Mi Lyon ... irremplazable.

por
género
zoophilia

El día estaba llegando a su fin, afuera pleno invierno, bajas temperaturas y truenos que hacían temblar los vidrios de las ventanas de mi casa, me despojé de mi impermeable y llevé mi paraguas al baño para dejarlos en la bañera, me fui a la cocina para prepararme un café caliente y comer alguna merienda, mi jornada diaria se había concluido y me aprontaba a relajarme mirando el noticiario de la Tv y luego ver alguna serie o película en el cable.


Me dirigí a la cocina y preparé la escudilla para mi mascota, Lyon dormía hecho un ovillo en su colchoncito de la cocina, ya lo había hecho salir al patio para que hiciera sus necesidades, volvió con su dorado pelaje bañado, lo sequé con esmero, sequé cuidadosamente sus patitas, lo acaricié, y el lengüeteo mis manos en agradecimiento y se dispuso a dormir.


Mi adorado apenas sintió ruidos de escudilla, levantó su cabeza y comenzó a observar mis movimientos, hasta que deposité su plato cerca de él, él no quitó sus ojos de mí, ávidamente comenzó a comer su alimento.


Me fui a continuar con la preparación de mi refrigerio vespertino, me senté en el sillón a sorber mi café y saborear mi pancito con huevos revueltos, estaba en eso, cuando la luz de la ampolleta parpadeó varias veces, la televisión se apagó y tuve que volver a encenderla, un fuerte trueno hizo retumbar todo, la tempestad se había desencadenado y en los zinc del techo se sentían los pesados goterones, continué a mirar el noticiario y al momento de reporte del tiempo, el meteorólogo anunció la continuación del frente de mal tiempo para toda la región metropolitana, subiendo a alarma roja para todos los sectores cordilleranos y quebradas adyacentes.


Me fui a la cocina y lavé la vajilla que había utilizado y también la escudilla de mi Lyon, busque las velas para un posible apagón y encontré solo la del año pasado y que estaba en la palmatoria, deje todo al alcance de la mano junto con una caja de fósforos, luego me fui a ver la tele.


Estuve buscando algo entretenido de ver y encontré “The Walking Dead”, me aterra, pero me entretiene, fui a buscar una almohada y una frazada para abrigarme y cubrirme la cabeza en las escenas más espeluznantes, tenía la piel de gallina.


Estaba muy calientita y aterrorizada viendo cómo se desarrollaban las escenas y viendo todos esos muertos que agresivamente buscaban carne humana, cuando reventó un trueno muy fuerte y la luz se apagó, la televisión se apagó y quedé a oscuras con todos los pelos parados de terror con las imágenes de todos esos muertos en mi cabeza, me parecía que de un momento a otro esos cadáveres se me venían encima, de pronto sentí un cuerpo horripilante a mi lado, me estremecí con escalofríos de terror que me hizo temblar toda, me parecía que de un momento a otro este horrible ser me mordía en alguna parte, me convertiría en una horrible walking dead sedienta de sangre y carne humana, el ser se me vino encima y … me lengüeteó el rostro, era mi salvador, era mi héroe, era mi amado Lyon que venía en mi rescate.


Lo abracé y me levanté a tientas hacía la cocina, fui a encender el resto de vela que me quedaba y salir de estas horribles tinieblas, no sé si fue para mejor o peor, encendí la vela y miles de sombras me rodearon y se movían conmigo, aterrorizada me fui a mi dormitorio escoltada con la seguridad de mi Lyon, el me salvaría y me protegería de cualquier ataque sorpresivo de estos entes de la obscuridad.


Ya en mi cama me sentí más segura, mi Lyon saltó a la cama hacía los pies y volvió a hacerse un ovillo y dormir, me desvestí a la luz de la candela que chisporroteaba casi consumida, me metí con mi pijama de franela, muy abrigadita entre las sabanas, empujé a mi Lyon con mis pies para que me hiciera espacio y poder estirar mis piernas en forma cómoda, pero él no entendió y se levantó y se vino a darme de lengüetazos en mi cara.


Mi Lyon es mi amante de hace algún tiempo, yo sé lo que quiere cuando estamos en la cama y el viene a lengüetear mi rostro, además, él sabe que siempre estoy dispuesta para él ― ¡oh! querido … no me langüetees tanto … mami ya sabe lo que quieres … ten un poco de paciencia porque nos estamos quedando sin luz otra vez ― le dije a mi impaciente amante perruno, él estaba ahí mirándome con esos ojos centelleantes que me calientan inmediatamente, me quité solo la parte de abajo de mi pijama, porque hacía mucho frio, mis senos y pezones estaban duros.


Fui a buscar unas toallas gruesas y volví rápidamente a mi cama, justo al momento que la vela se apagó, había un puntito incinerándose así que puse un poco de saliva en mis dedos y la extinguí del todo, para que no echara humo y despidiera ese olor fuerte, me metí a la cama con mi Lyon.


No sé cómo lo íbamos a hacer sin luz, esta era una primera vez totalmente en la oscuridad, busqué su pene arrodillada en mi cama y sentí su tibieza y humedad, comencé a pajearlo suavemente, sentía su respiración jadeante, él se movió y sentí su lengua buscando mi chochito, así que alargué mis rodillas y puse mi culito al aire con mi chocho totalmente abierto a sus pecaminosas intenciones.


Lyon me hacía estremecer con sus certeros lengüetazos a mi conchita y en los momentos que se detenía con su fría nariz en mis nalgas y me lengüeteaba el ano, me hacía gemir y rotar mis caderas coquetamente y con deseos por él, abrí mis ojos pero no había nada, estaba sumergida en una dimensión sin luz, en medio a esas tinieblas estaba susurrando a mi Lyon para que me cogiera y me hiciera su perrita, no podía ver el destello de sus ojos lascivos sobre mí, podía acariciarlo y podía sentirlo al tacto, pero no podía ver su dorado pelaje, y que tal si se fuese convertido en un monstruo como esos Walking dead, pensé, sentía su fría nariz y me estremecía en la oscuridad, me estaba entregando a un ser de las tinieblas y estaba tan caliente que me estaba atrapando con sus zampas y tironeándome hacía él y yo se lo permitía con lujuria.


Mi Lyon me había asegurado y sentía su pene que buscaba mi sexo, sentí que entraba en mi ano y cuando intenté moverme para alejarme, él me dio un fuerte tirón y me empaló, su aguzado pene se abría trecho en mi intestino, no era la primera vez, pero normalmente yo me lubrico con anticipación, frenéticamente sentía sus claveteadas que horadaban mí orificio anal y sentía su bola presionando y forzando mi esfínter, me provocó un poquito de malestar su bola ingresando a mi ano, pero como él tiene una lubricación natural continua, presto sentí solo la fricción rica, ese roce que me enloquece, ese contacto estrecho de su verga en las profundidades de mis vísceras.


Estaba comenzando a sentir rico, su pene se había hinchado y la lubricación se había hecho efectiva y sentía solo placer, estaba gozando sus frenéticas embestidas cuando … ¡aaaggghhh! … sentí un dolor horrible, su pene se salió violentamente de mi culito, mi pobre Lyon se había caído de la cama, en la oscuridad no nos dimos cuenta de estar al borde del lecho y él se cayó, yo me anduve lastimando e imagino que también él, pero sin luz no podía corroborar nada, me recordé de tener en mi velador un lucecita redonda LED que no me gustaba por su luz blanca fantasmal, pero ahora la necesitaba, así que a tientas la busqué y la encontré, hice presión y se encendió, mi Lyon estaba a los pies de mi cama lengüeteando su pene quizás adolorido, a mí el dolor ya se me había casi pasado, así que me acerqué a él y tomé su pene que se veía extraño con esa luz blanca y al parecer no presentaba heridas ni daño.


Me incliné para observarlo de cerca, su olor penetrante me hizo acercarme aún más, saqué mi lengua y lo saboree, comencé a viajar por todo el largo de su pene de ida y de vuelta, muchas veces, mi Lyon me dejaba hacer y se acomodó para que yo se lo mamara, con la lucecita en mi mano volví a escarbar en mi velador y saqué mi consolador grande, volví a la verga de mi Lyon y mientras se lo mamaba, me metí mi consolador para disfrutar el doble.


Con la tenue lucecita apoyada en la cama, estaba haciéndole un mamón a mi amado y lascivo amante, mi otra mano movía velozmente mi dildo dentro y fuera de mi chochito, noche tras noche mi Lyon cópula conmigo, noche tras noche él me enciende, noche tras noche me ve dispuesta, él siente la batalla de mi cuerpo para poseerlo, me ruborizo y mis ojos destellan ese amor que siento en mi corazón, mis caricias lo incitan, la fuerza con la que él me penetra me sobrecoge, me maravilla, me alucinan sus energías, ahora lo tengo en mi boca y siento que él explotará de un momento a otro.


La inmensa verga en mi boca colma mis deseos, su semen que desciende por mi garganta, me inunda de pasión, le provoco y me provoca, yo deseo hacerlo gozar y él siempre me hace gozar a mí, nos compenetramos mutuamente, nuestra relación nos ha unido no solo carnalmente, sino espiritualmente, no necesitamos decirnos nada, nos entendemos sin palabras, una comunicación que trasciende la forma de relacionarnos, una comunicación inter-especies.


Nunca me he arrepentida de haber iniciado esta relación carnal, jamás pensé en intentarlo, los recovecos de mi mente me llevaron a una entrega natural de mi chochito a este animal, la dulzura y ternura de este perro, me llevo a un grado de excitación tal, que me incito a dar el paso y rebasar el límite, su lengua fue un elemento contundente, me brindó sensaciones increíbles y el coito fue natural.


Resto abrazada a él, todavía sale de su pene ese manjar caliente, junto un poco en mi mano y me lo paso por mi chocho, el consolador continua a gruñir dentro de mí, a ratos lo muevo muy rápido y cuando estoy por correrme, me detengo y dejo que pasen esas ondas exquisitas, me calmo y luego otra vez mi frenesí aumenta y juego a mover mi juguete dentro de mi a toda velocidad, esta es la vez, siento que esas ondas riquitas vienen fuerte, cada vez más fuerte y exploto llevándome ambas manos a mis tetas para apretarlas con fuerza, tengo un cojín entre mis piernas que mantiene mi consolador dentro de mi y me corro una y otra vez con orgasmos continuos, grito y me revuelco con lujuria.


Casi desvanecida me acurruco junto a mi Lyon y me dispongo a reposar, la luz no ha regresado, estoy sumergida en tinieblas, pero no me importa, cubro a mi amante con el cobertor y paso un muslo sobre él, su pelaje hace cosquillitas a mis piernas, mi vientre y parte de mi chocho, poco a poco nos sumimos en un sueño sin sobresaltos.


No sé cuantas horas han transcurrido, siento nuevamente una lengua caliente y resbalosa en mis labios y mejillas, afuera la lluvia cae torrencialmente, ya no se sienten truenos, pero permanecemos a oscuras, mi Lyon busca mi atención, un poco somnolienta y con mi vagina siempre dispuesta, abrazo un par de cojines y procuro meterme en cuatro al centro de la cama, no quiero que mi amado vuelva a caerse, Lyon se posiciona detrás de mí y su lengua comienza a hacer maravillas, comencé a regular la distancia de mis rodillas, para lograr que mi sexo esté a la altura apropiada y alineada con la polla de mi Lyon.


Finalmente, mi machito se atreve y aprisiona mi cinturita entre sus zampas, comienzo a sentir su verga punteando mis muslos y las cercanías de mi ano, hábilmente mi Lyon hizo entrar la punta de su pene en mi chocho, me provocó un chillido cuando de un solo empujón hizo introducirse el resto de su miembro en mi canal vaginal, un par de veces su bola entró y salió de mi coño hasta que se afianzó y la sentí crecer, inflarse como un globo, sellando todas las salidas de mi estrecha concha.


Lyon comenzó a follarme rápidamente, siempre que siento este placer enorme, depravado, prohibido y tabú, me hace encenderme con mayor ímpetu, es mas emocionante lo vetado, lo ilícito, lo lascivo, por variados minutos su frenesí se mantuvo, luego casi se detuvo, siempre este breve momento me hace correrme en un mini orgasmo, en preparación al aluvión de esperma que mi macho me regalará, lo presiento y mi cuerpo se apronta, son chorritos potentes, son chorritos continuos, son chorritos calientes, me inundan sin parar, me hinchan mi vagina, algunas gotas salpican fuera de mí, la presión en mis paredes vaginales es tremenda, una sensación de indolora plenitud me llena, mi vulva está colmada de semen, siento su lefa en lo profundo, me dejo caer hacía adelante, mientras mi cuerpo continua a convulsionar con los espasmos de su pene que no deja de bombear líquido dentro de mí, mi rostro descansa en los almohadones y saboreo mi orgasmo infinito.


Más de alguno podría decir que soy una pervertida, quizás repugnante, solo porque no saben lo que se están perdiendo, no me importa lo que piensen otras personas, esto es mío y de mi Lyon, él me hace sentir, me hace gozar, lo estoy sintiendo ahora, su semen no para de fluir y se cola por mis muslos y mi vientre, es abrumador, me siento extasiada pero siempre atenta a esa sensación que siento hasta en mi cérvix que se inunda, me siento inseminada por mi macho, me siento hembra, me siento satisfecha.


Quizás lo que estaría faltando son los besos y caricias que te puede dar un humano después del coito, esas frases amorosas, pero no todos los humanos son así, muchos son como los ascensores, suben y bajan de inmediato, luego si no encienden un cigarrillo, se dan vuelta a dormir sin siquiera una caricia y chao.


Siempre que estoy abotonada a mi Lyon reflexiono entre orgasmo y orgasmo, y me doy cuenta que nuestra relación es completa y perfecta, me hace gozar intensamente, me llena de caricias con su lengua antes y después, jamás me reclama por nada y siempre me da todo, me siento protegida, me siento amada y deseada, porque él me busca todos los días y los fines de semana que me tiene en casa, hasta más de una vez al día, que mejor, y no le tengo que comprar cervezas, y no le tengo que tener un plasma para que vea el futbol, no lo tengo que soportar ebrio y para que seguir, mi Lyon es maravillosamente inmejorable e incomparable.


Él se ha girado y estamos culo con culo, ya luego me desabotonará así que me preparo con mis toallas para recibir el líquido que saldrá de mi ultrajada y satisfecha vagina, se mueve un poco impaciente, tironea un poquito y floosch, siento un delicioso dolorcillo cuando su bola y su pene salen resbalando y chorreando semen por doquier.


Me siento un poco agotada, pero espero las caricias de la lengua de mi peludo amante, me lengüetea y me limpia escrupulosamente incrementando la sensación sentida poco antes, soy su perrita dulce y caliente, me masajeo y sobajeo mis grandes tetas, mis pezones están duros, casi quisiera que me la volviera a meter, es grande y tan rica su pija, mi coño vacío y tembloroso hace burbujitas de semen, me estoy vaciando, miro el reloj de mi velador, son las 05:19, puedo dormir poco más de una hora, tiro las húmedas toallas sobre una silla y acomodo a mi amante para dormir abrazada a él este tiempo restante.


Me desperté con un sobresalto, el despertador no sonó, salté fuera de la cama, la lluvia había cesado, la ciudad estaba extrañamente silenciosa, la claridad del día había regresado, pero se adivinaba una jornada gris y fría, el reloj de la cocina señaba las 07:43, no es tan tarde, pensé, si me visto rápido puedo llegar a la oficina puntualmente, me acerqué al calendario para cancelar el día de ayer, porque por costumbre voy siempre cancelando el día pasado, recién ahí me doy cuenta que estoy cancelando el viernes, o sea hoy es sábado no tengo que ir a trabajar ¡yuju!.


Muy contenta me voy al baño para ducharme, mi Lyon también se ha despertado y viene detrás de mí con su fría nariz muy cerca de mis glúteos, pero claro sí él sabe que yo lo baño los sábados, él está más clarito que yo con los días ― Sí querido … lo sé que nos tenemos que bañar … no desesperes que mami preparará el todo ― él ladeo su cabeza y me miró con esa mirada suya que me hace derretir, me hace juntar mis muslos, me hace apretar los labios de mi conchita de puro gusto ― ¿Quieres que hagamos alguna otra cosa antes? … ¿eso es lo que quieres? … ¿quieres que mami te haga cariñito? ― el veloz meneo de su cola me hizo suponer que el me deseaba, mi chochito también, así que devolví con él a mi dormitorio.


Me senté en la cama y mi Lyon enterró su hocico en mi vagina con ímpetu, esa lengua suya era una vorágine que revolvía todos los pliegues de mi vagina, casi me corro en ese momento y en ese instante, mi pobre Lyon me deseaba desesperadamente, su energía, empeño y antojo me hacían estremecer también a mí, abrí con mis manos los labios de mi vagina y él metió dentro unos quince centímetros de lengua y fue arrollador, me hizo correrme juntando mis muslos y huyendo de esa exquisita lengua malvada, alzando mis muslos, mi ojete anal quedó a merced de su lengua y él termina de deleitarme lamiendo mi culo, me giro y quedo en posición fetal sobre la cama, todavía mi cuerpo tirita y tiembla con espasmos orgásmicos y esa lengua canalla que no me da paz y se infiltra por mis muslos y me quema cuando toca los labios de mi inflamada conchita.


Mi Lyon se sube a la cama y me presiona como diciendo ― ahora me toca a mí … ¡ya poh! mamita … no me dejes así ― me está reclamando, casi he recuperado mi respiración, así que acomodo los cojines para contentar a mi macho peludo, separo mis rodillas y le presento mi almejita deseosa de su maravilloso pene, él me lengüetea haciéndome vibrar, mi chocho esta delicado y sensible, pero pronto para recibir su verga prodigiosa.


Siento su suave pelaje en mi espalda y sus zampas que se atenazan a mis caderas, con su habilidad, mi Lyon centra el objetivo e inunda mis carnes con sus carnes, dos, tres, cuatro, al cuarto embate siento que su bola resbala en mi interior y él hace una pequeña pausa, para luego con su consueta energía, comienza a bombear mi vulva a toda velocidad, quizás dura solo un par de minutos, pero la fricción y la sensación que llena toda mi concha es inigualable, es un orgasmo asegurado, me corro otra vez sujetando sus patas y gimiendo, gritando y sollozando de dicha, me tiene abotonada a su merced, soy una extensión de su pene, le pertenezco, él se asegura que ha sellado mi chocho con su maleable bola y siento el derrame de semen en mi interior, está tan caliente y llena todos mis recovecos, mis espasmos continúan porque su pene vibra dentro de mí y el roce de la puntita de su miembro con mi útero me ocasiona un dolorcillo placentero, me hace convulsionar en otro orgasmo.


Nos quedamos por casi quince minutitos pegaditos y el jadeante, espera pacientemente, yo no suelto sus patas y siento las pulsaciones de su pene en mi interior, incluso lo siento como se desinfla y se achica, luego siento que sus dimensiones han tornado a la normalidad, suelto sus patitas y mi Lyon desliza su bola y su pene fuera de mí, ocasionándome un chillido de placer, la regadera de semen moja las toallas y parte de mis sabanas, así que me alcé y amontoné todo para tirarlo a la lavadora, me fui así desnuda al baño, mis tetas se bamboleaban libres y felices, yo también, mi piel tersa, mi mirada serena, la sonrisa en mis labios, toda una mujer radiante y satisfecha, mi macho limpiando su cosota a los pies de la cama, también él feliz y apagado.


Sentir la humedad del semen de mi Lyon en mi chocho y en mis muslos, es una sensación riquita que me gusta mantener prolongadamente, así que me fui a la cocina envuelta en mi bata de baño, encendí el horno para calefaccionar el ambiente y me dedique a preparar un contundente desayuno, primero mi Lyon, saque su escudilla y la llené con su alimento preferido y le abrí una lata de las que a él le gusta, inmediatamente apareció moviendo su suntuosa y elegante cola, su carita de amor y ternura, lo dejé comiendo y le cambié el agua, luego me preparé unos panecillos con jamón serrano y mozzarella, también un tazón de café con leche y me senté en mi taburete cerca de la ventana a escuchar la lluvia y a ver a mi amado que se deleitaba con sus festín.


Me toque mi chuchita y la tenía empapada del semen de mi macho que se había zampado toda la escudilla y la había dejado brillante a lengüetazos, descanse un rato ahí sentada mirándolo con afecto y amor por toda la dicha que me regalaba, como podría vivir sin él, pensé, donde encontraría todo lo que él me regala, quien más me podría hacer sentir todas las emociones y sensaciones que él me hace sentir, concluí que nadie, mi Lyon es irremplazable, mi Lyon es mi todo.

Sugerencias, aportes y criticas son bienvenidas, escribir a:

luisa_luisa4634@yahoo.com



escrito el
2021-03-04
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