Por la ventana del hotel
por
Shiryu
género
exhibicionismo
Uno de los últimos viajes de trabajo a los que me acompañó mi esposa fue a Monclova en septiembre de 2006, y me acompañó debido a que iba a estar fuera 3 días entre ellos mi cumpleaños. En aquel entonces me hospedaba en el Hotel Chulavista que actualmente ya no existe. Llegamos al Hotel como a las 1:00 pm del miércoles. Me llamó la atención que en recepción estaba una pareja también registrándose, lógicamente me llamó la atención la dama. Era de esas que me gustan, más bien bajitas pero delgadas, pelo castaño solo que lacio, le calculo unos 24 años, llevaba puesto un short blanco chiquito, de esos que ahora se usan mucho, lo cual dejaba ver unas piernas trabajadas en gimnasio, una playera tipo polo blanca que dejaba entre ver por lo ceñido que guardaba unos senos diría que no acordes con el cuerpo de la chamaca, me refiero a bastante grandes, realmente eso fue lo que me llamo la atención. En Fin, nos registramos y nos dieron una habitación en la planta baja cuya ventana daba a la piscina. La peculiaridad de esta habitación, como todas las del primer piso es que estaban a desnivel, es decir que estaban a media altura. La habitación comenzaba un poco abajo del nivel del suelo, de hecho para accesar a ellas tenías que bajar como 3 escalones en el pasillo, así que la ventana comenzaba a nivel del suelo, esto se me hizo un poco peculiar ya que aún ahora no me he topado con otro hotel parecido.
Al revisar la carta se nos hicieron los precios altos, así que fuimos a comer al que ahora es mi restaurante preferido en esa ciudad que se llama Los Corrales, de ahí fuimos a Soriana Pape a comprar algunas cosas que le hacían falta a mi mujer y nos regresamos al hotel. Al llegar me di cuenta que la recamarista había entrado porque dejo sobre la almohada unos chocolates y una nota de bienvenida, y abrió las cortinas por lo que se veía hacia la alberca que se notaba vacía. Los que conozcan la ciudad no me dejarán mentir que aún por esas fechas el calor es insoportable, así que mi mujer se metió a dar un baño y yo me quede recostado en la cama buscando algo bueno que ver en la tele. En eso estaba cuando sale mi mujer del baño envuelta en su bata de baño y me dice te voy a enseñar tu regalo de cumpleaños y se desabrocho el cinturón de la bata y la abrió dejándola caer al piso, mostrando un conjuntito de lencería en negro, con un sostén a media copa que le juntaba sus senos haciéndolos ver más grandes de lo que son pero algo chico según yo porque dejaban al descubierto el inicio de sus aureolas, llevaba puestas unas medias negras transparentes sujetadas por un liguero en el mismo color, la tanga que era de hilo también se le veía muy bien y también por lo chico de la prenda podía denotar que se había depilado completamente esa zona, sin embargo cuando me fije en su entrepierna se me hizo raro que era la única parte que llevaba encaje, ella se dio cuenta de adonde se dirigía mi mirada, así que remato diciendo ¡sorpresa¡, se dio media vuelta, se empino y quedó al descubierto el truco, la tanga era de esas que te venden en las sexshop con abierta en la entrada a la vagina, la verdad de la sorpresa y de lo puta que se veía mi mujer, (el próximo relato si les contaré lo puta que llegó a ser), así es que no tuve más remedio que acercarme a ella para rendirle el tributo adecuado.
Me lance directo a su boca y comencé a darle unos besos intensos, mientras con las manos recorría su espalda y sus nalgas. Cada que mis dedos recorrían su espalda ella se arqueaba ya que tanto la espalda como el cuello son los puntos débiles de mi mujer. Una vez que logre arrancarle el primer gemido, la senté en la orilla de la cama y luego le abrí las piernas, me arrodillé en el suelo alfombrado y me deleite con la vista de su vagina, así que me dispuse a juguetear con mi lengua en esa zona, ella estaba igual de caliente que yo así que no tardó mucho en gemir y comenzar a recorrer con sus manos sus senos, de vez en cuando bajaba sus manos a mi nuca y otras también se tocaba su cabellera. Comenzó a decirme que ya estaba lista, que ya me quería sentir adentro, yo solo le dije aún no, entre los que cruzamos palabras me levante y me desnude mostrándole de frente a mi amigo, ella se comenzó a mover como gatita en la cama para rematar arrodillándose y tomando mi verga con las manos, para después comenzar a lamerla, chuparla y succionar, debo decir que es maravilloso sentir la humedad de su boca en mi pene.
De la forma en la que estábamos yo estaba parado como a 4 metros de la ventana, y mi esposa arrodillada mamándome la verga pero dando la espalda a la ventana, así que no se dio cuenta de lo que vi. Resulta que exactamente a como 2 metros de la ventana por fuera se encontraban dos camastros para la piscina, y ahí parados con unas bolsas en el pasto estaba la pareja que nos topamos en recepción, el llevaba su short y una playera blanca con logotipos del señor frogs, y a ella solo se le veía una playera rosa sin logotipos, solo como amarrada con un nudo a un costado de su pierna izquierda. Pero lo importante aquí fue que ya estaban muy atentos a lo que pasaba entre mi mujer y yo, de primera instancia iba a zafarme a mi esposa y correr a cerrar la cortina, pero la verdad de las cosas es que pudo más el instinto de exhibir los atributos de mi mujer y me quede quieto. Lógicamente con éste nuevo aliciente el nivel de excitación aumento mucho y ya estaba a punto de venirme, cuando la levante la voltee restregándole mi pene entre sus nalgas aún cubiertas por el hilo de la tanga, comencé a besarle el cuello, con la mano izquierda le masajeaba los senos por encima del sostén y con la mano derecha me dirigí a su entre pierna para tocar su clítoris, lo cual fue sumamente fácil gracias a la abertura que había en la tanga.
Así estuve un rato cuando sentí que mi esposa ya estaba como fuego y ya no se resistiría a nada, así que pensando la mejor manera de voltearla con dirección a la ventana me fije en su bata de baño, pensé en taparle la cara pero la prenda era demasiado grande y corría el riesgo de que se molestase, pero recalé en el cinto de la bata, en un movimiento rápido me agache y lo jalé, desprendiéndose de la misma, ya con él en la mano y estando mi esposa dándome la espalda fue perfecto para colocarle el cinto en los ojos y vendarla, ella de inmediato quiso quitárselo, pero la sujeté por las manos y le dije, tranquila, déjate llevar, entonces aflojó las manos y las dejo caer. Así como estaba la encamine a la ventana y ya colocados cerca de ellos lo primero que hice fue fijarme en la ventana, la pareja estaba aún viéndonos sólo que ninguno de los dos llevaba ya puesta sus respectivas playeras, ella llevaba un traje de baño de una pieza en amarillo, que remataba en un espectacular escote ya que como había mencionada se carga semejante monumento de pechos, con la peculiaridad que me imagino que la dama ya estaba excitada porque se le notaba semejante tamaño de pezones erectos por debajo del traje.
De nuevo tome la postura que tenía de colocarme a la espalda de ella y besarle el culo, así como con las manos sobarle los senos y el clítoris, no paso mucho en que mi esposa comenzara a gemir y a pedir verga, solo que ahora me fije en la pareja y estaban uno junto al otro y una d ellas manos del cuate se perdía en el trasero de la dama, así que me imagino que le estaba sobando las nalgas. Así que para hacer esto más interesante, le desabroche el sostén a mi mujer y se lo baje, dejando al descubierto sus senos, comenzando a tocarle y de vez en cuando apretarle sus pezones, ella solo se retorcía y se pasaba la lengua por la comisura de la boca, levante la vista y vi que el cuate ya estaba colocado de tras de la mujer dándole besos en el cuello y ella con una mano le tocaba la mejilla y con la otra se sobaba su clítoris por encima del traje de baño. La verdad por la posición y la vista no me di cuenta si había alguien más en la piscina, así que me imagino que no.
Continué con mi mujer y le baje la tanga dejándola solo con las medias y el liguero, la verdad modestia aparte se veía espectacular, volví la vista con la pareja y ella tenía los ojos abiertos como platos dirigiendo la vista hacia nosotros, sorprendida, yo creo por eso no hizo nada cuando el hombre comenzó a hacer lo mismo de con una mano sobarle los senos y con la otra haciendo a un lado su traje tocarle su entrepierna. Entonces pensé que me el hombre posiblemente iba a jugarme algún tipo de competencias, así que lo más natural fue empinar a mi mujer por lo que ella de inmediato busco con las manos algo de donde apoyarse, encontrando solo el vidrio de la ventana donde poso las manos, me coloque en la entrada de su vagina y se la deje ir, emitió un gritito, después una exclamación de placer , la sujete de las caderas y comencé a darle verga, cuando mi mujer llegó a un nivel de gemidos bastante sonoros, levante la vista y me topé con la mujer con el traje de baño bajado de la parte superior en cunclillas dándole semejante mamada a su pareja, y si, que tetas se cargaba, lo cual se veía muy bien porque ella era blanca, así que con el sol se exponenciaba su cuerpo, nada más le bailaban riquísimo.
Seguí esforzándome con mi mujer hasta que me anunció su venida, a lo que decidí que era momento de quitarle el cinturón de los ojos, así que me estire un poco para alcanzarle el nudo y lo jale, cayendo el cinto al suelo, lo cual coincidió en el momento en que el hombre no resistió más se zafó, levanto a la mujer y la coloco de espaldas a él, la apoyo en la pared bajándole por completo el traje de baño hasta el suelo y levantarle una pierna para que la sacara de la prenda, la empino y también se la dejo ir. Por la peculiaridad que les comenté de cómo estaba construido el primer piso, ya sólo teníamos a la vista el torso de la mujer y hasta la barbilla, viendo como le bailaban las tetas con cada arrimón que le daban, entonces mi mujer me dijo que está pasando, a lo que le dije estás viendo una película porno en 3D, ella se acercó en su posición un poco a la ventana para fijarse en cómo se veía perfectamente como el pene le entraba y salía a la vagina de la mujer, lo cual la calentó bastante que se vino a chorros. Dijo que rico espectáculo, luego me dijo que necesitaba más apoyo así que acerque la mesita del cuarto, ella se volvió a colocar en la misma posición solo que dijo ahora quiero que atiendas mi chiquito, así que apoyándose con el brazo izquierdo en la mesa, abriendo las piernas y con la otra mano abriéndose su orificio anal, me dispuse a colocarle el pene en la entrada de su culo, voltee a ver a la pareja, y la dama también se cansó de la postura porque ahora estaba en cuatro sobre el césped y el amigo dándole, ella estaba de plano colocada de frente a la ventana, así que le veía muy bien las expresiones de placer que ponía, las tetas que le bailaban y como las manos del tipo se apoyaban en su cadera, solo que estaban como en una pausa viendo que era lo que nosotros íbamos a hacer, entonces sin decir agua va se lo metí a mi esposa lentamente, hasta que sentí que la tenía toda adentro, ella solo decía despacito, con menos fuerza, detente un poco, sigue, ya, y comencé a darle, hasta que llegó un momento en que ella sola se apalancaba hacia atrás para ensartarse la verga, levante la vista y aquellos continuaban con lo suyo, solo que de repente vi como la dama como que se quería enderezar y el otro no la dejo, y puso cara de sufrimiento, mi esposa dijo, ya se la metió también en el culo, no paso mucho tiempo en que tanto mi esposa como yo nos venimos, solo que la pareja no duró mucho porque de repente se zafaron y se vistieron, lo cual interprete como que los habían cachado, así que de inmediato me zafe de mi mujer y me dirigí a cerrar las cortinas. La verdad en los siguientes dos días que duramos ahí ya no nos los topamos para nada.
Al revisar la carta se nos hicieron los precios altos, así que fuimos a comer al que ahora es mi restaurante preferido en esa ciudad que se llama Los Corrales, de ahí fuimos a Soriana Pape a comprar algunas cosas que le hacían falta a mi mujer y nos regresamos al hotel. Al llegar me di cuenta que la recamarista había entrado porque dejo sobre la almohada unos chocolates y una nota de bienvenida, y abrió las cortinas por lo que se veía hacia la alberca que se notaba vacía. Los que conozcan la ciudad no me dejarán mentir que aún por esas fechas el calor es insoportable, así que mi mujer se metió a dar un baño y yo me quede recostado en la cama buscando algo bueno que ver en la tele. En eso estaba cuando sale mi mujer del baño envuelta en su bata de baño y me dice te voy a enseñar tu regalo de cumpleaños y se desabrocho el cinturón de la bata y la abrió dejándola caer al piso, mostrando un conjuntito de lencería en negro, con un sostén a media copa que le juntaba sus senos haciéndolos ver más grandes de lo que son pero algo chico según yo porque dejaban al descubierto el inicio de sus aureolas, llevaba puestas unas medias negras transparentes sujetadas por un liguero en el mismo color, la tanga que era de hilo también se le veía muy bien y también por lo chico de la prenda podía denotar que se había depilado completamente esa zona, sin embargo cuando me fije en su entrepierna se me hizo raro que era la única parte que llevaba encaje, ella se dio cuenta de adonde se dirigía mi mirada, así que remato diciendo ¡sorpresa¡, se dio media vuelta, se empino y quedó al descubierto el truco, la tanga era de esas que te venden en las sexshop con abierta en la entrada a la vagina, la verdad de la sorpresa y de lo puta que se veía mi mujer, (el próximo relato si les contaré lo puta que llegó a ser), así es que no tuve más remedio que acercarme a ella para rendirle el tributo adecuado.
Me lance directo a su boca y comencé a darle unos besos intensos, mientras con las manos recorría su espalda y sus nalgas. Cada que mis dedos recorrían su espalda ella se arqueaba ya que tanto la espalda como el cuello son los puntos débiles de mi mujer. Una vez que logre arrancarle el primer gemido, la senté en la orilla de la cama y luego le abrí las piernas, me arrodillé en el suelo alfombrado y me deleite con la vista de su vagina, así que me dispuse a juguetear con mi lengua en esa zona, ella estaba igual de caliente que yo así que no tardó mucho en gemir y comenzar a recorrer con sus manos sus senos, de vez en cuando bajaba sus manos a mi nuca y otras también se tocaba su cabellera. Comenzó a decirme que ya estaba lista, que ya me quería sentir adentro, yo solo le dije aún no, entre los que cruzamos palabras me levante y me desnude mostrándole de frente a mi amigo, ella se comenzó a mover como gatita en la cama para rematar arrodillándose y tomando mi verga con las manos, para después comenzar a lamerla, chuparla y succionar, debo decir que es maravilloso sentir la humedad de su boca en mi pene.
De la forma en la que estábamos yo estaba parado como a 4 metros de la ventana, y mi esposa arrodillada mamándome la verga pero dando la espalda a la ventana, así que no se dio cuenta de lo que vi. Resulta que exactamente a como 2 metros de la ventana por fuera se encontraban dos camastros para la piscina, y ahí parados con unas bolsas en el pasto estaba la pareja que nos topamos en recepción, el llevaba su short y una playera blanca con logotipos del señor frogs, y a ella solo se le veía una playera rosa sin logotipos, solo como amarrada con un nudo a un costado de su pierna izquierda. Pero lo importante aquí fue que ya estaban muy atentos a lo que pasaba entre mi mujer y yo, de primera instancia iba a zafarme a mi esposa y correr a cerrar la cortina, pero la verdad de las cosas es que pudo más el instinto de exhibir los atributos de mi mujer y me quede quieto. Lógicamente con éste nuevo aliciente el nivel de excitación aumento mucho y ya estaba a punto de venirme, cuando la levante la voltee restregándole mi pene entre sus nalgas aún cubiertas por el hilo de la tanga, comencé a besarle el cuello, con la mano izquierda le masajeaba los senos por encima del sostén y con la mano derecha me dirigí a su entre pierna para tocar su clítoris, lo cual fue sumamente fácil gracias a la abertura que había en la tanga.
Así estuve un rato cuando sentí que mi esposa ya estaba como fuego y ya no se resistiría a nada, así que pensando la mejor manera de voltearla con dirección a la ventana me fije en su bata de baño, pensé en taparle la cara pero la prenda era demasiado grande y corría el riesgo de que se molestase, pero recalé en el cinto de la bata, en un movimiento rápido me agache y lo jalé, desprendiéndose de la misma, ya con él en la mano y estando mi esposa dándome la espalda fue perfecto para colocarle el cinto en los ojos y vendarla, ella de inmediato quiso quitárselo, pero la sujeté por las manos y le dije, tranquila, déjate llevar, entonces aflojó las manos y las dejo caer. Así como estaba la encamine a la ventana y ya colocados cerca de ellos lo primero que hice fue fijarme en la ventana, la pareja estaba aún viéndonos sólo que ninguno de los dos llevaba ya puesta sus respectivas playeras, ella llevaba un traje de baño de una pieza en amarillo, que remataba en un espectacular escote ya que como había mencionada se carga semejante monumento de pechos, con la peculiaridad que me imagino que la dama ya estaba excitada porque se le notaba semejante tamaño de pezones erectos por debajo del traje.
De nuevo tome la postura que tenía de colocarme a la espalda de ella y besarle el culo, así como con las manos sobarle los senos y el clítoris, no paso mucho en que mi esposa comenzara a gemir y a pedir verga, solo que ahora me fije en la pareja y estaban uno junto al otro y una d ellas manos del cuate se perdía en el trasero de la dama, así que me imagino que le estaba sobando las nalgas. Así que para hacer esto más interesante, le desabroche el sostén a mi mujer y se lo baje, dejando al descubierto sus senos, comenzando a tocarle y de vez en cuando apretarle sus pezones, ella solo se retorcía y se pasaba la lengua por la comisura de la boca, levante la vista y vi que el cuate ya estaba colocado de tras de la mujer dándole besos en el cuello y ella con una mano le tocaba la mejilla y con la otra se sobaba su clítoris por encima del traje de baño. La verdad por la posición y la vista no me di cuenta si había alguien más en la piscina, así que me imagino que no.
Continué con mi mujer y le baje la tanga dejándola solo con las medias y el liguero, la verdad modestia aparte se veía espectacular, volví la vista con la pareja y ella tenía los ojos abiertos como platos dirigiendo la vista hacia nosotros, sorprendida, yo creo por eso no hizo nada cuando el hombre comenzó a hacer lo mismo de con una mano sobarle los senos y con la otra haciendo a un lado su traje tocarle su entrepierna. Entonces pensé que me el hombre posiblemente iba a jugarme algún tipo de competencias, así que lo más natural fue empinar a mi mujer por lo que ella de inmediato busco con las manos algo de donde apoyarse, encontrando solo el vidrio de la ventana donde poso las manos, me coloque en la entrada de su vagina y se la deje ir, emitió un gritito, después una exclamación de placer , la sujete de las caderas y comencé a darle verga, cuando mi mujer llegó a un nivel de gemidos bastante sonoros, levante la vista y me topé con la mujer con el traje de baño bajado de la parte superior en cunclillas dándole semejante mamada a su pareja, y si, que tetas se cargaba, lo cual se veía muy bien porque ella era blanca, así que con el sol se exponenciaba su cuerpo, nada más le bailaban riquísimo.
Seguí esforzándome con mi mujer hasta que me anunció su venida, a lo que decidí que era momento de quitarle el cinturón de los ojos, así que me estire un poco para alcanzarle el nudo y lo jale, cayendo el cinto al suelo, lo cual coincidió en el momento en que el hombre no resistió más se zafó, levanto a la mujer y la coloco de espaldas a él, la apoyo en la pared bajándole por completo el traje de baño hasta el suelo y levantarle una pierna para que la sacara de la prenda, la empino y también se la dejo ir. Por la peculiaridad que les comenté de cómo estaba construido el primer piso, ya sólo teníamos a la vista el torso de la mujer y hasta la barbilla, viendo como le bailaban las tetas con cada arrimón que le daban, entonces mi mujer me dijo que está pasando, a lo que le dije estás viendo una película porno en 3D, ella se acercó en su posición un poco a la ventana para fijarse en cómo se veía perfectamente como el pene le entraba y salía a la vagina de la mujer, lo cual la calentó bastante que se vino a chorros. Dijo que rico espectáculo, luego me dijo que necesitaba más apoyo así que acerque la mesita del cuarto, ella se volvió a colocar en la misma posición solo que dijo ahora quiero que atiendas mi chiquito, así que apoyándose con el brazo izquierdo en la mesa, abriendo las piernas y con la otra mano abriéndose su orificio anal, me dispuse a colocarle el pene en la entrada de su culo, voltee a ver a la pareja, y la dama también se cansó de la postura porque ahora estaba en cuatro sobre el césped y el amigo dándole, ella estaba de plano colocada de frente a la ventana, así que le veía muy bien las expresiones de placer que ponía, las tetas que le bailaban y como las manos del tipo se apoyaban en su cadera, solo que estaban como en una pausa viendo que era lo que nosotros íbamos a hacer, entonces sin decir agua va se lo metí a mi esposa lentamente, hasta que sentí que la tenía toda adentro, ella solo decía despacito, con menos fuerza, detente un poco, sigue, ya, y comencé a darle, hasta que llegó un momento en que ella sola se apalancaba hacia atrás para ensartarse la verga, levante la vista y aquellos continuaban con lo suyo, solo que de repente vi como la dama como que se quería enderezar y el otro no la dejo, y puso cara de sufrimiento, mi esposa dijo, ya se la metió también en el culo, no paso mucho tiempo en que tanto mi esposa como yo nos venimos, solo que la pareja no duró mucho porque de repente se zafaron y se vistieron, lo cual interprete como que los habían cachado, así que de inmediato me zafe de mi mujer y me dirigí a cerrar las cortinas. La verdad en los siguientes dos días que duramos ahí ya no nos los topamos para nada.
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