Vacaciones con mi tía.

por
género
incesto

Me desperté esa mañana con el pico duro como una roca y con muchas ganas de orinar, era muy temprano así que corrí hacia el baño vestido solo con mi polera, grande fue mi sorpresa cuando encontré a mi tía Margarita vestida solo con su tanga e inclinada en el lavamanos enjuagando su boca, ella se giró sorprendida y miró mi erección con ojos ávidos, yo miré sus pechos que se bamboleaban libremente, eran como dos melones pequeños, sus areolas ligeramente obscuras, y sus pezones pequeños y erectos.

Nos quedamos como embobados mirándonos el uno al otro por variados segundos, luego ella apuntando a mi asta que apuntaba directamente a ella, dijo … parece que te contentas de verme sobrino, ¿eh? … yo muy nervioso a mi adolescente edad, casi tartamudeando respondí … tía, eres tan bonita que no podría ser diferente mi reacción … eres hermosa, ella un poco coqueteándome y acercándose a mí, dijo … te parece que es adecuado sorprender a tu tía con esta cosa así de dura y parada, ¿eh? … ahora ella tenía su mano alrededor de mi verga … no tía … no, es solo que es tan temprano que no pensé de encontrar a alguien ocupando el baño y venía de carrerita a orinar … siempre con su mano en mi pene, ella me llevo cerca de la taza del baño y me dijo … hazme ver si es verdad que quieres orinar … pero tía si me estas mirando no me siento confortable, no me sale, dije … okey, me soltó el miembro y se fue caminando hacia la puerta del baño, cerrándola con el seguro … cuando ella volvía, mi vejiga comenzó a desocuparse con un potente chorro … me volvió a tomar en su mano mi pico que todavía expulsaba chorritos de orina en la taza e hizo rebotar los últimos chorritos en su mano … ¡oh! ahora no está tan durita como antes, déjame ver si la podemos volver a como estaba, así diciendo comenzó a mover mi pija, echó todo el prepucio para atrás, haciendo emerger el glande.

Mi tía, vive con su hermano en la casa de los abuelos, los cuales fallecieron en un accidente automotriz, mi tío Jorge trabaja con turnos de noche en el hospital y regresa a casa en la tarda mañana.
Yo soy Juan, estoy en tercero medio y acabo de ser promovido a cuarto, terminé mis exámenes antes de mi hermana y ella con mamá se quedaron en la capital, mientras mi hermana termina su año escolástico, mamá decidió enviarme a casa de su hermano para ayudar a la tía a preparar las piezas que nos acomodaran por las vacaciones veraniegas, es así come me encuentro solo con mi tía en esta inusual situación, pero disfrutándola al máximo.

Margarita, cerró la tapa del baño y se sentó sobre ella, con sus dos manos comenzó a jugar con mi verga haciéndola endurecer como palo … me estas mirando mis tetas ¿verdad? … te gustan y quisieras tocármelas ¿verdad? … me tomó la mano y la colocó sobre su pecho izquierdo … solo sentir esa firme y mórbida carne de ella, hizo palpitar a mi pene, ella se dio cuenta y acerco sus labios, comenzando a dibujar círculos con su lengua en mi glande que brillaba con su saliva.

Ella se levantó y tiro una toalla grande sobre las baldosas y me hizo recostar, luego se sentó junto a mí con sus piernas dobladas, continuó a pajearme con una mano, mientras me miraba con ojos luminosos y centelleantes, se dibujaba una sonrisa en sus labios carnosos y complacientes ,,, como has crecido sobrino mío, dijo … te estás haciendo un hombrecito ¿eh? … ¿a cuantas de tus compañeras de colegio te has follado? … puedes decírmelo, soy tu tía no tu madre, agregó … la verdad tía, es que solo nos hemos tocado yo y mi novia … no hemos concluido nada todavía, pensábamos hacerlo una vez que termináramos nuestros estudios, para el próximo año … ¿y puedes estar todo un año sin sexo, sobrino? … tía, somos estudiantes, no somos adultos y nos cuidamos.

Tenía una visión perfectas de los senos de mi tía y podía ver también sus muslos cerrados y una pequeña porción de su tanga, ella me miraba con deseos mordiendo sus labios carnosos, continuaba un movimiento hacia arriba y hacia abajo mientras su mano envolvía mi pene, yo estaba un poco nervioso porque jamás pensé que mi tía me haría una paja, pero ella aumento la velocidad de su mano y pronto mi verga empezó a escupir semen por todos lados, al menos unos seis chorros fuertes y otros tres más reducidos, la mano de ella estaba cubierta de líquido perlado, ella puso su mano sobre sus tetas y masajeó su mano entre ellas, sus grandes senos brillaban con la humedad de mis chorros.

Margarita se levantó y me hizo levantarme, después dijo que no habíamos terminado, esta noche cuando tu tío se vaya al trabajo, tendremos otro momento para nosotros dos solos.

Estuve todo el día limpiando dos piezas y arreglando las camas donde llegarían mamá y mi hermana, mi tía me trajo un poco de jugo un par de veces y no perdió tiempo a acariciarme la verga, no podía tampoco sacarme de la cabeza a mi tía y el encuentro de esta mañana, almorzamos después de mediodía, mi tío se levantó como a las cinco de la tarde, se bañó y luego de una colación se fue al hospital, Margarita vino y se sentó en mi regazo.

Ella me besó apasionadamente, me dijo … he pensado en tu verga todo el día, estoy loca por sentirte en mi … gimió y en susurros me dijo vámonos a mi cuarto, me tomó de la mano y nos fuimos casi pegados con nuestros labios hasta su cama, a mí me vuelven loco sus tetas, así que con ambas manos me dediqué a masajear sus grandes senos, ella estaba sin sujetador, así que cuando le saqué el polerón, sus masas mamarias saltaron libres a mis manos, me incliné a besar sus areolas y mordisquear sus pezones, ella se recostó llevándome con ella sobre sus pechos, nos acomodamos el uno al lado del otro, ella buscaba los botones de mi camisa para desvestirme, así que me senté al borde de la cama y me saqué de una toda mi ropa, Margarita mordiéndose los labios aferró mi pene.

Me incline sobre ella y mis labios se posaron en su chochito húmedo, ella comenzó un movimiento giratorio de su vulva, sus grandes labios rosados hacían cosquilla a mi barbilla, presionaba sus labios contra mi boca, gemía y tremaba al sentir mis lengüetazos sobre su resbaladizo clítoris, mi tía abrió aún más sus largas piernas y una de sus manos agarró mis cabellos y aplastó mis labios contra su entrepierna … ¡oh cuanto me gusta esto? … susurró imperceptiblemente … no sabes cuanto tiempo te esperaba, agrego con un largo suspiro.

Terminé de desvestirla, ella colaboró con prisa, estábamos los dos desnudos de pies a cabeza, la besé con mucha pasión, una mujer tan linda como mi tía se merecía ser amada con todo el cariño y la pureza de sentimiento que solo un adolescente inexperto como yo podría demostrar, estaba un poco nervioso justo por la falta de experiencia, mi tía no soltaba mi pija, me empujó sobre su cama y volvió a sentarse a mi lado arrodillada, en mi posición podía acariciar sus glúteos y acariciar sus labios mayores, su vulva muy húmeda y estrecha restaba cerrada, mis dedos palpaban suavemente su coñito, estaba empapada, mis dedos se mojaron con juguito de chocho, tal lubricación me permitió inserir en su chuchita primero un dedo y después un segundo, el boquete de su vagina no me permitía meter un tercero, era demasiado estrecha.

Margarita me pajeaba con vigor, sintiendo que era pronto a acabar, se inclinó acercando sus pechos exuberantes al glande que brillaba con gotitas perladas de semen que anunciaban mí eyaculación, con mis piernas rígidas, mis glúteos tensos y mí pene duro como fierro, convulsioné follando la mano de mi tía, disparando una carga de lechita tibia en sus tetas, ella se agachó un poco y restregó sus pezones en la punta de mi verga que seguía expeliendo líquido seminal, todo su pecho y sus gloriosos senos resplandecían bañados en esperma.

Mi tía estrujaba mi pico y con su lengua probaba con gusto mi semen, luego se recostó a mi lado poniendo sus labios aún bañados en mi boca, me dio a degustar mi propia lechita, su beso apasionado hizo endurecer a mi miembro rápidamente, Margarita me montó y acomodó su vagina sobre mi pene, bastó restregar mi glande en la hendidura de su chocho un par de veces para hacerlo entrar en su estrecho canal vaginal, ella haciendo uso de su propio peso, lo hizo entrar hasta que mi vello púbico hizo contacto con sus labios mayores, luego esperó acomodarse a la penetración, después de un minuto o algo así, ella empezó a follarme con su chuchita estrecha.

Margarita con sus senos aplastados contra mi torso, hacia un movimiento hacia arriba y hacia abajo, luego se alzaba con sus manos en mis pectorales y hacía un movimiento giratorio de sus caderas, después se enderezaba y daba saltitos con sus manos levantadas a la altura de sus pechos, tomando sus pechos que saltaban junto al resto de su cuerpo, era un espectáculo magnifico, como magnifica era ella al follarme como una diosa.

Mi tía me folló por una decena de minutos, la sentí acabar una vez, pero no se detenía, la tomé por la espalda y sin sacárselo, la giré y la recosté sobre la cama, ella abrió sus ojos sorprendida, pero apenas se acomodó inicié a follarla con fiereza, con fuerza, ella envolvió mi cintura con sus piernas y continuo a gemir, chillar y susurrar que la follara más rápido y más fuerte.

Fue lo que hice, la follé un largo rato así, haciéndola gritar y estrechar sus tetas contra mi torso, luego me despegué de ella y la hice girar, la puse en cuatro, a lo perrito, me deleite mirando su hermoso culo por unos instantes y su chocho que brillaba y goteaba, ella acomodó su rostro sobre la cama y tomó las sabanas firmemente, diciendo … métemelo sobrino, lo quiero todo dentro de mi … mi pene se deslizó fácilmente en su chuchita, nos movíamos en perfecta armonía, con mi pulgar empecé a follar su estrecho culito rosado, gemidos y chillidos, además de contracciones de su esfínter, me señalaron que le gustaba, así que aumenté la velocidad de mis golpes cada vez más fuerte y rápido, mi eyaculación estaba próxima.

Mi tía gritaba … ¡no te detengas! … ¡así, que rico! … ¡continua, por favor! … sus manos se contorsionaban, se estremecía como si hubiese recibido un shock eléctrico, chillaba y emitía gruñidos guturales … ¡ooohhh! … ¡ssiii! … ¡amor que rico! … estaba siendo golpeada por unos de sus orgasmos, no pude resistir, mi dedo se hundió en su ano, mi polla se flexionó y mi lechita se derramó a borbotones dentro de su chocho ardiente, aferré sus caderas con mis manos para descargar en lo profundo de su coño mis últimas gotitas de semen, luego la solté y ella se derrumbo sobre la cama en una posición fetal, mi semilla comenzaba a fluir fuera de su vagina y se esparcía sobre sus muslos.

Margarita se giró sobre el lecho y puso una toalla entre sus piernas, suspirando me dijo … sobrino te has comportado espléndidamente, tenemos que repetir esto más a menudo antes de que llegue tu madre, ahora vete a dormir y si fuese el caso de que esa cosa se endurece de nuevo, pues vente de carrerita a mi cama y ya encontraremos modo de calmarla.

Ésta es la hermana de mi madre, mi queridísima tía, no nos cansamos de follar y soy su sobrino favorito … ¡era que no!
escrito el
2021-01-27
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