendo de verdad, ¿no? … —Le rebatió, Solange.
—Mmm … Tal vez …
—Te gustó follarte a mi hermanito menor, ¿eh? …
—Ooohhh … Uhmmmmm …
Sofía gimió cachonda y oculto su rostro en el cuello de Solange. Escondiéndose de nuestras miradas. Solange se giró hacia nosotros y nos guiño un ojo, luego volvió a besar a Sofia intensamente por todas partes. Magaly se impacientó y dijo.
—Bueno … Al diablo con todos … Esta es una mañana sin pantalones …
Se sentó en la cama y con un poco de dificultad se los quitó. Pude percatarme de que sus bragas ya estaban mojadas, lo cual fue un descubrimiento fascinante para mí. No es que me sorprendiera, pero me hizo darme cuenta lo caliente que estaba y quería ver más. Y bueno, todos nosotros ya estábamos desnudos.
—Oye, Magaly … —Dije.
—¿Ah? … —Respondió.
Si más palabras agarré el dobladillo de su remera y metí mis manos por debajo. Magaly sin chistar, levantó sus brazos en el aire y yo saqué su camiseta por su cabeza. Su piel se sentía cálida y acogedora por debajo. Quizás porque estaba caliente y excitada. Ahora sus pezones estaban desnudos y muy duros, haciendo juego con mi polla, de algún modo. Hicimos contacto visual, cuando deje de mirarle sus tetas. Ella me miró desafiante y me dijo emocionada.
—Todavía tengo mis bragas puestas …
—¿Crees que debería …? …
Magaly se encogió de hombros y me dejó hacer. Me incliné en una reverencia ante mi hermana menor y me preparé para quitarle sus bragas. Le estaba devolviendo el favor que me hizo ella anoche cuando me quito la ropa antes de follar a Sofia. Bueno, yo también quería verla desnuda.
Tenía sentimientos encontrados y trataba de algún modo de justificarme. Solo que no sabía como hacerlo. Mis hermanas me habían visto desnudo y teniendo relaciones sexuales. Eso ya había sucedido. Pero esta mañana, estaba viendo a Solange y Sofia entrelazadas con brazos y piernas dándose placer totalmente desnudas. Eso estaba sucediendo ante mi y Magaly. Seguro que lo estaba disfrutando, pero al mismo tiempo sentía algunos sentimientos de culpa. No se si a este punto a alguien le importaba.
Ahora quitarle la ropa a Magaly fue admitir, para mí y para todos, que yo quería tenerla desnuda. Eso hizo que mis pensamientos volvieran a complicarse.
—Si no lo haces tú … Me las quitaré yo … —Dijo Magaly impaciente.
Me di cuenta de que había titubeado demasiado, simplemente mirando las bragas empapadas y pegajosas de Magaly. Ya podía ver muy bien el contorno de su coño pelado.
—Lo siento … Estaba pensando … —Le dije embobado.
—Lo entiendo a mi me sucede lo mismo … —Respondió sonriendo con la boca un poco torcida.
—¿Pero todavía quieres que lo haga yo? …
Las mejillas de Magaly estaban ligeramente sonrojadas y me dijo en un susurro.
—Sí tú también lo quieres …
La cuestión era que yo quería, Tire suavemente de su prenda elastizada, y vi que se había introducido en medio de los labios mojados de su coñito. Suavemente jalé hasta desprenderla de su labia hinchada, luego de sacárselas, le bajé las piernas. Su coño estaba justo frente a mí. Todo mojado y excitado, pero pequeñito, gordito y muy bonito.
—¿Estas mirándome? …
—Oh … Uhm … Lo siento …
—Pero sigues mirándome …
—Ehm … Sí … Sucede que tengo muchas ganas de besarlo … ¿Es eso tan malo? …
—¿Qué? … ¿A mi coño? …
—Sí …
Magaly movió nerviosa sus ojos pata mirar a Solange y Sofia que se revolcaban sobre la camas con lánguidos gemidos, luego me dijo:
—Está bien … Solo uno rapidito …
Su respuesta me tomó por sorpresa, la miré por un segundo para asegurarme que hablaba en serio. Miré hacia su coño y este parecía hacerme señas. Me incliné y lo besé. Rápido, pero tal vez no tan rápido como podría haber sido. Magaly me regaló un profundo suspiro y un medio gemido. Ese sonido para mi fue inquietante y atractivo, provenía de mi hermanita menor.
Tuve que levantarme y alejarme para no zambullirme en el coño de mi hermana e ir por más. Ella y yo compartimos una mirada cómplice. Sé que ella me habría dejado continuar. Estoy seguro de que lo habría hecho. Junto sus piernas y me dijo.
—Concentrémonos en Sofia … Tienes que volver a hacerlo … Para mayor seguridad …
—Esta bien …
Pero seguí mirando a Magaly hasta que se sonrojó y me dio un empellón.
—¿Qué estás mirando? …
—Que estás desnuda …
—Lo sé …
—Te ves muy linda …
—Cállate … Solange … Gabriel está siendo un pervertido …
Solange se separó brevemente del coño de Sofía y preguntó.
—¿Por qué? … ¿Qué hace? … ¿Está mirándome el trasero? …
—¿Qué? … No … Está mirándome …
—¿Por qué estaría mirándote a ti? … Yo tengo un buen trasero …
—Si es verdad … Su trasero es precioso …
Dijo Sofía apoderándose del trasero de Solange y apretándolo con ambas manos posesivamente.
—Pero si lo hace …
Reclamó Magaly. Yo me distraje a mirar como Sofía jugaba con el trasero esplendido de mi hermana mayor. Magaly lanzó un imprecación ofendida, pero estaba seguro de que era más porque yo ahora miraba el culo de Solange. Entonces no encontró nada mejor que darme empujones.
—Va … Anda por Sofia …
—Solange está en el camino …
Le dije, entonces ella dijo.
—Esto no debe ser así … Vamos Solange … Deja entrar a Gabriel … ¿Cómo se supone que se correrá con ella si tu estas en el camino? …
—Sofía es mi esposa … Tengo la prioridad …
Dijo Solange un poco autoritariamente.
Si … Eso es verdad … ¿Pero quien es la que quiere un bebé ahora? …. ¿Recuerdas? …
Magaly se arrastró al lado de ellas, para examinar de cerca lo que estaban haciendo. Luego apartó por completo las sábanas. Las dos chicas se estaban retorciendo juntas. Solange y Sofia estaban pegaditas la una contra el coño de la otra. El trasero de Solange apuntaba hacia mí y ella tenía toda la razón, su trasero era deslumbrante.
Nunca había visto a mis hermanas bajo esta óptica y funcionaba perfectamente para mí. Mi polla estaba dura como el acero. No sabía que elegir y donde mirar y a quien quería impregnar. Creo que Magaly tenía razón, me estaba convirtiendo en un pervertido. Pero ella también se dejaba andar, se había ido a ubicar detrás de Solange y ahora admiraba el trasero de su hermana mayor. Ella bajó su mano y acarició las nalgas de Solange y luego le dio un fuerte golpe, riéndose del gritó que escapó de la boca de ella.
—No me golpees el trasero … —Reclamó Solange.
—¿Por qué no? …
Preguntó Magaly volviendo a darle otra cachetada a las nalgas de Solange, añadiendo.
—Está ahí, para mí … Y es muy bonito … Tal como tu dijiste …
Magaly siguió abofeteando el culo de Solange. Pude verla que se preparaba para huir en caso de que Solange se le volviera contra. Sin embargo, en vez de reaccionar negativamente, Solange comenzó a besarse con Sofía aún con mayor energías y pasión. De debajo de ella, Sofía dijo.
—Cuidado … A Solange le encantan los azotes cuando está muy caliente …
Magaly se detuvo con la mano en el aire.
—Solange … ¿Estás disfrutando esto? …
—Por supuesto que no …
—Mentirosa …
Dijo Magaly comenzando a golpear con mayor energías. Solange arqueó su espalda y se levantó mirando a su hermana con una mirada felina, le dijo.
—Cuidado, Magaly … Que yo puedo hacerte muchas cosas …
Magaly se detuvo en seco, quizás cohibida por las palabras fuertes de Solange. Estábamos todos demasiado calientes y estábamos haciendo algunas tonteras. Aunque no me disgustaba estar desnudo en medio a mis hermanas. Viéndolas volverse cada vez más coquetas y calientes. Se suponía que la razón principal era que yo dejara a Sofia embarazada, pero en este momento nadie parecía preocuparse de ello. Magaly seguía torturando el trasero de Solange y me hizo señas de que me acercara. Me coloqué justo detrás de Solange. Magaly abrió las nalgas de su hermana y guiñándome un ojo me dijo que mirara. Podía ver perfectamente los dos coños mojados que se frotaban el uno contra el otro. Magaly agarró mi polla y comenzó a tirarme hacia esos dos chochos hinchados y enrojecidos de excitación. Para mí era una locura absoluta. Pero sentí la humedad y la tibieza de sus fluidos, eso se sentía muy bien. Magaly fue guiando la punta de mi pene entre esos dos coños.
La dejé guiarme y me señaló una área entre Solange y Sofia, justo donde sus coños se encontraban el uno con el otro y había un flujo constante de fluidos.
—Ponlo ahí …
—Sí señora …
—Y no me digas señora …
—Está bien …
Magaly seguía empujando mi ariete, tratando de sujetarlo todo el tiempo posible contra el coño de Sofia y Solange. Cuando mi polla golpeo el coño mojado de Solange, esta dio un respingo.
—Ay … Ay … Gabriel …
—¿Qué pasa? … —Quiso saber Sofía.
—El pene … El pene de Gabriel me golpeo el coño …
—Bueno … Un pequeño error de calculo …
Dijo Sofia riéndose casi a carcajadas.
—Te parece eso gracioso, ¿verdad? …
—Un poco gracioso pero muy caliente …
—Pero es mi hermano …
—Bueno una buena ocasión para ver a la Solange femenina contra la Solange masculina …
—No soy la Solange masculina … —Dije, pero a nadie le importó.
Magaly se reía desenfrenadamente y me instó a seguir adelante. Es cierto que estaba feliz entre esos dos jóvenes coños y quería profundizar más en ellos. Las chicas también estaban felices de frotarse contra mi polla estando la una sobre la otra. Yo tenía intención de mantenerme allí y poco a poco irme deslizando en el coño de Sofia. Pero a la vez era tentador quedarme así sin hacer nada.
Con los movimientos continuos de ellas, mi polla se fue enganchando en sus coños. Yo también trataba de empujar cada vez que tenía la posibilidad. Estaba bien si solo fuera el coño de Sofía que amenazaba con tragarme, pero el de Solange también estaba en la mezcla y no parecía querer evitar el contacto fortuito en absoluto. De hecho, mi polla se deslizó en el coño de Solange y en ese preciso instante Magaly me soltó el pene y yo empujé con todas mis fuerzas penetrando un coño, Todavía no sabía cuál. Solange dio un chillido, acompañado de un jadeo y me dijo entre dientes.
—Que mal hermano que eres …
—¿Qué? …
—Oh, no …
Sofía trataba de zafarse para poder mirar. Magaly, sin embargo, inmediatamente se arrastró para poder mirar de más cerca toda la situación.
—Oh, Dios … Lo hizo …
Declaró Magaly con una voz asombrada y como en trance, pero definitivamente cachonda de todos modos. Se me pasó por la cabeza de que podía estar dentro de mi hermana y traté de retirarme. Pero Solange puso su brazo hacia atrás envolviendo mi torso y me empujó más dentro de ella. Solange comenzó a gemir excitada, mientras la follaba. Estaba follando a mi hermana mayor. Parecía imposible que pudiera haber sucedido. Estábamos jugando con fuego. Pero ninguno de nosotros actuaba como si se estuviera quemando.
—Oh, guau … Dios mío, guau … Solange … ¿Sabes qué? …
—Sí … Lo sé … —Dijo mi hermana enterrando su rostro en el escote de Sofia.
—¿Qué sucede? … Yo no veo nada … —Reclamó Sofia.
—Gabriel está follando mi coño y no el tuyo … —La informó Solange.
—Oh …
Fue lo único que alcanzó a decir, porque Solange le tapo la boca a feroces besos. Ella aceptó de buena gana los besos de ella aún cuando estaba siendo follada por mí, su propio hermano justo encima de ella,
El coño de Solange entró en contracciones y me apretaba mucho. Ella azotaba su culo contra mí y gemía y mientras más fuerte la follaba, ella más gemía y se besaba frenéticamente con su esposa. Magaly estaba frotando su coño con dos dedos mientras estaba arrodillada justo detrás de nosotros, en primera fila. Tuve la fuerte sensación de sacarlo y correrme en la cara de Magaly, pero afortunadamente ella cambio de lugar.
Magaly jadeando de lujuria, volvió a colocarse al flanco de Solange, mirando de cerca como yo embestía las nalgas de Solange. Ella me miró buscando mi aprobación, quería ser parte del acto de follar a nuestra hermana mayor. Se chupó un dedo, lo llenó de saliva y luego lo posicionó en el ano de Solange, frotándola y penetrándola.
—Magaly … —Gritó Solange.
—¿Tus hermanos siempre han sido tan juguetones? … —Preguntó Sofia.
—No … Lo estoy descubriendo ahora …
Respondió Solange gimiendo y moviendo su trasero contra el dedo de ella, no reclamó incluso cuando Magaly insertó un segundo y un tercer dedo dentro de ella.
—¿Querías hacer eso? … —Le pregunté a Magaly.
—Bueno … puede que no haya otra oportunidad nunca más … —Dijo Magaly y luego agregó.
—Sí tú puedes follarla … ¿Por qué yo no habría de jugar con su trasero? … No hay nada de malo en ello …
—No sé si eso va a ser así … —Dijo Solange suspirando.
Podría haber estado preocupado por Solange. Pero ella hacía todo lo posible por animarnos a Magaly y a mí. Su disyuntiva ahora era joder mi polla o quedarse quieta y gozar con los dedos de Magaly.
Todo había comenzado con el objeto de ayudar a Solange y Sofia a concebir un hijo, en cambio, ahora nos encontrábamos involucrados los tres hermanos en una orgía que ninguno de nosotros quería detener.
Magaly se estaba volviendo cada vez más audaz. No solo porque había logrado meter sus cuatro dedos en el culo de Solange. Sino también porque había comenzado a lamber sus glúteos. Ella lamía y follaba el culo de su hermana mayor, mientras yo le llenaba el coño con mi polla.
Comencé nuevamente a tener ideas con el rostro de Magaly que estaba tan cerca de mi polla. Desde ciertos ángulos no sabría decirse si estaba follando el coño de Solange o la boca de Magaly. Lo preocupante es que a mí, ambas imágenes me gustaban.
Solange reclamó cuando saqué mi pene de su coño. Mi polla estaba mojada y resbaladiza con sus jugos y se balanceaba frente a la cara de Magaly. Ella me miró solo por un segundo y luego se abalanzó a tragar mi polla. La empujé profundamente en la boca de ella y ella lo chupó con verdaderas ganas.
—Vuelve a ponerlo dentro de mí … —Insistió, Solange.
—Espera solo un segundo …
Le pedí, sintiendo embelesado como los labios de Magaly me estaban dando una maravillosa mamada.
—Solange necesita la polla de su hermano dentro de ella …
Dijo Sofía en una voz cantarina que nos hizo reír, luego agregó.
—¿Te imaginas si él la dejara embarazada a ella antes que a mí? … Tendríamos una pequeña Solange, tan bella como su madre …
Solange gruño y besó ferozmente a Sofia. Ella también meneo su culito sin tapujos. Magaly se sacó mi pene de la boca con un sonoro ruido. Su ojos brillaban como dos luceros.
—Está bien … Hazlo …
Agarró mi polla y la empujó hacia el coño de Solange. Estaba feliz de regresar a su estrecho coño. Sabía que Sofia bromeaba, pero de alguna manera la idea de que yo embarazara a Solange parecía gustarle a todos. Era demasiado para ser realidad.
Tan pronto como me sentí afianzado en el coño de Solange, comencé a embestirla con todas nis fuerzas, tratando de llegar lo más profundo posible. Magaly ni siquiera intentó lamer de nuevo el culo de Solange. Ella simplemente nos miraba y se masturbaba el coño con sus dedos.
—Vamos … Córrete dentro de ella ,,, —Dijo a baja voz.
—Umpf … Silencio … —Dije.
—Vamos … Fuerza … Llénala … Llénala todita …
—Tú … Tú …
La mano llegaba a ser borrosa, mientras ella frotaba su coño frenéticamente.
—Vamos … Solo hazlo … —Decía la voz de Sofia, antes de ser acallada con los besos de Solange.
Sentí que me acercaba y lo quería. Quería tanto hacerlo. Nunca había llenado el coño a una de mis hermanas. Era un pecado delicioso y terrible. Pensé a las palabras de Magaly, quizás nunca más en la vida iba tener una ocasión como esta. Porque muy bien esta podría se la única vez que Solange me dejaba follar su coño. No había una verdadera razón para correrme en el coño de mi hermana mayor. Pero lo necesitaba. Era solo algo que yo quería hacer. Nada más importaba.
Aferré los flancos de Solange y comencé a darle fuertes embestidas con mi polla al rojo vivo, enterrada profundamente en ella. Cuando exploté dentro del estrecho coño de mi hermana, disparándole ráfagas y ráfagas de esperma candente, mis piernas flaquearon y creí que me iba a desmayar,
—¿Te estás corriendo? … —Me preguntó, Magaly.
—¿Acaso no dice nada este bobo? … —Rezongó, Solange.
—Umpf … Umpf … Aaahhh … Uhhhhh … Ooohhh … Umpf … Aaaahhhh …
No podía parar de correrme ni tampoco podía pronunciar ni una sola palabra.
—¿Te corriste dentro de ella? … —Insistió, Magaly.
—¿Adentro? … —Preguntó, Sofia.
—Sí …
Atiné a pronunciar. Magaly gimió y comenzó a corcovear tirando su pelvis al aire mientras sus piernas temblaban por si solas. Después me quedé en el coño de Solange, esperando los sentimientos de culpa. Pero no llegaron. Me sentí maravillosamente bien dentro de la acogedora panocha de mi hermana.
(Continuará …)
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El regalo más preciado de quien escribe es saber que alguien está leyendo sus historias. Un correo electrónico, a favor o en contra, ¡Tiene la magia de alegrar el día de quien construye con palabras, una sensación y un placer!
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